Archivo por meses: diciembre 2009

Y en eso llegó la Junta

Monteseirín ha entregado el premio Emasesa Sostenible a Cruzcampo por la construcción de una nueva depuradora. Ya era hora. Lo de la depuradora, no lo del premio. La cervecera se ha resistido como gato panza arriba desde 2006 a adecuar sus vertidos a la normativa vigente, hasta que ha sufrido dos sentencias judiciales en contra y un expediente sancionador de la Junta. A la fuerza ahorcan. Alegando que sus vertidos eran aguas residuales urbanas se ha estado ahorrando su tratamiento como industriales, hasta el punto de que le resultaba más rentable pagarle a Emasesa, que le aplicaba una normativa doméstica mucho menos exigente, un canon de 2.279 euros diarios por permitirle arrojar sus porquerías químicas a un colector de la ciudad. Pese a que las estaciones de tratamiento urbanas no están preparadas para este tipo de residuos, Emasesa también se hacía la loca porque anteponía la pasta que ingresaba a los efectos de estos contaminantes en su red. Así entiende Marchena la economía sostenible. El premio debió ser para la Junta. Fue ella la que mandó parar.

Como la zorra y las uvas

El rector de la Universidad Hispalense, Joaquín Luque, sigue respirando por la herida del suspenso sin paliativos que nos ha dado el Ministerio de Educación, Ciencia e Innovación al denegarnos la condición de campus de excelencia internacional. En su reciente informe a la comunidad universitaria subraya que el 50% de las subvenciones gubernamentales se las han llevado las universidades de Madrid y Barcelona, que presentaron proyectos conjuntos. He ahí el ‘quid’ de la cuestión, ya que otros centros andaluces que forjaron alianzas entre sí también se han beneficiado de la derrama de dinero oficial, pero en vez de respondernos a la enojosa cuestión de por qué la rivalidad entre la Hispalense y la UPO, como la futbolera del Sevilla y el Betis pero en el terreno educativo, se vuelve en contra de toda la ciudad, el rector denigra las bases de la convocatoria con el argumento de que obligan a un ‘show mediático’. ¿Hubiera dicho lo mismo si hubiera ganado? Esto suena a la fábula de la zorra y las uvas: para Sevilla, el racimo de la excelencia aún está verde.

¿Hubo 11.000 vírgenes?

A raíz de las muchas novelas con el sexo como tema, Jardiel Poncela publicó una disparatada obra: “Pero….¿hubo alguna vez 11.000 vírgenes?”. La recuerdo cada vez que se dan grandes cifras: las  tragamos sin cuestionarlas y con el tiempo se convierten en tópicos, como el millón de feriantes en el Real, equivalentes a meter toda Sevilla y casi media más en el campo de Los Remedios. Últimos ejemplos. Se publica que se han perdido por las obras municipales 14.000 empleos en el comercio, pese a que Aprocom “sólo” cuantifica 190 tiendas cerradas. De ser cierto, cada comercio emplearía una media de 73 personas. Salvo en los grandes almacenes –ninguno ha cerrado-, ¿han visto  73 dependientes en una  tienda?. Otra más: se dice que con la nueva esclusa el Puerto pasará de 18.000 a 26.000 empleos. ¿Cómo contabilizamos, por ejemplo, a los operarios de los depósitos del combustible? ¿En el sector energético o en el portuario? Y los 13.754 empleados en Cartuja, ¿lo son de sus empresas o de Cartuja-93? Aquí aún seguimos dándoles vueltas a los mismos moros de Queipo.

Un tupido velo

No sé si habrá sido un pacto a la catalana o la creencia de que, como canta -¡y cómo canta!-, la última encuesta de la Junta, creemos vivir en el oasis andaluz o en el mundo feliz de Aldous Huxley , pero ha pasado inadvertida la estadística policial según la cual Sevilla y Málaga son, junto con Madrid y Baleares, las provincias más corruptas de España. En los últimos años, la Policía ha dado en Sevilla 24 golpes contra los delitos ‘de cuello blanco’, con 57 detenidos. Otrora, cuando se publicaban estas estadísticas por países, los más corruptos eran siempre las ‘repúblicas bananeras’, esos regímenes tercermundistas donde la única ley imperante para cualquier negocio era la de la ‘mordida’, sin necesidad de sofistificaciones como facturas falsas, ventas amañadas de suelo y demás. Y mira por dónde, cuando ahora se divulgan estadísticas nacionales, resulta que su equivalente español es Sevilla, de lo que se deduce que más que para la película ‘Knight and day’, de  Tom Cruise, esto hubiera sido el escenario ideal para rodar la cinta ‘Bananas’, de Woody Allen.

El huevo y la gallina

Con motivo del primer vuelo del avión de transporte militar europeo, un periódico publica un reportaje sobre la plantilla internacional de Airbus en Sevilla, a la que califica como ‘los rostros desconocidos del A400M’. Pero no son ni el inglés, ni el francés, ni la alemana. La cara desconocida en verdad es la de Ana Palacio, la ministra de Exteriores de Aznar que consiguió en su día que Sevilla albergara la planta de ensamblaje del avión y trajo así riqueza, empleo y tecnología para los próximos 25 años. Con su proverbial torpeza, el PP  ni siquiera fue capaz de rentabilizar políticamente aquel logro histórico, que pasó tan inadvertido como la propia ministra, menos popular que su hermana Loyola pese a haber sido hasta vicepresidenta de la Comisión Europea. Así pues, para rostro, el de quienes proclaman que el avión es la prueba del éxito de su apuesta por la aeronáutica o ponen pantallas en Plaza Nueva para chupar cámara. El A400M no es fruto de una política aeronáutica en Sevilla, sino al revés. Aquí  primero fue la gallina y, luego, el huevo.

El que no se mueve, sale en la foto….de la Policía

El Ayuntamiento, tal como vimos anteriormente, se ha escudado en la crisis para reasignar partidas presupuestarias de elevado contenido social y Monteseirín ha llegado a amenazar con suprimir la prestación de servicios municipales por la falta de dinero. Faltan recursos para otras cosas pero no para seguir alimentando la televisión marchenera del alcalde o para comprar PDA ‘Blackberry’ de última generación a fin de que  la Policía Municipal pueda multiplicar el número de multas de tráfico y agilizar su tramitación de forma que se cobren cuanto antes. Contrasta esta preocupación del gobierno local por dotar con la última tecnología en materia de comunicaciones a los agentes con las frecuentes quejas de éstos por la falta de equipamiento básico. Por no tener, los uniformes de los policías de Tráfico no tenían ni bolsillos.

Ahora, sin embargo, Monteseirín no ha escatimado en gastos para que los sevillanos comprueben en sus propias faltriqueras la eficacia del sistema telemático de sanciones por aparcar en doble fila. Al coche ‘ponemultas’ se ha unido un comando especial de la Policía Local equipado con móviles que han costado unos mil euros cada uno y que están complementados con miniimpresoras con las que los agentes pueden imprimir ‘in situ’ la multa que colocan sobre el parabrisas del automóvil. Todo está pensado para imponer el mayor número de sanciones en el menor tiempo posible: la firma del policía ya está digitalizada en el teléfono; al teclear el número de la matrícula, el sistema identifica ‘ipso facto’ al titular del coche; mediante una cámara de fotos incorporada, se capta una instantánea del vehículo como prueba añadida….El agente, si quiere, no tiene ni que pararse a cumplimentar formularios de denuncia. Le basta con fotografiar todo coche infractor que se le ponga a tiro, cuantos más mejor, y luego volcar la información tranquilamente en un despacho. Incluso se omite el procedimiento de la notificación al conductor y se publica de inmediato la sanción en el Boletín Oficial de la Provincia: infinidad de sevillanos ignoran que han sido sancionados y que sus nombres han pasado a engrosar las páginas del BOP.

Con sólo cinco multas que imponga un policía por aparcamiento en doble fila, el Ayuntamiento ya ha amortizado el coste de una ‘Blackberry’ de última generación. Y a fe que está amortizando los aparatos. A pasos agigantados. La previsión de ingresos por multas era de 4 millones de euros para todo el año. En agosto, el Consistorio ya había recaudado 11 millones. El ejercicio puede cerrarse con más de 16 millones de euros en las arcas de la Hacienda municipal.

Atrapados en la ratonera

Los automovilistas sevillanos se han convertido en fácil carne de cañón para un Ayuntamiento que, sin dar alternativas previamente,  ha declarado la guerra al coche privado mediante la continua ampliación de calles peatonales, por una parte, y la supresión de numerosas plazas de aparcamiento en superficie debido a la implantación del carril-bici. Aparcar en Sevilla se ha convertido en una odisea por el efecto añadido de las 300 obras simultáneas decretadas por Monteseirín, con lo que otras tantas calles están cortadas con vallas y alambradas.¿Dónde se meten los coches, cuyos dueños pagan el sello de tráfico a la corporación municipal?

En diciembre de 2004, el Consistorio aprobó en Pleno un plan para construir 67 parkings subterráneos desperdigados por toda la ciudad y con una inversión superior a los 350 millones de euros. Cinco años después, el grado de cumplimiento de esta promesa municipal es mínimo, pero Monteseirín ya ha proclamado que no hacen falta más aparcamientos porque los sevillanos “no tienen cultura de pagar por aparcar”. El alcalde ha utilizado una estadística de los empresarios de parkings rotatorios según la cual éstos están desocupados el 55% de las horas del día. Los comerciantes de Aprocom replican que si los parkings existentes no se llenan es porque no facilitan a los ciudadanos que lleguen a donde tienen que llegar. Con la crisis económica como trasfondo en una ciudad con un 18% de parados y una renta per cápita inferior a la media nacional, el automovilista sevillano ya es que se las ve y se las desea hasta para aparcar en doble fila: las obras no le dejan espacio; carece de parkings alternativos, no se puede permitir continuos desembolsos en los rotatorios y es acosado por el ‘ponemultas’ y el ‘comando Blackberry’ de la Policía Local.

Vista gorda

El furor sancionador de la Policía Local ha llegado a tales extremos que hasta el comité de empresa de Tussam la acusa de multar “de forma indiscriminada” a los conductores de los autobuses municipales y le pide que tenga en cuenta atenuantes  como “las circunstancias del tráfico, la ocupación de las vías y las dimensiones de los vehículos, sobre todo los articulados”.

¿Acaso no podría invocar los mismos atenuantes cualquier automovilista sevillano? Por más que el comité diga que en ningún caso pretende quedar exento de cumplir las normas de la circulación, la mera emisión del comunicado ya es un intento de obtener un trato de favor.

Y mientras tanto, la sección del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme)  ha denunciado que un número indeterminado de patrulleros de la Policía sevillana circula con la ITV caducada porque el Ayuntamiento no tramitó las citas a tiempo.

¿Se multará la Policía Local a sí misma por infringir la ley o se hará la vista gorda?

Ustedes, ¿qué creen?

Los Diez Mandamientos

A raíz de los penúltimos escándalos –recuerden mi teoría de que con esta corporación nunca hay un último- que ponen el nombre de Sevilla en todos los telediarios salvo en los de Giralda Tv, el portavoz municipal del PP, Juan Ignacio Zoido, ha elaborado sus particulares ‘Diez Mandamientos’ para garantizar la transparencia en la gestión y contrarrestar el ocultismo actual que, dice, propicia la corrupción y dificulta que salga a la luz. Ya he recortado el Decálogo para, si Zoido es un  día alcalde, situarme metafóricamente a su vera y exigirle su observancia,  como Roma ponía en la cuadriga del césar a un ciudadano para recordarle entre los vítores de la plebe que no olvidara que era mortal. Suscribo de ‘pe’ a ‘pa’ las Tablas de la Ley zoidianas, como eso de darle siempre un puesto a la Oposición, y cualquier papel en siete días, al igual que se publiquen en Internet  todas las retribuciones. Me he metido en la ‘web’ municipal, pero no he visto que Zoido haya colgado los dineros que gana “por todos los conceptos”. La transparencia empieza por uno mismo.

La otra ley de dependencia

El grupo Noga pierde el negocio que podría haber hecho con los suelos de Mercasevilla pese a que su oferta de compra superaba en 62 millones de euros a la de Sando. Sin embargo, cuando la juez Alaya pregunta a su representante por qué ni formó un escándalo ni presentó un recurso, éste, para sorpresa general, contesta: “No tuvimos la percepción de haber sufrido ningún perjuicio”. La juez, con su perspicacia habitual, inquiere: si Noga no alzó la voz ¿fue por temor a represalias municipales, dados sus muchos intereses en la ciudad?. Obviamente, la víctima del concurso de Mercasevilla lo niega todo, pero en el ambiente flota que su señoría ha dado en el clavo. ¿Quiere más pistas? Dragados no es que perdiera un concurso: Monteseirín le quitó directamente por el procedimiento del tirón la obra en marcha del edificio de Moneo en el Prado en 1999. Le exigió 5 millones ante el Juzgado Nº 5 de lo Contencioso, pero el año pasado retiró la demanda sin más, conforme a una ley no escrita: quien pleitea contra una Administración que se despida de nuevos contratos.

El nuevo Parque Temático

Con todos mis respetos por su persona, ¿qué más  méritos que otros recordados por  Antonio Zoido y  Sevilla Abierta ha hecho la duquesa de Alba para merecer una estatua por decisión de quienes, dentro del Ayuntamiento, intentan pasar por modernos cuando en el fondo se pirran por pelotear a los adalides de esa Sevilla ‘rancia’ a la que tanto critican de boquilla porque en el fondo anhelan ser parte de ella?  Y con todos mis respetos por el artista, Sebastián Santos, discrepo de su idea de crear otro Parque Temático, cuando ha dicho que con la estatua de la duquesa junto al conjunto de Susillo en San Telmo  podría configurarse el germen de “un futuro paseo de esculturas” hasta Triana pasando por Paseo de Colón. ¿Cuántos toreros, flamencos y nobles cabrían aún en ese eje para simbolizar la modernización de Sevilla por Monteseirín? Dice el Ayuntamiento que la efigie de la duquesa permitirá dar vida a los Jardines de Cristina. Ni esta estatua, ni las de Castelar y Del Valle, le dan vida, sino los pájaros y los niños. Y éstos sólo necesitan árboles y columpios.

El reloj de Sevilla

Tras su traslado a la Pirotecnia, Derecho ha abandonado  las caracolas que se instalaron  en los jardines de San Telmo como aulas provisionales. Pero va el Ayuntamiento y convenia con la Hispalense su cesión por 30  años, a fin de alojar en ellas dependencias municipales, además de darles otros usos genéricos que tenga por conveniente. La oposición se escandaliza,  recuerda que el PGOU preveía su supresión y denuncia que el Consistorio  vulnera la norma urbanística suprema de Sevilla. ¿Escandalizarse? ¿Por qué? ¡Si esto es lo normal entre nosotros! Somos expertos en arquitecturas efímeras y en provisionalidades permanentes. ¿Acaso no eran temporales las caracolas de Pellón para el 92 y siguen ahí? El Metro ha tardado 30 años en hacerse; el solar de la Encarnación ha estado 30 años vacío; el Prado hasta su conversión en jardín, otro tanto. El traslado de la Feria, la Ciudad de la Justicia, el acuario de Delicias, el ‘botellódromo’…todo va en la misma línea de las caracolas universitarias, porque 30 años es la unidad de medida de los retrasos en Sevilla.