Sevilla bluf

El fin de semana se celebró el I Festival de Blues de Sevilla, loable iniciativa que podría
complementarse con uno paralelo sobre Bluf, definido por la Academia como un montaje
propagandístico que, una vez organizado, se revela falso.
Veamos unos ejemplos. El Ayuntamiento lleva casi dos años y medio denunciando el
supuesto boicot de la Junta a la nueva tienda de Ikea y exigiendo su desbloqueo. Una de las
razones por las que no avanzaba la tramitación administrativa era que no se había procedido al
deslinde de las vías pecuarias que cruzan el suelo elegido por los suecos.
Urbanismo presenta las Ordenanzas Fiscales y, según la información oficial, incorporan
por primera vez la asunción por parte de la Gerencia del cobro de la tasa por la ejecución de
deslindes de vías pecuarias, una competencia que -se reconoce- fue asumida por esta
Delegación el 6 de julio de 2012. Lo sustantivo no es que el Ayuntamiento diga que aplicará la
misma tasa que cobraba la Junta de Andalucía, sino que es desde hace 14 meses el
responsable del deslinde sin el cual no se podía construir Ikea, pese a lo cual el aparato
propagandístico municipal culpaba y sigue culpando de cualquier dilación al Palacio de San
Telmo.
¿Y qué me dicen del dragado? Con más ríos de tinta que agua lleva a veces el
Guadalquivir se han escrito durante años los informes y declaraciones inspirados o vertidas
directamente por ciertos lobbies locales para tratar de justificar esta vindicación ‘histórica’, la
cual también ha tomado por bandera Zoido, el cual le montó al ministro de Agricultura y Medio
Ambiente una ‘cumbre’ a tal efecto en su propio despacho de Madrid.
Arias Cañete, que no quiere pasar a la historia como quien acabó con el cultivo del arroz
en el Bajo Guadalquivir y salinizó la marisma de Doñana, ha recordado que las condiciones
para ejecutar el dragado se marcaron en una DIA de hace diez años pero que el Puerto de
Sevilla aún no ha hecho nada. Más que asustar, añado yo, con que se van a perder los fondos
europeos. Será por su causa. No ha presentado ni siquiera el proyecto, pero las fuerzas vivas
llevan un decenio en campaña con el único argumento de que como ya se gastaron 130
millones en la esclusa….
Al puente del ‘Cachorro’, construido en seco, lo calificaron como el de ‘los leperos’
porque primero fue el puente y después el río. Un símil popular igualmente aplicable a la
esclusa, por el riesgo de que a este paso haya esclusa pero se tarde decenios en cumplir los
requisitos para realizar el dragado.

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