Espadas se mete en un jardín

Vincular el depósito de la grúa a dotaciones para Jardines de Hércules es un error político

Lo más sensato a estas alturas del conflicto con los vecinos es trasladarlo a un polígono industrial

 

El anunciado traslado del depósito de vehículos de la grúa municipal desde su ubicación actual a una parcela de 12.322 m2 calificada como SIPS (suelo de interés público y social) y sita en el barrio de Jardines de Hércules (distrito Bellavista-La Palmera) ha provocado una rebelión vecinal (3.500 firmas recogidas en contra) con el apoyo no sólo de todos los grupos de la oposición, sino también del propio partido del alcalde, el PSOE, en la Junta del distrito.

El depósito amenaza con convertirse en el NIMBY del mandato de Espadas, acrónimo de la expresión inglesa ‘Not in my back yard’ (No en mi patio trasero), referida a la reacción que se produce entre colectivos ciudadanos que en abstracto se mostrarían partidarios de que se adoptara cierta medida pero que al saber que afectaría a su entorno próximo la rechazarían por considerarla un riesgo, o al menos una molestia.

Así, más que probablemente si hace unos meses les hubieran preguntado a los vecinos de Jardines de Hércules si les parecería adecuado que el depósito de la grúa siguiera ocupando una zona verde vinculada al parque de Los Príncipes o si aprobarían el traslado fuera de la misma, la mayoría habría aplaudido la decisión de enviarla a otra parte. Obviamente, la opinión no es la misma cuando el destino elegido es una parcela de su barrio, el “patio trasero” o “nimby” estudiado por los sociólogos anglosajones.

CATORCE SITIOS

Según la versión oficial, el Ayuntamiento ha realizado un estudio técnico sobre catorce posibles emplazamientos para el nuevo depósito de la grúa y, finalmente, se decantó por la parcela de Jardines de Hércules por tener el tamaño adecuado y por las buenas conexiones del barrio con el resto de la ciudad, aunque el principal partido de la oposición, el PP, denuncia que lleva reclamando el expediente municipal con el famoso estudio técnico sin éxito pese a la pregonada promesa de transparencia por parte del alcalde.

Este, en una reciente reunión con representantes vecinales, declaró que el proyecto “no es lo que hay hoy en el parque de Los Príncipes: no es -afirmó- ni una chatarrería ni un cementerio de coches abandonados; se trata -añadió- de un aparcamiento vigilado 24 horas por la Policía Local, donde entrarán como máximo unos 50 coches diarios”.

Si nos remitimos a 2007, año previo al estallido de la crisis económica y en el que según la estadística fue cuando se retiró el mayor número de vehículos de la serie histórica, la media entonces fue de 57 coches al día (20.830 aquel año).

 

SUPERFICIE

 

Por tanto, por mera razón de prudencia o margen de seguridad habría que proyectar un depósito con capacidad mínima para 60 vehículos diarios. Si nos atenemos al estudio del Real Automóvil Club de Cataluña sobre las medidas que, con generosidad, debería ocupar una plaza de aparcamiento en función de los modelos de vehículos actuales, ésta debería tener 5 metros de longitud por 2,5 de anchura. En total, 12,5 m2 para cada vehículo. A una media de 60 vehículos retirados diariamente por la grúa se necesitaría un espacio de 750 m2.

Pero en la mayoría de los casos los propietarios no acuden a retirarlos el mismo día en que la grúa se lleva su vehículo, aunque dada la tasa de depósito y guarda que se aplica si transcurren más de 48 horas tienen buenas razones para no demorarse más de ese plazo. Si se considera una estancia media del vehículo durante 48 horas, se necesitarían 1.500 m2 para el depósito. Si es de 72 horas, se precisaría ocupar 2.250 m2. Si fueran cuatro días, los vehículos retirados ocuparían 3.000 m2, y así sucesivamente.

A ese espacio habría que añadir el de los pasillos interiores de circulación y el de las dependencias para la grúa para la Policía Local. Podría pensarse como razonable un área de 5.000 m2, pero si se ha seleccionado una parcela de 12.322 m2, entonces nos estaríamos aproximando a lo que el alcalde dice que no es el proyecto: una chatarrería o un cementerio de coches abandonados en vez de ese simple “aparcamiento vigilado las 24 horas del día”. Por tanto, podríamos concluir que se trata de un proyecto sobredimensionado para una parcela de ese tamaño y que bastaría otra en otra parte un 60% más pequeña para acoger el depósito, salvo que se quiera construir mucho más de lo que dice Espadas.

LA ESTADÍSTICA

En el año 2012 se conoció una estadística de vehículos retirados por la grúa en el curso de un trimestre: un 35% de los coches (1.096 de un total de 3.119) fueron denunciados en el interior del Casco Antiguo; un 16% (491 vehículos), en el distrito Sur, fundamentalmente en el entorno de la ciudad sanitaria Virgen del Rocío; el tercer lugar lo ocupaba, también por el influjo del otro gran hospital de la ciudad, el distrito Macarena, mientras que en Bellavista-La Palmera, el distrito al que pertenece Jardines de Hércules, sólo se retiró el 0,89% del total en tres meses (28 coches). Y entre la Puerta de Jerez como punto de referencia del Casco Antiguo (zona donde más vehículos se retiran) y Jardines de Hércules hay unos 7 kilómetros de distancia. Preguntémonos: ¿no hay una parcela de 5.000 m2 más cercana a partir de la ronda histórica?

Para tratar de sofocar la rebelión, el alcalde les ha dicho ahora a los vecinos que la Delegación de Movilidad se había limitado a hacer “un análisis” sobre los terrenos de Jardines de Hércules pero previo al inicio de los expedientes. O sea, cabe deducir entonces que todavía nos hallaríamos en una fase de mero análisis, pero el Ayuntamiento no la califica como tal hasta que no se produce la protesta de los residentes. Mientras no hubo contestación social el proyecto se divulgó como definitivo y fruto de la selección de entre esos otros trece emplazamientos posibles.

 

DOTACIONES

 

Espadas ha transmitido también que junto al depósito de la grúa se podría analizar otro tipo de iniciativa dotacional para el barrio, un análisis que requeriría de dos o tres meses, pero que si al barrio no le convence, su gobierno abandonaría el proyecto porque habría otros barrios interesados.

El discurso de Espadas comienza a hacer aguas y a perder credibilidad. Si, como afirma, el depósito de la grúa es un simple aparcamiento vigilado en el que no entrarían más de 50 vehículos al día, entonces ¿por qué lo vincula a “otro tipo de iniciativas dotacionales”? Inconscientemente asume que el depósito es una instalación cuanto menos molesta o ruidosa para los vecinos y por ello les ofrece compensaciones en forma de dotaciones para el barrio por aceptarlo.

Item más, transmite la idea de que Jardines de Hércules necesita dotaciones y equipamientos pero que su instalación queda vinculada a la aceptación del depósito de la grúa: si hay depósito, habrá equipamientos; y si no hay depósito, se llevaría éste y los equipamientos a otro barrio que no expresara su rechazo y haciendo allí una inversión de mayor calado. Con este planteamiento tan torpemente expresado da pie a que el PP califique sus palabras como un intento de chantaje al vecindario.

Lo más sensato que dijo el alcalde a los vecinos es lo mismo que ya había preconizado el grupo Participa: la posibilidad de llevarse el depósito de la grúa a una zona industrial y con menor coste. Es mucho mejor opción que la de tener sublevado a un barrio y a toda la oposición alineada con el mismo y en su contra, como se demostró en el último Pleno municipal. Espadas se ha metido literalmente en un jardín y lo más recomendable es salir de allí lo antes posible y con tan sólo algunos rasguños antes que con heridas profundas.

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