El «coliving»

Espadas importa de Pamplona un proyecto de vivienda y lugar de trabajo para la Gavidia

En Navarra se mantiene la titularidad pública mientras en Sevilla se va hacia la privatización

 

El “mapping” quedará por siempre asociado a Zoido y el “coliving” podría identificarse con Espadas merced al nuevo uso mixto que ha propuesto para la Gavidia, más allá y/o no sólo exclusivamente hotelero o deportivo (gimnasio). Este horrendo palabro es un nuevo anglicismo que nos invade cuando en nuestra lengua española tenemos una hermosa palabra que significa exactamente lo mismo: convivencia.

Quienes no recuerdan las convivencias estudiantiles de antaño (dada la crispación existente  en todos los ámbitos de nuestra sociedad es posible que hayan pasado de moda) dicen que el “coliving” lo inventaron los americanos de Silicon Valley, en California. Los emprendedores de eso que ahora llamamos “start-up” sufrían por aquellos lares el típico problema de la falta y encarecimiento de la vivienda. Las empresas consolidadas, con el fin de atraer el talento o de no perderlo, empezaron a ofrecer no sólo empleo, sino también sitios para que los nativos digitales pudieran vivir.

En el Valle del Silicio los jóvenes dominadores de la nueva economía digital convirtieron esos espacios vitales en extensiones del trabajo: seguían pensando y desarrollando sus ideas en las viviendas que les habían sido asignadas unas junto a otras. Al final se crearon comunidades de individuos que a partir del intercambio de proyectos y de experiencias fundaban sus propias compañías. Como los americanos lo miden todo, una consultora ha calculado recientemente que la economía “coliving” va a generar 40.000 millones de dólares en el año 2022.

 

MODELO PAMPLONICA

 

Espadas ha confesado que ha copiado la idea del “coliving” de Pamplona, una idea que además está recién sacada del horno. El pasado 20 de noviembre, la Fundación Universidad-Sociedad (dependiente de la Universidad Pública de Navarra) y el Ayuntamiento de Pamplona anunciaron la convocatoria denominada “Más Pamplona-Iruña: coliving-emprendimiento y laboratorio urbano”, con el fin de promover el desarrollo de modelos de negocio innovadores en un edificio de propiedad municipal (sería, salvando las distancias, el equivalente a nuestra Gavidia) sito en el número 59 de la calle Mayor de la ciudad, donde se ha previsto construir once plazas para residentes, una de ellas reservada a personas con movilidad reducida.

Según la declaración de intenciones de la Universidad y de la Corporación municipal, “con este nuevo espacio se va a potenciar la colaboración entre entidades públicas y privadas, asociaciones, ONGs, emprendedores y ciudadanos en general para satisfacer necesidades relativas a la ciudad a través de proyectos de emprendimiento viables y sostenibles, con un impacto positivo tanto desde el punto de vista social como económico. A la vez servirá para atraer y retener talento y posicionará la marca Pamplona como ciudad inteligente que dota a la ciudadanía de herramientas de innovación en el desarrollo de su futuro”.

 

LABORATORIO

 

El proyecto incluye un “laboratorio ciudadano” que será dirigido por la Fundación universitaria y en el que se fomentará el encuentro entre distintos agentes e instituciones para trabajar en las líneas estratégicas de la urbe. El laboratorio se complementará con el trabajo de “observatorio ciudadano”, centrado en identificar líneas de apoyo al emprendimiento, la transferencia de conocimiento con otros proyectos y la obtención de posibles líneas de financiación.

Las personas seleccionadas para el “coliving” pamplonica podrán residir gratuitamente en el edificio durante un año, plazo ampliable a dos más, aunque en este periodo prorrogado ya deberían pagar un alquiler. Formarán parte del “laboratorio ciudadano” que albergará el inmueble regentado por la Universidad, donde se trabajará en oportunidades de mejora de Pamplona y de sus habitantes.

 

COPIA

 

El Ayuntamiento sevillano ha calcado tan bien las bases de la convocatoria navarra que dice buscar para la antigua comisaría de la Gavidia personas con proyectos de emprendimiento innovadores en el ámbito de la “smart city” (ciudad inteligente), la economía circular, la innovación social y las industrias creativas y culturales. Además, fomentará que estos proyectos puedan asociarse a problemas urbanos identificados por los sevillanos, de manera que puedan resolverse a través de iniciativas de emprendimiento social y empresarial. Las personas seleccionadas podrán residir gratuitamente en la futura Gavidia durante un año.

Como se ve, es la traslación del proyecto de Pamplona a Sevilla, un plagio, ahora tan de moda, justificado cuando se trata de importar buenas ideas que estén funcionando fuera. Como decía cierto catedrático, la mayor parte de las veces el secreto del éxito consiste en copiar lo que ya hacen otros bien más que en quebrarse la cabeza pensando en inventar algo nuevo.

 

Hasta aquí las similitudes. A partir de aquí, las diferencias.

 

RASGOS DIFERENCIALES

 

La primera es que mientras Espadas quiere privatizar la Gavidia para que sea la iniciativa privada la que mediante un uso terciario de parte del edificio (no sabemos en qué medida)  financie el “coliving”, el Ayuntamiento de Pamplona mantiene la titularidad pública de su edificio y lo destina íntegramente (645 m2 útiles, que equivalen al 8,64% de los 7.462 m2 que tiene la Gavidia) a este proyecto de emprendimiento.

Mientras el alcalde de Sevilla busca una empresa privada a la que vender el edificio de la Gavidia, el Ayuntamiento de Pamplona ha forjado una alianza con la Universidad (¿no la preconizaba Espadas cuando llegó a la Alcaldía?) para que gestione y tutele el proyecto.

Y mientras Espadas consigue dinero de Bruselas para rehabilitar la Fábrica de Artillería  pero no para la Gavidia, por falta de proyecto para la antigua comisaría (la prueba es que copia el de Pamplona), el Ayuntamiento navarro ha conseguido que la Obra Social de La Caixa le financie parte del suyo.

Así pues, el Consistorio pamplonica nos ha demostrado que puede transformar su particular Gavidia en un motor de innovación económica y social desde lo público, mientras que el de Sevilla tiró la toalla desde el minuto uno y sólo aspira a que algún privado le quite el “muerto” de encima.

Dije en el debate que sobre el futuro de la antigua comisaría organizó Comisiones Obreras el pasado 30 de enero que se si planteara la enajenación de la Gavidia a un particular, como estrategia de ciudad en pro de su diversificación económica (hoteles creo que no nos faltan precisamente) apostaría por un uso vinculado a la economía digital 4.0 o por la instalación de una aceleradora de “start-up”.

El “coliving” importado por Espadas de Pamplona va en esta segunda línea, por lo que me alegro, pero habrá que esperar a ver aparece una empresa que lo materialice y si la copia que se haga supera en tamaño (645 m2) al modelo original navarro o se queda reducida a un mero remedo en miniatura. Tiempo al tiempo.

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