Sin el Equipo Quirúrgico

El Pacto por Sevilla tras el coronavirus prevé un Plan Local de Seguridad Sanitaria

Monteseirín se deshizo del Equipo Quirúrgico, del que sólo queda el solar

Tras la crisis provocada por el coronavirus, todos los grupos políticos municipales con excepción de Vox -no ha quedado claro si se descolgó por propia iniciativa o los demás lo  dejaron descolgado adrede- han firmado un Pacto por Sevilla que supondrá la inversión de 22 millones de euros para ayudar a la reactivación económica y social de la ciudad. 

El primer punto del acuerdo, el más extenso de los veinte incluidos en el mismo, se refiere a la puesta en marcha, en coordinación con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y con la sanidad privada, de un Plan Local de Seguridad Sanitaria con el objetivo de contener y mitigar un posible rebrote de la pandemia. Es este plan se prevén medidas como vigilancia epidemiológica, detección de casos, adquisición de medios de protección para abastecimiento de la población, atención especial a las residencias de mayores y actuaciones destinadas al refuerzo de la seguridad sanitaria de los empleados municipales.

Ahora que los grupos políticos del Consistorio se percatan de la necesidad de disponer de un Plan Local de Seguridad Sanitaria y de reforzar la atención a los empleados municipales (sólo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena) es momento oportuno de recordarles, y de que recordemos todos, que Sevilla ya disponía de un medio propio sanitario.

El conocido popularmente como Equipo Quirúrgico, en el entorno del Prado de San Sebastián

Este habría sido de inestimable ayuda durante la fase aguda del Covid 19, cuando hasta hubo que medicalizar hoteles para descongestionar los grandes hospitales: el conocido como Equipo Quirúrgico, que se alzaba desde el año 1926 en el Prado de San Sebastián, hasta que llegó un alcalde que decía ser sólo un médico, Monteseirín, para liquidarlo y dejar en su lugar un solar donde sólo crece la hierba, al igual que ocurría tras el paso del caballo de Atila.

SITUACIÓN ESTRATÉGICA

Popularmente llamado Equipo Quirúrgico, su denominación oficial parecía pensada para afrontar situaciones como la que desgraciadamente hemos sufrido con el coronavirus: Centro de Urgencias y Emergencias (CUYE). Por su situación estratégica en el borde del Casco Antiguo, su facilidad de acceso desde cualquier punto de la ciudad y su funcionamiento durante las veinticuatro horas del día, el Equipo Quirúrgico atendía una media de 48.000 personas al año, con un índice de satisfacción de sus pacientes del 98%. 

Casi 50.000 personas atendidas eran otras tantas de las que se descongestionaba a las saturadas Urgencias de grandes hospitales como la ciudad sanitaria Virgen del Rocío y el hospital universitario Virgen Macarena y a los centros de atención primaria. 

Acceso al Equipo Quirúrgico

El Equipo Quirúrgico municipal llevaba tres cuartos de siglo funcionando prácticamente a plena satisfacción de los sevillanos hasta que en 1999 llegó el socialista Monteseirín a la Alcaldía. Y el alcalde, que por ser médico de profesión y proclamar que su modelo de ciudad eran las personas, más debía cuidar y potenciar ese Centro de Urgencias y Emergencias de Sevilla, histórico último vestigio de las antiguas Casas de Socorro municipales, se empecinó en darle la puntilla con tal de ahorrarse el coste de su mantenimiento.

Monteseirín, en las Setas de la Encarnación

Otra paradoja en el alcalde al que no le tembló su olvidado, si es que alguna vez lo utilizó, fonendoscopio a la hora de gastarse años después al menos 120 millones de euros en las faraónicas e inútiles Setas de la Encarnación.

LA PLANTILLA, EN CONTRA

La liquidación del equipo Quirúrgico por Monteseirín se perpetró como se perpetran este tipo de operaciones: prometiendo y/o anunciando justo lo contrario de lo que se iba a hacer. Y así se dijo que con el objetivo de potenciarlo todavía más se procedería a su traspaso a la Junta de Andalucía. El 30 de junio de 2005, tan sólo seis años después de su acceso a la Alcaldía, Monteseirín firmó un convenio con la entonces consejera de Salud del Gobierno andaluz y actual ministra de Hacienda y ya ex portavoz del Gobierno de España: la también médica María Jesús Montero.

Monteseirín, con Montero, Chaves y Herrero

En ese convenio se hacía referencia a la construcción de una decena de nuevos centros sanitarios en nuestra ciudad (¿por qué no pide ningún partido ese convenio para comprobar cuántos nuevos centros se han construido realmente en Sevilla?) y se acordaba la cesión a la Junta de Andalucía del Equipo Quirúrgico para -se dijo- desarrollar un centro sanitario polivalente dotado con consultas de especialidades, área de diagnóstico, área quirúrgica y punto de urgencias. El convenio contó con la firme oposición de los profesionales del centro sanitario municipal, a los cuales, para engatusarlos, se les prometió que podrían integrarse en la plantilla del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Y tras la firma del convenio citado lo primero que ocurrió fue el anuncio de que a partir del mes de octubre de 2005 se cerrarían las Urgencias del Equipo Quirúrgico durante las noches, los fines de semana y los festivos, con lo cual dejaba de hacer honor a su denominación oficial de Centro de Urgencias y Emergencias de Sevilla. El anuncio motivó una dura nota de protesta de la Federación de Consumidores y Usuarios (Facua).

El 20 de enero de 2006, durante una Junta de Gobierno municipal, Monteseirín alardeó de las supuestas bondades del convenio firmado con la Junta de Andalucía para deshacerse (en lenguaje políticamente correcto se denominaba “cesión”) del Equipo Quirúrgico, ya que según el alcalde-médico, Sevilla no sólo iba a tener un centro sanitario (atención al adjetivo, que da mucho juego) “polivalente”, sino que también se iba a producir una mejoría en la cartera de servicios existente hasta entonces, tanto en atención primaria como en atención especializada.

Hasta finales de marzo de 2006 no entregó el gobierno de Monteseirín al comité de empresa del CUYE-Sevilla (Equipo Quirúrgico) el borrador sobre una futura integración de la plantilla en el Servicio Andaluz de Salud (SAS), cuyo silencio al respecto preocupaba enormemente a los sindicatos. Sus portavoces expresaron: «Si el borrador del Ayuntamiento no es acompañado de una propuesta del SAS, pocas garantías tenemos».

Según el testimonio sindical, el gobierno de Monteseirín les había detallado que el Equipo Quirúrgico sería dotado de un dispositivo de Cuidados Críticos y de Urgencias «con mayor capacidad de resolución», y que se ampliarían los espacios de Atención Primaria para potenciar su función de centro de salud. Además, se le dotaría de las infraestructuras propias de un centro de Alta Resolución para impulsar la «asistencia especializada» en la ciudad de Sevilla y potenciar la cirugía mayor y menor ambulatoria.

El propio alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, llegó a anunciar que el CUYE se convertiría en el primer Centro de Alta Resolución (Care) de la capital tras su integración en la red del SAS.

Los trabajadores se movilizaron en contra del convenio firmado con la Junta de Andalucía y en el que se preveía el traspaso efectivo de la titularidad del Equipo Quirúrgico al Servicio Andaluz de Salud el 1 de octubre de 2005. Sin embargo, como era habitual en él, Monteseirín cedió ante la presión sindical y, para frenar las movilizaciones de la plantilla, el Pleno del Ayuntamiento acordó que el Equipo Quirúrgico seguiría funcionando bajo gestión municipal una vez pasada esa fecha y hasta que se resolviera la situación laboral de los trabajadores.

Todavía en noviembre de 2007 el personal del Equipo Quirúrgico seguía a la espera de
conocer su destino. UGT y CCOO denunciaron que unos cien profesionales «no hacen nada» a pesar «del compromiso de mantener abierto (el Equipo) y no realizan función alguna». Subrayaron que se trataba de un «absentismo provocado por el Ayuntamiento».

La situación no se resolvió hasta principios de 2008, y no precisamente mediante una integración de la plantilla del Equipo Quirúrgico en el Servicio Andaluz de Salud. Sus 117 trabajadores se quedaron dentro del Ayuntamiento, reubicados en nuevos departamentos que se vio obligada a crear la delegada municipal de Salud y Consumo, la socialista Teresa Florido.

Así, se constituyeron dos secciones y tres nuevas unidades de Promoción de la Salud, que se añadieron a las cinco ya existentes, y también se decidió que prestaran apoyo al Cecop social, al Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria y a Prevención de Riesgos Laborales.

Por tanto, lo único que consiguió Monteseirín fue que Sevilla se quedara sin el Equipo Quirúrgico, ya que no se pudo ahorrar los salarios de su plantilla, a la que acabó manteniendo dentro del Ayuntamiento después de haberla dejado un par de años mano sobre mano, sin hacer nada, con su habitual improvisación e imprevisión, a un coste pagado una y otra vez por los contribuyentes sevillanos.


ALTA RESOLUCIÓN

Un año después de la firma del acuerdo de traspaso a la Junta de Andalucía, la consejera María Jesús Montero, con el vehemente verbo que la caracteriza, anunció en rueda de prensa el denominado “programa funcional” del que iba a ser la metamorfosis del Equipo Quirúrgico, el Centro de Alta Resolución Jardines de Murillo. Hay que prestar atención a cómo los políticos se adornan con el lenguaje para para presentar una aparente nueva realidad, ahora que tanto se habla de la nueva normalidad a raíz del coronavirus: centro polivalente, alta resolución….

María Jesús Montero, en sus tiempos de consejera de Salud de la Junta de Andalucía

Según la entonces consejera, con el Equipo Quirúrgico ya en manos de la Junta de Andalucía los sevillanos iban a disfrutar de consultas de atención primaria, médicos de familia, pediatras y especialistas en dermatología, oftalmología, urología, traumatología, anestesia, cirugía general y un largo etcétera. El cuento de la lechera en versión sanitaria.

Sin embargo, tal sólo veinte días después de aquel anuncio se acentuó la fatalidad que afectaba al centro sanitario desde que Monteseirín le echó el ojo. El 10 de agosto del año 2006, una sobrecarga en un cable de un ordenador provocó un incendio en la cuarta planta del edificio del Prado de San Sebastián.

PUNTO Y FINAL

El Gobierno andaluz decretó el cierre completo del inmueble alegando razones de seguridad y lo dejó abandonado a su suerte y deteriorándose por efecto de las inclemencias meteorológicas, del vandalismo y de los okupas, en un claro precedente de lo que haría también con el Hospital Militar.

Tras dos años en esa situación, el grado de deterioro era tal que a juicio de la Junta justificaba la demolición por los daños estructurales que ya presentaba. El proyecto de derribo costó 240.000 euros. Fue la única inversión que en puridad realizó el Gobierno presidido por Manuel Chaves en el Equipo Quirúrgico, un gasto para reducirlo a polvo.

Demolición del Equipo Quirúrgico

El mismo día que la maquinaria pesada echaba abajo el inmueble, todavía María Jesús Montero seguía dando pábulo a la historia de su sustitución por un Centro de Alta Resolución dotado con todo tipo de especialidades y con una plantilla de un centenar de profesionales. Su servicio de atención primaria acogería a unos 12.000 vecinos de los barrios colindantes (San Bernardo, La Florida, Santa Cruz, Judería, Puerta de la Carne, Huerta de la Salud…). Y hasta dio una fecha para el inicio de su construcción: “previsiblemente, enero de 2009”.

El solar en que desde hace más de once años ha quedado convertido el Equipo Quirúrgico

Han pasado más de once años desde entonces y del Centro de Urgencias y Emergencias de Sevilla (CUYE), popularmente conocido como Equipo Quirúrgico y que tan útil podría haber sido durante la pandemia del coronavirus, no ha quedado nada: ni su supuesto heredero, el pomposamente llamado Centro de Alta Resolución Jardines de Murillo, ni médicos, ni consultas, ni pacientes a los que atender. Sólo queda un solar, un solar  a modo de metáfora de cómo dejó Monteseirín el Ayuntamiento, plagado de deudas y de escándalos, tras sus doce años en la Alcaldía.

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