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Cultura de pasarela

Aún resuenan los ecos de la polémica entre el Ayuntamiento, propietario del Tesoro del Carambolo, y la Junta, su tutora legal, a cuenta de los 150.000 euros necesarios para pagar el servicio de vigilancia que permitiría su exposición en el Museo Arqueológico y convertirlo así en un atractivo turístico que genere riqueza durante todo el año para la ciudad.

Con lo fácil que sería acordar el abono al 50% de la factura de seguridad (75.000 euros cada uno), pero en último extremo el pretexto invocado para no hacerlo es que carecen de presupuesto cultural suficiente debido a la necesidad de recortar el déficit.

En los últimos años, el Estado, la Junta y el Ayuntamiento le han reducido en conjunto el presupuesto a los dos buques-insignia sevillanos, el Teatro de la Maestranza y la Real Orquesta Sinfónica, en cuatro millones de euros al primero y en un millón de euros a la segunda.

Para tratar de sobrevivir a las tijeras de los políticos, el Maestranza ha tenido que lanzar una campaña de captación de micromecenazgo entre las empresas y particulares en la declarada por la Unesco Ciudad de la Música, un título al que no le hacen honor en sus Presupuestos ni el Ayuntamiento ni la Junta.

      TIJERETAZOS POR DOQUIER

      Falta de dinero y necesidad de afrontar la herencia recibida fueron los argumentos de la delegada municipal de Cultura, Mar Sánchez Estrella, cuando el año pasado presentó las grandes líneas de su gestión, basada en un recorte generalizado en las ayudas a la creación, festivales y salas culturales.

Para ahorrar, abogaba por convertir en bienales festivales con la promesa de incrementar la aportación más adelante. El South Pop, Alamedeando, el Fest, Zemos 98, Perfopoesía, la Muestra Internacional de Investigación Teatral….. fueron las principales víctimas de la nueva política de austeridad, y luego las promesas se las llevó el viento.

A Perfopoesía le negaron los 18.000 euros prometidos; al Mes de la Danza lo dejaron con 20.000 euros menos; Territorios ha pasado en un trienio de contar con una ayuda de 182.000 euros a 90.000 primero y a 75.000 después. El Southpop no se celebró bajo la promesa de que este año le otorgarían 45.000 euros, luego reducidos a 38.000; el salón del Manga fue dejado en cero euros; a Escena Mobile los recortes le privaron del 50% de la asignación; a Circada le rebajaron un 38%….

Tampoco es de extrañar el cierre de Endanza y del teatro-sala Fli, y que las bibliotecas municipales no se hayan abierto  durante meses por las tardes, coincidiendo además con la época de los exámenes estudiantiles, debido a la falta de personal, al no haber dotación económica para cubrir el déficit de 32 bibliotecarios existentes de atender lo dispuesto en el Plan Director.

      Y EN ESTO, LAS ‘SANTAS’

      No hay dinero, pues, para el Carambolo, el Maestranza, la Sinfónica, los festivales, las salas, las bibliotecas….. y, sin embargo, el Ayuntamiento ha destinado 275.000 euros, más 150.000 (en total, 425.000) de un patrocinio del BBVA a organizar en el convento de Santa Clara el evento ‘Santas de Zurbarán. Devoción y Persuasión’, que desde el 3 de mayo hasta el 20 de julio (dos meses y medio ) combina pintura, moda, música y danza. El presupuesto no incluye otros gastos asimilables a la iniciativa, tales como los arreglos y obras de adaptación realizados en el espacio expositivo, más la devolución del dinero a los espectadores de otros actos culturales que ha habido que cancelar por coincidir con las ‘Santas’.

Tampoco tengo claro si abarca el espectáculo-prólogo  encargado a Eva Yerbabuena (podría haber costado 70.000 euros)  y que según quienes pueden opinar con criterio logra momentos fascinantes pese a estar condicionado por la exhibición de un vestuario poco apropiado para el baile.

Al tratarse de una inversión de dinero público y de un espectáculo representado sólo cuatro noches en un aforo de 400 localidades, el Ayuntamiento debería haber tratado con antelación suficiente de invitar a productores y programadores culturales europeos para que, tras presenciarlo en vivo, hubieran considerado la posibilidad de incorporarlo a sus ofertas el próximo verano.

Sin embargo, Zoido convirtió la noche inaugural en un acto de relumbrón social para los invitados exclusivos del Ayuntamiento. Así se perdió, probablemente, la oportunidad de exportarlo más allá de Málaga y, quizás, de Roma.

      ORDEN DE PRIORIDADES

      El evento tiene aspectos positivos, desde haber logrado la restauración de los cuadros de Zurbarán existentes en nuestro Museo de Bellas artes hasta la cesión y exposición en Sevilla de las ‘Santas’ que cuelgan en museos del extranjero; la proyección mediática por la fama de los diseñadores de papel cuché elegidos para inspirarse en los diseños del pintor y la demostración de que es posible la producción propia de eventos culturales con recursos endógenos, porque uno de nuestros activos menos aprovechados es justamente nuestro potencial cultural.

Ahora bien, a la espera de hacer balance en julio, cabe preguntarse si en el orden de prioridades de Sevilla debe ocupar el vértice de la pirámide las ‘Santas’ o bien nuestras recortadas estructuras culturales; si un evento a un coste superior a esos  425.000 euros oficiales para sólo dos meses y medio o todo lo que da vida a la ciudad durante un año entero.

Las ‘Santas’ se me antoja una buena y original idea para tiempos de bonanza económica pero cuestionable en época de crisis y recortes. Son como la guinda del pastel cultural. El problema es cuando la guinda crece a costa del pastel que la sostiene.

El ladrillo nunca duerme

Apenas conocerse las dos sentencias por las que el Tribunal Supremo ha desestimado las pretensiones del consorcio dueño de Tablada y ratificado su condición de no urbanizable, Torrijos instó a Zoido a que convocara a los portavoces de los grupos municipales y, después, a “todas las partes interesadas” para explorar posibles soluciones sobre la base de que el precio de los terrenos se valore como suelo rústico y no como urbanizable para, se presupone habida cuenta de su política al respecto cuando era socio de Monteseirín en el gobierno, avanzar en su idea de la expropiación con el fin de convertir la dehesa en un parque periurbano.

Recapitulemos. Primer concepto básico: Tablada siempre ha estado calificada como No Urbanizable. Prohibición de construir. Así lo disponía el PGOU de 1987 y así lo ratificó el Plan vigente, aprobado en 2006.

Los poderes fácticos de la ciudad, con sus habituales connivencias políticas, creyeron fácil cambiar con el devenir del tiempo esta calificación urbanística, por todo el enorme negocio que supondría. Por eso, las ya extintas Cajas sevillanas, El Monte y San Fernando, le compraron la dehesa, contra el derecho del pueblo de Sevilla al que debió haber revertido, al Ministerio de Defensa en 1997 por 30 millones de euros.

Tres años después, en pleno ‘boom’ inmobiliario, le dieron el pase al consorcio Tablada-Híspalis, un ‘pool’ de inmobiliarias y constructoras como Osuna, Sando, Noriega, Arenal 2000…. a cambio de 82 millones. A continuación, el consorcio, que no podía decirse engañado por el carácter rústico, inundable y no urbanizable de los terrenos que compraba, las valoró en libros en 210 millones de euros sin haber puesto un solo ladrillo. Así se gestan los pelotazos inmobiliarios.

Para tratar de justificar esta milagrosa multiplicación de los euros, se hicieron algunas transacciones de suelos entre ellas mismas a precios inflados, dando la apariencia de una cotización de mercado que era puro artificio y basada en la expectativa de lograr la recalificación.

Al no poder cambiar el Plan General, lo han intentado por la vía judicial, agarrándose a la puerta que les abrieron Monteseirín y Torrijos con su idea, un mero futurible no plasmado en el PGOU, de convertir Tablada en un parque periurbano mediante su expropiación a precio de suelo rústico, algo en lo que vuelve a insistir Torrijos.

Naturalmente, los señores del ladrillo, que se habían gastado 82 millones de euros en ese suelo rústico con la idea de multiplicar ‘ad infinitum’ cada euro llenando de pisos y más pisos Tablada (¿cuál habría sido en tal caso la magnitud del estallido de la burbuja inmobiliaria en Sevilla si se hubieran satisfecho sus pretensiones?), no han estado ni están dispuestos a entregársela al Ayuntamiento por los 7 millones de valoración realizada por este último.

Toda la batalla judicial que han mantenido en estos años y que han perdido finalmente, al menos en esta etapa (el ladrillo nunca duerme y se queda latente en espera de la próxima revisión del PGOU), tenía por objetivo que el suelo rústico fuera declarado urbanizable para propiciar así el pelotazo, de momento imposible por el estallido de la burbuja, o, como mal menor, que se incluyera dentro del sistema general de espacios libres, con adscripción al suelo urbanizable a efectos de su valoración. O sea, que los dejaran en posición de construir o de ser expropiados al precio que ellos consideren de mercado de un suelo urbanizable con tales expectativas, que ahora sencillamente se han desinflado por el crash inmobiliario. Expectativas, nulas.

Independientemente de todas las matizaciones hechas en las sentencias y de las posibilidades que abriría al justificar la condición de no urbanizable de Tablada por la inundabilidad (¿hasta allí donde alcance el agua?) pero también por la discrecionalidad política, el Tribunal Supremo rechaza las dos pretensiones del consorcio, y subraya: “En realidad es la propia entidad recurrente quien al propugnar la inclusión de los terrenos de Tablada en el sistema de espacios libres está pretendiendo que el Plan General incorpore un título habilitante para su expropiación, pues la clasificación que el instrumento de planeamiento les asigna no supone ni determina la expropiación”.

Y ahora viene Torrijos (más Espadas) y le hace el juego al consorcio Tablada-Híspalis al plantear de nuevo justamente su pretensión subsidiaria, la que en la sentencia le niega el Supremo: volver a hablar de expropiación al volver a hablar del parque periurbano.

¿Es urgente? La última propuesta conocida para la creación de un parque periurbano en la dehesa fue la elaborada hace un par de años por la Plataforma Tablada Verde y Pública, que propugna excavar allí un lago de 40 Has., dotarlo de playa fluvial al precio de 3 euros por acceso, escuela de hípica, carril-bici, parapentes, aeromodelismo, huertos…. al coste inicial estimado de 20 millones de euros y de 1,5 millones de mantenimiento anual.

En el actual escenario de crisis y recortes hasta en servicios básicos como la sanidad, la educación, la dependencia, el transporte metropolitano, etcétera, es inoportuno plantear el parque periurbano en Tablada, que abriría otra vez la vía de la expropiación.

Además, desde que Monteseirín y Torrijos lanzaron esta idea se han ampliado considerablemente las zonas verdes mediante el plan de restauración hidrológico-forestal conveniado con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y que, con una inversión de 109 millones, ha permitido reforestar 425 Has. Las últimas, las 60 del parque del Guadaíra.

Y 425 Has. son más que las 367 de Tablada.

 

Pecado de vanidad

Uno de los pasajes de la Biblia refiere cómo Israel acaba siendo invadido, derrotado, esclavizado y obligado al exilio en tierra extranjera durante varias generaciones no mucho tiempo después de que el rey de los judíos hubiera mostrado las riquezas acumuladas en el Templo a una delegación de otro país que había acudido en son de paz y cargada de valiosos presentes para el sucesor de David.

En medio de la aflicción de los hebreos, los sacerdotes imploran a Yaveh, pero Dios considera justo el castigo por su pecado de vanidad, al haber hecho ostentación de sus tesoros y haber despertado así la codicia del rey extranjero, que en principio no tenía noticia alguna de los mismos y que por arrebatárselos acabó sometiendo a aquéllos a cautiverio.

Salvando las diferencias, obviamente, recordaba el texto bíblico con motivo de las quejas populares (se han escrito hasta sevillanas sobre este tema, como ‘Los hombres de Cristóbal’, que el grupo Rancias Maneras ha colgado en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=fWnmB9LByxU ) y a través de los medios de comunicación sobre los inspectores enviados por el ministro de Hacienda y diputado por Sevilla, Cristóbal Montoro, a supervisar el montaje de las casetas y de las actividades desarrolladas durante la Feria de Abril, con el fin de aflorar la economía sumergida tradicionalmente ligada al festejo sevillano.

INFORMES PREVIOS

El ministro ha confesado que adoptó esa decisión al leer las informaciones sobre el impacto de la Feria en la economía sevillana, esos estudios, como el citado previamente por Gregorio Serrano, de que genera el 3,42% del Producto Interior Bruto de la ciudad, o sea, unos 675 millones de euros.

Con el enorme déficit público existente y la necesidad de recortar gastos y de sacar dinero hasta debajo de las piedras para calmar a Bruselas y a Angela Merkel, Montoro vio el cielo abierto al leer cómo Sevilla alardeaba de su particular tesoro, un tesoro al que nunca antes Hacienda había prestado atención porque las actividades en el campo de Los Remedios carecían de reflejo estadístico al no haberse declarado de manera alguna. Oficialmente era como si no existieran.

Así pues, Montoro debe de estar muy agradecido a Sevilla, no sólo por haberlo elegido como diputado, sino también por haberle abierto los ojos sobre el dinero opaco escondido en el seno de las fiestas populares, sobre todo las que en la grandes urbes congregan una ingente cantidad de personas, cuyas necesidades básicas de comer y beber hay que satisfacer con un montaje efímero de estructuras de hostelería: la Feria de Abril, las Fallas de Valencia, los sanfermines de Pamplona, el Pilar de Zaragoza…. Los hombres de negro del ministro de Hacienda marcan ahora en rojo el calendario festivo nacional al igual que los Bañulls y otros dueños de atracciones en la calle del Infierno, con los que de hacer la ruta anual pueden acabar hasta confraternizando.

EL PIONERO

En el PP y su entorno se recuerda que el pionero, el promotor de los informes estadísticos que traducían a dinero las magnitudes de la Feria y han acabado así atrayendo la atención de los inspectores de Hacienda no ha sido precisamente el delegado de Empleo y Economía, Gregorio Serrano, sino el socialista Emilio Carrillo, el hombre que pudo reinar en Sevilla y al que Monteseirín le segó tanto la hierba bajo los pies que logró hasta su abandono de la política y que hoy transite por los derroteros de la vida contemplativa, la filosofía zen y la meditación trascendental.

Por más que los populares señalen a Carrillo como el ‘culpable’ de que se cumpla la legalidad en la Feria, aquél ya está amortizado políticamente para el PSOE y personalmente se encuentra en una situación en que estas polémicas no le afectan.

EXITO DE LA PORTADA

La portada de este año, inspirada en las torres y puentes de la Plaza de España y diseñada por Manuel Jesús Jiménez Varo y Miguel Angel Pérez Cabo, no ha suscitado controversia alguna y ha merecido un elogio generalizado por su belleza y por cómo, iluminada, resalta en la noche abrileña.

Sus magnitudes invitan a una reflexión. Pesa 250.000 kilogramos. Lleva incorporadas 20.000 bombillas para lucir en todo su esplendor. Ha precisado pintura artística para cubrir el equivalente a una superficie de 4.000 m2. La altura de sus torres es de 43 metros. El conjunto tiene un frente de 50 metros longitudinales y ha precisado de 15.500 horas de montaje, con una inversión total en su construcción de 500.000 euros.

La portada, que entre montaje (cuatro meses a partir de diciembre) y desmontaje sufre las inclemencias meteorológicas durante una larga temporada (este año, desde un prolongado temporal de lluvias hasta el sol inclemente, veraniego, de esta semana), es tan de madera como las ‘Setas’ de la Encarnación (aunque es de suponer que no de la misma calidad).

COMPARACIÓN CON LAS ‘SETAS’

El Metropol Parasol, seis parasoles apoyados sobre dos columnas de hormigón y compuestos por 3.000 piezas de madera unidas mediante barras de acero encoladas y tratadas con una resina especial para soportar el calor sevillano, tiene una altura de 28,50 metros y mide 150 metros de longitud  por 75 de anchura. Tiempo de construcción: 6 años. Coste más o menos admitido oficialmente: unos 120 millones de euros.

Las ‘Setas’ de la Encarnación, pues, equivalen a 4,5 veces la portada de la Feria de Abril, pero se tardó en construirlas 18 veces más tiempo y su coste ha sido 240 veces superior.

Si al equipo que ha montado la portada le hubieran encargado el Metropol Parasol, ¿cuánto habría costado?

Dos picas en Holanda

Cuando estas líneas vean la luz, debe de haberse reinaugurado uno de los museos más importantes del mundo, el Rijksmuseum (literalmente, el museo del Reino) de Amsterdam, tras su restauración y adaptación a las necesidades en el siglo XXI por los arquitectos sevillanos Antonio Cruz y Antonio Ortiz que, como ahora suele decirse, han prestigiado con su fantástica labor la marca Sevilla en Holanda y ante el mundo, ya que la prensa internacional que asistió a la presentación restringida de las obras ya terminadas (500 medios se acreditaron) se ha deshecho en elogios ante el resultado conseguido.

Nada hacía presagiar la odisea que los artífices entre nosotros del estadio de la Cartuja, la estación de Santa Justa y la biblioteca Infanta Elena iban a sufrir cuando en 2001 ganaron el concurso internacional para remodelar el equivalente al Prado holandés. Según el presupuesto considerado más o menos como el original, los trabajos debían costar 272 millones de euros y estar ejecutados en 2008.

Se han finalizado en 2013 y al coste de unos 375 millones, equivalentes al de la torre Pelli o al triple de las Setas de la Encarnación, pero con un resultado artístico excepcional y, se espera, también económico en el tiempo, ya que se prevé captar dos millones de visitantes tras el reestreno del museo y la expectación mundial que ha suscitado.

El retraso en cinco años sobre el plazo inicialmente previsto se ha debido, fundamentalmente, a dos factores: el conflicto con los ciclistas y la complejidad técnica para materializar algunas de las propuestas de los arquitectos sevillanos.

El Rijksmuseum, construido en 1885 por Pierre Cuijpers en una mezcla de estilos arquitectónicos, está situado a medio camino entre el casco antiguo con sus preciosos canales y los nuevos barrios de Amsterdam, y siendo ésta la capital mundial de la bicicleta (700.000 usuarios), los ciclistas utilizaban tradicionalmente el pasaje o galería central del edificio como atajo entre una y otra parte de la ciudad.

La todopoderosa Federación Ciclista y el Comité de Conservación del pasaje paralizaron durante nada menos que dos años (2004 y 2005) la restauración del inmueble (consiguieron que el Ayuntamiento no diera la licencia de obras) hasta que Cruz y Ortiz no idearan una solución arquitectónica que salvaguardara el tránsito ciclista por medio de la galería, una anomalía a ojos de los arquitectos sevillanos, para los que era difícil concebir tal práctica en una de las catedrales mundiales del Arte. Cómparese la lucha de los ciudadanos de Amsterdam por mantener esa tradición de paso con bicicletas por medio del pasaje del museo nacional con la conformidad de los sevillanos a perder su inmemorial derecho de cruzar por el Patio de los Naranjos de la Catedral, cerrado en 1992 por la Iglesia con el fin de explotarlo turísticamente.

Hasta tres soluciones distintas imaginaron Cruz y Ortiz para conseguir el beneplácito  de los ciclistas y lograr finalmente un consenso para integrar carriles-bici en el vestíbulo del Rijksmuseum. Los arquitectos acabaron comprendiendo la exigencia cuando la tradujeron en clave sevillana: “Cambiarle el recorrido aquí a los ciclistas es como intentar cambiarle el recorrido en Sevilla a una cofradía”.

 

El segundo motivo del lustro de retraso fue la idea de ganar espacio mediante la conexión de dos patios interiores separados y desaprovechados hasta entonces, para lo cual había que hacer una excavación de unos nueve metros de profundidad. Este plan, que en otra ciudad se habría resuelto metiendo varias excavadoras sin más, era una misión casi imposible en Amsterdam, gran parte de la cual, si no toda ella, se encuentra bajo el nivel del mar y con la capa freática casi a ras de suelo.

Cruz y Ortiz, sin embargo, ya tenían alguna experiencia en lides similares. Sin ir más lejos, buena parte del estadio de la sevillana isla de la Cartuja se encuentra embutida bajo rasante, con el fin de evitar que su inmensa mole causara mayor impacto paisajístico sobre el perfil llano de la isla y del conjunto de Sevilla, para lo cual, dada la cercanía del manto freático sevillano, hubo que protegerla mediante un anillo de hormigón.

Cómparese también esta preocupación de los dos arquitectos por evitar la afección visual del estadio con lo que se ha hecho luego con la torre Pelli en el lado contrario de la Cartuja y en el borde del casco histórico: 178 metros de altura.

En Amsterdam, Cruz y Ortiz recurrieron a buzos especializados para materializar su idea. El resultado final ha sido espectacular: un atrio de 3.000 m2 con una montera acristalada que inunda de luz natural el interior y que cuando cae la noche se ilumina artificialmente gracias a dos enormes estructuras metálicas en las que se insertan los focos eléctricos. Este atrio se ha convertido ya en el símbolo del nuevo Rijksmuseum y al mismo desembocan los servicios comunes de la institución.

Tuve la oportunidad de visitar el museo en la fase final de los trabajos, cuando al menos por entonces era ya accesible al público -frente a la creencia, incluso para los medios de comunicación, de que estaba clausurado por las obras- y se podía disfrutar sin los agobios ni la afluencia masiva que se daban en el cercano museo dedicado monográficamente a Van Gogh, a cuyas puertas se formaban colas multitudinarias, con largos tiempos de espera.

Con sus paredes redecoradas en azul y gris, el museo, fantástico, no está ya organizado por estilos artísticos, colecciones, material o pintores, ya que su hilo conductor es la ilustración mediante el arte y los objetos (cuadros, maquetas de barcos, muebles…) de la historia de Holanda a lo largo de 800 años: cómo un pequeño país se convierte en una potencia gracias a su dominio del mar y al comercio. Y un detalle significativo: no vi ni un solo motivo religioso ni cuadro de tal temática en las decenas de galerías que lo componen.

La sala estrella es la Galería de Honor, sancta sanctorum del arte holandés, donde se exponen las mejores obras de sus grandes pintores (Hals, Steen, Vermeer), presididas por la imponente ‘Ronda de Noche’ del gran Rembrandt.

En este espacio, en la noche previa al día (próximo 30 de abril) de su entronización, ofrecerán los futuros Reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima, una cena de gala a los mandatarios internacionales invitados al acto. Es de dominio público que Guillermo y Máxima iniciaron aquí, en la Feria de Abril de 1999, el noviazgo que desembocó en boda en 2002.

Holanda, pues, debe de alguna manera a Sevilla ese matrimonio real y, merced a Cruz y Ortiz, la recuperación de su museo nacional, dos circunstancias que no hemos sabido aprovechar con acciones especiales para proyectarnos aún más en el mercado de los Países Bajos. Aquí parece que sólo se piensa en la maratón de Nueva York.

* https://www.rijksmuseum.nl/

Una radiografía de Sevilla

Si cada uno cuenta la feria según le va, tras contar en los informes ‘Métodos para el blanqueo de las ilegalidades urbanísticas’ cómo me ha ido en el trato con el Defensor del Pueblo  es fácilmente deducible que después de la confianza inicial me he convertido en un escéptico, en tanto no vea, como santo Tomás, que ocurre:

1) Que el Defensor lleva ante la Justicia a algún alcalde, consejero, gobernante o político, por corrupción o infracción de las leyes.

2) Que, al igual que dicen ocurre en Suecia con la institución equivalente del Ombudsman, todo político o funcionario condenado por el Defensor en su informe al Parlamento, ya sea por acción u omisión, se va ‘ipso facto’ a su casa porque si no, sabe que va a ser fulminantemente destituido por su partido o por su Administración.

Pero si la sociedad, las Administraciones, los partidos y hasta el propio Defensor creen y aceptan que las  condenas de éste son meramente morales y carentes de efecto porque su rol es el de mero florero del sistema, entonces huelga su existencia.

Tras este introito, y aunque no creo que sirva para mucho, hay que destacar el informe elevado al Pleno municipal por el denominado ‘Defensor del ciudadano’, José Barranca, por constituir una radiografía de la Sevilla actual. Por más que la oposición, que persiste en el boicot que le organizó desde el principio, diga que Barranca es el Defensor de Zoido en vez de los sevillanos, se sobreentiende que aquél no habla a título personal, sino que actúa como portavoz y altavoz de los ciudadanos y a partir de los 234 expedientes de queja tramitados durante el último año (con pocas llamadas telefónicas más se permiten algunos medios publicar sondeos de opinión sobre el estado de la ciudad).

Otra cosa es que luego Barranca les dé su impronta a la hora de redactar el informe final y de exponerlo. El Defensor ha subrayado de entre las denuncias de los ciudadanos conductas que están a la vista de todos pero que nadie hasta ahora se había atrevido a colocar con tanta crudeza ante los focos de la opinión pública:

1) Matonismo entre los taxistas: Siempre sin generalizar, pero es de dominio público desde hace años -recuérdense las broncas con delegados municipales como Blas Ballesteros y Francisco Fernández- que hay una minoría que tomando el aeropuerto como base de sus actuaciones trata de monopolizar el transporte de turistas, incurre en abusos, no atiende la petición de entrega de facturas por la carrera realizada, dicen habitualmente tener estropeada la climatización y, en resumen, adoptan una actitud prepotente e intimidatoria que, como refleja la Memoria del Defensor, daña la imagen de todo el gremio y la de Sevilla, por cuanto constituyen  la primera impresión que recibe el turista apenas aterrizar en la ciudad.

2) Trato inadecuado de la Policía Local a los ciudadanos: Muy diplomáticamente, Barranca trata de explicar esta actitud chulesca con el argumento de la falta de formación y de destrezas sociales, por no decir lisa y llanamente falta elemental de educación, pero lo cierto es que hay agentes de la autoridad que se creen, a su manera, la autoridad misma y exhiben unos modales totalitarios inadmisibles en una Democracia.

El presidente de la sección sevillana del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España, Manuel Bustelo, ha reaccionado al informe diciendo que los policías no son, ni más ni menos, que un reflejo de la sociedad actual, pero esa sociedad no se reconoce en ellos, pues en tal caso no habría denunciado su comportamiento ante el Defensor.

3) Dueños de bares que se saltan la normativa: Una de mis primeras colaboraciones en El Mundo  llevaba por título ‘La calle es suya’ y versaba sobre cómo cierto restaurador copaba hasta las aceras con los veladores y forzaba a los viandantes a caminar por la calzada, el espacio reservado a los automóviles. Aquella tendencia de colmatar todo el espacio posible con veladores se ha extendido por doquier con la vista gorda del Ayuntamiento, más interesado en hacer caja que en vigilar el cumplimiento de la norma sobre veladores, ruidos y horarios de cierre, tal como recoge Barranca en su informe.

4) Ciclistas que toman el carril-bici, las calles y las aceras: Añado más, porque mi última experiencia en este sentido ha sido ver a ciclistas pasando por encima de la parada elevada del tranvía sita frente al hotel Alfonso XIII, en la calle San Fernando, y a escasos centímetros de quienes estaban esperando la llegada del ‘Metrocentro’. Desgraciadamente, si antes eran los ciclistas los acosados por los conductores cuando pretendían circular junto a ellos en la época sin carril-bici, ahora, con la novelería de la bicicleta y como denuncia el Defensor, son los peatones quienes se sienten amenazados porque demasiados usuarios de las dos ruedas apenas respetan las normas de circulación y consideran que todo el espacio es suyo: carriles-bici, calle y aceras.

El informe se extiende por muchos otros temas, como el de los propietarios de perros que no recogen las heces de sus canes; los vándalos que destruyen el mobiliario urbano y llenan de pintadas edificios y estatuas; cocheros de caballos que aparcan bajo los árboles y en función de los rayos del sol en vez de en sus paradas establecidas…..

Al igual que los Diez Mandamientos podrían resumirse en uno, el informe del Defensor del Ciudadano -que de paso es una enmienda a la pasividad de Zoido- sobre el estado de Sevilla puede resumirse en una sola palabra: incivismo. Nos falta urbanidad y educación.

A vueltas con el dragado

La CES, la Cámara, UGT y CCOO presentaron en el pórtico de la Semana Santa la reconstituida ‘Plataforma Sevilla por su puerto. Eurovía del Guadalquivir’, en un acto en el que en su legítimo derecho de reivindicar el dragado en profundidad del río (como otros tienen el mismo derecho de opinar en contra) dieron tal cantidad de argumentos erróneos que no hay más remedio que matizarlos para evitar desde más confusiones hasta falsas expectativas:

1) Cargill, Danone y Roca se han ido por faltarles el dragado: Danone se instaló en Sevilla hace 40 años, y Roca hace 60, cuando ni se hablaba de dragado ni de nueva esclusa. Si su producción estuviera vinculada a un acceso marítimo no tendrían ninguna fábrica en el interior y trasladarían la de aquí a un puerto fluvial o de mar. Sin embargo, Danone suple la fábrica hispalense por las de Aldaya (Valencia) y Tres Cantos (Madrid), a las que no llegan precisamente los barcos. Esta última dista casi 400 kilómetros del mar. 

Roca sustituye la producción de Sevilla por la de Madrid, Burgos, Navarra (las tres sin ríos navegables ni mar), Castellón y Barcelona. Cargill suple Sevilla por sus plantas en Zaragoza, Reus, Sant Cugat del Vallés, La Roda (todas sin acceso marítimo o fluvial) y Barcelona.

La excusa del dragado les hubiera convenido extraordinariamente, porque habrían culpado de su marcha a un factor externo para así desviar la atención de la opinión pública y exonerarse de responsabilidad. Teniéndolo tan fácil, ninguna lo ha invocado, pese a lo que afirman Rus, Herrero, Vidán y Gilabert. Veamos:

-Danone: Perdió en 2012 el 10% de su facturación en el Sur de Europa, con especial incidencia en España por el auge de las marcas blancas de yogures, que copan más del 40% del mercado. Ahora le sobra capacidad productiva y ha cerrado la menor de todas sus fábricas multiproducto, justo la de Sevilla.

-Cargill: Explica su marcha por la constante reducción de aceite de palma para la distribución, lo que unido al exceso de capacidad de molturación y envasado ha afectado la rentabilidad de su factoría. También atribuye el cierre al declive de las cosechas locales y a la fuerte competencia de la industria creciente en el Este.

-Roca: Publicó el 21 de febrero un anuncio informando del cierre por el hundimiento de la construcción, que le ha provocado una caída continua de ventas durante 21 trimestres consecutivos y la pérdida de 200 millones de euros. Buena parte de sus fábricas españolas trabajan por debajo del 30% de su capacidad y sus productos pasan hasta 194 días en los almacenes.

2) El 90% de los barcos europeos no pueden acceder a Sevilla, ya que sólo entran en nuestro puerto los que transportan 10.000 toneladas. Inexacto. Con la nueva esclusa el acceso de la flota mundial de graneleros se ha incrementado hasta el 66% del total. En portacontenedores, al 53%. Y en tráfico RO-RO, al 71%. El puerto puede acoger buques de hasta 20.000 toneladas y 290 metros de eslora. Si no, ¿cómo la Autoridad Portuaria presumió hace unos días de que el ‘Fraga’ había cargado 12.700 toneladas de trigo?

3) Al éxodo de empresas se sumará que no llegarán otras nuevas, ya que los costes de logística (un 30%) se dispararán sin dragado: Cuando aún no había nueva esclusa, alguna ventaja comparativa habrían visto en Sevilla las empresas (Decathlon, Airbus Military, Rhenus Logistics….) que en el último decenio han ocupado ya el 84% de las 54 Has. de la Zona de Actividades Logísticas del Puerto, desarrolladas tras una inversión superior a los 54 millones de euros por Parques Logísticos, Unicaja, La Caixa y la Autoridad Portuaria.

4) El dragado crearía 20.000 empleos: ¿Por qué 20.000 y no 50.000, 10.000 o ninguno? Ejemplos de los últimos años. Para vencer la resistencia de los vecinos de la Cuenca Minera de Huelva a su instalación, el discurso oficial fue que el vertedero de residuos tóxicos en Nerva crearía 2.000 empleos con los que paliar el cierre de las minas de cobre de Riotinto y que sólo se destinaría a albergar residuos de Andalucía. Hoy, el vertedero acoge mierda de toda Europa y no ha dado más de 100 empleos (probablemente hasta me paso en un 30% en la estimación).

También se dijo que la nueva esclusa de Sevilla permitiría crear 15.000 nuevos empleos en los diez años siguientes. ¿Lo recuerdan? Pues bien, en los dos años en números redondos que lleva en servicio Sevilla ha pasado de 77.000 a 91.000 parados, 14.000 más que antes.

5) Gilabert: “Hay demasiadas familias que pasan necesidad para andar con exquisiteces”, en claro desprecio a cualquier cautela ecológica con el dragado: El líder de UGT parece anclado en el siglo XIX y no ha leído aún el informe Brundtland para la ONU, que en 1987 propició un cambio radical de mentalidad: de “la contaminación es el precio del progreso” a “el desarrollo sostenible”.

La ecología no es la antítesis de la economía, sino la economía misma: satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras.

* La excusa del dragado

* Radiografía del Guadalquivir

Llueve sobre mojado en Écija

El vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, abogó el mismo día en que las inundaciones en Écija afectaban a 3.000 hogares por que se fueran adoptando las medidas necesarias que eviten en un futuro su  repetición en la paradójicamente conocida como ‘ciudad del sol’ y ‘la sartén de Andalucía’.

Cabe preguntarse ante quién abogará Valderas, ya que el Estado transfirió a la Junta  el 26 de marzo de 1984 las competencias sobre programación, aprobación y tramitación de inversiones e infraestructuras de interés en materia de encauzamiento y defensa de márgenes de áreas urbanas.

Así pues, la Junta ha tenido 29 años para resolver al menos una de las dos causas de las inundaciones en la ciudad astigitana, el desvío y nuevo encauzamiento del soterrado arroyo Argamasilla. Y, sin embargo, tanto el Gobierno autónomo como el central y sus organismos han pasado la mayor parte del tiempo haciendo estudios y más estudios sobre la obviedad de que Écija y numerosos municipios andaluces se inundan históricamente cuando llueve incluso no en exceso.

En 1975 ya se había elaborado un inventario de los puntos negros de los cauces en todo el país.

En 1983, la Comisión Técnica de Emergencia por Inundaciones realizó un informe general sobre el problema.

Por la misma época en que el Estado transfirió las competencias a la Junta, el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo realizó nuevos estudios, tras los cuales concluyó que la densidad territorial de inundaciones históricas registradas en Andalucía en los últimos 500 años había sido un 62% mayor que la nacional, y un 111% mayores las pérdidas per cápita por dicha causa.

Año 1985. La Comisión Nacional de Protección Civil redactó un estudio de inundaciones históricas, mapas de riesgos potenciales y acciones para prevenir los daños causados.

Posteriormente se encuestó a todos los ayuntamientos de Andalucía para obtener una nueva estimación oficial de la incidencia de las inundaciones en los núcleos urbanos.

Toda esta serie de estudios, informes y sondeos no sirvieron para evitar que en diciembre de 1997 una crecida del río Genil inundara un tercio del casco urbano de Écija y uno de sus mayores polígonos industriales, obligara al desalojo de unas mil personas de sus hogares y causara daños valorados en 12.000 millones de pesetas (72 millones de euros).

La respuesta de la Junta de Andalucía a la catástrofe fue….. encargar otro estudio de carácter general sobre el problema de las inundaciones urbanas en la comunidad autónoma, que fue concluido al año siguiente.

La Administración central tampoco se quedó atrás. El Ministerio de Medio Ambiente dedicó un amplio capítulo a las inundaciones en el Libro Blanco del Agua en España, por las mismas fechas. Un año más tarde, el Instituto Geológico y Minero empezó a publicar de forma anual informes sobre catástrofes naturales, inundaciones incluidas. A esa tendencia se sumó también el Senado y, por pura lógica, las Confederaciones Hidrográficas presentes en Andalucía, por entonces únicamente las del Guadalquivir y del Sur.

Con tal bagaje de información, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acordó en marzo de 1998 la formulación de lo que se denominó Plan de Prevención de Avenidas e Inundaciones, con la finalidad declarada de “constituir el marco de coordinación e intervención en la materia y de prevenir y minimizar los riesgos y daños por inundaciones en los núcleos urbanos andaluces”.

Tres años más tarde, con motivo de la aprobación del Plan Hidrológico Nacional hubo que reestructurar el Plan andaluz de Prevención, sin que la situación hubiera variado en Écija y en otros municipios andaluces.

Todavía hubo que esperar un año más para que el 2 de julio de 2002 la Junta de Andalucía diera por aprobado definitivamente el Plan de Prevención, dieciocho años después de asumidas las competencias transferidas por el Estado. En el documento se identificaron los puntos negros por inundación en toda la región, figurando Écija por partida doble, debido a las amenazas del Genil y del Argamasilla.

Se incorporó una previsión de inversiones para acabar con el problema en toda la comunidad, inversiones que se debían repartir las diferentes Administraciones en dos grandes períodos, 2002-2006 y 2007-2015, con un total de 347 millones de euros en el primero y de casi 888 en el segundo. En total, 1.235 millones, de los que el Estado aportaría casi 675; la Junta, 431,5; los ayuntamientos, 128,6 millones. ¿Se ha cumplido esta programación?

El Plan no sirvió de mucho para Écija, ya que ocho años después de su aprobación, en diciembre de 2010, el Genil y el Argamasilla inundaron de nuevo un tercio del casco urbano y el polígono industrial ‘El Limero’. El agua del Genil, con un caudal que superaba los 1.100 m3/seg. llegó a los 7,4 metros de altura, hubo que evacuar a mil astigitanos y a los enfermos del hospital y recurrir, como en estos días, a la Unidad Militar de Emergencias. En los primeros días se habló de al menos 18 millones de euros en pérdidas.

La inundación se repitió tres veces, y hasta la tercera no apareció Griñán, que la achacó a lluvias sin precedentes, cuando el récord histórico de pluviosidad (unos 160 litros/m2) databa realmente de tres años antes.

Las obras de desvío del Argamasilla, presupuestadas por la Junta y que debieron acabarse en abril de 2012, llevan paradas casi un año y Écija ha vuelto a inundarse. En 29 años con las competencias transferidas, la Junta ha sido incapaz de acabar con las riadas en la ciudad del sol. ¿Cuántas inundaciones más necesitará?

El dragado como excusa

Zoido, tras haber pactado la operación con Hacienda, espera la aprobación de la UE para que a partir de julio la ciudad cuente con una Zona Franca (ZF) similar a las de Barcelona, Cádiz, Vigo y Canarias. Se instalaría en un área de 720.000 m2 del dominio portuario y, según sus previsiones, movería 1,73 millones de toneladas de mercancías/año y generaría 1.115 millones de euros.

La iniciativa ha sido calificada por el Consistorio como “un revulsivo económico” para el  empleo, y se enmarcaría en las propuestas del PP para el Pacto por Sevilla, que vincula la supuesta creación de 20.000 puestos de trabajo al dragado del río, ya que habría  más de 50 grandes empresas interesadas en instalarse en la futurible ZF.

A priori la iniciativa es interesante, pero no se debe caer en el triunfalismo, ya que la realidad suele desinflar el exceso de expectativas. Se dice que más de cincuenta grandes empresas se asentarían en la ZF, pero aparte de preguntarnos qué grandes compañías nos quedan en Sevilla (plantilla superior a los 500 trabajadores y/o facturación superior a 1.000 millones), de momento el Ayuntamiento sólo es capaz de citar dos interesadas, Renault y Airbus, ya instaladas en la ciudad. Por tanto, también habría que analizar si se captarán realmente nuevas empresas o habrá reubicación de existentes. Incluso la ZF podría ser considerada una unificación de los doce recintos con algún tipo de exención fiscal que ya hay  en el puerto.

Dolores Alvarado publicó un análisis comparativo de las cinco ZF de nuestro país (Barcelona, 1916; Cádiz, 1929; Vigo, 1947; Canarias, doble, en 1998) que revela que aunque ayudan no son la panacea contra el paro (Sevilla, 91.398 en febrero). La estrictamente ZF de Barcelona (no la mezcolanza de polígonos industriales y viviendas en derredor), con lo que supone la ciudad Condal, mueve 600.000 toneladas de mercancías (en Sevilla se habla del triple) y da empleo a 700 personas; la de Cádiz, con 83 empresas, 2.000 puestos de trabajo directos (y 2.800 indirectos); la de Vigo acoge 350 compañías (siete veces más que la previsión de Sevilla) y genera 18.000 empleos; las de Canarias, pese a sus trece años, apenas han captado una veintena de empresas.

La segunda vertiente de la historia es que se vincula la solicitud de ZF al dragado en profundidad del Guadalquivir, cuestionado por los científicos. Dicho de otro modo: el mensaje que ahora se lanza a la opinión pública es que si no se acomete cuanto antes el dragado peligra la ZF misma (y éso que aún es un futurible) y el propio puerto. De hecho, el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero, ha sostenido en una conferencia en el Fórum Europa que el puerto, sin dragado, está abocado a la muerte y que la nueva esclusa, que ha costado 170 millones de euros, quedaría incompleta.

Según los datos oficiales difundidos en su día, con la nueva esclusa el puerto puede acoger buques de hasta 20.000 toneladas y 290 metros de eslora, o sea, los que componen dos tercios de la flota mercante mundial, amén de grandes cruceros como el ‘Azamara Quest’ y el ‘Azamara Journey’, que antes no podían acceder al interior de Sevilla.

Esto es justo lo que destacaba la Autoridad Portuaria el pasado 5 de marzo al difundir que el buque mercante Fraga (con 170 metros de eslora y 26 de manga) ha cargado 12.700 toneladas de trigo duro, “consolidando operaciones comerciales de grandes volúmenes que hoy permite la Nueva Esclusa Puerta del Mar”. Y añadía: “Las previsiones de tráfico en el puerto sevillano son ya una realidad con la entrada de buques con cuyas dimensiones no hubiera sido posible con la anterior esclusa, permitiendo así la creación de clúster de empresas de servicios logísticos competitivos y eficientes que impulsan operaciones de exportación de grandes volúmenes…Se está generando una intensa actividad comercial de empresas de Andalucía Occidental y Centro peninsular vinculadas a la importación y exportación, cuya definitiva consolidación vendrá de la mano de la realización del dragado de profundización…”.

Veamos el tráfico anual de mercancías en millones de toneladas de los últimos tiempos para obtener una perspectiva amplia:

Año 1998: 3,86 millones de toneladas.

Año 1999: 3,96

Año 2000: 4,49

Año 2001: 4,89

Año 2002: 4,70

Año 2003: 4,85

Año 2004: 4,54

Año 2005: 4,90

Año 2006: 5,34

Año 2007: 4,76

Año 2008: 4,62

Año 2009: 4,54

Año 2010: 4,40

Año 2011: 4,61

Año 2012: 4,59

Atención, con la nueva esclusa plenamente operativa en los dos últimos años, el puerto mueve menos mercancía que en siete ejercicios precedentes y está a 730.000 toneladas de diferencia del mejor año (2006, con 5,34 millones), cuando ni había esclusa ni podían entrar los grandes mercantes de ahora.

Tampoco se ha cumplido la previsión de crecimiento entre un 12-14% anual del turismo de cruceros con la nueva esclusa. En 2012 arribaron 53 buques, de los que desembarcaron 15.579 turistas, y en 2011, 57 buques y 16.058 turistas. En contraste, cuando no había nueva esclusa, en 2009 atracaron 99 cruceros (casi el doble que ahora) con 20.913 pasajeros. Y en 2007 (16.361 viajeros) y 2008 (18.089) también se superaron las cifras de los dos últimos años.

Si con la nueva esclusa y aun entrando a puerto barcos y cruceros con muchísima más capacidad que antes nuestros registros mercantiles y turísticos son significativamente peores a los de antaño, el problema ya no radica en la esclusa o en el dragado, sino en la propia Sevilla, que no genera actividad industrial, comercial y turística suficiente.

El proverbio chino

Zoido y sus muchachos estarán aún felicitándose por el éxito de su maniobra de distracción mediática merced a las ‘Setas’ de la Encarnación con la que, salvo excepciones, se ha comprobado una vez más la validez de ese proverbio chino que reza así: “cuando el dedo del sabio señala la Luna, el tonto mira el dedo”.

Hace unos días, Urbanismo aprobó de forma provisional la modificación del PGOU para permitir la construcción de aparcamientos rotatorios en el casco antiguo, al tiempo que el delegado, Maximiliano Vílchez, hizo una mera declaración de intenciones en el sentido de plantear la conveniencia de demandar al arquitecto alemán de las ‘Setas’, Jürgen Mayer, y pedirle una indemnización de 4,2 millones de euros por los sobrecostes en su construcción por  sus errores de cálculo con el proyecto técnico.

Casi todos los medios dedicaron amplios espacios a la hipotética demanda contra Mayer y apenas unas líneas al acuerdo sustancial que supone un cambio en el modelo de ciudad, cual es la aprobación de aparcamientos rotatorios en el casco histórico.

El dedo de Zoido apuntaba hacia la construcción del aparcamiento rotatorio en la Alameda y nosotros, los tontos de los periodistas (como habría dicho Alberti: “yo era un tonto, y lo que he visto me ha hecho dos tontos”),  mirábamos hacia las ‘Setas’ y a la nonata demanda contra el arquitecto, el objetivo del alcalde y Vílchez, para que en el fragor periodístico pasara lo más inadvertida posible la alteración del denominado ‘libro de la ciudad’, el PGOU.

Independientemente de que el Plan de Aparcamientos (más de 60) para residentes en barrios y únicamente rotatorios en la corona del Centro ha sido una de las mayores chapuzas de Monteseirín, el PGOU respondía a una lógica: evitar el denominado ‘efecto de la calle Baños’ en más sitios y allí donde ya existían parkings similares, caso de Albareda y de Santa Angela de la Cruz.

Como es sabido, el ‘efecto llamada’ generado por el aparcamiento rotatorio bajo la Plaza de la Concordia, que da también servicio a El Corte Inglés, ha provocado tradicionalmente colapsos circulatorios en la calle Baños, su vía natural de acceso, y en parte de la calle Torneo, con el añadido de contaminación atmosférica, ruidos, riesgos para los peatones y molestias para los vecinos.

En sus habituales hipérboles, o quizás también para desviar la atención sobre escándalos como el de las facturas falsas, Monteseirín incluso llegó a plantear la expropiación de los estacionamientos de Albareda y la Magdalena, para reservarlos exclusivamente a residentes y convertir en realidad plena su modelo de un Centro sin coches.

Zoido, que ya liquidó el Plan Centro, avanza ahora en la liquidación de un modelo urbanístico y de movilidad que pese a los graves errores cometidos en su aplicación y a la falta de Metro en el  casco histórico sintoniza con las tendencias en las urbes europeas más avanzadas, de expulsar el tráfico privado del corazón de las ciudades y de recuperar los espacios reconquistados para el paseo y el disfrute de sus habitantes.

Con la modificación del PGOU para permitir la construcción del aparcamiento subterráneo en la Alameda y, ojo, también en cualquier otro punto del casco antiguo, como sería el estacionamiento en superficie -ahora autorizado sólo para residentes- sobre el solar del derribado mercado provisional de la Encarnación, Zoido no sólo no avanza hacia Europa, sino que retrocede en dirección al pasado de España y de Sevilla.

Hace ahora 37 años, todavía en los albores de la Transición y al poco de la muerte de Franco, el Ayuntamiento presidido entonces por Fernando de Parias Merry aprobó un Plan Especial de Renovación Urbana del Sector de la Alameda de Hércules en el que se proyectaba la construcción de un estacionamiento subterráneo de cinco plantas, con capacidad para 500 vehículos cada una (en total, pues, 2.500 plazas), que debía dar servicio a un centro comercial.

Para facilitar uno y otro, se previó un ensanche en la calle Calatrava, parecido al que se realizó años antes en la calle Imagen, y hasta el derribo de la capilla de Nuestra Señora del Carmen.

Arquitectos como José García Tapial, Juan Ruesga y Roberto Luna promovieron la campaña ‘Salvar la Alameda’, a la que se sumaron el por entonces progresista y muy implicado en la vida ciudadana Colegio de Arquitectos,  los partidos políticos de izquierda que ya habían salido de las catacumbas en el tardofranquismo y asociaciones de vecinos. Este heterogéneo movimiento opositor logró tumbar el Plan municipal en el seno de la Comisión Provincial de Patrimonio, dos años más tarde.

En su dictamen, la Comisión, opuesta al incremento del tráfico que habría supuesto la construcción del aparcamiento subterráneo y el impacto que habría generado en la Alameda y su entorno, razonó que había que establecer una clara distinción entre “una ciudad considerada como un colector de vehículos y una ciudad considerada como el testimonio y el legado de unos hombres y de su cultura”.

Casualmente, el mismo día en que el Ayuntamiento de Sevilla aprobaba modificar el PGOU para facilitar con los parkings rotatorios el acceso indiscriminado de los coches al Centro, el alcalde de Londres, Boris Johnson, presentaba su proyecto para crear en el Centro de Londres -ya de acceso restringido a los vehículos- la primera zona de emisiones  ultrabajas del mundo, que supondrá la prohibición definitiva a los automóviles que contaminen la atmósfera, la mayoría de los actuales.

Zoido y Johnson, dos modos distintos de concebir la movilidad urbana.

Los neutrinos de Zoido

El 23 de septiembre de 2011, los científicos del experimento Ópera presentaron en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas los resultados de sus ensayos y revolucionaron el mundo: habían descubierto los neutrinos súper lumínicos, así denominados porque viajaban a mayor velocidad que la luz (ésta, a 300.000 kilómetros por segundo).

La magnitud del descubrimiento radicaba en que destrozaba la teoría de la relatividad de Einstein, según la cual la velocidad de la luz es una constante cósmica y nada puede desplazarse más rápidamente. Aunque se tardó casi un año en desmontar la existencia de los neutrinos súper lumínicos merced a nuevos experimentos que probaron errores técnicos, la nueva teoría alimentó durante meses algunas fantasías de la Humanidad, como la posibilidad de viajar al futuro y al pasado al igual que el actor Michael J. Fox en aquel coche fantástico de las películas de Zemeckis.

Con Zoido hemos pasado de los neutrinos súper lumínicos del experimento Ópera a los sub lumínicos suyos. Zoido  construyó su programa electoral sobre dos promesas esenciales: convertirse en el alcalde del empleo y en el de las ‘luces y taquígrafos’, para diferenciarse del oscurantismo y los chanchullos de Monteseirín. Desgraciadamente, con cerca de 90.000 parados en la ciudad aún no ha podido cumplir la primera.

En cuanto a la segunda, la luz tampoco viaja con él a 300.000 kilómetros por segundo, sino infinitamente más lenta, como prueba el hecho de que para cubrir los escasos centenares de metros existentes entre el Ayuntamiento y la calle Reyes Católicos, donde se instalaron algunas de las cámaras del Plan Centro de tráfico, ha tardado quince meses.

Este ha sido el tiempo que se ha necesitado para que la comisión de investigación sobre el Plan Centro, impulsada en su día por el alcalde, presente hoy, por fin, sus conclusiones.

En síntesis, el gobierno de Zoido decidió apenas aterrizar derogar el Plan Centro. Podía haber invocado la promesa en tal sentido hecha por el alcalde durante la campaña electoral y aun mucho antes, pero en una torpeza propia de unos novatos y con ánimo de hacer sangre de un cadáver político como era ya Monteseirín, argumentó que las cámaras de videovigilancia no funcionaban, pese a que habían costado a los sevillanos 956.926 euros. “Un fraude de principio a fin”, declaró Curro Pérez, el portavoz gubernamental.

Se creó la comisión de investigación, con ánimo de exigirle responsabilidades a PSOE e IU, y segundo disparo en el pie: un técnico del Centro de Control de Tráfico municipal mostró a los concejales de la oposición grabaciones de los vehículos circulando, con lo que se derrumbó el argumento del PP de que las cámaras estaban estropeadas. Para colmo, se estaba grabando a los conductores y transeúntes sevillanos sin que éstos fueran conscientes de tal circunstancia ni se hubiera advertido públicamente.

Se entró en una espiral de denuncias y contradenuncias y apelaciones a la Agencia de Protección de Datos, y así hasta mañana lunes. Quince meses de enfriamiento de un escándalo (desde noviembre de 2011) que a buen seguro se va a quedar en agua de borrajas dada la absolutísima mayoría del PP.

La ‘luz y taquígrafos’ de Zoido, viajando a razón de casi año y medio para recorrer 200 metros desde el Ayuntamiento a la primera cámara de videovigilancia del Plan Centro (en ese mismo periodo de tiempo la luz real descifrada por Einstein habría recorrido nada menos que 11.819.520.000.000 kilómetros) ha contribuido a relativizarlo todo. ¿A quién le preocupa ya si las cámaras grababan o estaban estropeadas, o si costaron casi un millón de euros, con la que está cayendo con la crisis económica, los 6 millones de parados y la corrupción?

La comisión de investigación del Plan Centro es la mejor prueba de la particular teoría de la relatividad de Zoido en la política: cuanto más lenta sea la aplicación a un escándalo del principio de las “luces y taquígrafos”, menos erosión -o al final ninguna- causará a quienes gobiernan.

EL CANON LIPASAM

Juan José Cortés, el padre de la infortunada Mary Luz, ha cumplido un año como fichaje-estrella de Zoido en calidad de asesor municipal en materia de exclusión social. En su momento, el PSOE denunció que para abrirle hueco en el organigrama del grupo municipal popular, el PP tuvo que crear el cargo de director de Juventud, con una remuneración de 50.000 euros anuales, para que el puesto dejado libre por éste entre los asesores fuera ocupado por Cortés, al que se asignó un salario de 36.000 euros.

El padre de la niña onubense declaró en aquel entonces que el alcalde acertaba contratando a personas de pueblo como él para estar en la calle y asesorar sobre barrios marginales. Aunque aseguró que llevaba haciendo éso -la visita a las zonas excluidas- toda la vida, quienes trabajan desde siempre con los marginados en el Vacie, Polígono Sur y Tres Barrios coinciden en afirmar que no han tenido noticias suyas ni lo han visto en estos 365 días.

Cortés se defiende diciendo que Sevilla es muy grande, que él se ha centrado casi en exclusiva en Los Pajaritos y que cobra menos “que un trabajador de Lipasam”. Así pues, el sueldo medio en la empresa de la limpieza, que el Ayuntamiento cifró en 30.000 euros, ha pasado ya al lenguaje popular como canon de medida de la escala salarial.

Si Cortés gana 36.000 euros, ¿cómo sostiene que cobra menos que un empleado de Lipasam? Quizás ha tirado de calculadora a partir del dato que dieron desde el comité durante la huelga: estaban perdiendo 100 euros por cada día de paro. Multipliquen 100 por  los 365 días del año a ver cuánto sale.