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Primera vez

La delegada de Hacienda, Asunción Fley, ha logrado terminar el proyecto de Presupuestos municipales justo a tiempo para que Zoido los pudiera presentar el martes ante el Consejo Económico y Social y luego elevarlos a un Pleno para su aprobación antes del fin de 2011, en cumplimiento de su promesa electoral y en contraste con los tradicionales retrasos de Monteseirín, que los estiraba hasta primavera como mínimo. Sin embargo, con ser extraordinario para lo que se acostumbraba por estos lares, este éxito no tiene mérito al lado de otro no bien ponderado y que ha pasado prácticamente inadvertido. Hace un mes, cobró la primera multa de que se tiene noticia a un gorrilla, al amparo de la Ordenanza aprobada en 2008 y que hasta ahora era papel mojado porque todo el mundo sostenía que cobrarle a un guardacoches era imposible, dada su acreditada insolvencia. Sólo han sido 30 euros, pero menos da una piedra y más importante aún es su valor simbólico. Ahora, para que yo la tenga en un pedestal, sólo le falta un tercer milagro: cobrarle algún tributo al Sevilla y al Betis.

El otro Pepe Mel

Sin ánimo de invadir la parcela de Deportes (Dios me libre), me llama la atención, frente al cortoplacismo de los políticos, la visión a largo plazo del presidente del Betis para ratificar a Pepe Mel hasta el final de temporada “pase lo que pase” y pese a que sólo ha conseguido un punto de 30 posibles. En la historia del fútbol hay al menos un caso paralelo al del entrenador verdiblanco, aunque su equipo viste de rojo. En nueve partidos había cosechado siete derrotas y dos empates: dos puntos de 27 posibles. La afición y la prensa pidieron su cabeza. En los graderíos colgaron una enorme pancarta, con este texto: “Tres años de excusas y esto es todavía una basura”. La directiva lo sostuvo contra viento y marea, y aguantó hasta final de temporada. No sólo eso. Fue renovado. Al cabo de siete años de su llegada al club ganó el título de Liga. Fue el primero de muchos más (incluidos, entre otros, dos Copas de Europa) a lo largo de un cuarto de siglo ocupando el mismo banquillo y batiendo todos los récords. Es Sir Alex Ferguson, el Pepe Mel del Manchester United.

‘Betislandia’

El compañero Antonio Félix publicó en magnífica primicia en El Mundo el proyecto denominado ‘Betislandia’, que auspicia la futurible Fundación del Betis. Esta entidad, cuyos patronos serían famosos y/o adinerados aficionados béticos, sería la titular de los derechos sobre el patrimonio del club, que quedaría así ‘blindado’ frente a la posible aparición de otros Ruiz de Lopera. Ningún presidente podría disponer al margen de la Fundación y de su tutela del patrimonio del Betis: el estadio, la nueva residencia para la cantera y la ciudad deportiva.
Al margen de que esta última, salvo sorpresas ocultas, no es patrimonio del club verdiblanco sino del Ayuntamiento, la gran operación encubierta  del proyecto ‘Betislandia’ no es la de salvaguardar el patrimonio de esa sociedad anónima deportiva o empresa privada llamada Real Betis Balompié, sino incrementarlo a costa, de nuevo, de Sevilla.

NUEVO REGALO

Conforme a los datos y las fotografías de la exclusiva de Antonio Félix, la Fundación de esta empresa privada ha proyectado, sin que el Consistorio lo haya desmentido, quedarse con el cercano centro deportivo municipal de ‘Ifni’ y montar, entre otras instalaciones de uso privativo, un club ‘social’ para, previo pago de sus usuarios, ingresar 1,2 millones de euros anualmente. Cabe preguntarse qué hay que blindar realmente, el Betis frente a Lopera o la ciudad de Sevilla frente al Betis y, por extensión, el Sevilla F. C., dos empresas privadas y propiedad de sus accionistas, en cuyos bolsillos únicamente revierten sus beneficios.
Ya Monteseirín, declarado bético (su valido y furibundo hincha sevillista, Manuel Marchena, compensaba el beticismo del alcalde laborando desde el Ayuntamiento en pro de su equipo), regaló al Betis durante su mandato la zona verde de Heliópolis sita junto al estadio pero en la práctica usurpada –y hasta vallada- como aparcamiento privado del club.
La coartada de Monteseirín para justificar la operación era que el Betis construiría sobre el solar un minúsculo centro cívico para el barrio, mientras que Lopera, entonces (¿y aún?) dueño de la sociedad anónima deportiva, tenía así luz verde para construir allí un hotel, un complejo comercial, oficinas … (planes parados por la crisis del ladrillo) y obtener una plusvalía regalada de al menos 30 millones de euros y teóricamente destinada a rematar el estadio.

SEMI ABANDONADO

Mientras los vecinos de Los Bermejales, que  se rebelaron contra el plan de Monteseirín de privarles del suelo destinado en el PGOU a equipamientos de su barrio y entregarlo a una confesión religiosa para que erigiera una mezquita, ganaron su derecho en los tribunales y ahora la Universidad les va a construir el centro cívico junto a la Politécnica, los residentes en Heliópolis claudicaron y ahora no tienen ni zona verde ni centro cívico.
De materializarse ‘Betislandia’, lo siguiente que perderán será el complejo deportivo público de ‘Ifni’ con la coartada de que está medio abandonado por el Ayuntamiento. Osea, que es el propio Consistorio el que, no conservando el complejo deportivo (mientras gasta más de 400.000 euros en la cubierta de la Davis para meterla en un almacén), crea las condiciones ‘objetivas’ para regalárselo a la empresa privada llamada Betis. ¿No recuerda acaso este abandono la misma táctica de esos propietarios del Centro que dejaban arruinarse las casas sin invertir en su conservación para así obtener la licencia de derribo y dar el posterior pelotazo urbanístico?
¿Acaso no impone la ley al propietario la obligación de conservación y, en caso de incumplimiento, la ejecución subsidiaria de las obras por parte del Ayuntamiento, con remisión de la factura para que aquél pague los gastos? Pero, ¿qué pasa cuando quien incumple la obligación legal de conservación es el propio Ayuntamiento? ¿Quién vigila al vigilante?

LA VIDA SIGUE IGUAL

A ver cómo justifica Zoido el cierre de una instalación municipal, su privatización y, por ende, su obligada recalificación urbanística, pues se trata de un equipamiento público en el PGOU al que habría que dar un uso lucrativo.
Ahora se explica mejor el precio (que paga siempre la ciudad) de la populista foto de Zoido con Del Nido y Guillén, presidentes del Sevilla y del Betis, que de inmediato empezaron a hablar de nuevas recalificaciones para seguir sacando tajada del urbanismo.
Al final, Zoido, que decía ser tan diferente a Monteseirín, está repitiendo las mismas prácticas que su antecesor con las empresas privadas llamadas Sevilla F. C. y Betis, las cuales adeudan en conjunto casi 5 millones de euros en tributos no pagados al Ayuntamiento, pese a que el Sevilla ha obtenido beneficios en los últimos ocho años (239.179 euros en su balance reciente). Este dinero hay que sumarlo al impagado anteriormente y condonado por Monteseirín bajo la fórmula de la ‘prestación fiscal sustitutoria’: disputar un partido para saldar la deuda. ¿Por qué no se ofrece a los sevillanos la misma posibilidad? Que cada uno haga lo que sepa a favor del Ayuntamiento (barrer una calle, conducir un vehículo municipal..) y así pague, en ‘especie’ y no en dinero, el IBI, la basura, el agua, el sello del coche….
La ‘prestación fiscal sustitutoria’ copiada por Zoido de Monteseirín consiste ahora en que ambos clubes se vayan a jugar unos partidos a la Cartuja “para darle vida al estadio” que, para colmo, es mayoritariamente de la Junta de Andalucía.
Así pues, más que ‘Betislandia’ esto es ‘Neverland’, el país del nunca jamás: donde quienes no pagan nunca son el Sevilla F. C. y el Betis.

Remembranzas de Juan Guerra

Segundas acotaciones al escándalo de los EREs, del que, por lo que se vislumbra, sólo ha emergido la punta del iceberg:

Los “discordantes” de Recio: El consejero de Empleo ha acuñado un nuevo palabro eufemístico y se ha referido a los intrusos y/o falsos prejubilados en los EREs como “discordantes”.

Recio, tras investigar las prejubilaciones de 1.569 trabajadores en 35 empresas, dice que le salen 70 discordancias, osea, “un 0,04% frente al total”.

Manuel Recio

Manuel Recio

La Junta sólo ha investigado a 35 empresas de las 196 beneficiadas por el ‘fondo de reptiles’ (Guerrero dixit), osea, apenas el 17,85%. Asimismo, ha escrutado a 1.569 de los 25.000 trabajadores acogidos a los EREs en estos diez años. Suponen, pues, sólo el 6,27% del total. Y de los investigados, el 4,46% han cometido presuntas irregularidades. Si esta proporción se mantuviera en todos los EREs, las “discordancias” podrían ascender a  nada menos que 1.115.

Romería al despacho: Coincidiendo  con la comparecencia de Recio, El País publicó una entrevista con el director general de Trabajo durante nueve años, Francisco Javier Guerrero. Como dijo Valderas en el Parlamento, la entrevista no tenía desperdicio, porque a su manera Guerrero hacía su particular ‘Yo acuso’.

En la entradilla/síntesis, el diario afín hacía una descripción demoledora para el Gobierno andaluz: “Consejeros, delegados de la Junta, alcaldes, concejales, sindicalistas, empresarios….Al despacho de Javier Guerrero acudieron durante nueve años cargos de todo rango a pedir dinero del fondo para empresas en crisis”.

De golpe y porrazo parece como si nos hubiésemos retrotraído a los tiempos en que había otro despacho al que, con la excusa de los cafelitos, también acudían en peregrinación quienes buscaban intercesión para conseguir los favores del Poder: el de Juan Guerra.

Juan Guerra tomando un cafelito junto a su hermano Alfonso

Juan Guerra tomando un cafelito junto a su hermano Alfonso

Como Lopera, pero en la Junta: Guerrero afirma que los intrusos en los EREs no son tales, sino “criaturas necesitadas de ayuda sociolaboral que están desempleadas”. Las criaturas acogidas al seno de la Junta recuerdan a las ‘criaturitas’ de que hablaba Lopera en sus tiempos en el Betis, una denominación que denota una concepción paternalista, populista y clientelar.

El exdirector general olvida que el fin no justifica los medios y que si esas personas necesitaban auxilio, la Junta contaba con la Consejería de Asuntos Sociales. Llevando al extremo estas prácticas, ello equivaldría a solucionar el problema de los parados andaluces colándolos como intrusos en EREs. ¿Por qué esas ‘criaturas’ tenían que beneficiarse de un ERE y los demás desempleados andaluces no?

Normas reducidas a caprichos: Empleo acuñó en la práctica su propio principio: ‘Cuando se te interponga un obstáculo administrativo, sáltatelo’. Guerrero ha contado: “Como no podíamos estar al pairo de los caprichos del interventor”, el cual se negó a autorizar un pago equivalente a 900.000 euros de ahora, se decidió saltarse el procedimiento establecido, previa consulta con un bufete jurídico externo, Garrigues.

Lo lógico habría sido elevar una consulta a los Servicios Jurídicos centrales de la Junta, pero se habría corrido el riesgo de que su dictamen hubiera sido negativo y en tal caso ya no habría habido coartada para arbitrar un sistema fuera de control. Y esto era justamente de lo que se trataba, como denotan las palabras del exdirector general al calificar a la Intervención como un capricho en vez de cómo un fiscalizador del dinero público.

Sin coartada: Pensemos por un momento con lógica. ¿Es creíble la versión de la Junta de que un mero director general manejó 647 millones de euros a espaldas de los consejeros a cuyas órdenes estuvo y que éstos no supieran nada de ese fondo y sus manejos? En su testimonio, Guerrero desmonta en al menos cinco ocasiones  la coartada política de la Junta, cuando dice:

-Viera y Fernández nunca dijeron lo contrario. Nadie puso pegas a que una criatura solicitara lo mismo que los sindicatos o un colectivo.

-Teníamos consejo de dirección y siempre he dado cuenta de lo que hacía, como cualquier director general, porque no había nada ilegal.

-Ellos (Viera y Fernández) han tenido más interés o menos en función de la relación que tenían con las empresas. (Este aserto es toda una carga de profundidad, calificada por el PP en el Parlamento como “tráfico de influencias”).

Francisco Javier Guerrero

Francisco Javier Guerrero

-Hubo una segunda propuesta de Dhul que se habló con Fernández y éste dijo que no se daba más dinero.

-Los informes (negativos de la Intervención sobre el procedimiento de las ayudas) no me acuerdo cómo eran porque le llegan al consejero.

La contradicción de Griñán: Cuando Arenas sacó a colación en el Parlamento estas declaraciones, Griñán le reprochó que diera “más credibilidad a un imputado que a personas honorables”. ¿Acaso no es eso mismo lo que han hecho Griñán y el PSOE con Antonio Rivas, darle credibilidad,  pese a su imputación en una variante del caso Mercasevilla? Griñán ha defendido que permaneciera en su alto cargo de la Junta durante casi un año y luego lo ha mantenido otro año en cargos orgánicos, y a la hora de la verdad el PSOE no ha presentado ninguna acusación contra él.

Como en ‘Rebelión en la granja’, de Orwell, para Griñán y el PSOE todos los imputados son iguales, pero algunos son menos imputados que otros.

La doble jubilación

Mercasevilla ha exportado sus escándalos hasta Jaén al desvelar el PP que un miembro de la Ejecutiva del PSOE de Baeza habría cobrado como prejubilado de la lonja sin haber trabajado en ella en toda su vida.

A Antonio Garrido, jubilado de Coosur, una mano que mece la cuna lo incluyó en las prejubilaciones del Merca aprovechando su tramitación por  la Consejería de Empleo. Total, donde iban a cobrar 18, bien podrían hacerlo 19. Mientras la Junta se hace la loca con los 40 prejubilados pendientes para no abonar ni un euro, al jubilado por duplicado le habrían ingresado 131.550 euros, a razón de 5.876 euros/mes, un dinero que no verán junto a lo largo de su vida los actuales mileuristas. Para colmo, a las 48 horas se descubrió un nuevo caso de intrusismo: una mujer que nunca pisó el Merca, Carmen Fontela es su gracia,  aparece en la lista con unos 170.000 euros librados por el Banco Vitalicio.

Los supuestos  beneficiarios lo niegan todo y perjuran que debe tratarse de un error, inmenso error, que habría dicho Areilza, pero si el Banco certifica que ha transferido el dinero,  a alguna cuenta debe haber llegado, salvo que se haya perdido por las alcantarillas de Mercasevilla, donde huele cada vez  más a podrido.

Puigcercós, el republicano catalán de la polémica  por decir que en Andalucía no paga impuestos ni dios, va a tener que tragarse sus palabras. La cuestión ahora no es que aquí no pague nadie, sino cómo es posible que se cobre dos veces. Asimismo, Griñán debería corregir sus declaraciones sobre que en Andalucía ha mandado la cultura de la subvención. Eso ya es cosa del pasado. Ahora, como demuestran Empleo y Mercasevilla, lo que se lleva es la cultura de la doble jubilación. Y por partida doble.

LAS ‘TONTAS’ DEL ALCALDE

Lopera llamaba las ‘tontas’ a sus empresas que parasitaban al Betis y que según su particular interpretación de la economía aseguraban la financiación del club, si bien  la juez Alaya ha echado por tierra el mito al establecer que lo que presuntamente hacían era  desviarse a sus cuentas el dinero de la entidad verdiblanca..

Monteseirín también tiene sus particulares ‘tontas’, salvo que en vez de llamarse Tegasa o Encadesa responden por Tussam, Lipassam y en especial su (caja) ‘tonta’ preferida, Giralda TV, auténticas sanguijuelas de las arcas municipales.

El Ayuntamiento dice que no tiene un euro para así tratar de pagarles los atrasos a sus funcionarios sólo con días libres, confiado en que se hagan el trabajo entre ellos y le salga la jugada gratis, pero los sindicatos no pasan por el  aro.

No hay dinero según la versión oficial pero Monteseirín se ha dado trazas para, rebuscando, hallar, oh casualidad, unos remanentes con los que inyectarle tres millones a Lipasam, dos a Tussam y tres a su maquilladora de imagen, Giralda TV, que ha perdido ya 8,6 millones de euros y se ha gastado un 69% más de lo previsto pese a la crisis.

Al tiempo que se conocía este balance catódico y caótico, la patronal de las televisiones privadas, Uteca, publicaba un informe sobre el despilfarro de las Tv públicas con el siguiente aserto: “Todos nos hemos ajustado el cinturón menos ellas”. Ignora que las ‘tontas’ de Monteseirín nunca se ponen a dieta.

DESMEMORIA

El redactor del PGOU, Fustegueras, dio una conferencia en Emasesa para echarle un cable a Monteseirín con las peatonalizaciones, que tan poco disfrutan porque generalmente van en coche oficial.

El. arquitecto también apoyó así el tranvía por la Avenida: “Podría haber sido otro medio y más barato, pero no creo que pase mucho tiempo en que se convierta en una parte más del Metro”. Será manipulando una vez más el lenguaje,  porque por definición Metro es un tren subterráneo y tranvía uno en superficie. Lo que no dijo Fustegueras es que la Junta ya ofreció al Ayuntamiento integrar el tranvía en el Metro mediante el subterfugio de clasificarlo como una extensión metropolitana y asumiendo sus costes.

Ello suponía un importante ahorro para la ciudad pero a condición de segregar el tranvía de Tussam e incluirlo en la política de transportes de la Junta. ¿No se pide  eso mismo ahora que la empresa municipal está en la quiebra? Monteseirín se frotaba las manos, pero bastaron unas cuantas serenatas sindicales bajo su balcón con el espantajo de la privatización para que rechazara  la oferta. Por la debilidad del alcalde, Sevilla ha soportado el oneroso coste del tranvía disfrazado de ‘Metrocentro’.

ANTES QUE EL FLAMENCO

Ahora que la Unesco está de moda por haber declarado el flamenco Patrimonio de la Humanidad les invito a que miren su página web y lean, bajo el título ‘Sevilla, España, primera ciudad de la Unesco de la música´, lo siguiente: “Sevilla se convirtió el 30 de marzo de 2006 en la primera ciudad de la Unesco de la Música en el marco de la Red de Ciudades Creativas de la Alianza global para la Diversidad Cultural. La ciudad es célebre no solamente por ser un centro de creatividad y actividad, sino que también refleja varios siglos de tradición musical y de diversas influencias mundiales. Eventos musicales extraordinarios reúnen artistas de todos los géneros y atraen la calidad y la diversidad a esta ciudad que apoya y estimula con orgullo su música…(¿?).”

Tenemos la marca Unesco cuatro años antes que el flamenco, pero por los recortes que le aplican al Maestranza y la Sinfónica parece que las Administraciones todavía no se han enterado. En Sevilla, hasta la música es víctima de las conspiraciones de silencio.

La otra Ronda

Torrijos ha programado para los domingos a partir de ahora (dos al mes, en principio) el cierre de 4,5 kilómetros de la Ronda histórica para, inspirándose en Bogotá hace 30 años, organizar marchas en bicicleta, exhibiciones de patinaje, actuaciones de malabaristas y piratas, cuentacuentos, pasacalles y otras actividades lúdicas y deportivas.

Según Torrijos, este corte no generará molestias (serán sus usuarios y los vecinos quienes lo dirán con más propiedad, pacificará el tráfico y reducirá la contaminación (no, porque a la postre aquél se desviará por otros sitios) y hará más amable la ciudad (relativamente, ya que será más irritable aquella parte de la urbe que sufra la descongestión parcial de la Ronda).

En suma, ésta es la proclama de Torrijos: “Hay que fomentar una nueva cultura de ocupación y aprovechamiento de los espacios públicos”.

LA ALTERNATIVA

¿Por qué imitar a Bogotá, cortar la Ronda, pagar más horas extra a la Policía para que vigile a los conductores despistados, crear problemas a la circulación de autobuses y coches y usar tan sólo 4,5 kilómetros y únicamente dos días al mes, cuando Sevilla tiene una alternativa  que no tiene Bogotá? Tiene otra Ronda hasta ocho veces más larga y que podría aprovecharse los 365 días del año.

Esa Ronda son las márgenes del Guadalquivir, pues sólo desde San Jerónimo hasta el puente de las Delicias por la margen izquierda y desde el Alamillo hasta la Feria por la derecha hay al menos 8 kilómetros de riberas urbanizadas y semiurbanizadas con escasísimo aprovechamiento por parte de los sevillanos.

Esos 8 kilómetros en cada ribera suman 16, y si reparamos en que hay dos niveles, el superior (Vg.- el Paseo Alcalde Marqués del Contadero), y el inferior (Vg.- el Muelle de la Sal), al final Sevilla podría gozar de un circuito de muchos más kilómetros donde albergar y desarrollar todo tipo de actividades, sin afecciones al resto de la ciudad.

POSIBILIDADES

Al borde del río se podrían haber reutilizado, tal como preconizó García Camarasa, jardinero mayor de la Expo, los 8 kilómetros de pérgolas que maravillaron al mundo por su original simplicidad, belleza floral y eficacia en la Muestra y que proyectaban 50.000 m2 de sombra. Otros 30.000 m2 se consiguieron mediante cubiertas y toldos, un método barato e igual de eficaz que también podría haberse imitado junto al Guadalquivir. Sin embargo, la falta de imaginación y desidia de las Administraciones es tal, que las pérgolas que aún no han sido saqueadas por los vándalos para venderlas como chatarra, siguen tiradas en los terrenos inundables de la Cartuja.

Las orillas del Guadalquivir podrían ser un atractivo de primer orden para nativos y turistas con puestos permanentes de artesanía y comida típica como los que tiene Roma junto al río Tíber, desde el castillo de Sant Angelo a la isla Tiberina. O con ‘bouquinistes’ (pequeños puestos de libros de ocasión y souvenirs) como los de París en muelles del Sena y que incipientemente aparecen en el Prado de San Sebastián. El borde de nuestro río podría acoger hasta piscinas y playas fluviales, tantas veces prometidas antes de  cada elección municipal y nunca realizadas, pese a que es posible verlas en otras capitales centroeuropeas sin el tórrido calor de Sevilla.

PEOR QUE ANTES

La recuperación de las orillas sigue siendo la asignatura pendiente de la ciudad. Lo ha dicho hasta el arquitecto sevillano Vázquez Consuegra, premio de la Arquitectura Española 2005 por haber reordenado para los habitantes de Vigo dos kilómetros de borde marítimo. Sevilla tiene esta asignatura pendiente pese a que en el PGOU figuraba la devolución a los sevillanos de la margen derecha del Guadalquivir, ocupada por bares, restaurantes y clubes privados y que según el redactor del Plan, Fustegueras, debe ser  tan importante para la ciudad como la playa de la Victoria para Cádiz.

¿Qué ha hecho, sin embargo,  el Gobierno de progreso PSOE-IU/ Monteseirín-Torrijos? Tal como describe el profesor Leandro del Moral en su informe sobre la ría del Guadalquivir, “la realidad está dominada por el mantenimiento de las instalaciones privadas. La enajenación por el Estado de parte de los suelos de los concesionarios privados situados en la ribera de la calle Betis –añade- resucitó la vieja disputa patrimonial entre la administración central y el ayuntamiento. La postergación del desmantelamiento de la comisaría y de las actividades hosteleras, que incluso se han incrementado (erección del restaurante Abades, por ejemplo) han constituido nuevos golpes a la promesa de liberación de la ribera de la calle Betis. Se descarta o posterga el traslado de los clubes deportivos y se crea un pacto de silencio en torno a la Fábrica de Tabacos….La única operación positiva realizada, aguas arriba de esta zona, es la conversión en transitable del paseo de la O (entre los puentes de Triana y Chapina). Más al sur, el único punto que se ha cumplido es el desmantelamiento, posiblemente innecesario, y posterior traslado, seguramente infausto, del puente de Alfonso XIII”.

Y como el Ayuntamiento que se proclama de izquierdas no se atreve a tocar  los intereses privados en suelo público de la margen derecha, pese a lo que preveía el PGOU, ofrece ahora el sucedáneo de construir ¡una pasarela flotante sobre el agua! Mientras organiza pasacalles y paseos en bici por la Ronda, Torrijos huye de fomentar en la orilla de Triana y Los Remedios esa cultura de ocupación y aprovechamiento de los espacios públicos que predica. Torrijos sólo dispara con balas de fogueo.

El ficus seco

En el extremo de la ciudad deportiva del Betis, Heliópolis y su émulo Nuevo Heliópolis se alza, como un triste espantapájaros vegetal con sus muñones secos, un enorme ficus ya renegrecido que en su día fue un árbol frondoso en los jardines del Prado. Bajo sus ramas jugaron los niños y en su copa anidaron los pájaros, hasta que un día alguien decidió que estorbaba a la biblioteca universitaria de Zaha Hadid y, para evitar más protestas de vecinos y ecologistas, lo trasplantó a esta tierra extraña.. Se convirtió así en un solitario ejemplar en medio de una pradera de jaramagos que a duras penas verdea en verano. Dijeron no se sabe qué expertos que ninguno de los árboles trasplantados fuera del Prado se había perdido y que la operación fue todo un éxito. Este esqueleto vegetal prueba lo contrario. Quizás murió al verse solo, de la misma tristeza que los naranjos, por no poder oír más las risas infantiles y el trino de las aves. A este ficus seco, al contrario que al olmo de Machado, ya no le brotan ramas reverdecidas, ni espera milagro alguno de la primavera.

Desembarco en Nervión

Manuel Marchena fue visto hace unos días en Utrera con un tal Jiménez (no el exentrenador de Arahal, sino otro que alardeaba de ir de blanco y rojo por la vida), algunos directivos del Sevilla F. C. y el presidente José María Del Nido. La cuestión no tendría nada de extraño, dado que el valido del alcalde es un furibundo hincha palangana al igual que Torrijos y gran aficionado a las pinceladas de mariscos al centro, pero parece que la reunión secreta era de más altos vuelos. En la hipótesis  de que Del Nido tuviera problemas judiciales en Marbella con el ‘caso minutas’, los conmilitones habrían abordado la posibilidad de que las acciones del grupo al que representa fueran pignoradas en favor de una sociedad a la que se vincularía Marchena que, atención a la jugada, no descartaría optar a la presidencia del club. Si a esto se une la decisión del Sevilla F. C. de activar su canal de televisión digital cuanto antes, esto huele a los preparativos para un desembarco de hombres de Monteseirín  en la entidad de Nervión. Y la paradoja es que Alfredo es del Betis.