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El agua cubre Las Cruces

El agua cubre el fondo de la corta minera de

Las Cruces pese a meses sin lluvias

La Junta ha expedientado a la compañía por

extraer 800.000 m3 más de la cuenta

El fondo de la corta minera de Cobre las Cruces sigue cubierto de agua pese a que en la comarca no ha llovido desde hace meses, según denuncia Ecologistas en Acción mediante fotografías aéreas obtenidas durante un vuelo realizado el pasado 12 de septiembre. A juicio de los ecologistas, esta situación demuestra que los problemas sufridos por la mina en el último año no se han debido al exceso de precipitaciones, sino a la afección que le supone la existencia del acuífero Niebla-Posadas.

Los conservacionistas cuestionan con un nuevo reportaje fotográfico a vista de pájaro la eficacia del sistema de drenaje y reinyección de Cobre las Cruces y estiman que la filial de la multinacional canadiense Inmet Minning es incapaz de contener y/o drenar el exceso de agua que fluye del acuífero, cuyo volumen habría rebasado tiempo ha los cálculos más optimistas del modelo matemático utilizado en el proyecto para simular el comportamiento del sistema hidrológico que rodea al yacimiento minero.

Metafóricamente, es como si Cobre las Cruces hubiera horadado un terreno equivalente a una esponja llena de agua para extraer el cobre de su interior y el agua contenida en la esponja se filtrara continuamente al lecho de la mina pero en mucha mayor cantidad de lo previsto por los ingenieros que en su día idearon este sistema sin precedentes para arrancarle a la Naturaleza la materia prima.

El pasado mes de agosto trascendió que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía incoó en mayo un expediente sancionador a Cobre las Cruces por incumplir la condición de compensar en su totalidad las extracciones de agua realizadas en el acuífero Niebla-Posadas, cláusula impuesta por la Administración andaluza para permitir la extracción del mineral.

La Junta estima que la compañía extrajo unos 800.000 m3 más de lo estipulado y que sólo logró restituir unos 400.000 m3. En resumen, que entra más cantidad de agua subterránea que la que luego Cobre las Cruces devuelve al acuífero, una situación considerada como falta grave por Medio Ambiente.

Para compensar este exceso de detracción, Cobre las Cruces tendría que adquirir derechos de agua a terceros por una cantidad equivalente, aunque hasta ahora no ha logrado cumplir este objetivo.

Las Cruces investiga el ‘accidente oculto’

La compañía minera Cobre las Cruces ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias en que se produjo el accidente en que durante el pasado fin de semana dos operarios que reparaban una motobomba de gran potencia sufrieron quemaduras y acabaron en el servicio de Urgencias del hospital Virgen Macarena de Sevilla.

Cobre las Cruces afirma tajantemente que no tenía constancia alguna del suceso revelado ayer, por lo que ha exigido explicaciones a la compañía contratista del Aljarafe que participa en los trabajos de drenaje y reinyección y que sigue manteniendo la versión de que el percance, que ha calificado de leve pese a que los empleados acabaron de baja, se produjo en un taller de Burguillos y no en el complejo minero.

Sin embargo, la motobomba objeto de la supuesta reparación en una nave del Aljarafe permaneció el día del suceso en el interior de la corta y los operarios no supieron explicar cómo agua o/y vapor a gran temperatura les roció de lleno durante ese teórico arreglo en frío y en seco.

Por otra parte, en relación con el posterior suceso en que tres obreros resultaron gravemente heridos por contacto con ácido sulfúrico tras romperse una tubería en la mina de Las Cruces, en medios relacionados con la prevención de riesgos laborales se ha destacado un nuevo tratamiento existente que permitió la rápida recuperación de un operario de Ence en Huelva y que también sufrió hace unos meses quemaduras por productos químicos.

La antigua Empresa Nacional de Celulosas disponía en su dispensario médico de una sustancia denominada diphoterine que, por su polivalencia, permitía detener cada uno de los seis tipos de reacción posibles: ácido, básico, oxidación, reducción, solvatación y quelación.

Gracias a un efecto osmótico, con la aplicación de esta nueva sustancia se logró atraer hacia fuera el producto químico que había penetrado en el cuerpo del obrero accidentado y salvarle la vida, además de evitarle graves secuelas, hasta el punto de que se ha podido reincorporar posteriormente a su puesto de trabajo sin más complicaciones.

Accidente ‘secreto’ en Las Cruces

Dos operarios sufrieron quemaduras en la mina de Las Cruces el fin de semana anterior

Trabajaban en el interior de la corta con una motobomba de gran potencia y fueron trasladados a Urgencias del Macarena

Dos trabajadores de una empresa del Aljarafe contratada por Cobre las Cruces para trabajos del sistema de drenaje y reinyección y en materia de aguas del complejo minero sufrieron quemaduras en otro accidente acaecido el viernes 21 de mayo, justo cuatro días antes de que, el pasado martes,  una tubería con ácido sulfúrico se rompiera y vertiera su contenido sobre tres operarios. Mientras que este suceso ha trascendido a la opinión pública, sobre el otro se ha guardado el más absoluto silencio.

Dos operarios de la compañía aljarafeña se hallaban el viernes en interior de la corta a cielo abierto de Cobre las Cruces para comprobar por qué la bomba que extrae el agua que fluye desde el acuífero Niebla-Posadas no estaba bombeando líquido elemento hasta el depósito exterior. La motobomba era una Volvo con una fuerza equivalente a la de 300 caballos de vapor y capaz de extraer más de 250.000 litros de agua a la hora.

Técnicamente estaba ‘cavitando’, es decir, la turbina estaba girando pero no impulsaba el agua hacia los niveles superiores, por lo que aquélla estaba siendo batida en el cuerpo del ingenio mecánico. Al no circular el agua, tampoco se refrigeraba el cuerpo de la bomba, por lo que probablemente empezó a hervir y se formaría una burbuja de vapor. Verosímilmente, la presión del vapor acabó rompiendo el sello del cuerpo de la bomba y alcanzó a los dos operarios, los cuales sufrieron quemaduras desde parte del rostro hasta el tórax.

Los dos accidentados, cuyos nombres responden a las iniciales J.E.M. y F.D.M., fueron evacuados desde el fondo de la corta minera e introducidos en un vehículo al servicio de la compañía contratista que, por la naturaleza de los trabajos hidráulicos que realiza, se mueve habitualmente por todo el complejo minero y dispone de llaves de puertas de acceso y salida que no son las utilizadas habitualmente para el trasiego de operarios.

La persona que conducía el vehículo, de gran potencia y tamaño para poder maniobrar por las anfractuosidades del complejo minero, se hallaba en un estado de nervios tal por la situación creada y el hecho de transportar a dos heridos con quemaduras junto a él que no engranó bien las marchas y acabó rompiendo el motor a escasos metros del hospital Virgen Macarena de Sevilla, al que los trasladó ya avanzada la tarde-noche  del viernes.

El Servicio de Urgencias del hospital ha confirmado a este periódico el ingreso en Urgencias de los dos heridos, los cuales habrían sido aleccionados para que facilitaran la versión de que el accidente se produjo cuando arreglaban una motobomba alquilada a Cobre las Cruces pero no el interior de la mina, sino en una nave industrial de Burguillos. Lo que no supieron explicar es cómo una motobomba en frío y en seco en un taller pudo arrojar sobre ellos agua hirviendo o vapor a altas temperaturas. Por otra parte, al haberse producido el accidente durante el fin de semana, daba margen de maniobra a la compañía auxiliar para sustituir a los operarios por otros el lunes sin levantar sospechas.

Cobre Las Cruces aún no ha respondido oficialmente  sobre este suceso, que no ha sido reflejado en el gran cartel de días sin percances que está colocado a la entrada de la planta. Si hubiera trascendido el accidente, habría obligado a la intervención de la Dirección General de Minas de la Junta de Andalucía por haberse producido en el interior de la corta minera.

Según los testimonios recogidos, es muy probable que la empresa  contratista haya ocultado el suceso a Cobre las Cruces, ya que este tipo de multinacionales penalizan a las empresas auxiliares con episodios de inseguridad laboral. Si así fuera, este suceso dejaría en evidencia la falta de control de la compañía minera sobre sus propias instalaciones y la falta de supervisión de la Junta, pues la empresa afectada por el accidente está involucrada  en el vital sistema de drenaje y reinyección y el tendido de tuberías que pasan junto al arroyo Garnacha.

Esta rivera fue desviada al interior de la mina y confluye a su salida con el arroyo Molinos. Pues bien, pese a que éste es el principal y de más caudal, los aspectos morfodinámicos del terreno revelan ahora que el Garnacha aporta mucho mayor volumen de agua que el otro, sin que ni la Confederación Hidrográfica ni la Junta de Andalucía hayan encontrado aún una explicación a este anómalo fenómeno hidráulico.

Imputados 4 directivos de Las Cruces

La juez cita a declarar al director general y a los de Minas, Aguas y Medio Ambiente de la compañía por la presunta contaminación del acuífero con arsénico

Da un plazo de veinte días al Igme para que entregue un informe definitivo sobre la compañía minera

La juez titular del Juzgado de Instrucción Nº 19 de Sevilla, Ana Escribano Mora, ha citado a declarar en calidad de imputados y con asistencia de letrados a cuatro directivos de Cobre las Cruces (CLC), filial de la multinacional canadiense Inmet Minning Corporation (IMC), en la causa abierta por la presunta contaminación con arsénico del acuífero Niebla-Posadas y por el incumplimiento de las condiciones del permiso inicial dado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), hechos denunciados hace casi dos años por la Fiscalía de Sevilla y Ecologistas en Acción.

Los imputados por la magistrada son François Fleury, consejero director general de la compañía; William Thomas William, director del departamento de Minas; Juan Carlos Baquero Ubeda, director del departamento de Gestión de Aguas, y Paz Cosmen Shortamm, directora del departamento de Medio Ambiente. Los dos primeros deberán comparecer en el Juzgado el día 17 de mayo; los dos segundos, una semana después. Asimismo, la juez requiere al Instituto Geológico y Minero de España (Igme) para que en el plazo de veinte días le remita el informe definitivo que sobre la actuación de la compañía minera le requirió en su día.

La Fiscalía de Sevilla denunció a Cobre las Cruces por un presunto delito ecológico al haber causado, supuestamente, una grave alteración del curso de las aguas, con el consiguiente peligro para las personas y el entorno medioambiental. Según el fiscal, por la actuación de la empresa minera de capital canadiense habría resultado afectado por arsénico un acuífero (el de Niebla-Posadas) del que se abastece la población, y las consecuencias habrían sido aún mayores de no haberse adoptado la medida cautelar de suspensión por la CHG. El Ministerio Público valoró en su momento  el perjuicio presuntamente causado en 322.381 euros.

La CHG detectó que la compañía minera no había respetado las condiciones con las que se otorgó el permiso de explotación con el fin de proteger el acuífero y que, además, habría reinyectado en el mismo aguas presuntamente contaminadas. Según la denuncia del fiscal, el 2 de abril de 2008 se tomaron muestras de las aguas reinyectadas y se detectaron diversas sustancias contaminantes, fundamentalmente arsénico, con valores muy superiores a los permitidos por la ley en el agua para consumo humano. Para el Ministerio Público ello se debió a la inyección de agua procedente del fondo de la corta minera, “lo que estaba terminantemente prohibido”.

Incumplimientos sistemáticos

En la resolución de suspensión de la autorización para las obras del sistema de drenaje-inyección (SDR) de Cobre las Cruces, acordada por la Comisaría de Aguas de la CHG con fecha 12 de mayo de 2008, se afirma que el objeto del permiso era rebajar el nivel del agua subterránea por debajo del yacimiento de mineral a fin de permitir su extracción, y que para proteger el acuífero y evitar la pérdida de agua, CLC preveía un sistema de reinyección de los recursos extraídos en el propio acuífero, basado en un modelo hidrogeológico y de gestión matemático.

Sin embargo, siempre según el documento de la CHG, la compañía introdujo importantes modificaciones en el modelo matemático con respecto al que sirvió de base a la autorización e inició por su cuenta la actividad en la explotación minera. Para colmo, se llegó a una situación que ni siquiera ésta se ajustaba al modelo modificado. Asimismo, CLC comenzó a extraer agua del acuífero antes de que culminara el proceso de reconocimiento y precintado de los mecanismos de control. No contrató un hidrogeólogo residente, condición exigida en el permiso, hasta cuatro años después y la  actuación de este profesional no se ajustó a las funciones que le correspondían.

Cobre las Cruces vulneró también la prohibición de no inyectar agua procedente de un sector en otro distinto, que había impuesto la CHG con el fin de preservar la calidad natural de las aguas subterráneas. “Un elemento (inyector en sector distinto) planteado como excepción, en realidad se pretende convertir en norma, contraviniendo el esquema de funcionamiento planteado anteriormente”, acusaba la CHG. La compañía comenzó a actuar sin el exigido plan de contingencias previo, donde debían preverse las operaciones en caso de un vertido accidental o cualquier otro imprevisto.

Tampoco cumplió la exigencia de mantener el volumen de agua del acuífero, pues al poco ya le habían detraído 519.836,31 m3 (informe del 16 de mayo de 2008). Y el aspecto clave fue el de la contaminación. La condición específica octava del permiso establecía que “las aguas procedentes del drenaje del fondo de corta en ningún momento podrán formar parte del sistema de drenaje-inyección, por lo que no serán bombeadas ni reinyectadas posteriormente en el acuífero”. Este aspecto tenía una especial relevancia, ya que las aguas del fondo de la corta son contaminadas por metales cuya reinyección en el acuífero supone un peligro de alteración de las aguas subterráneas.

Según la CHG, en este aspecto el proyecto presentaba importantes deficiencias, habiendo propuesto la empresa una reinyección de las aguas del fondo de la corta previamente tratadas, “lo cual no está contemplado en la autorización”. La Comisaría de Aguas acabó detectando evidencias de contaminación metálica en el drenaje que desde el sondeo conocido como de la Gravera llegaba hasta el río Rivera de Huelva, y contaminación por oxidación de las aguas drenadas.

Las Cruces se ahoga

El nivel del agua en el fondo de la corta sigue subiendo incluso en ausencia de lluvias

El sistema de  tratamiento del agua contaminada ha quedado desbordado

La extracción de mineral  queda interrumpida al menos hasta mediados de abril

La compañía realiza sondeos dentro de la misma corta en cotas próximas al acuífero

El nivel del agua en el fondo de la corta de la mina de Las Cruces ha seguido subiendo desde que desvelé en El Mundo  a finales de enero la inundación que sufre el yacimiento y ya ha subido entre tres y cuatro metros, tal como atestiguan las fotografías aéreas tomadas por Ecologistas en Acción en un nuevo vuelo realizado el pasado día 13 de marzo, por lo que el volumen de líquido acumulado en el interior de la mina se ha incrementado en unos veinte mil metros cúbicos pese a los continuos bombeos realizados por Cobre las Cruces (CLC) en este último mes y medio.

Si a finales de enero la compañía trataba de minimizar la situación creada inicialmente por el temporal de lluvias de diciembre y expresaba que en quince días se reanudaría la extracción de mineral, ahora la previsión es de acceder al fondo de la corta a mediados de abril.

CLC trata siempre de vincular la causa del problema a lluvias extraordinarias, pero lo cierto es que el tiempo ha dado una generosa tregua durante el mes de marzo, un periodo teóricamente más que suficiente para haber reabierto la mina conforme a aquella previsión de quince días formulada en enero.

La realidad, sin embargo, es que la compañía canadiense aún no ha conseguido acceder hasta el fondo de la corta ni llegar hasta los dos grupos de bombeo situados en zonas más profundas. Asimismo, la excavadora de cadenas que va abriendo camino se encuentra en la rampa de acceso a treinta metros de la parte más baja de la mina  (en la que los últimos diez metros están completamente inundados).

Los derrumbes generalizados de las bermas de los bancos y la elevación del nivel del agua han sumergido y enterrado el grupo de bombeo más profundo de los que fueron instalados en la corta y lo han dejado inutilizado.

La cantidad de agua acumulada en  la corta en este momento es de aproximadamente unos 70.000 (setenta mil) metros cúbicos. Contribuye además a esta acumulación de agua la parada que ha efectuado la Planta de Tratamiento, que deja de consumir unos 1.000 metros cúbicos diarios procedentes de las Aguas de Drenaje Ácido de la mina, por lo que este volumen seguirá  incrementándose muy probablemente.

EL PROBLEMA DE FONDO

El grave problema al que se enfrenta Cobre Las Cruces es que los aportes de agua que se acumulan en fondo de la Corta procedentes del acuífero Niebla-Posadas supondrían  una detracción del mismo mucho mayor que la autorizada y, además, superarían con creces la capacidad de tratamiento del  sistema existente. Quizás sea por eso –y para minimizar estos aportes hídricos antes de que se contaminen como agua de contacto- por lo que la empresa está haciendo sondeos de captación dentro de la misma corta, en cotas inmediatas (-130 metros) a la de ubicación del acuífero (-140 metros) .

La acumulación de agua durante casi tres meses ya, pese a la ausencia de lluvias en las últimas semanas, denotaría que el SDR –Sistema de Drenaje Reinyección- ideado por FRASA  para Cobre las Cruces no estaría siendo  capaz de cumplir los objetivos previstos de deprimir suficientemente el nivel piezométrico del acuífero Niebla-Posadas en el entorno de la explotación minera.

Se iban a detraer unos 5 litros/segundo pero el aporte de agua a la corta estaría ya por encima de los 60 litros/segundo. Además, la empresa no ha podido impedir hasta ahora que el agua llegue a la explotación a cielo abierto tal como se comprometió  en su Plan Global de Gestión de Aguas, presentado en Septiembre de 2008, mientras estaban suspendidas las autorizaciones de operación (el parón duró un año).

Tampoco ha funcionado tal como se preveía el Plan de Gestión de Aguas de Contacto diseñado por MP MEDIOAMBIENTE y presentado en Enero de 2009.  La capacidad de tratamiento de las aguas contaminadas mediante el Sistema de Ósmosis Inversa se ha mostrado completamente insuficiente a la vista de la situación existente. El Plan preveía un máximo de 90 m3/hora cuando los responsables de la mina deben enfrentarse a un flujo de 220 m3/hora, volumen que más que duplica la capacidad de tratamiento de la planta.

CONSECUENCIAS

Todos estos problemas están afectando gravemente al proyecto minero, cuya puesta en producción de régimen  comercial estándar estaba prevista para el presente mes de Marzo, según reflejó en su página web INMET MINING, la multinacional canadiense propietaria del 70% de Cobre Las Cruces. La situación real es de casi tres meses de parada de la mina por causas de fuerza mayor y con una dudosa perspectiva de recuperación inmediata cuando los volúmenes de aguas ácidas existentes se van incrementando día a día en lugar de disminuir.

Técnicos independientes consideran que la situación de incapacidad de extracción de mineral en la Corta en condiciones de abastecimiento regular para la Planta Hidrometalúrgica puede prolongarse un mínimo de dos a tres meses más (CLC estima internamente al menos un mes), lo que resulta especialmente crítico para la empresa cuando el stock de mineral extraído antes de la llegada de las lluvias en Diciembre de 2009 se encuentra drásticamente reducido al día de hoy,  casi a nivel de limitar la puesta en marcha nuevamente de las instalaciones mineralúrgicas.

La compañía minera ha anunciado que contratará a más de 500 personas durante quince días para realizar tareas de mantenimiento y ajuste de los procesos de producción en el marco de una parada anual previamente programada y a un coste cercano a los 3 millones de euros.

Las Cruces: desaparecen rampas de la corta

La compañía minera Cobre las Cruces (CLC) anunció a finales de enero, tras revelar El Mundo la inundación que sufría la corta, que en el plazo de dos semanas contaba con reanudar las labores de extracción de mineral una vez concluidos los bombeos del agua acumulada en el interior. Han pasado ya tres semanas, la corta sigue inundada y al problema provocado por las lluvias y el cada vez mayor volumen de agua que fluye del acuífero Niebla-Posadas por el ‘efecto sumidero’ de la explotación, se ha sumado el derrumbamiento generalizado de los bancos de la mina.

Tal como revelan las imágenes aéreas tomadas el sábado 20 de febrero, han desaparecido prácticamente las rampas de acceso a la corta, debido a los desplomes en los taludes, y hacia la mitad de la mina, en la zona más plana (cota -100 metros) , se ha formado una gran balsa de agua, de varios miles de m3,  sobre una de las bermas más extensas.

Las rampas de penetración a la corta minera de las Cruces se han convertido en caminos de cabra y muy peligrosos tras el derrumbamiento de los taludes, hasta el punto de que, por la situación de riesgo que se ha creado, el acceso al fondo de la mina se está limitando sólo a las operaciones de bombeo del agua acumulada. Como las pistas para la circulación de vehículos han quedado impracticables o sepultadas por los desplomes de los taludes, la compañía ha barajado incluso la posibilidad de utilizar helicópteros para bajar combustible a fin de mantener operativos los grupos electrógenos del interior, ya que al menos habría tres equipos de bombeo aislados en el fondo (aproximadamente en las cotas -160, -150 y -140 metros).

Además del impacto de las lluvias sobre las inestables margas arcillosas, en Las Cruces se está observando un exceso de aporte de agua a la corta, y no sólo por causa del temporal, sino también por el ‘efecto sumidero’ que produce en el acuífero Niebla-Posadas la propia explotación minera: cuanto más se excava en busca de mineral, más agua drena el terreno, caudal incrementado porque las copiosas lluvias de este invierno han recargado el acuífero citado. Todo este cúmulo de circunstancias adversas hacen prácticamente imposible la reanudación de la extracción de mineral, aunque la actividad en la planta hidrometalúrgica no se paralizará gracias a la gran cantidad de mineral extraído previamente (podría estimarse en unas 400.000 toneladas) y al acopio aún existente.

DISEÑO TEÓRICO

La explotación minera a cielo pretende extraer el cobre contenido en 17,6 millones de toneladas con una ley del 6,2% y presenta básicamente el problema de la interacción entre una sección del cono invertido que es la Corta proyectada y el acuífero de Niebla-Posadas, justo en el contacto de unas margas azules de edad terciaria y unos materiales paleozoicos (la Faja Pirítica Ibérica) en los que encajan las mineralizaciones  que pretenden aprovecharse. Tal como reza en la autorización administrativa de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se trata de “un proyecto de una complejidad técnica inusual”, puesto que “resulta difícil encontrar a lo largo del mundo actuaciones similares y del mismo orden de magnitud”.

Básicamente, la idea que soporta la viabilidad de la explotación es el establecimiento de un Sistema de Drenaje-Reinyección –SDR- del agua del acuífero para rebajar su nivel de forma que la mina, según el Instituto Geológico y Minero de España, “quede en seco”. Teóricamente el objetivo se conseguía  mediante un anillo perimetral de 69 sondeos en torno a la explotación minera, que extraen el agua primero y la reinyectan después, a una distancia aproximada de 2,5 kms. de la corta. El sistema descrito, simple conceptualmente, es, sin embargo, muy complejo en su ejecución por la gran cantidad de factores y parámetros que intervienen, y su validez se basaba en un modelo matemático que supuestamente preveía el comportamiento del acuífero.

LLUVIA MÁS ACUÍFERO

Cobre las Cruces incumplió las condiciones impuestas por la Administración, que llegó a suspender el sistema de drenaje-reinyección de agua (SDR), por lo que se vio obligada a realizar un nuevo planteamiento que redefine y cambia la situación prevista inicialmente: el denominado Plan Global de Gestión de Aguas –PGGA-, presentado en Septiembre de 2008 suponía una inversión añadida de 15 millones de euros para depurar las aguas –mediante un proceso de ósmosis inversa- previamente a su reinyección en el acuífero en sectores distintos a los de extracción.

La concesión de aguas otorgada a CLC limita su extracción neta a 5 litros/segundo (equivalentes a 160.000 metros cúbicos/año, incluyendo las aguas de contacto) para usos minero-industriales, pero según estimaciones de técnicos independientes, se estarían extrayendo del orden de 40 litros/segundo del acuífero, debido a que éste aporta mucho más líquido del inicialmente estimado. Por tanto, el problema de la inundación no lo causarían sólo las lluvias, sino también el acuífero.

El exceso de aporte de agua, con carga contaminante y material sólido en suspensión, estaría comprometiendo la capacidad de depuración con que cuenta hasta ahora el complejo minero y causando serios problemas al sistema de filtros, tal como ha reconocido IMC, la multinacional canadiense de la que es filial CLC. El sistema de tratamiento de agua por ósmosis inversa suele presentar una tasa teórica de rechazo del 10% del caudal (por impurezas, contaminantes….), pero en las Cruces la proporción se estaría elevando al 30% y, en ocasiones, al 80%.

La conjunción de todos estos problemas ha motivado a los ecologistas a solicitar formalmente al Seprona que investigue si el aporte del acuífero a la corta (las eufemísticamente denominadas “aguas de contacto” y cuyo nombre técnico es “Drenaje Acido de Minas”/AMD) supera ya la capacidad de depuración y tratamiento de Cobre las Cruces.

Por otra parte, los problemas con los filtros de depuración habrían obligado a levantar una presa de varios metros de altura (en torno a 8 metros) en el fondo del depósito de residuos estériles para recoger los ácidos que rezuman y que, según el compromiso de CLC, no podían contener más de un 10% de humedad.

IMC reconoce problemas en Las Cruces

Inmet Mining Corporation (IMC), la multinacional minera canadiense de la que es filial la española Cobre las Cruces, reconoce en su página web oficial los problemas que están afectando a la mina sevillana, pese a que los responsables de esta última los niegan o minimizan. IMC colgó en Internet el pasado 20 de enero un informe en el que se da cuenta de una serie de fallos en los sistemas operativos que han afectado al ritmo de producción de la planta hidrometalúrgica de Cobre las Cruces; del efecto del temporal de lluvias que, como informó este periódico, inundó la corta minera, y del problema surgido con la deshidratación o secado de los lodos fruto del proceso mineralúrgico. Tras conocerse este informe,  las acciones de IMC en bolsa de Toronto bajaron desde 70$ hasta 58.05$ en un solo día. Actualmente están en torno a los 53$.

IMC revela que Cobre las Cruces no ha logrado alcanzar en el último cuatrimestre de 2009 la producción comercial prevista de cátodos de cobre, que se ha limitado a 3.300 toneladas en vez de a 8.700, por una serie de fallos operativos que han afectado al ritmo de trabajo de la planta hidrometalúrgica. La multinacional desgrana un rosario de problemas y su impacto en la merma de la producción: por incidencias en el espesador, 1.700 toneladas menos; por causa de los filtros, 1.000 Tn.; por bloqueo en las cintas transportadoras, 300 Tn.; por problemas generales (concepto que englobaría el temporal de lluvias), 600 Tn.; por cuestiones de mantenimiento, 1.100 Tn.; por ‘Otros’, 700 Tn. La multinacional canadiense confía en que todos estos problemas queden resueltos en el primer cuatrimestre de 2010, para que en mayo se alcance el 60% del total de la capacidad productiva y en agosto el 100% y llegar así a conseguir  72.000 toneladas de cátodos de cobre anualmente.

IMC reconoce en su informe (http://www.inmetmining.com) que por causa de las lluvias récord en las dos últimas semanas de diciembre Cobre las Cruces  tuvo que utilizar la planta de tratamiento de agua para reducir los niveles críticos de líquido en las balsas del proceso (de producción) más que para tratar el agua resultante del proceso hidrometalúrgico, con lo cual se redujo significativamente el rendimiento de la planta industrial de producción de cobre.

Además, el eje del tanque espesador habría sido atacado por ácidos al no estar bien aislado ni ser suficientemente inerte ante los reactivos, lo cual está obligando a Las Cruces a sustituir componentes por otros de acero inoxidable. El fallo en el mecanismo de protección del espesador provocó su completa paralización en el mes de octubre; también han sufrido problemas los filtros y la cinta transportadora, así como el preneutralizador del espesador.

Lodos de desecho

Más significativo aún es el reconocimiento de que hay una cuestión de fondo no resuelta satisfactoriamente. “Creemos –dice el informe de IMC- que nuestra capacidad para deshidratar los lodos de la planta de neutralización es un cuello de botella para el rendimiento”. La multinacional canadiense resume el proceso productivo en Las Cruces, recuerda que los residuos mineros se deshidratan con un sistema de filtros-prensa y que el producto resultante se apila en un lugar del complejo minero. El problema es que, tal como revela el informe colgado en la página web, el sistema de filtrado de los residuos  no ha respondido como se esperaba, “debido a la naturaleza del material”. IMC dice que está aumentando la capacidad de filtrado con más equipos y mejorando el funcionamiento de los existentes y que culminará este proceso en el mes de marzo, cuando paralice las operaciones durante diez días.

Las fotografías aéreas difundidas por Ecologistas en Acción en las últimas semanas demuestran que se está acumulando líquido ácido en el vaso de encapsulamiento de los residuos, como consecuencia de lo que rezuma de estos últimos, cuando el factor diferencial del que presumía Las Cruces respecto de Aznalcóllar era justamente el carácter ‘seco’ de sus lodos, los cuales únicamente acumularían un 10% de humedad. La sustancia líquida que desprenden los residuos de la planta hidrometalúgica en el depósito de estériles serían ácidos (se emplean para disolver el mineral en la planta) cargados de metales pesados. IMC reconoce que tiene “un cuello de botella” para desecar los lodos cuando la planta lleva tan sólo unos meses funcionando. La previsión es que a lo largo de la vida útil de la explotación minera  se acumulen 16,5 millones de toneladas de residuos, por lo que de no resolverse el problema a tiempo se generaría una situación con la que nadie contaba cuando se inició el proyecto y que resucitaría fantasmas del pasado.

Balsa frente a depósito

El tratamiento del mineral en la planta hidrometalúrgica de Cobre las Cruces genera dos tipos de residuos mineros sólidos: estériles de tratamiento (15 millones de toneladas) filtrados a presión para separar el líquido del sólido, y un producto compuesto por magnetita, yeso y cantidades mínimas de hidróxidos metálicos (1,5 millones de toneladas). El filtrado del estéril de tratamiento produce un material sólido con consistencia de arena húmeda que se deposita en un vaso de estériles en forma sólida y seca, con teóricamente menos del 10% de humedad.

El estudio de impacto ambiental de Las Cruces, presentado el 16 de enero de 2001, dice que tradicionalmente el depósito de estériles de tratamiento en las operaciones mineras de la Faja Pirítica se ha realizado en forma de lodos contenidos en presas o balsas bajo una lámina de agua, como era el caso de la mina de Boliden en Aznalcóllar. La alternativa técnicamente viable que ofrecía Las Cruces era ese depósito en seco de los estériles, previamente filtrados para separar el líquido de la parte sólida, por, entre otras, las siguientes ventajas:

-Se reducen prácticamente a cero las filtraciones, evitando cualquier posible riesgo de impacto en las aguas subterráneas y superficiales.

-Se evita la licuefacción y fluencia de los estériles al estar secos, ya sea en condiciones estáticas o dinámicas (sismicidad) y se garantiza la estabilidad del depósito minimizando las consecuencias de un accidente potencial (la masa de estériles secos se desplazaría mínimamente en comparación con estériles subacuáticos).

La acumulación de líquido ácido en el fondo del depósito de  estériles, tal como revelan las fotos captadas por Ecologistas en Acción, revela que los residuos contienen más humedad de la estimada inicialmente en el estudio de impacto ambiental tras el que se otorgó la autorización a la mina y alimenta el temor de los ecologistas de que el vaso de residuos pueda convertirse, con sus futuros 16,5 millones de toneladas,  en una balsa de lodos a los pies del arroyo Garnacha, el cual desemboca en el Rivera de Huelva y ésta a su vez  en el Guadalquivir a la altura del puente viejo de La Algaba, aguas arriba de Sevilla.

Situación «normal»

Por su parte, la compañía minera Cobre las Cruces, filial de la multinacional canadiense Inmet Mining Corporation (IMC), ha restado importancia a la acumulación de líquido en el fondo del depósito de residuos estériles y ha negado que exista algún tipo de riesgo por esta circunstancia.

Según Cobre las Cruces, es normal que se produzca lixiviación, está contemplado en los planes de gestión de la mina y será tratada convenientemente y con normalidad.

Las Cruces: el agua inunda la corta

La extracción de mineral, paralizada desde hace un mes

La producción de cobre se mantiene gracias al acopio previo

El deslizamiento del terreno ha afectado a dos taludes y a la pista de acceso al yacimiento


La compañía niega que esté vertiendo agua contaminada y reduce a 30.000 m3  el volumen del líquido represado

La corta minera de Cobre las Cruces está inundada desde hace aproximadamente un mes tras el intenso temporal de lluvias que ha azotado toda la provincia de Sevilla y ello ha obligado a paralizar la extracción del mineral de cobre, si bien, según la compañía, el acopio previamente realizado está permitiendo mantener la actividad en la planta hidrometalúrgica.

Mientras la empresa afirma que sólo hay acumulados unos 30.000 m3 de agua -que se ha contaminado por contacto con el mineral- y que la que se bombea al exterior es previamente tratada antes de su vertido al medio natural, técnicos independientes y ecologistas estiman que hay centenares de miles de m3 en el fondo de la corta y dudan de que se estén depurando, por falta de suficiente capacidad.

Las fotografías aéreas tomadas el pasado jueves no dejan lugar a dudas: el temporal ha inundado la corta de la mina de Cobre las Cruces,  gran cantidad de agua se acumula en el yacimiento y se ha contaminado por contacto con el mineral y las intensas lluvias han causado daños evidentes a los taludes, que hace tiempo ya  sufrieron problemas de estabilidad y de seguridad por las características geológicas del terreno y el método de explotación elegido.

Según algunos técnicos mineros independientes y ecologistas que llevan ocupándose desde hace años del proyecto de Las Cruces, al menos hay todavía 20 metros de agua en el fondo de la corta pese a los bombeos acometidos por la empresa minera, de ahí que estimen en bastantes centenares de miles de metros cúbicos el volumen del líquido elemento que ha debido acumularse en el yacimiento, un agua que se ha acidificado por contacto con el mineral y que desde hace al menos un mes impide los trabajos de extracción.

Además, estos observadores dudan de que Cobre las Cruces tenga una capacidad suficiente de depuración del agua contaminada antes de verterla al medio ambiente, so pena de que la plena depuración de la misma se haga a costa de retrasar durante mucho tiempo el reinicio de las labores mineras y afectando a la rentabilidad económica.

Se da la circunstancia de que el cobre del fondo de la mina es muy soluble en el agua por su contenido en carbonato, por lo que el líquido elemento se contamina con mucha mayor rapidez que lo que es habitual en otras minas del Suroeste peninsular. El color verdoso del agua que se observa en las fotos aéreas tomadas estos días demostraría su impregnación por cobre.

Los críticos del proyecto subrayan también que además del temporal de lluvias se está produciendo lo que califican como “efecto sumidero”, esto es, a medida que se profundiza en la corta para la extracción del  mineral brota más agua del acuífero Niebla-Posadas, sobre el que se asienta el yacimiento y que se pretende mantener a raya mediante un complejo sistema de bombeo y reinyección cuya validez se basa en modelos matemáticos teóricos.

Estos han debido ser revisados ya por estimarse insuficientes en su momento las medidas adoptadas, lo que obligó a la compañía a multiplicar la inversión en paliar efectos imprevistos. Por otra parte, el temporal ha afectado la estabilidad de los taludes, otro de los talones de aquiles del proyecto por las características geológicas del terreno, según los críticos. Las imágenes aéreas muestran que por primera vez los deslizamientos han afectado a la rampa de acceso a la corta al haberse venido abajo al menos dos taludes (pueden tener alturas de unos 15 metros) y que se ha recurrido a gigantescos bulldozers para tratar de arreglar las bermas afectadas.

Versión oficial

Un portavoz oficial de Cobre las Cruces ha reconocido que la corta está inundada por efecto del temporal y que de momento sigue sin poderse extraer mineral, pero ha minimizado el impacto de la situación, pues ha reducido el volumen de agua a unos 30.000 m3 y ha expresado su confianza en que se puedan reanudar las labores mineras en unos quince días.

Según la compañía, la falta de mineral no ha paralizado la planta metalúrgica, por lo que se sigue produciendo cobre metal gracias a los acopios previos, y las autoridades administrativas que supervisan el funcionamiento de la mina están al corriente de la situación y no han puesto objeción alguna a la actuación de la empresa. Cobre las Cruces afirma que el agua contaminada por contacto con el mineral se bombea a la planta de ósmosis para su depuración antes de ser devuelta al medio natural.

Para la empresa, la afección a los taludes es una incidencia sin mayores complicaciones y normal en este tipo de terreno de la Franja Pirítica, y se trabaja en su restauración sin ningún tipo de alarmismo. Por último, Cobre las Cruces asegura que en una explotación minera se producen contingencias como la ocurrida por efecto del temporal y que por eso mismo ya se asume que se pueden perder una serie de días de trabajo a lo largo del año, por lo que a la larga se irán compensado las jornadas perdidas de extracción de mineral.