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Duplicados

Juan Espadas, que tras más de un año de rodaje en el Palomar como penitente de las culpas de Monteseirín (el peor alcalde de la historia de Sevilla) le está cogiendo el tranquillo a esto de ser líder de la oposición municipal, se ha apuntado un gran tanto político al descubrir (y con más mérito todavía por el oscurantismo de la Delegación de Hacienda) que en el plan de pago a los proveedores por deudas atrasadas desde los tiempos de Maricastaña se han incluido facturas duplicadas por, de momento, 350.000 euros, que tendrán que ser devueltos. Así pues, gracias a la eficacia de Espadas, los contribuyentes sevillanos se van a ahorrar ese dinero indebidamente abonado pero que, como se incluyó en la relación enviada a Hacienda, nos va a suponer unos 20.000 euros en intereses, de los que ahora en el gobierno local se harán los locos. ‘Chapeau’ para Espadas, que ha demostrado que lo suyo es mirar los papeles y no tanto los bancos rotos en los barrios para tratar de emular a Zoido. Y, esta vez,  un cero para Asunción Fley, la delegada que paga lo mismo dos veces.

 

La pareja

Tras mirar en los cajones y debajo de las alfombras del Ayuntamiento y de las empresas y organismos municipales durante ocho meses, Zoido ha encontrado de la era Monteseirín facturas pendientes de pago a proveedores por valor de 59.683.446 euros. La cifra en pesetas da más cabal idea de hasta dónde llegó la marea del despilfarro con el inspector médico metido a alcalde: unos 10.000 millones en números redondos. Cada año de Alfredo en la Alcaldía la deuda se engordaba en 827 kilos de media. Visto de otra manera, Monteseirín le ha dejado a cada sevillano como recuerdo de su paso por Plaza Nueva una lápida de 85 euros. Del conjunto de entes municipales, el más moroso con los proveedores ha sido la Gerencia de Urbanismo, con 17,5 millones de euros, un tercio del total de los impagados del Consistorio. Como se recordará, Monteseirín puso la Gerencia en manos de su valido, Manuel Marchena, con el argumento de que era tan buen gestor que el sueldo que cobraba le parecía poco. O sea que Marchena ha cobrado 170.740 euros por hacerle el mayor agujero al Ayuntamiento.

Sin banquillo

BanquilloPrimera lectura de la lista electoral de Juan Espadas para los votantes hispalenses: el PSOE de Sevilla se ha convertido en un partido sin banquillo. El míster, a la hora de hacer la alineación para el decisivo encuentro del 22-M, ha visto tan poca gente potable en la cantera socialista que ha tenido que fichar en el mercado de invierno a cuatro independientes para reforzar los puestos clave del equipo titular. Los sociatas de toda la vida, esos de cita diaria en la agrupación y que no faltan en los mítines llueva o ventee, o se han quedado en la grada chupando cemento o saltarán al campo de comparsas de los ‘galácticos’ del florentino Espadas. Ya ven: se han pasado cuatro años tragando carros y carretas y tratando de justificar desde las facturas falsas del caso Macarena hasta el dispendio de las setas de Monteseirín para que, a la hora de la verdad, el alcaldable les aplique el refrán que de fuera vendrá el que de tu lista electoral te echará. Mucho me temo que a la hora de la pegada de los carteles más de un socialista de base se va a declarar en huelga de brochas caídas.

Emasesa

marchena--478x270Un lector ha enviado una carta al director en la que cuenta cómo Emasesa, al frente de la cual Monteseirín puso a su valido Marchena con un sueldo de 170.000 euros, lleva un año cobrándole de más al considerar no su consumo de agua, sino que su hogar es unipersonal, cuando lo componen cuatro miembros. A la primera reclamación le contestaron que había pasado el plazo (¿?). A la segunda, tras presentar todo el papeleo, le cascaron 76 euros por cambio de contrato, pero siguieron cobrándole más de la cuenta. A la tercera tampoco fue la vencida: le habían extraviado la documentación. Y siguen cobrándole el recargo. El desesperado usuario concluye la carta planteando si estos cobros abusivos no serán para el sueldo multimillonario de Marchena. También se ha sabido que Emasesa ha emitido al menos 20.000 facturas anómalas, con, por ejemplo, datos de un cliente en el anverso y de otro en el reverso. Según la compañía, nunca había pasado antes. Con Marchena, pues, llegó el escándalo. Y pensar que Monteseirín dijo que su súper sueldo estaba justificado por su eficacia.

El que venga detrás…

….que arree. Así se desprende de las cuentas municipales presentadas por la delegada de Hacienda, Nieves Hernández, que dibujan el mismo panorama de ruina que dejó tras de sí Monteseirín a su paso por la Diputación, con su sucesor y a la vez cuñado, Luis Navarrete, hipotecado durante bastante tiempo por la ‘lápida’ de Alfredo.

El 22 de mayo  los sevillanos elegirán al sustituto del considerado generalmente  como el peor alcalde de la historia reciente de la ciudad, pero Monteseirín lo dejará atado de pies y manos durante año y medio como mínimo para que lo recuerde a diario.

Nieves Hernández

Nieves Hernández

La delegada de Hacienda ha tardado nada menos que un año  en presentar el balance de 2009, saldado con unas pérdidas  de 31,4 millones de euros, que se suman a los 87 millones de déficit en 2008.

Como además Monteseirín se ha fundido en las ‘setas’ de la Encarnación, la conversión de la Alameda en el equivalente al paseo marítimo de Islantilla y otros proyectos hasta los 172 millones que había en el PGOU para los futuros barrios, el resultado de su política es similar al mensaje que dejó en un sobre el ministro laborista británico de Hacienda a su sucesor conservador: “No hay nada en la caja”.

UNA HERENCIA DE FACTURAS

La crisis le viene de perlas a Nieves Hernández para enmascarar la bancarrota en que su jefe deja a Sevilla y  tratar de justificar un presupuesto sin  dinero para inversiones. Total, como según sus adláteres Monteseirín ya ha hecho todas las obras que había que hacer y ‘modernizado’ la ciudad a su manera (por ejemplo, duplicando con un tranvía de más de 100 millones de euros tras su ampliación el mismo trazado del Metro), lo único que debe hacer el que venga es pagar las facturas pendientes. Vamos, que no va a tener ni para poner una primera piedra.

Hasta no hace mucho, Monteseirín decía que Sevilla había roto las costuras heredadas de la Expo y  necesitaba un segundo esfuerzo inversor. Pues para ese esfuerzo no hay fondos en el ‘a priori’ propicio año electoral de 2011, y sólo habrá 1,5 millones para 2012, porque la previsión de la delegada de Hacienda es que las arcas municipales no tengan un respiro hasta al menos año y medio. Así pues, Zoido o Espadas, sea quien sea alcalde, tendrán que dedicar la cuarta parte de su mandato a tapar los agujeros de  Monteseirín.

Para mayor sarcasmo, la delegada se ha vanagloriado de la refinanciación de parte de la deuda contraída con los bancos, merced a la cual el Consistorio se ahorra el pago de 18 millones de euros en 2011. Nada dice de que el endoso empieza a correr otra vez en 2012, para la nueva corporación.

‘PATATAS CALIENTES’

El próximo alcalde se va a encontrar con otros regalos envenenados: el Ayuntamiento debe 256 euros a los 5.444  empleados municipales (entre funcionarios y personal laboral) por una subida pactada en 2008 y que no va a pagar tampoco en este ejercicio, más las horas extra de este año y las que deberán realizar el que viene para no desatender los servicios ante la falta de personal existente (hay 487 puestos vacantes), otra ‘patata caliente’ a resolver por quien coja el bastón de mando.

La mezcla de vacantes sin cubrir y del tradicional absentismo  en la Casa Grande es la causa del último conflicto laboral, motivado por la ‘externalización’ durante las vacaciones navideñas de la limpieza de los colegios.

El Ayuntamiento ha tenido que gastar de urgencia 20.000 euros en contratas con empresas, al faltarle el 27% de la plantilla entre puestos amortizados, jubilaciones sin reponer, bajas médicas, permisos, cambios de destino y liberados sindicales.

Giralda TvLos sindicatos han montado en cólera y acabado en enfrentamientos con la Policía a cuenta de sus movilizaciones de protesta por temor al inicio de la privatización de este servicio municipal, y han achacado la precaria situación de los centros docentes al desvío de 7  millones de euros para tapar las deudas de Tussam, Lipasam y Giralda Tv.

Pues a pesar de la falta de recursos humanos, el ínclito delegado del área, Alfonso Mir, ha decidido compensar a la plantilla municipal, “por su sobreesfuerzo”, regalando dos días extra de descanso a todos y cada uno de sus miembros: 60.000 horas de trabajo perdidas en total, con la clara finalidad de, ya que no quedan fondos, comprar con tiempo libre la paz social en el Ayuntamiento.

UNAS ‘SETAS’ CADA AÑO

Ese desvío de 7 millones para Tussam, Lipasam y Giralda Tv denunciado por los sindicatos es sólo un anticipo de lo que se avecina. El triunfalista anuncio de que este año se ha conseguido en Tussam un balance equilibrado (omitiendo que tras traspasarle previamente, para salvarla de la quiebra, el edificio de Diego de Riaño y la parcela del Prado reservada al edificio de Moneo y valorada en 34,5 millones de euros) no casa con las previsiones de transferencias de dinero, tanto a la empresa de transportes como a Lipasam, que ascenderán a 174 millones de euros (64+110, respectivamente) en el año próximo y a 176  millones (63+113) en 2012.

Estas cifras suponen cargar en cada ejercicio al presupuesto municipal con el equivalente a  unas ‘setas’ de la Encarnación o un estadio ‘olímpico’. El Ayuntamiento de la Sevilla de los 70.000 parados se queda sin capacidad de inversión para paliar la crisis y con una deuda de 631 millones (corporación + empresas municipales) al cabo de 12 años de mandato del actual regidor.

Hace dos meses, un periódico llevaba a título las siguientes declaraciones del alcalde: “No dejaré las arcas vacías”.

Monteseirín se cree sus propias mentiras.

Penúltimo de la fila

Mediante un sondeo nacional con un universo nueve veces superior al de muchas encuestas de esas que publican algunos  periódicos como churros un domingo sí y otro también sobre intención de voto, un día porque es lo de Cataluña y otro porque no es, se ha sometido a examen de los ciudadanos la gestión de los alcaldes de las 81 urbes más importantes del país. El (sin) de Sevilla, Sánchez Monteseirín, casi ha logrado emular a uno de esos grupos rockeros a los que es tan aficionado, al quedar en la clasificación como el penúltimo de la fila, tan sólo por delante de su homóloga de Jerez, otra que tal baila. Dicen los sociólogos y politólogos tras analizar la encuesta que los escándalos y los casos de corrupción, como Mercasevilla y las facturas falsas, le han pasado ídem. En Sevilla sabíamos cómo era Monteseirín; ahora ya lo saben en toda España, aunque hayan tardado doce años en darse cuenta. Y es que, como dijo Lincoln, “puedes engañar a todo el mundo algún tiempo; puedes engañar a algunos todo  tiempo; pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.

Tala fantasma

Si Marx -Karl, no Groucho,  aunque ésto es más propio del cómico que del ideólogo-  acuñó aquello de que la historia acaece primero como tragedia y se repite como farsa, la falsa factura falsa por los 3.000 árboles talados para el túnel de la Avenida de la Palmera demuestra que tras el escándalo por las facturas ídem del caso Macarena, que acabó con algún colaborador del (sin) alcalde en la cárcel, éste hay que tomárselo no como drama, sino a chacota. En La Palmera-Bueno Monreal no hay ni 3.000, ni 300, ni 30 ni creo que  3 árboles talados, por la sencilla razón de que ya se ahorraron plantar alguno en su día y porque las obras del túnel no afectaron a las aceras, habitual ubicación de los vegetales cuando los plantan. Pero como a (in)Movilidad le cabe el Titanic de los atascos, le cupo hasta que le colaran la factura de la tala fantasma. Parafraseando a Jardiel, podríamos preguntar: “pero…¿hubo alguna vez 3.000 palmeras en La Palmera?”. El delegado de (in)Movilidad es el único que cree que los reyes magos son Marchena y que hay 3.000 palmeras en La Palmera.

En horas 24

A mí ya no me sorprende que el Ayuntamiento del (sin) alcalde pagara en el otro distrito de las facturas falsas a una empresa tan (sin) como él: sin actividad, sin trabajadores y mediante concurso sin publicidad. Más llamativa es la vertiginosa celeridad con que la lentísima burocracia municipal actuó para adjudicarle trabajitos a la susodicha. Ni Aquiles, el de los pies ligeros, fue más rápido que el Distrito Este dirigido entonces por José Antonio García, que en una sola jornada hizo lo siguiente de una tacada: abrir expediente para contratar la obra, emitir el informe sobre el procedimiento de contratación, invitar a participar a tres empresas vinculadas entre sí, recibir los presupuestos de todas y cada una de ellas, resolver la adjudicación y trasladar el expediente a la Intervención. Tras esta proeza, el delegado que vino de la Renault y más veloz que Fernando Alonso debería ser tildado de fénix de la Administración, parangonable al de los ingenios, pues si Lope en horas 24 llevaba sus obras de las musas al teatro, García lo tramitaba todo en un día.

La trama de las facturas falsas

La Policía ha acreditado que el Ayuntamiento pagó antes de las municipales de 2003 por obras no ejecutadas en el distrito Este y amparadas en facturas falsas, al igual que en el distrito Macarena, hechos éstos por los que la Justicia condenó a penas de cárcel a José Pardo, escolta del alcalde en aquella campaña electoral, y a José Marín, exdirector de Área del Ayuntamiento y, en la época de autos, secretario del distrito.

El presidente de la Cais, José Baena, alertó a la Justicia de que en mayo de 2007 recibió copias de unas facturas por valor de 5.266 euros y emitidas por un cambio de solerías en el distrito Este, obras que jamás se ejecutaron, pese a lo cual fueron abonadas por el Ayuntamiento. La Policía elevó en 2008 a la juez del  caso un informe en el que advertía de que esas facturas no son más que “la punta del iceberg”, porque el constructor había facturado al distrito 269.412 euros sin que las cuentas cuadrasen.

La Policía ratifica así la denuncia que en 2005 hicieron los dos ediles del PA, Paola Vivancos y Rafael Carmona, que destaparon el escándalo, los cuales señalaron que había una trama de facturas falsas en los distritos  Macarena y Este. Sólo les dio tiempo antes de salir del Ayuntamiento a airear la corrupción en el primero.

CAMBIO DE PAREJA

Tras las municipales de 1999, el hartazgo de Soledad Becerril propicia la ruptura de la coalición PP-PA y la forja de una nueva alianza, PSOE-PA, que permite el acceso de Monteseirín a la Alcaldía por un pacto en el que Rojas Marcos  impuso a Chaves desde el Metro hasta  su cuota de poder municipal: controlarían el 70% de las inversiones del Ayuntamiento pese a contar con la mitad (6) de concejales.

El PA seguía manteniendo la delegación clave de Urbanismo y otras áreas que les permitían proyectar sus políticas para luego rentabilizarlas electoralmente: Obras, Cultura y Deportes, Fiestas Mayores y Participación Ciudadana. Así pues, Monteseirín gobernaba realmente sobre un 30% del presupuesto y, teóricamente, su capacidad de acción era muy limitada, si bien el PSOE podía beneficiarse de la imagen pública del nuevo alcalde, imagen que ha acabado siendo tan pésima como empezó, ya que su primera decisión fue la de subirse el sueldo.

EL ANZUELO

Los socialistas tendieron una ‘inocente’ trampa a los andalucistas, y éstos mordieron el anzuelo. El delegado de Hacienda y del distrito Macarena, Carmelo Gómez, propuso a sus socios que se incrementaran los presupuestos de los distritos y se les permitiera acometer pequeñas obras: arreglos y similares.

El grupo Andalucista debate la propuesta. En principio no le ve sentido, porque el PA controlaba todos los trabajos  en la ciudad a través de Urbanismo y de la nueva delegación de Obras. Asimismo, porque los distritos carecían de personal y más aún de técnicos especializados, como eran los de Urbanismo, para controlar la calidad de la ejecución y la veracidad de los presupuestos de los contratistas.

Sin embargo, al final se impone la tesis de Juan Ortega, delegado de Fiestas Mayores, que veía en la idea una gran oportunidad de que se visualizara en su distrito Sur la acción del PA. Así que se multiplicó el presupuesto de los distritos y se les dio capacidad de hacer ‘obritas’, pese a que ni tenían personal ni técnicos, una carencia que Carmelo Gómez se ofreció a subsanar mediante arquitectos de Patrimonio que visasen los expedientes y personal de apoyo (voluntarios) que supervisasen las obras, que se acometerían previa consulta a los vecinos sobre su necesidad.

PRINCIPIO DEL FIN

Cuatro años más tarde, tras las elecciones de 2003 -en las que el PSOE marcó al PA con la acusación del ‘urbanismo bajo sospecha’-, Monteseirín logró desembarazarse de sus incómodos socios de gobierno al forjar una nueva coalición con IU merced a la caída de los andalucistas, que de 6 concejales pasaron a 4. El PSOE ganó el equivalente a lo perdido por el PA y pasó de 12 concejales a 14.

Dos de los distritos controlados por los socialistas, Macarena y Este (ambos con casos de facturas falsas), fueron clave. En Macarena, el PSOE pasó de 29.217 votos a 34.711;  el PA, de 14.526 a 9.565. En Este, el PSOE evolucionó de 36.365 a 41.501;  el  PA registró 9.938 votos frente a los 12.739 anteriores. Y en el distrito Sur, donde debían visualizarse las obras acometidas por el PA, el PSOE prácticamente se mantuvo (de 18.912 votos a 18.645) y los andalucistas fueron incapaces de rentabilizar nada: de 7.787 votos a 6.370.

Ya en la Oposición, cuando Vivancos y Carmona buscaron una explicación a lo ocurrido y chequearon durante seis meses los expedientes municipales, se percataron de que de obritas, nada: en los distritos controlados por el PSOE se habían urbanizado hasta avenidas enteras mediante facturas fraccionadas como “arreglitos”, y hasta en los marmolillos se había impreso, en vez del sello municipal, una leyenda del  distrito Macarena, para que los vecinos visualizaran quién les hacía las obras, encargadas a personas afines. Como no había control técnico de Urbanismo, nadie sabía, podía o quería interpretar si habían sido 100 en vez de 200 los m2 de solería colocados, y así se propició que se inflaran los costes y hasta se falsificaran facturas por  obras inexistentes, como se ha vuelto a demostrar ahora en el distrito Este, donde la Policía no ha hallado vestigio de “solado de hormigón pulido en color verde”.

Monteseirín, que dijo desconocer hasta a su guardaespaldas –uno de los condenados en el caso Macarena-, calla. ¿Seguirá sosteniendo que no había ninguna trama?

Desvergüenza

Maribel Montaño, Pedro Zerolo y Rosa Torres fueron testigos en primera línea  de cómo al menos tres periodistas eran agredidos impunemente durante la Cabalgata del Orgullo Gay, sin que movieran un dedo por evitarlo. Las fotos publicadas por varios periódicos muestran a los colegas rodeados  a lazo como conejos en un corralito y golpeados –a uno hasta le sacaron un hombro de su sitio- por un falso policía con una acreditación más falsa que las facturas falsas de la Macarena, de lo que debería tomar buena nota y actuar en consecuencia el sucesor de Alvarez Riestra al frente de la Jefatura. A pesar de las evidencias, la ‘portacoz’ del Ayuntamiento y la ‘caja tonta’ del (sin) alcalde, Giralda Tv, difundieron en sus respectivos partes la versión de que la marcha transcurrió en un ambiente festivo -¿formaría parte de la fiesta el pim-pam-pum a los periodistas?- y “sin ningún incidente digno de consideración”. Esta es la realidad edulcorada que de Sevilla nos vende Monteseirín. La Cabalgata del Orgullo Gay se convirtió así en la de la Desvergüenza Municipal.