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Coronavirus: el dinero de la Semana Santa y la Feria

El Consejo de Cofradías no entiende la devolución del dinero de sillas y palcos como un derecho, sino como una gracia suya

Espadas ha devuelto las tasas a los feriantes de la calle del Infierno pero se niega a reintegrarlas a los titulares de las casetas

Más de 600 malagueños han firmado ya en la plataforma de Internet Change.org la siguiente  petición dirigida a la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Málaga:

“En unos momentos tan complicados para la economía de las familias como los que estamos viviendo, en donde se pone de manifiesto la solidaridad de todas las personas y de muchísimas empresas privadas…

La Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga, tras comunicar la suspensión de los desfiles procesionales, no se ha comunicado con los abonados de las sillas para tramitar la devolución del importe, que ya ha cobrado por adelantado.

Hay empresas, como Renfe, que han ofrecido la devolución del importe de los billetes de tren a todos los afectados por la crisis del coronavirus. La Agrupación de Cofradías es una institución eminentemente solidaria y con labor social. Nos preguntamos cómo no ha valorado devolver el dinero de los abonos. Para muchas familias supondría un respiro en este sacrificio económico que ahora nos toca hacer. 

Firmemos todos para que la Agrupación nos devuelva el importe de los abonos de las sillas (más el IVA que nos añadieron) y que, de esta manera, también aporte su granito de arena en este gran esfuerzo que todos estamos haciendo”.

RESPUESTA

La demanda ciudadana ha provocado la reacción del presidente de la Agrupación, Pablo Atencia, el cual ha declarado al diario Sur que no quiere perjudicar a los abonados pero que la decisión no le corresponde a él, sino a la Junta de Gobierno, la cual, debido al estado de alarma, no se ha podido reunir. Aun así, dice que tras haber hablado con los hermanos mayores “la Agrupación tiene la intención de devolver el dinero de los abonos”. 

Pablo Atencia, presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga

Pero tras esta afirmación empiezan los matices, ya que añade: “Se decidirá cuando nos reunamos y podamos poner sobre la mesa todos los elementos, ya que por el hecho de que se ponga en marcha la Semana Santa hemos acumulado una serie de costes que eran ineludibles…Cuando tengamos la Junta de Gobierno será el momento de concretar cuándo se podría hacer esa devolución, en qué plazos. Puede ser en uno o dos años; tenemos que barajar distintas opciones según la economía y tesorería de la propia Agrupación y de los compromisos que ya tenemos adquiridos; y ¿cuándo se haría? Si se hace en efectivo, en compensación a futuros años….”. 

La situación es similar en Sevilla, donde también se ha suspendido la Semana Santa, pero a diferencia de Málaga en Change.org no se ha registrado ninguna demanda de devolución del dinero de las sillas y palcos, sino otra en la que se propone una procesión Magna Mariana el próximo verano con todas las Vírgenes de la ciudad. Ha sido apoyada hasta ahora por 2.525 personas. 

EN SEVILLA

Quien está dando la batalla en Sevilla y reclamando la devolución del dinero abonado por sillas y palcos es Facua, la organización en defensa de los consumidores. El Consejo General de Hermandades y Cofradías, que preside Francisco Vélez, ha respondido de forma parecida al presidente malagueño: “Respecto a lo que afecta a los fondos obtenidos por la explotación de las sillas y palcos, no es una decisión que la Junta Superior pueda tomar por sí misma, ya que dicho efectivo no es propiedad de la institución sino de las hermandades a las que representa. Son ellas las que tienen la última palabra y serán convocadas cuando pase esta crisis sanitaria para tomar una resolución colegiada, la más beneficiosa posible para las cofradías y los propios abonados, con los que somos especialmente sensibles, teniendo en cuenta las circunstancias económicas, jurídicas y sociales”.

Francisco Vélez, presidente del Consejo General de Cofradías y Hermandades de Sevilla

De las respuestas  malagueña y sevillana se desprende que los máximos responsables de ambas Semanas Santas entienden la posible (está por ver) devolución del dinero de las sillas y palcos no como un derecho de los usuarios, sus clientes, sino como una concesión graciable suya; sin límite de plazo (Atencia llega a hablar de dos años) y eligiendo a su capricho la modalidad de devolución, que podría no ser en forma líquida y por el importe abonado sino a plazos, como compensación a futuro….

LEY DE ESPECTÁCULOS

Sin embargo, si las procesiones se entienden afectas a la Ley de Espectáculos Públicos de Andalucía nos hallamos ante la cancelación de un espectáculo, situación en que la norma obliga a la devolución de las cantidades satisfechas previamente para su contemplación. Así pues, tanto la Agrupación malagueña como el Consejo de Cofradías sevillano estarían, presuntamente, haciendo caso omiso de su obligación legal de devolución automática del dinero que han cobrado por anticipado. 

Se amparan en que no pueden adoptar tal decisión debido a la imposibilidad de sus Juntas de Gobierno de reunirse por el estado de alarma. Parece, pues, que los directivos cofrades malagueños y sevillanos son los únicos en toda España, en contraste con los de numerosas empresas y entidades, que no pueden comunicarse entre sí por teléfono, videoconferencia, correo electrónico o cualquier otro sistema, ni tampoco teletrabajar, para decidir la devolución del dinero, un dinero que no es de las hermandades, como sostiene el Consejo General en su respuesta a Facua, sino de los consumidores que lo entregaron por adelantado a cambio de disfrutar de un espectáculo (las procesiones) que ha sido cancelado.

Alberto Garzón, ministro de Consumo

Otro aspecto enormemente significativo es la inhibición en ambos casos, Málaga y Sevilla, de las Administraciones teóricamente competentes, como el Ayuntamiento hispalense (no se olvide que el Consejo de Cofradías organiza la Semana Santa por concesión municipal), la Junta de Andalucía y el Ministerio de Consumo. El titular de este último es, por cierto, el podemita y diputado por Málaga Alberto Garzón. Aquí todos se lavan las manos, como Pilatos, y se atienen a la máxima de Santiago Montoto de “ni fías, ni porfías, ni cuestión con cofradías”, en la mejor demostración de que el Consejo de Hermandades y  Cofradías sigue siendo tratado como un Poder fáctico contra el que no se atreven ni los ministros de Podemos.

LA FERIA DE SEPTIEMBRE

El paralelismo entre la Semana Santa y la Feria es evidente, pero en este último caso el organizador del festejo abrileño, el Ayuntamiento de Sevilla, se niega también a devolver el dinero abonado por las casetas (habitualmente en la segunda quincena de enero) con el argumento de que técnicamente la Feria no se ha suspendido o cancelado como la Semana Santa sino sólo aplazada a septiembre.

Según el gobierno de Espadas, este aplazamiento se enmarca en la estrategia de reactivación de la ciudad tras la grave crisis sanitaria y su objetivo consiste en aprovechar al máximo todos los trámites, actuaciones e inversiones realizadas en el recinto ferial, por lo que sería contradictorio volver a iniciarlos. 

Compárese  la actuación del Consistorio con la del Teatro de la Maestranza, cuyo Consorcio preside el portavoz de Espadas, Antonio Muñoz. Tras la declaración del estado de alarma el Maestranza anunció la reubicación de los espectáculos afectados en otras fechas (como el Ayuntamiento la Feria) siempre que sea posible y que informaría del procedimiento a seguir “para el cambio o devolución del importe de las localidades de los espectáculos afectados”.

El Ayuntamiento debería haber dado a los sevillanos con caseta la opción de mantenerlas para la hipotética Feria en septiembre o bien de recuperar las tasas abonadas sin perder por ello su derecho para el futuro, y haber dado también la opción de cubrir las bajas a los miles de solicitantes que están en la lista de espera, tanto por haber cambiado unilateralmente la fecha (¿para esto no sabe organizar referendos telemáticos como el anterior?) como las circunstancias económicas generales a consecuencia de la pandemia. 

Juan Espadas, en la caseta municipal de la Feria

Porque, ¿cuántos sevillanos se habrán quedado en el paro y ya no tendrán dinero para ir a la Feria en septiembre? ¿Cuántos no irán sólo por miedo a un posible contagio? ¿Y si tenían otros planes para septiembre, como irse a la playa o a la sierra y han firmado contratos acordes con esos planes que les impedirían acudir al Real en las coincidentes fechas septembrinas?

Moralmente al menos el gobierno de Espadas debería haber dado la opción de la devolución de la tasa de las casetas y así, además, habría conocido el nivel real de aceptación de la Feria en septiembre en vez de retener el dinero cobrado por un festejo no celebrado en su fecha. ¿Se admitiría este comportamiento en, por ejemplo, el empresario de la plaza de toros en caso de que cambiara la fecha de un cartel?

DISCRIMINACIÓN

El Consistorio, juez y parte en la Feria, se ha quedado ya sin el argumento técnico que invocaba tras haber comunicado a los dueños de las atracciones de la calle del Infierno que les devolverá los 2,3 millones de euros cobrados en tasas. Según la comunicación que les ha enviado, “el motivo por el que se ha decidido la devolución de oficio de todas las tasas de instalaciones feriales ha sido porque había multitud de peticiones de devolución y, en caso de celebrarse durante este año, se abriría un nuevo procedimiento que habría que analizar….Ningún titular de ninguna atracción -añade- perdería sus derechos sobre la misma, ya que la suspensión o aplazamiento se ha debido a una causa de fuerza mayor y el reintegro de las cantidades abonadas no implica la renuncia al sitio”.

Calle del Infierno

¿Por qué el Ayuntamiento sí devuelve las tasas a los feriantes y no a los sevillanos titulares de las casetas, a los que sigue reteniendo el dinero abonado? Su doble rasero implica un trato discriminatorio. Por otra parte, se pone de manifiesto un vacío legal en la Ordenanza de la Feria de Abril, donde no se regula la cancelación del festejo, y también la necesidad de suscribir un seguro que cubra tal eventualidad, hasta ahora impensable pero que tras el coronavirus podría repetirse con cualquier otra pandemia en el futuro.

Feria de Abril y Mayo

Con la regla de las dos semanas de Espadas, mayo le disputará la Feria a abril

Sevilla gana en certidumbre sobre el festejo, pero pierde en una seña de identidad

 

Beltrán Pérez, el portavoz y alcaldable del PP, declaró hace unos días que Espadas, su gran rival en las próximas elecciones municipales, sólo será recordado como el alcalde que convocó el referéndum sobre la Feria de Abril. Obviamente, Espadas ha hecho bastante más que convocar aquella consulta ciudadana, pero la irónica o malévola (según se mire) frase de Pérez refleja también la amplia dedicación del alcalde a la segunda (o primera en opinión de otros) fiesta mayor de la ciudad.

Y es que cuando todavía no ha cumplido su tercer año como regidor de Sevilla, Espadas ha convocado un referéndum sobre la Feria, le ha cambiado el formato ampliándola en un día y con un festivo en medio como norma, ha modificado la Ordenanza municipal del festejo una vez y ahora ha de modificarla de nuevo para dar rango normativo a un segundo cambio de formato que establece como regla una separación de dos semanas entre el Domingo de Resurrección y el inicio de la Feria.

Para justificar este nuevo cambio de formato del festejo, el segundo en tres años de mandato, Espadas invoca razones de seguridad y un informe del Centro de Coordinación Operativa (Cecop) según el cual la Feria de 2019 no debería celebrarse a partir de las cero horas del domingo 28 de abril porque la Semana Santa concluirá el domingo previo, el 21, y no habría tiempo suficiente para el montaje del festejo en el campo de Los Remedios.

“La actual concentración de personas, la seguridad, la demanda creciente de los turistas….exige -ha afirmado Espadas- que no se puede terminar la Semana Santa el Domingo de Resurrección y que en cuatro días tengamos que poner todas las placas en Los Remedios, que los bomberos revisen las casetas, que Emasesa compruebe los imbornales. Ya no es una cuestión de gustos, sino de responsabilidad y seguridad”.

 

SEGURIDAD

 

La seguridad, pues, y máxime con el recuerdo de los incidentes en la Madrugá, se ha convertido en el nuevo argumento por excelencia para justificar cualquier decisión, porque ¿quién osa correr un supuesto riesgo contra el consejo de los expertos en la materia y asumir la responsabilidad si luego ocurre cualquier problema en tal sentido?

Cuando el alcalde lanza el mensaje de que “esta ciudad no se puede jugar la Feria, no se puede improvisar”, indirectamente o inconscientemente sitúa en el plano de la improvisación a alcaldes que le precedieron, como ha sido el caso de Monteseirín, a cuyo gobierno le tocó en dos ocasiones organizar la Feria tan sólo nueve y siete días después del Domingo de Resurrección, concretamente en los años 2011 y 2000.

Quizás Juan Carlos Cabrera, el actual delegado de Fiestas Mayores, debería preguntar a los delegados de aquellos años, Rosamar Prieto y Juan Ortega, cómo entonces los Servicios Municipales sí eran capaces de colocar las placas en Los Remedios y revisar las casetas y los imbornales y no será posible hacerlo en los siete días que mediarían en 2019 entre el Domingo de Resurrección (21 de abril) y el que podría haber sido inicio oficial de la Feria (cero horas del domingo 28 de abril) para haber cumplido lo que dispone la actual Ordenanza municipal de que la fiesta ha de hacer honor a su nombre y celebrarse siempre en abril salvo que circunstancias excepcionales lo impidan.

 

TRAJES DE FLAMENCA

 

Para justificar la implantación como norma de que deben transcurrir siempre catorce días entre el final de la Semana Santa y el comienzo de la Feria, Espadas ha llegado a decir que las familias necesitan más tiempo para comprar los trajes de flamenca. Si, según el alcalde, las sevillanas no deciden el modelo de traje de flamenca que van a lucir en la Feria hasta que no acaba la Semana Santa, ¿qué sentido ha tenido entonces organizar siempre con tanta antelación el Salón Internacional de la Moda Flamenca (Simof)? Este año, por ejemplo, se ha celebrado del 1 al 4 de febrero, cuando la Feria no se inició hasta la medianoche del 15 de abril, dos meses y medio después.

Si los diseñadores siguieran el razonamiento del alcalde, Simof tendría que celebrarse el año que viene entre la Semana Santa y la Feria en el supuesto periodo de elección y compra de trajes por las mujeres sevillanas, esto es entre el 22 de abril y el 4 de mayo.

El último argumento de Espadas ha consistido en citar los precedentes de algunos de sus antecesores, como Monteseirín, que organizó la Feria del 3 al 8 de mayo en 2011, y Zoido, que la organizó del 6 al 11 de mayo en 2014.

Lo que no dijo Espadas es que si Monteseirín organizó la Feria a partir del 3 de mayo de 2011 fue porque ese año el Domingo de Resurrección “cayó” el 24 de abril, pero sólo dejó pasar el tiempo justo que mediaba hasta el entonces lunes del “alumbrao”, el 3 de mayo, pero no pidió dos semanas de plazo como hace Espadas.

 

CALOR

 

En cuanto a la Feria de mayo (2014) de Zoido, fue la consecuencia de haberse plegado a los intereses del sector turístico de la ciudad, que hace mucho tiempo que ha subordinado la Feria de Sevilla al calendario festivo de Madrid con el fin de captar el máximo de visitantes procedentes de la capital de España.

El resultado fue la Feria más calurosa que se recuerda en los últimos años, con crónicas periodísticas impactantes sobre el efecto de las altas temperaturas en los caballos. Aquel 6 de mayo se registró una temperatura máxima de 33,5 grados (recuérdese que la sensación térmica suele ser siempre superior), y al día siguiente, de 32,7 grados.

El factor climático no se está teniendo en cuenta, pero con una Feria cada vez más en mayo en el futuro, conforme a este nuevo formato, se corre el riesgo de sufrir olas de calor en ese mes, máxime por el cambio climático en curso. Así, por ejemplo,  el 13 de mayo de 2015 se registró una máxima de 40,3 grados.

Independientemente del informe del Cecop, con la tesis de la seguridad y del margen operativo, a nadie se le oculta que también ha convenido a los intereses del sector turístico, ya que si la Feria se celebrara en 2019 a partir del 28 de abril, coincidiría con el primero  de mayo, pero al retrasarse a partir del 5 de mayo, aquél espera beneficiarse de los turistas madrileños en la víspera de la Feria, y de los sevillanos luego, especialmente por el día de fiesta en medio.

Así pues, en el pulso político entre los delegados Cabrera y Muñoz, ha ganado el primero al conseguir que el alcalde acepte el “margen de seguridad” de las dos semanas para siempre, pero la consecuencia de esa decisión será que a partir del año que viene una de cada 2,3 ferias se celebren total o parcialmente en el mes de mayo.

 

CERTIDUMBRE

 

Sin embargo, como toda decisión tiene sus ventajas y sus inconvenientes, con la nueva norma de los 14 días entre Semana Santa y Feria, Espadas instaura un fiable e importante principio de certidumbre, en virtud del cual todo el mundo sabrá a partir de ahora y a años vista cuándo empezará y terminará la Feria y se podrá hacer un “calendario perpetuo” de la misma, porque ya no se estará al albur de que medie una semana, dos o diez días en función del capricho de un alcalde o de las presiones del sector turístico, sino que siempre imperará la misma regla.

El reverso de la moneda es que la Feria ya no podrá llamarse con total propiedad de Abril, como en los 171 años de su historia, porque en el futuro casi una de cada dos se celebrará en mayo. Recuérdese que hubo años, como en 2000, en que se adelantó el festivo tan sólo una hora con tal de que oficialmente empezara en abril y no en mayo. Ahora eso será posible con la nueva regla de los 14 días. Mayo le disputará la Feria a abril.

 

Sevilla ganará en certidumbre, pero (pese a la leyenda sobre la preservación de la tradición y las esencias como norma), a costa de perder señas de identidad históricas.

Madrid imita a Sevilla y convocará un referéndum como el de la Feria

DOS CUESTIONES

Los madrileños podrán votar sobre un billete único de transporte y una ciudad sostenible
REQUISITOS

Estas dos propuestas han logrado más de 27.000 apoyos en la web del Ayuntamiento

FECHA

Se celebrará entre el 15 de diciembre y el 15 de febrero, en función de si hay elecciones

 

El Ayuntamiento de Madrid seguirá el ejemplo del de Sevilla y convocará entre el 15 de diciembre de este año y el 15 de febrero de 2017, siempre en función de si se celebran o no unas terceras elecciones generales, lo que califica como la primera consulta ciudadana en la historia de la capital de España, al modo de la organizada aquí por Espadas sobre la Feria de Abril.

Sevilla ha abierto una segunda etapa de consultas populares (anteriormente se celebraron otras, pero de carácter puntual y sin ánimo de continuarlas, en diversos municipios de nuestro país), que más ayuntamientos están dispuestos a seguir, como es ya el caso del de Madrid, gobernado por Manuela Carmena.

El paralelismo empieza hasta por el nombre de la herramienta de participación: se pasa del Decide Sevilla al Decide Madrid. En el caso madrileño se trata de una página web específica del Ayuntamiento en la que se permite abrir debates ciudadanos, a partir de los cuales se suscitan propuestas para que sean sometidas a votación popular siempre que cumplan el requisito de cosechar un mínimo de 27.064 apoyos en Internet, cifra que supone el 1% de los madrileños mayores de 16 años empadronados, los que tendrán derecho a voto.

Además, el gobierno municipal somete a la elección de los madrileños alguna de sus iniciativas, a las que denomina procesos sectoriales. Así ha puesto en sus manos la decisión de elegir el nuevo diseño de los bancos que se colocarán en plazas y parques, a partir de doce diseños diferentes. En total se han registrado 7.996 votos y los tres modelos finalistas han recibido 1.730, 1.114 y 1.704 sufragios, respectivamente.

El tercer elemento del proyecto son los Presupuestos participativos: el Ayuntamiento ha reservado 60 millones de euros de inversiones para que sea la gente la que decida qué proyectos ejecutar, conforme a los votos obtenidos. El Consistorio asume la decisión como vinculante y la aplicará en los Presupuestos de 2017.

Entre los proyectos más votados para su realización figuran la formación para sacar a las personas sin techo de su situación de exclusión social (se ha dotado con 4 millones de euros), la creación de guarderías infantiles (3 millones), cambiar toda la iluminación y poner lámparas LED, las más eficientes y que más energía ahorran (3 millones), crear centros de día para personas con Alzheimer (2 millones de euros) y tejados verdes y placas solares (2,8 millones).

 

DOS SUPERAN EL REQUISITO

 

En materia de sugerencias y propuestas para ser sometidas a referéndum popular, se han llenado nada menos que 434 páginas del portal, con lo que a una media de 25 por página el resultado supera con creces las 10.000 iniciativas.

Las dos propuestas que han cosechado los al menos 27.064 apoyos en Internet para ser sometidas a consulta popular son una relativa al billete único para el transporte público y otra denominada “Madrid 100% sostenible”. En el primer caso se pide que se den facilidades a la intermodalidad y que se permita cambiar de medio de transporte público (del Metro al autobús, por ejemplo) sin pagar más dinero durante un periodo de al menos 90 minutos.

En el segundo, se pide que la ciudad no amanezca con una boina de contaminación gris, que desafíe a las compañías eléctricas, que se potencien las energías renovables y que a ninguna familia le corten la luz el próximo invierno. Para ello, se exige que el Ayuntamiento se comprometa a firmar y cumplir el manifiesto “Madrid, ciudad sostenible”, con catorce medidas ecológicas.

En los casos en los que la propuesta ciudadana sea de mucho calado se haría una consulta en toda regla, en los colegios electorales, aunque para ello sería necesario que la alcaldesa la solicitara, el pleno del Ayuntamiento la aprobara por mayoría y después la autorizara el Gobierno de la nación, tal como está estipulado en las leyes.

El gobierno municipal, al igual que ha ocurrido con el Ayuntamiento de Sevilla,  será el garante de que el sistema de consultas ciudadanas funcione y no sea saboteado, y se ha comprometido a que no haya tutela política de este tipo de procesos.

 

Se compran ‘Power-Points’. Razón, Zoido

El alcalde, como dijo en el debate sobre el estado de la ciudad que ha cumplido el 70% de su programa (el pabellón de Los Bermejales con las pistas de nieve artificial, el Central Park a la sevillana, los 29 parkings, el bulevar de La Ranilla y los centros cívicos, de salud y educativos deben de formar parte del 30% restante, del que no hay noticia), para no aburrirse en los dos años que le quedan se dedica a ‘comprar’ los proyectos en ‘Power-Point’ que le sirve su delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez.

Hace unos meses, Zoido presentó en rueda de prensa el Museo de las Tradiciones (Centro de Exposiciones y Promoción de las Tradiciones Sevillanas) en la parcela municipal de la calle Santander ‘Corral de las Herrerías’, colindante con la Torre de la Plata y la Casa de la Moneda. Según el alcalde, el anteproyecto de este museo, que se abriría en 2015, había sido redactado por técnicos de Urbanismo, se atenía al Plan Especial de la Casa de la Moneda, sería desarrollado por la iniciativa privada y ya había “múltiples empresas interesadas, a las que se exigiría solvencia económica”.

Si el alcalde estaba presentando públicamente la iniciativa presuntamente municipal entonces, ¿cómo había ya “múltiples empresas interesadas en desarrollarla”?.

ACUERDO DE GERENCIA

El 19 de junio, el Consejo de la Gerencia comunicó que había aprobado “un proyecto de carácter privado” para construir el Museo de las Tradiciones presentado por la empresa Feria de Sevilla. Del supuesto anteproyecto de los técnicos de Urbanismo de que hablaba Zoido se pasa a decir reiteradas veces que es una iniciativa de esta sociedad: “Se ha admitido a trámite la iniciativa privada presentada…”; “la entidad Feria de Sevilla S. L. propone…”; “ha planteado al Ayuntamiento…”; “una vez analizada la propuesta planteada…”

Zoido habló de exigir “solvencia económica” a la compañía aspirante a construir el Museo. Pues bien, según un informe de Axesor, Feria de Sevilla, una sociedad limitada creada con 3.000 euros de capital, tenía cerrado el Registro Mercantil por no presentar sus cuentas desde hacía dos años y acumulaba sólo en un trienio 22 notificaciones en Boletines Oficiales por no hallarse al corriente de sus obligaciones fiscales, una de ellas emitida por la Agencia Municipal de Recaudación.

Urbanismo también afirmaba que el proyecto “se ajusta a los condicionantes urbanísticos de aplicación”.

ALEGACIÓN DEMOLEDORA

Nada más lejos de la realidad según los expertos en arquitectura y patrimonio Fernando Mendoza, José García-Tapial y José Mª Cabeza, que examinaron el expediente y, alarmados, presentaron una alegación en la que se hartan de denunciar presuntas irregularidades de todo tipo. A su juicio, el proyecto supone la privatización de un suelo y un subsuelo de enorme valor arqueológico, que está destinado en el PGOU a equipamientos para los sevillanos, para construir lo que no es un museo (unas pocas salas expositivas sirven de coartada), sino un tablao flamenco o sala rociera encubiertos que competiría de forma desleal con los tablaos cercanos y el centro municipal de atención al visitante en el Paseo Alcalde Marqués del Contadero.

Rompe además la estética de la Casa de la Moneda con un diseño en forma de dos hileras de sucedáneos de casetas de feria, supone la destrucción de dos paños de la antigua muralla islámica que unía el Alcázar con la Torre de la Plata y de una pileta del siglo XVII descubiertas en excavaciones financiadas ¡por la propia Gerencia! e implica un grave riesgo por apoyarse la construcción en la muralla y en la Torre de la Plata, sin garantías de estabilidad y dada la cercanía del manto freático.

Por si esto no fuera ya suficiente, se asombran de que frente a las expectativas de enorme negocio del Museo de las Tradiciones, cuyo Plan Financiero prevé unos ingresos de 3,2 millones de euros en el primer año y de 5,8 millones en el sexto de los 40 de la concesión, el Ayuntamiento sólo cobraría un canon anual de 80.000 euros (del 2,43% al 1,37% de los ingresos), una auténtica ganga cuando según el cuadro de tasas municipales vigente y el canon de Mercadona en Plaza de Armas debería ascender al menos a 400.000 euros.

LA RIBERA DEL RÍO

El segundo ‘Power-Point’ ‘comprado’ por Zoido es el del ‘Paseo del Arte’ en la margen izquierda del río, un complejo de ocio aprobado a la empresa Capitaliza, que preside el hijo de Amparo Rubiales y uno de cuyos socios es el hijo de Salas Tornero. No seré yo quien cuestione el derecho de los ‘hijos de’ a montar sus empresas, pero la opinión pública se pregunta si dos sevillanos que se apellidaran García y Gómez, hubieran fundado hace sólo diez  meses una empresa con 3.000 euros y hubieran presentado unos fotomontajes habrían logrado que le adjudicaran la explotación de la ribera del Guadalquivir y que su proyecto lo presentara y avalara el mismísimo alcalde de Sevilla.

El morbo radica en que Zoido, a la vez presidente del PP (A), le concede el borde del río al hijo de la presidenta del PSOE (A), pero son más llamativos otros nombres del Consejo de Administración ligados a empresas como Below Marko. Hace dos meses, los letrados de la Junta pidieron a la juez Alaya en el caso de los ERE que ampliara la imputación a Francisco Javier Guerrero por otras posibles irregularidades en subvenciones a, entre otras, la empresa citada, después de que de esta última dejaran de ser administrador único y apoderado un sobrino y un hermano de Felipe González. O sea, que el proyecto adjudicado a dedo por Zoido tiene mucho más morbo político todavía.