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SOS Jardín Americano

Si Sevilla fuera Lisboa, su Jardín Americano habría alcanzado la misma consideración entre los ciudadanos y el mismo poder de atracción entre los turistas cultos que tiene la Estufa Fría en la capital de Portugal, el equivalente a un jardín botánico de unos 8.000 m2 de superficie y así denominado porque no se utiliza ningún sistema artificial de climatización para conservar las plantas,  sino un entramado de madera, similar a las lamas del Jardín sevillano, que filtra la luz y las protege del sol en verano y de las bajas temperaturas en invierno. Los lisboetas y los turistas pueden disfrutar de la visión de especies procedentes de los cinco continentes y con un colorido espectacular.

Si Sevilla fuera Londres, su Jardín Americano habría alcanzado el mismo reconocimiento que al menos la Casa Templada y la Casa de la Palmera, edificios emblemáticos del no menos prestigioso jardín de Kew, donde se muestra a nativos y forasteros cómo la Humanidad depende de las plantas, desde para el tejido de la ropa hasta para la elaboración de medicamentos. Casi millón y medio de personas acuden cada año a conocer el complejo botánico de Kew, que entre sus muchas funciones se ha convertido en uno de los bancos de semillas más importantes del mundo.

Si Sevilla fuera Viena, su Jardín Americano sería tan apreciado como la Casa de las Mariposas: un jardín tropical junto al Palacio Imperial de Sissi y que alberga un bosque pluvial en miniatura donde pueden verse mariposas raras y de gran belleza, con hasta 30 centímetros de envergadura. A su entrada se pueden comprar semillas de árboles singulares, como los gigantescos sequoias. O también como el Palmeral del Palacio de Schönbrunn, otro invernadero de cristal y acero, dedicado a plantas tropicales y a aves exóticas.

Si Sevilla fuera París, su Jardín Americano sería tan amado por los sevillanos como los parisinos aman su ‘Jardin des Plantes’ (Jardín de las Plantas), con sus tres invernaderos de metal acristalado, uno de ellos denominado el Mexicano, por albergar plantas de América.

NO ES

Pero como Sevilla no es Lisboa, ni Londres, ni Viena, ni París, su excepcional Jardín Americano, uno de los legados de la Expo-92 y que llegó a albergar 690 especies de plantas donadas ex profeso en la ‘Operación Raíces’ por naciones iberoamericanas, pudo estar diecisiete años abandonado y perdiendo especies singulares tras la Muestra, recuperado parcialmente luego y vuelto a ser abandonado de nuevo, hasta el punto de salir ardiendo en la noche de San Juan (¿una casualidad en la noche de las hogueras?) sin que el Ayuntamiento se enterara de tal circunstancia hasta que días después lo reveló Viva Sevilla.

La situación de abandono de una joya botánica como ésta sería, sencillamente, inconcebible en cualquier gran y civilizada ciudad de Occidente. Por eso, casi coincidiendo con el incendio, la semana pasada la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo ha admitido a trámite para su estudio una queja presentada por la plataforma ciudadana hispalense SOS Jardín Americano. Este colectivo cívico recordó a la Eurocámara que con fondos Feder de la Unión Europea (75%) y de Urbanismo (25%) se financió a partir del año 2007 la obra de recuperación del abandonado Jardín, que ejecutó la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir con un presupuesto de 8,4 millones de euros, finalmente ampliado a 11 millones tras una serie de actuaciones complementarias.

Según la Plataforma, el Ayuntamiento recepcionó las obras y asumió la gestión y el mantenimiento del Jardín, pero en vez de consolidarlo, a partir de la llegada de Zoido al gobierno local (2011) este espacio verde dejó de recibir inversiones específicas y acabó gradualmente sumido en el abandono, como desde hace meses y meses ha venido demostrando gráficamente el exjefe del Servicio de Parques y Jardines, José Elías.

OTROS CASOS

Así pues, las zonas verdes sevillanas vuelven a estar, para nuestro desdoro, en el punto de mira de Europa, que ya exigió explicaciones al Gobierno de España por el proyecto de atravesar con la autovía SE-35 el parque del Tamarguillo y que ha podido conocer cómo se destruyó parte de los Jardines del Prado de San Sebastián para la ilegal biblioteca universitaria y cómo sobre el papel se sigue manteniendo el plan de cruzar el Parque del Guadaíra con una vía rápida para coches que se extendería desde el Polígono Sur hasta la avenida de La Raza. Esto es Sevilla. ¿Cómo extrañarse entonces en este ambiente del abandono, el vandalismo y el fuego en el Jardín Americano?

El incendio en este legado botánico de la Expo, a tan sólo dos años de la conmemoración de su XXV aniversario, es mucho más preocupante, por varias razones.

Para empezar, el Ayuntamiento se ha enterado del fuego por este periódico y unos días después de acaecido, pese a que la sede de la Delegación de Urbanismo y Medio Ambiente, responsable de los parques y jardines de la ciudad, se encuentra situada a unos centenares de metros del Jardín, en la misma isla de la Cartuja, que también alberga el Parque Científico y Tecnológico y a la que Espadas, como muestra de su especial preocupación, quiere convertir en el distrito número 12 de Sevilla.

Si Medio Ambiente se entera por la prensa de un incendio en la joya botánica de la ciudad que acaece casi delante de su sede ello no sólo denota la falta de vigilancia en la isla, sino también que previamente no había sido informado de un suceso de tal naturaleza por los teóricos responsables de velar por el Jardín.

EL MACROCONTRATO

¿Y quiénes son los responsables prácticos, independientemente de que a la Delegación ahora llamada de Hábitat Urbano le corresponda la responsabilidad ‘in vigilando’, o sea, la de vigilar al vigilante? Pues se supone que alguna de las empresas, puede que Fitonovo (operación Madeja) entre ellas, a las que el gobierno de Zoido adjudicó en septiembre de 2012 un macrocontrato de 48 millones de euros (dividido en seis lotes) para la conservación y mantenimiento de zonas verdes y arbolado de la ciudad.

La tesis del gobierno anterior era que como, por falta de personal y de medios, el Servicio de Parques y Jardines sólo se ocupaba realmente de los históricos o tradicionales (Parque de María Luisa, Los Príncipes, Jardines de Cristina y de Murillo…) había que externalizar la conservación del resto, incluyendo todas las nuevas zonas verdes creadas en los últimos años, como los parques del Tamarguillo, Charco de la Pava, Guadaíra….

Este macrocontrato abarcaba 700 ha de parques y jardines y 180.000 árboles, y según se dijo tras el acto de adjudicación, incluía un plan de defensa contra incendios y un servicio de apertura y cierre de los parques.

El abandono y el fuego en el Jardín Americano, aparte de las polémicas talas de árboles en la ciudad durante el mandato anterior, han demostrado el fracaso de este modelo, en que unas pocas empresas gestionan las zonas verdes y el arbolado con criterios más economicistas que botánicos, como ha ocurrido con la poda masiva de naranjos hasta entrado el verano para que no produzcan naranjas en otoño y ahorrarse el coste de su recogida en otoño.

Lo ocurrido con el Jardín Americano, otra vez en similar proceso de degradación, debe servir al menos para acelerar la reversión de las zonas verdes al Ayuntamiento y para aplicar un nuevo modelo de gestión que impida que nunca más se lance un SOS a Europa por el estado de nuestros jardines.

La comisión

La Ejecutiva local de IU  ha acordado que su grupo municipal solicite la creación de una comisión de investigación sobre todas las contrataciones del Ayuntamiento con la empresa Fitonovo, presuntamente la principal implicada en la trama de corrupción del caso Madeja/Enredadera, por el que la juez Alaya ha imputado a, entre otros, el hasta ahora portavoz de la propia IU, José Manuel García, ya dimitido; el exedil del PSOE Manuel Gómez Lobo, y el exconcejal del PP y exdirector del área de Medio Ambiente, Joaquín Peña.

IU, que reconoce que se ha visto seriamente perjudicada por las acusaciones e imputaciones, en éste y otros casos -aunque afirma que no se sostienen-, pretende que salga a la luz toda la verdad “caiga quien caiga”; que se depuren las responsabilidades políticas, “tanto la que pudieran afrontar el anterior gobierno local como el actual”, y que se adopten medidas encaminadas a evitar en el futuro un nuevo escándalo de estas características y a garantizar un mayor control en las contrataciones públicas.

Según la coalición de izquierdas, se debe aprobar esta comisión de investigación “por responsabilidad y por coherencia”, como “un ejercicio de higiene democrática”, ya que hay intranquilidad y alarma social entre los ciudadanos.

Sostiene que no hay ninguna interferencia con el procedimiento judicial existente ni son incompatibles, ya que la comisión de investigación puede funcionar en paralelo y, cuando finalice su trabajo, aportar sus conclusiones a la Justicia. Para IU, es probable que el procedimiento judicial dure varios años y que en ese periodo abandonen la vida municipal muchos de los actuales concejales, por lo que la comisión “es absolutamente imprescindible para despejar dudas e incertidumbres sobre lo ocurrido en torno a los contratos de Fitonovo y para elevar conclusiones que mejoren nuestra capacidad de reacción ante casos como éste”.

APOYO DEL PSOE

¿Cuál ha sido la respuesta del resto de grupos municipales?

El portavoz socialista, Espadas, la ha apoyado aun reconociendo la “complejidad” de su creación y funcionamiento ante el desarrollo en paralelo de un proceso judicial. El líder de la oposición estima que el objetivo de la comisión sería poner “luz y taquígrafos” en los contratos municipales con Fitonovo en los distintos mandatos, porque “hay que aclarar cualquier tipo de responsabilidad en el Ayuntamiento, tanto anteriores como en la etapa actual”.

Para los socialistas, que subrayan la necesidad del consentimiento del PP por tener la mayoría absoluta en el Ayuntamiento, de crearse la comisión debería estar presidida por el presidente del Pleno municipal y concejal de Relaciones Institucionales, Javier Landa, que a su juicio “ha dado muestras de tener una actitud de equilibrio y de respeto a los distintos grupos en las sesiones plenarias”.

Y ha añadido Espadas: “No vamos a consentir que se reedite la comisión de investigación del Plan Centro, en la que el portavoz del equipo de gobierno, Francisco Pérez, actuaba como juez y como parte”.

RECHAZO DEL PP

Precisamente el aludido, Francisco Pérez, es quien ha dado la respuesta del grupo municipal del PP, y se ha agarrado para ello a la investigación judicial en curso para rechazar la propuesta de IU. Afirma el portavoz del gobierno local que esta iniciativa es una “argucia personal” de su hasta ahora portavoz, José Manuel García, con el fin de “distraer la atención”, y que la comisión de investigación ya está abierta en el Prado de San Sebastián: “Esa es la mejor comisión de investigación”, concluyó Pérez, en clara alusión a la sede del Juzgado cuya titular es Mercedes Alaya.

Una vez más, se observa el doble discurso de los partidos políticos según se hallen en el gobierno o la oposición, en una institución o en otra o que los afectados en cualquier causa o escándalo sean sus propios militantes o los de terceros.

El argumento de Francisco Pérez para rechazar una comisión de investigación política sobre el caso Madeja en el Ayuntamiento porque ya hay abierta una judicial choca frontalmente con la postura del PP en el Parlamento de Andalucía, donde sostiene todo lo contrario.

INICIATIVAS PARLAMENTARIAS

El PP presentó a finales de septiembre en la Cámara autonómica una propuesta de creación de una comisión de investigación sobre el presunto fraude en los cursos de formación de la Junta de Andalucía, que en aquel momento investigaban no uno, sino cinco jueces en otras tantas provincias andaluzas.

La entonces secretaria general, Dolores López Gabarro, lamentó el “pacto de silencio” de PSOE e IU sobre este escándalo y los acusó de estar “compinchados” contra los andaluces si no votaban a favor de que se creara la comisión.

Los populares andaluces han exigido en el Parlamento autónomo la creación de decenas de comisiones de investigación sobre los más variados casos, a pesar de que estuvieran abiertas causas judiciales: los expedientes de regulación de empleo (EREs), Mercasevilla, venta fraudulenta de suelos en Atarfe, Astapa (desfalco de 60 millones de euros), la Faffe, los cursos de formación….

En 2009, el entonces secretario general, Antonio Sanz, declaraba que el Parlamento tenía “la obligación” de crear comisiones de investigación sobre los escándalos, y recordaba que en 15 años no se había creado ninguna, a pesar de que el PP había solicitado más de cien.

El pasado 17 de febrero, el PP (A) registró una petición de comisión de investigación sobre las subvenciones a la formación con unos argumentos similares a los que ahora emplea IU para propugnar la de Fitonovo en el Ayuntamiento: “Sería bueno llegar al fin de la verdad -declaró Ana María Corredera, vicesecretaria de Organización-, y ahí es donde se va a retratar el Gobierno del bipartito, y si quiere transparencia o todo queda en palabrería y marketing”.

EL PLAN CENTRO

Francisco Pérez tendrá difícil justificar el porqué la doctrina del PP es pedir continuamente comisiones de investigación en el Parlamento andaluz, incluso sobre casos bajo investigación judicial, mientras se niega ahora a que se constituyan en el Ayuntamiento,  cuando Zoido, que se ha presentado a sí mismo ante los sevillanos como el paladín de las “luces y taquígrafos”, no tuvo inconveniente en que se creara la comisión sobre el Plan Centro.

¿Cómo explicarles a los sevillanos que la contratación de una veintena de cámaras de videovigilancia para el plan de tráfico de Monteseirín merecía la creación de una comisión de investigación y no las contrataciones, bajo sospecha de soborno, a Fitonovo, a la que se habrían adjudicado al menos 29 millones de euros en el actual Ayuntamiento y cuando el dueño de la compañía ha declarado que uno de los imputados también le pidió comisiones para, presuntamente, pagarle la campaña electoral a los populares?

La propuesta de IU pone a prueba el discurso de Zoido y del PP sobre la transparencia en el Consistorio, esa transparencia que le exige a Susana Díaz en el Parlamento cuando le reprocha sus negativas a comisiones de investigación, y máxime cuando el PP no tiene nada que perder porque los imputados en el caso Fitonovo están en las filas de IU y del PSOE. Insistir en el rechazo colocaría al grupo municipal de Zoido en la incómoda posición de aparecer como el único interesado en la estrategia de la ocultación.

Cuando una fuerza política no tiene nada que temer no le importa que otras enchufen el ventilador.

Cábala sobre el número 4

                    Existe una generalizada creencia en que los números tienen un significado oculto.        Reflexionaba sobre ello al hilo de la teoría de ‘los cuatro golfos’ que formula el PSOE cada vez que le estalla un escándalo de corrupción. La acuñó con el caso de los ERE, y la repite tras la detención de Domingo Enrique Castaño, la mano izquierda de Monteseirín (la derecha era Marchena, cuatro veces imputado por la juez Alaya en el ‘affaire’ Mercasevilla).

           ¿Por qué el PSOE invoca el número cuatro y no otro? ¿Por qué son de forma genérica cuatro los golfos y no tres, cinco, seis o diez? ¿Hay un simbolismo especial que emane de dicha cifra y que se transmita al inconsciente colectivo del partido?

           En la Biblia, el número 4 simboliza el mundo, ya que cuatro son los puntos cardinales. Los ‘cuatro golfos’ de que habla el PSOE habrían sucumbido, pues, a las tentaciones mundanas, una de las enemigas del alma junto con el demonio y la carne.

            Cuatro han sido los detenidos en la operación ‘Madeja’. Los esfuerzos de Monteseirín por controlar el PSOE en la capital se tradujeron en que Castaño se convirtiera en 2004 en el secretario de Organización de la agrupación de la Macarena. También en 2004 fue nombrado secretario de Ordenación del Territorio en la Dirección del PSOE de Sevilla.

           Cuando Castaño fue designado director del Area de Vía Pública, cargo en el que estuvo cuatro años, eliminó la gran cantidad de contratas en obras y mantenimiento de parques y jardines, dividió la ciudad en cuatro zonas y le adjudicó la mitad a Fitonovo, un jugoso contrato de 700.000 euros prorrogado año tras año, incluso con Zoido de alcalde.

           Luego, Fitonovo recibió dentro del Plan 8000 cuatro contratos para podas de arbolado en cuatro distritos. Pero la empresa presuntamente vinculada a Castaño también extendió sus tentáculos más allá de Plaza Nueva y en los cuatro años 2008-2012 le facturó a la Junta cuatro millones de euros en concepto de conservación de carreteras.

           Culminada su etapa en Vía Pública tras los cuatro años de rigor, Monteseirín recolocó a Castaño como director gerente de la Fundación DeSevilla, donde, entre otros, firmó los convenios con la República Dominicana, por valor de 400.000 euros, para la rehabilitación de viviendas. Al poco tiempo, sin embargo, el miembro del círculo de confianza del entonces alcalde solicitó una excedencia voluntaria por cuatro años.

Transcurrido ese periodo, pidió su reincorporación a la Fundación. Como le ponían trabas, Monteseirín forzó los plazos y sólo cuatro días después de que el PSOE perdiera las elecciones municipales de mayo de 2011 exigió al gerente que readmitiera a su protegido. Este fue recolocado con un salario de 35.000 euros y adscrito a la Asesoría Jurídica. No obstante, tras la llegada de Zoido a la Alcaldía, Castaño fue despedido a los cuatro meses.

           Los periódicos, para ilustrar algunas de las informaciones sobre la operación ‘Madeja’, reproducen una foto de una expedición a Marruecos, a gastos pagados por Mercasevilla, pero para cuadrar la imagen la cortan y únicamente aparecen estas cuatro personas: Mellet, Castaño, Gómez Lobo y el conseguidor Juan Lanzas.

           La juez Mercedes Alaya ha pedido al Ayuntamiento de Zoido y a las empresas municipales de Sevilla que le informen de todos los contratos firmados con la empresa Fitonovo a partir del año 2004. La Guardia Civil ha requisado el Audi-4 de Domingo Enrique Castaño que, presuntamente, le habría sido regalado por la empresa Fitonovo a cambio de adjudicaciones cuando era director de Vía Pública.

           El 4, pues, es el denominador común en muchos de los hitos que ahora cobran relevancia al socaire de la operación ‘Madeja’, un número maldito en las culturas orientales de influencia china debido a su similitud fonética con la palabra que en esos pueblos significa muerte y que podría acabar teniendo un sentido cabalístico para el PSOE, al que últimamente le afloran demasiados “cuatro golfos”.

 CARAMBOLA EN BRUSELAS

            Los hagiógrafos de Zoido han valorado de forma entusiasta la excursión a gastos pagados  por el Europarlamento hasta Bruselas, porque más allá del reparto de pulseritas con el logotipo de la ciudad, la degustación de jamón de pata negra y el disfrute del arte de Eva Yerbabuena en la presentación turística de Sevilla (con morosos municipales incluidos en el séquito oficial, como muestra del edificante ejemplo de los triunfadores al modo hispalense y de las connivencias existentes con la oficialidad), el alcalde tuvo así la oportunidad de enterarse en la capital de Europa de que hay allí un funcionario español que elabora programas con fondos europeos para las pequeñas y medianas empresas del Viejo Continente.

           O sea, que si no llega a ser por la invitación turística cursada por Teresa Jiménez Becerril y Jaime Mayor Oreja en la sede del Parlamento Europeo, Zoido no habría tomado la iniciativa de viajar a Bruselas para enterarse de cómo se reparten los dineros en y de la UE y cuáles son los proyectos prioritarios según qué épocas.

           Cabe preguntarse entonces qué ha ocurrido hasta ahora, si es que ha ocurrido algo, con el equipo especializado en la captación y gestión de fondos europeos que Zoido prometió crear en marzo de 2011 para financiar proyectos estratégicos de Sevilla a imitación de Valencia, la cual había logrado desde 1996 casi 200 millones, invertidos en 78 proyectos.

           Por de pronto, y parece que sin un euro aún de Europa, Zoido ha pasado de hablar de proyectos estratégicos a conformarse con conocer en Bruselas a míster Pyme. Menos da una piedra.