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Precipicio

Tras acordar Tussam  pedir un crédito de 12 millones de euros para pagar las nóminas, el (sin) alcalde ha dicho que estos problemas no son de hoy porque la empresa municipal  “siempre ha estado al borde del precipicio”. Monteseirín es un experto en manipular la historia. Tal como recordamos en su día, doña Sole (Becerril) puso a cero el contador de las pérdidas de Tussam antes del traspaso de poderes municipales a Alfredo, en 1999. Desde entonces, gracias a la política de barra libre con los sindicatos practicada por el (sin) y materializada en generosos convenios con subidas superiores al IPC en las vísperas de los Viernes de Dolores y de los lunes del ‘alumbrao’ de la Feria (Guillermo Gutiérrez dixit), Tussam ha acumulado 384 millones en números rojos, salvados sólo por la campana de las aportaciones extraordinarias municipales y de los créditos bancarios. Pan para hoy y hambre para mañana. Si, como dice Monteseirín, Tussam ha estado siempre al borde del precipicio, todos estaremos de acuerdo en que con él la empresa municipal ha dado un paso al frente.

A buenas horas

El (sin) alcalde de Sevilla ha reaparecido para reivindicar tímidamente  la autonomía del Ayuntamiento frente al PSOE y la alcaldesa en la sombra (Susana Díaz) en el conflicto de Tussam. Nótese que Monteseirín, que se ausentó  ‘oportunamente’ de la caseta municipal el día en que aparecieron los de la pancarta y fue el causante de que se marcharan a los dominios de Griñán y apareciera luego Susana para darle el quite al jefe máximo,  nótese, decía, que Alfredo se atreve a levantar la voz 7 días después y una vez observada la generalizada opinión de los medios en contra de la invasión de sus competencias. El y Fran Fernández han tragado y sólo Gutiérrez se ha ido en un gesto de dignidad. El (sin) alcalde dice que mantendrá  el plan de viabilidad en Tussam “para defender el interés general de la ciudad y de los usuarios”. A buenas horas: si hubiera defendido ese interés general no habría hecho falta plan de viabilidad alguno, porque Tussam no habría acumulado 384 millones en pérdidas merced a las concesiones que año tras año él ha hecho a los sindicalistas.

La injerencia

La secretaria de Organización del PSOE (A), Susana Díaz, ha dado un balón de oxígeno a los sindicalistas de Tussam que habían declarado huelga de autobuses durante la Feria al involucrarse en el conflicto al margen del Ayuntamiento y lograr así que los huelguistas tuvieran la excusa perfecta para suspender el paro el miércoles bajo la promesa de renegociarlo todo desde cero a partir de mañana.

La injerencia de Susana Díaz es un error desde todos los puntos de vista, por más que el PSOE haya tratado de justificarla diciendo que el objetivo de su mediación era “impedir perjuicios a los ciudadanos durante la celebración de una de las fiestas más importantes y universales de la capital hispalense”. Ese argumento se vuelve en su contra, porque al invocarlo les hace el juego a los huelguistas, los cuales usan precisamente el miedo de los políticos a esos perjuicios a los sevillanos para conseguir su objetivo: doblegar la resistencia de Tussam ante sus exigencias.

Susana Díaz les ha dado un balón de oxígeno cuando más lo necesitaban porque la huelga estaba siendo un fracaso a pesar de los piquetes, las lunas rotas, los balines contra los autobuses, los pinchazos en las ruedas y demás actos de sabotaje de los que los huelguistas dicen no saber nunca nada y que tratan de asociar a “los altercados frecuentes que sufre la línea de Torreblanca”, cuando no se tiene noticia de dichos altercados en todo el año y ‘casualmente’ rebrotan cada vez que hay un conflicto laboral en la empresa municipal.

FRACASO

La huelga habría sido un éxito si la Feria hubiera estado al menos medio vacía, pero tal como reflejaba la crónica de nuestro compañero Chema Rodríguez  y puede dar fe quien suscribe, el martes por la tarde y por la noche –primer día efectivo de huelga para el festejo- el Real estaba repleto de gente: “Lo que se preveía un caos de proporciones bíblicas ha quedado reducido a pequeñas molestias. Si alguien pensaba que la huelga de Tussam –escribía Rodríguez- iba a ser algo así como la erupción del volcán islandés de nombre impronunciable, todo apunta a que se equivocó”.

La festividad del miércoles actuó en contra de los huelguistas al dar más margen de maniobra y recuperación a los sevillanos, y de no haberse suspendido la huelga por la precipitada y anómala intervención de Susana Díaz, se habría cruzado el ecuador del festejo y hasta la recta final con la demostración palpable del fracaso sin paliativos del paro y de lo injustificado del miedo que el Ayuntamiento ha tenido al comité de Tussam durante la era Monteseirín.

Ese miedo es el que ha dado alas a los sindicatos y les ha permitido, como reveló Guillermo Gutiérrez, obtener dos tercios de su masa salarial (más de 60 millones de euros/año) en forma de complementos y pluses en la ‘noche del pescaíto’ por la sempiterna amenaza de dejar la Feria sin autobuses. Pues bien, este año, como ya no queda un euro más en la caja y el alcalde ya no tiene nada que perder políticamente, han privado de bus la ciudad y no ha pasado apenas nada: Sevilla ha demostrado que puede con todo y también con la falta de medios públicos de transporte. Se ha roto un tabú.

‘PUENTEO’

Sin embargo, cuanto más débiles estaban los huelguistas y más se estaba fortaleciendo la posición de Tussam en defensa de los contribuyentes sevillanos, que son quienes han pagado los 384 millones de euros de pérdidas en la era Monteseirín, Susana Díaz se involucró absurdamente en el conflicto al plegarse a los manifestantes que previamente habían rodeado la caseta municipal en busca del alcalde y que luego hicieron lo propio ante la caseta del PSOE (A) en busca de Griñán. Lo que nunca pudieron imaginar aquéllos y sobrepasó sus expectativas era que la secretaria de Organización les iba a montar una reunión en la sede de los socialistas sevillanos con el presidente de Tussam, Francisco Fernández, y a forzar a éste a renegociar.

Una cosa fue el intento de mediación que antes del inicio de la huelga realizó Viera, y otra muy distinta ha sido que en pleno conflicto una dirigente política ajena al Ayuntamiento se haya sentado con un comité de huelga que ni había desconvocado el paro y asumiendo unas competencias ajenas. Como dijo Guillermo Gutiérrez, no era un problema del PSOE, por lo que holgaba esa reunión en Luis Montoto, sino un problema del Ayuntamiento. Susana Díaz, a lo máximo que debería haber llegado en un gesto de buena voluntad que no habría merecido reproches tendría que haber sido a pedir la mediación de la Delegación de Trabajo, pero al final ha acabado suplantando las funciones de Tussam, del Ayuntamiento y de la Junta al empeñarse ella en gobernar desde el partido. Veremos ahora qué concesiones se hacen a los sindicatos para salir del atolladero cuando aquellos se habían quedado sin argumentos por la resistencia de la dirección de Tussam y sus propias divisiones internas, ya que muchos conductores veían que iban a perder 1.400 euros por efecto de la huelga  (el plus del miércoles festivo y 1.200 euros del plan de calidad) y querían volver al volante.

La única postura coherente en  esta historia ha sido la del vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, que al verse desautorizado desde fuera ha dimitido y señalado con acierto que Susana Díaz ha enseñado a los sindicatos cuál es la estrategia de ‘puenteo’ que deben seguir a partir de ahora. La secretaria de Organización ha convertido una cuestión que atañía sólo a Monteseirín y al Ayuntamiento en un problema del PSOE(A) y de Griñán.

El volcán de Tussam

Dicen que es la primera huelga durante la Feria en la historia de Tussam, si bien creo que muchos tenemos la sensación de que siempre había habido huelga de autobuses por las fiestas de primavera, de tanto como amenazaban en vísperas con el conflicto laboral. Y gracias a la primera huelga que ha existido realmente –lo otro fueron  percepciones de huelga, meros engaños de nuestros sentidos- nos hemos enterado de que en el Real no sólo hacen sus negocios los empresarios  entre copa y copa de fino, sino que también dan sus pelotazos los sindicatos. Guillermo Gutiérrez ha revelado que de los 65,2 millones de masa salarial de Tussam, dos tercios (43,4 millones) son pluses, complementos, incentivos, mamandurrias y chollos obtenidos durante la Noche del Pescaíto. Que tome nota Rubén Sánchez, el de Facua: si este año vamos a pie a la Feria porque por fin no hay bajada municipal de pantalones ante Tussam, ya no habrá motivo para subir el bonobús. Pero verán cómo lo suben, incluso más que el IPC, aunque tengan que echarle la culpa a la OPEP o al volcán de Islandia.

Comulgar con ruedas de Sevici

Torrijos califica de “razonable” la subida del 150% del abono anual de las bicicletas que él mismo ha acordado con  JCDecaux  y con efectos retroactivos para que pueda embolsarse de inmediato casi un millón de euros a costa de los 66.519 sevillanos apuntados a Sevici. El líder de IU quiere hacernos comulgar con ruedas de bicicleta al decir que son los precios de capitales europeas y transoceánicas (¿?) como Barcelona, Montreal, París, Bruselas, Nantes… como si el nivel de vida allí  fuera el mismo que el de Sevilla, donde  tenemos cerca de 80.000 parados y la bici es el transporte más asequible para las clases desfavorecidas. ¿A quién defiende Torrijos, a la multinacional francesa o a los sevillanos?.Si esto lo hubieran acordado Guillermo Gutiérrez y Carlos Arizaga en Tussam, aquí habría ardido Troya, porque equivaldría  a que el billete del autobús pasara de golpe de 1,20 a 3 euros; la tarjeta mensual, de 30 a 75 euros; el bus nocturno, de 1,20 a 3 euros…Así entiende Torrijos la Ley de Economía Sostenible y las Infraestructuras para la Sostenibilidad.