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Las tres negaciones de Susana Díaz

La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, hizo al menos tres significativas negaciones en su comparecencia ante los medios tras la reunión en que la Ejecutiva Regional del PSOE (A) analizó (se supone) los resultados electorales del 2D:

 

1.-”Todo el PSOE debe hacer una reflexión, porque éstas son las primeras del nuevo ciclo electoral y tenemos el papel de impedir que llegue la extrema derecha”. Negó por tanto todo lo que había dicho en la campaña en el sentido de que las elecciones andaluzas no eran la primera vuelta de las generales, unos comicios que ella adelantó justamente para que no coincidieran con los nacionales y para que se desarrollaran “con acento andaluz”. El resultado ha sido como darse un tiro en el pie: adelantar las elecciones para perder 400.000 votos y 14 diputados. ¿Cuál era entonces su conocimiento del estado de opinión de los andaluces?

2.- “Algo habremos hecho mal cuando tanta gente se ha quedado en casa. No hemos recuperado la agenda social al ritmo que la gente demandaba y no hemos sabido explicar las dificultades que nos hemos encontrado”. Si durante toda la crisis ha negado que hubiera habido recortes en sanidad, educación, dependencia, etcétera, “al contrario -proclamaba una y otra vez- que con el Gobierno de Rajoy”, entonces no habría habido que recuperar ninguna agenda social porque jamás estuvo perdida. El discurso oficial de la falta de recortes negaba la realidad de los padres pagando hasta los folios en los colegios, el desabastecimiento de centenares de medicinas en las farmacias y las primas a los médicos para que no recetaran o no hicieran analíticas, radiografías u otras pruebas y así ahorrarle gastos a la Junta.

 

3.-”Si eliminamos a la extrema derecha, está claro que en Andalucía ha ganado la izquierda y yo no voy a naturalizar a la derecha”. La izquierda sólo tiene 50 diputados de un Parlamento autonómico con 109 (no llega ni a la mitad) tras perder 684.554 votos y 17 escaños, pero Susana Díaz se niega a reconocer la existencia de 395.978 votantes  -ella, que decía que sería la presidenta de todos los andaluces- que le han dado 12 escaños a Vox, le guste o no le guste. Y como no le gusta la realidad, trata de negarla como el niño que cierra los ojos o el avestruz que mete la cabeza en un hoyo para no ver lo que tiene delante.

Las tres negaciones de Susana demuestran que, al contrario de lo que pregona, no ha entendido el mensaje.