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Llueve sobre mojado

Un principio de la Física dice que si un hecho se repite no se debe a la casualidad, sino que probablemente obedece a una ley. En buena parte de Sevilla y de Andalucía se han repetido inundaciones como las de febrero. Dos riadas en sólo diez meses, con la misma secuencia: primero llueve con intensidad y, luego, los desembalses contribuyen a la crecida del Guadalquivir y a los daños en pueblos y cultivos.

Como parte interesada, el consejero de Medio Ambiente, Díaz Trillo, defiende la política de desembalses de la Agencia Andaluza del Agua, sustituta de la Confederación Hidrográfica desde el traspaso a la Junta  de las competencias sobre el río. Sostiene el consejero que “desde hace mucho tiempo las decisiones se toman de acuerdo con un rigor que viene avalado por la profesionalidad y la capacidad de los directores de presa, ingenieros y más de 200 técnicos”

EL PODER DE DECISION

La cuestión es quién toma la última decisión en materia de aguas desde que la Junta politizó una gestión que hasta entonces se regía por criterios técnicos. Cabe recordar  que los funcionarios transferidos a la Agencia, la mayoría de nivel 26 tras superar unas oposiciones, fueron convertidos en la nueva relación de puestos de trabajo en nivel 26 pero de libre designación. Así fue liquidada una estructura basada en el concurso de méritos y en la capacitación profesional, ya que cualquiera de los transferidos podía ser relevado de su puesto. Quienes no habían consolidado aún su nivel  podían ser catalogados en el 22 (el puesto de salida de los opositores de la Junta), y no se tenía en cuenta su antigüedad cuando concursaban a otra plaza.

Así, si un ingeniero que llevaba 20 años como jefe de un embalse aspiraba a la misma plaza en otro pantano, su antigüedad no reconocida le suponía cero puntos, con lo que cualquier funcionario de la Junta con sólo un año de experiencia le ganaba el concurso. Además, como se eliminó el requisito de la titulación específica, cualquier licenciado podía presentarse para jefe de explotación de una presa o como director de una obra hidráulica.

La consecuencia ha sido ver a licenciados en Historia como subdirectores de infraestructuras hidráulicas, a veterinarios ocupando plazas similares y a biólogos como jefes de explotación de pantanos. Díaz Trillo debería preguntarse si no es la politización esa constante que buscarían los físicos a la hora de explicar estas riadas.

SISTEMA FALIBLE

El consejero dice que los desembalses “se apoyan en un sistema automático de información hidráulica que permite averiguar con 72 horas de antelación  las avenidas que pueden producirse”. Si ese sistema permite prever con tres días las riadas, ¿cómo es que la Junta no actuó para evitar las inundaciones teniendo tan amplio margen de maniobra?

Una de dos, o el sistema no es tan perfecto o son demasiado imperfectos quienes lo usan. Díaz Trillo ha insistido en que “se han llevado a cabo los desembalses oportunos de acuerdo con las lluvias que han ido cayendo”. El problema ha radicado, a su juicio, en que “en la historia de Andalucía nunca había llovido tanto”. Ni que hubiera caído el diluvio. Habrá que recomendarle la ‘Historia crítica de las riadas o grandes avenidas del Guadalquivir en Sevilla”, en que Borja Palomo data más de cien grandes inundaciones entre 1297 y 1877. Y más recientemente, en la de 1996 hubo cuatro muertos y daños valorados en más de 420 millones de euros. Si habrá llovido más que ahora….

REACCIÓN SIN PREVENCIÓN

Las palabras de Díaz Trillo son reveladoras del proceder de la Junta: “se desembalsa conforme a las lluvias que van cayendo”. Ahí radica una de las claves de la catástrofe. Debería desembalsarse conforme a las lluvias que van a caer, no cuando caen o  después. En este sentido, toda España estaba pendiente del tiempo para el ‘puente’ y  los meteorólogos  alertaban de fuertes precipitaciones hasta el día 8. Si se habían decretado alertas amarillas y naranjas, ¿por qué el temporal sorprendió a la Agencia del Agua manejándose con sus protocolos habituales, osea, como si no fuera a llover?

Tras esta segunda gran inundación el consejero se  ha convencido de uno de los pronósticos científicos sobre el cambio climático: “Lo que está claro es que los regímenes de lluvia están cambiando; parece que cada vez llueve más en menos tiempo”. Pero, pese a lo padecido, no hay motivo de alarma, porque según Trillo la Junta está estudiando estos escenarios de pluviometría “a muchos años vista,  para que Andalucía pueda estar perfectamente preparada para los acontecimientos que hemos vivido estos días”. ¿Y no hubiera sido mejor haber estado preparados ahora, después de haber presentado a bombo y platillo en 2002 la  ‘Estrategia andaluza ante el cambio climático’, en vez de a muchos años vista?

REFLEJOS POLITICOS

En 2002, en Alemania, el canciller socialista Schroeder, perdía en todas las encuestas frente a su rival de la Derecha, Stoiber. Sin embargo, en unas inundaciones como éstas de Andalucía, se metió en el fango para solidarizarse con los afectados mientras Stoiber se quedaba en su casa. Tras aquel gesto, Schroeder acabó ganando las elecciones.

A las 24 horas de la riada, Arenas ya estaba en Écija, mientras que Griñán, falto  de reflejos,  no salía de San Telmo. En Andalucía, los papeles están cambiados: Arenas, que gana en las encuestas, hace como el socialista Schroeder; Griñán, que pierde en los sondeos, como el derechista Stoiber. Quien ignora la historia está condenado a repetirla.

IMC reconoce problemas en Las Cruces

Inmet Mining Corporation (IMC), la multinacional minera canadiense de la que es filial la española Cobre las Cruces, reconoce en su página web oficial los problemas que están afectando a la mina sevillana, pese a que los responsables de esta última los niegan o minimizan. IMC colgó en Internet el pasado 20 de enero un informe en el que se da cuenta de una serie de fallos en los sistemas operativos que han afectado al ritmo de producción de la planta hidrometalúrgica de Cobre las Cruces; del efecto del temporal de lluvias que, como informó este periódico, inundó la corta minera, y del problema surgido con la deshidratación o secado de los lodos fruto del proceso mineralúrgico. Tras conocerse este informe,  las acciones de IMC en bolsa de Toronto bajaron desde 70$ hasta 58.05$ en un solo día. Actualmente están en torno a los 53$.

IMC revela que Cobre las Cruces no ha logrado alcanzar en el último cuatrimestre de 2009 la producción comercial prevista de cátodos de cobre, que se ha limitado a 3.300 toneladas en vez de a 8.700, por una serie de fallos operativos que han afectado al ritmo de trabajo de la planta hidrometalúrgica. La multinacional desgrana un rosario de problemas y su impacto en la merma de la producción: por incidencias en el espesador, 1.700 toneladas menos; por causa de los filtros, 1.000 Tn.; por bloqueo en las cintas transportadoras, 300 Tn.; por problemas generales (concepto que englobaría el temporal de lluvias), 600 Tn.; por cuestiones de mantenimiento, 1.100 Tn.; por ‘Otros’, 700 Tn. La multinacional canadiense confía en que todos estos problemas queden resueltos en el primer cuatrimestre de 2010, para que en mayo se alcance el 60% del total de la capacidad productiva y en agosto el 100% y llegar así a conseguir  72.000 toneladas de cátodos de cobre anualmente.

IMC reconoce en su informe (http://www.inmetmining.com) que por causa de las lluvias récord en las dos últimas semanas de diciembre Cobre las Cruces  tuvo que utilizar la planta de tratamiento de agua para reducir los niveles críticos de líquido en las balsas del proceso (de producción) más que para tratar el agua resultante del proceso hidrometalúrgico, con lo cual se redujo significativamente el rendimiento de la planta industrial de producción de cobre.

Además, el eje del tanque espesador habría sido atacado por ácidos al no estar bien aislado ni ser suficientemente inerte ante los reactivos, lo cual está obligando a Las Cruces a sustituir componentes por otros de acero inoxidable. El fallo en el mecanismo de protección del espesador provocó su completa paralización en el mes de octubre; también han sufrido problemas los filtros y la cinta transportadora, así como el preneutralizador del espesador.

Lodos de desecho

Más significativo aún es el reconocimiento de que hay una cuestión de fondo no resuelta satisfactoriamente. “Creemos –dice el informe de IMC- que nuestra capacidad para deshidratar los lodos de la planta de neutralización es un cuello de botella para el rendimiento”. La multinacional canadiense resume el proceso productivo en Las Cruces, recuerda que los residuos mineros se deshidratan con un sistema de filtros-prensa y que el producto resultante se apila en un lugar del complejo minero. El problema es que, tal como revela el informe colgado en la página web, el sistema de filtrado de los residuos  no ha respondido como se esperaba, “debido a la naturaleza del material”. IMC dice que está aumentando la capacidad de filtrado con más equipos y mejorando el funcionamiento de los existentes y que culminará este proceso en el mes de marzo, cuando paralice las operaciones durante diez días.

Las fotografías aéreas difundidas por Ecologistas en Acción en las últimas semanas demuestran que se está acumulando líquido ácido en el vaso de encapsulamiento de los residuos, como consecuencia de lo que rezuma de estos últimos, cuando el factor diferencial del que presumía Las Cruces respecto de Aznalcóllar era justamente el carácter ‘seco’ de sus lodos, los cuales únicamente acumularían un 10% de humedad. La sustancia líquida que desprenden los residuos de la planta hidrometalúgica en el depósito de estériles serían ácidos (se emplean para disolver el mineral en la planta) cargados de metales pesados. IMC reconoce que tiene “un cuello de botella” para desecar los lodos cuando la planta lleva tan sólo unos meses funcionando. La previsión es que a lo largo de la vida útil de la explotación minera  se acumulen 16,5 millones de toneladas de residuos, por lo que de no resolverse el problema a tiempo se generaría una situación con la que nadie contaba cuando se inició el proyecto y que resucitaría fantasmas del pasado.

Balsa frente a depósito

El tratamiento del mineral en la planta hidrometalúrgica de Cobre las Cruces genera dos tipos de residuos mineros sólidos: estériles de tratamiento (15 millones de toneladas) filtrados a presión para separar el líquido del sólido, y un producto compuesto por magnetita, yeso y cantidades mínimas de hidróxidos metálicos (1,5 millones de toneladas). El filtrado del estéril de tratamiento produce un material sólido con consistencia de arena húmeda que se deposita en un vaso de estériles en forma sólida y seca, con teóricamente menos del 10% de humedad.

El estudio de impacto ambiental de Las Cruces, presentado el 16 de enero de 2001, dice que tradicionalmente el depósito de estériles de tratamiento en las operaciones mineras de la Faja Pirítica se ha realizado en forma de lodos contenidos en presas o balsas bajo una lámina de agua, como era el caso de la mina de Boliden en Aznalcóllar. La alternativa técnicamente viable que ofrecía Las Cruces era ese depósito en seco de los estériles, previamente filtrados para separar el líquido de la parte sólida, por, entre otras, las siguientes ventajas:

-Se reducen prácticamente a cero las filtraciones, evitando cualquier posible riesgo de impacto en las aguas subterráneas y superficiales.

-Se evita la licuefacción y fluencia de los estériles al estar secos, ya sea en condiciones estáticas o dinámicas (sismicidad) y se garantiza la estabilidad del depósito minimizando las consecuencias de un accidente potencial (la masa de estériles secos se desplazaría mínimamente en comparación con estériles subacuáticos).

La acumulación de líquido ácido en el fondo del depósito de  estériles, tal como revelan las fotos captadas por Ecologistas en Acción, revela que los residuos contienen más humedad de la estimada inicialmente en el estudio de impacto ambiental tras el que se otorgó la autorización a la mina y alimenta el temor de los ecologistas de que el vaso de residuos pueda convertirse, con sus futuros 16,5 millones de toneladas,  en una balsa de lodos a los pies del arroyo Garnacha, el cual desemboca en el Rivera de Huelva y ésta a su vez  en el Guadalquivir a la altura del puente viejo de La Algaba, aguas arriba de Sevilla.

Situación «normal»

Por su parte, la compañía minera Cobre las Cruces, filial de la multinacional canadiense Inmet Mining Corporation (IMC), ha restado importancia a la acumulación de líquido en el fondo del depósito de residuos estériles y ha negado que exista algún tipo de riesgo por esta circunstancia.

Según Cobre las Cruces, es normal que se produzca lixiviación, está contemplado en los planes de gestión de la mina y será tratada convenientemente y con normalidad.

Las Cruces: el agua inunda la corta

La extracción de mineral, paralizada desde hace un mes

La producción de cobre se mantiene gracias al acopio previo

El deslizamiento del terreno ha afectado a dos taludes y a la pista de acceso al yacimiento


La compañía niega que esté vertiendo agua contaminada y reduce a 30.000 m3  el volumen del líquido represado

La corta minera de Cobre las Cruces está inundada desde hace aproximadamente un mes tras el intenso temporal de lluvias que ha azotado toda la provincia de Sevilla y ello ha obligado a paralizar la extracción del mineral de cobre, si bien, según la compañía, el acopio previamente realizado está permitiendo mantener la actividad en la planta hidrometalúrgica.

Mientras la empresa afirma que sólo hay acumulados unos 30.000 m3 de agua -que se ha contaminado por contacto con el mineral- y que la que se bombea al exterior es previamente tratada antes de su vertido al medio natural, técnicos independientes y ecologistas estiman que hay centenares de miles de m3 en el fondo de la corta y dudan de que se estén depurando, por falta de suficiente capacidad.

Las fotografías aéreas tomadas el pasado jueves no dejan lugar a dudas: el temporal ha inundado la corta de la mina de Cobre las Cruces,  gran cantidad de agua se acumula en el yacimiento y se ha contaminado por contacto con el mineral y las intensas lluvias han causado daños evidentes a los taludes, que hace tiempo ya  sufrieron problemas de estabilidad y de seguridad por las características geológicas del terreno y el método de explotación elegido.

Según algunos técnicos mineros independientes y ecologistas que llevan ocupándose desde hace años del proyecto de Las Cruces, al menos hay todavía 20 metros de agua en el fondo de la corta pese a los bombeos acometidos por la empresa minera, de ahí que estimen en bastantes centenares de miles de metros cúbicos el volumen del líquido elemento que ha debido acumularse en el yacimiento, un agua que se ha acidificado por contacto con el mineral y que desde hace al menos un mes impide los trabajos de extracción.

Además, estos observadores dudan de que Cobre las Cruces tenga una capacidad suficiente de depuración del agua contaminada antes de verterla al medio ambiente, so pena de que la plena depuración de la misma se haga a costa de retrasar durante mucho tiempo el reinicio de las labores mineras y afectando a la rentabilidad económica.

Se da la circunstancia de que el cobre del fondo de la mina es muy soluble en el agua por su contenido en carbonato, por lo que el líquido elemento se contamina con mucha mayor rapidez que lo que es habitual en otras minas del Suroeste peninsular. El color verdoso del agua que se observa en las fotos aéreas tomadas estos días demostraría su impregnación por cobre.

Los críticos del proyecto subrayan también que además del temporal de lluvias se está produciendo lo que califican como “efecto sumidero”, esto es, a medida que se profundiza en la corta para la extracción del  mineral brota más agua del acuífero Niebla-Posadas, sobre el que se asienta el yacimiento y que se pretende mantener a raya mediante un complejo sistema de bombeo y reinyección cuya validez se basa en modelos matemáticos teóricos.

Estos han debido ser revisados ya por estimarse insuficientes en su momento las medidas adoptadas, lo que obligó a la compañía a multiplicar la inversión en paliar efectos imprevistos. Por otra parte, el temporal ha afectado la estabilidad de los taludes, otro de los talones de aquiles del proyecto por las características geológicas del terreno, según los críticos. Las imágenes aéreas muestran que por primera vez los deslizamientos han afectado a la rampa de acceso a la corta al haberse venido abajo al menos dos taludes (pueden tener alturas de unos 15 metros) y que se ha recurrido a gigantescos bulldozers para tratar de arreglar las bermas afectadas.

Versión oficial

Un portavoz oficial de Cobre las Cruces ha reconocido que la corta está inundada por efecto del temporal y que de momento sigue sin poderse extraer mineral, pero ha minimizado el impacto de la situación, pues ha reducido el volumen de agua a unos 30.000 m3 y ha expresado su confianza en que se puedan reanudar las labores mineras en unos quince días.

Según la compañía, la falta de mineral no ha paralizado la planta metalúrgica, por lo que se sigue produciendo cobre metal gracias a los acopios previos, y las autoridades administrativas que supervisan el funcionamiento de la mina están al corriente de la situación y no han puesto objeción alguna a la actuación de la empresa. Cobre las Cruces afirma que el agua contaminada por contacto con el mineral se bombea a la planta de ósmosis para su depuración antes de ser devuelta al medio natural.

Para la empresa, la afección a los taludes es una incidencia sin mayores complicaciones y normal en este tipo de terreno de la Franja Pirítica, y se trabaja en su restauración sin ningún tipo de alarmismo. Por último, Cobre las Cruces asegura que en una explotación minera se producen contingencias como la ocurrida por efecto del temporal y que por eso mismo ya se asume que se pueden perder una serie de días de trabajo a lo largo del año, por lo que a la larga se irán compensado las jornadas perdidas de extracción de mineral.