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Langostinos

Manuel Baena Cobos, parlamentario cordobés de IU, participó en el debate sobre el dragado del Guadalquivir suscitado en las Cinco Llagas tras la intervención de Luis Planas, consejero de Medio Ambiente. El político de izquierdas expresó su temor por el riesgo de que con el proyecto de la Autoridad Portuaria de Sevilla se puedan perder los langostinos de Sanlúcar de Barrameda, con la preocupación que ello causaría a quienes habitualmente los consumen. Con este supremo argumento ya no ha lugar a más polémica, por mucho que les pese a Manuel Fernández, Miguel Rus y Francisco Herrero. Es obvio que los partidos políticos cerrarán filas con Baena Cobos en contra del dragado del estuario, dado que, como demuestran las facturas que se conocen de todos los que viven de la cosa pública, desde ayuntamientos hasta sindicatos pasando por el Gobierno y los Gobiernillos autonómicos, la ingesta de marisco, gambas y langostinos a costa de los contribuyentes es una inveterada tradición de nuestra clase política. Y no es cuestión de ponerla en peligro por falta de materia prima.

 

Rus

En la zona Sur hay una gran satisfacción por el apoyo de los Príncipes de Asturias a la construcción de la Politécnica en Los Bermejales, por el dinero que van a mover los universitarios y los empleos que se van a crear. Ah, ¿que los Príncipes no han dicho nada sobre la Politécnica? No importa. Por el helicóptero que sobrevoló la zona y el cortejo de vehículos oficiales en su obligado paso por allí en dirección al puerto es de aplicación ‘el principio de Rus’. Sí, ése acuñado por el presidente de la CES y según el cual los Príncipes apoyan el dragado de la que ahora llaman Eurovía del Guadalquivir, aunque no hayan dicho ni una sola palabra al respecto, sólo porque estuvieron de paso o de visita a la esclusa. Así que desde ahora  tengan mucho cuidado con el principio del presidente de la patronal sevillana, tanto como con los coches ‘ponemultas’. Sólo con que les hagan una foto o les vean paseando por la Encarnación o la Cartuja, aunque estén más mudos que el mudo de Triana, se les atribuirá automáticamente que ustedes son fans de las ‘Setas’ y/o de la torre Pelli.

 

A vueltas con el dragado

La CES, la Cámara, UGT y CCOO presentaron en el pórtico de la Semana Santa la reconstituida ‘Plataforma Sevilla por su puerto. Eurovía del Guadalquivir’, en un acto en el que en su legítimo derecho de reivindicar el dragado en profundidad del río (como otros tienen el mismo derecho de opinar en contra) dieron tal cantidad de argumentos erróneos que no hay más remedio que matizarlos para evitar desde más confusiones hasta falsas expectativas:

1) Cargill, Danone y Roca se han ido por faltarles el dragado: Danone se instaló en Sevilla hace 40 años, y Roca hace 60, cuando ni se hablaba de dragado ni de nueva esclusa. Si su producción estuviera vinculada a un acceso marítimo no tendrían ninguna fábrica en el interior y trasladarían la de aquí a un puerto fluvial o de mar. Sin embargo, Danone suple la fábrica hispalense por las de Aldaya (Valencia) y Tres Cantos (Madrid), a las que no llegan precisamente los barcos. Esta última dista casi 400 kilómetros del mar. 

Roca sustituye la producción de Sevilla por la de Madrid, Burgos, Navarra (las tres sin ríos navegables ni mar), Castellón y Barcelona. Cargill suple Sevilla por sus plantas en Zaragoza, Reus, Sant Cugat del Vallés, La Roda (todas sin acceso marítimo o fluvial) y Barcelona.

La excusa del dragado les hubiera convenido extraordinariamente, porque habrían culpado de su marcha a un factor externo para así desviar la atención de la opinión pública y exonerarse de responsabilidad. Teniéndolo tan fácil, ninguna lo ha invocado, pese a lo que afirman Rus, Herrero, Vidán y Gilabert. Veamos:

-Danone: Perdió en 2012 el 10% de su facturación en el Sur de Europa, con especial incidencia en España por el auge de las marcas blancas de yogures, que copan más del 40% del mercado. Ahora le sobra capacidad productiva y ha cerrado la menor de todas sus fábricas multiproducto, justo la de Sevilla.

-Cargill: Explica su marcha por la constante reducción de aceite de palma para la distribución, lo que unido al exceso de capacidad de molturación y envasado ha afectado la rentabilidad de su factoría. También atribuye el cierre al declive de las cosechas locales y a la fuerte competencia de la industria creciente en el Este.

-Roca: Publicó el 21 de febrero un anuncio informando del cierre por el hundimiento de la construcción, que le ha provocado una caída continua de ventas durante 21 trimestres consecutivos y la pérdida de 200 millones de euros. Buena parte de sus fábricas españolas trabajan por debajo del 30% de su capacidad y sus productos pasan hasta 194 días en los almacenes.

2) El 90% de los barcos europeos no pueden acceder a Sevilla, ya que sólo entran en nuestro puerto los que transportan 10.000 toneladas. Inexacto. Con la nueva esclusa el acceso de la flota mundial de graneleros se ha incrementado hasta el 66% del total. En portacontenedores, al 53%. Y en tráfico RO-RO, al 71%. El puerto puede acoger buques de hasta 20.000 toneladas y 290 metros de eslora. Si no, ¿cómo la Autoridad Portuaria presumió hace unos días de que el ‘Fraga’ había cargado 12.700 toneladas de trigo?

3) Al éxodo de empresas se sumará que no llegarán otras nuevas, ya que los costes de logística (un 30%) se dispararán sin dragado: Cuando aún no había nueva esclusa, alguna ventaja comparativa habrían visto en Sevilla las empresas (Decathlon, Airbus Military, Rhenus Logistics….) que en el último decenio han ocupado ya el 84% de las 54 Has. de la Zona de Actividades Logísticas del Puerto, desarrolladas tras una inversión superior a los 54 millones de euros por Parques Logísticos, Unicaja, La Caixa y la Autoridad Portuaria.

4) El dragado crearía 20.000 empleos: ¿Por qué 20.000 y no 50.000, 10.000 o ninguno? Ejemplos de los últimos años. Para vencer la resistencia de los vecinos de la Cuenca Minera de Huelva a su instalación, el discurso oficial fue que el vertedero de residuos tóxicos en Nerva crearía 2.000 empleos con los que paliar el cierre de las minas de cobre de Riotinto y que sólo se destinaría a albergar residuos de Andalucía. Hoy, el vertedero acoge mierda de toda Europa y no ha dado más de 100 empleos (probablemente hasta me paso en un 30% en la estimación).

También se dijo que la nueva esclusa de Sevilla permitiría crear 15.000 nuevos empleos en los diez años siguientes. ¿Lo recuerdan? Pues bien, en los dos años en números redondos que lleva en servicio Sevilla ha pasado de 77.000 a 91.000 parados, 14.000 más que antes.

5) Gilabert: “Hay demasiadas familias que pasan necesidad para andar con exquisiteces”, en claro desprecio a cualquier cautela ecológica con el dragado: El líder de UGT parece anclado en el siglo XIX y no ha leído aún el informe Brundtland para la ONU, que en 1987 propició un cambio radical de mentalidad: de “la contaminación es el precio del progreso” a “el desarrollo sostenible”.

La ecología no es la antítesis de la economía, sino la economía misma: satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras.

* La excusa del dragado

* Radiografía del Guadalquivir

Legitimidades

El delegado multiusos y chico para todo del alcalde, Goro Serrano, ha tratado de descalificar al presidente de la CES -por un quítame allá ciertas críticas a su jefe- diciendo que “Rus representa a una parte legítima de los empresarios sevillanos, pero no a todos, ni mucho menos”. Hagamos una analogía. De los 562.670 sevillanos con derecho a voto en las últimas elecciones municipales, tan sólo 166.040 votaron la lista del PP que encabezaba Zoido. Y Zoido, les guste o les disguste a los 99.168 votantes del PSOE; a los 24.066 de IU; a los 16.097 de los andalucistas…. y a los 203.846 abstencionistas, es el alcalde de todos y a todos nos representa, con total legitimidad. Mutatis mutandis, por más que le fastidie a Gregorio Serrano, Miguel Rus representa no a una parte, sino a todos los empresarios sevillanos. Item más, Miguel Rus, que fue elegido por aclamación de los empresarios tras retirarse el resto de candidatos, sería incluso más legítimo presidente de la CES que Zoido -votado sólo por el 29,50% de los sevillanos, uno de cada tres- alcalde de Sevilla.

 

Al revés

Los señores del ladrillo disfrutaron de diez años, los de la burbuja inmobiliaria, no de vacas gordas, como en la historia que se cuenta en el Antiguo Testamento bíblico sobre José en Egipto, sino híper gordísimas, cuando se pusieron las botas y los guantes elevando los precios de los pisos a la altura de la nube (y no la de Internet, precisamente) y dando tantos pelotazos con primeras y segundas residencias y pases de suelo, que deberían tener recursos más que  sobrados para aguantar los cinco años de vacas flacas que llevamos de crisis si hubieran atendido el consejo del hebreo en la corte del faraón y reservado una parte de sus ganancias  de los buenos tiempos  Por éso me ha extrañado esta frase del discurso del ladrillero presidente de la CES: “No salimos de ésta cobrando más los pocos que trabajamos; es mejor cobrar menos y generar empleo”. Incorrecto, estimado Miguel Rus. Al revés te lo digo para que lo entiendas. Deberías haber dicho lo siguiente: “No salimos de ésta sin invertir más los pocos que tenemos dinero; es mejor ganar menos y generar empleo”.

Fotos

Zoido y/o su gabinete de prensa, que tanto monta monta tanto, difunden una foto del alcalde tres-en-uno (regidor, presidente del PP (A) y diputado autonómico, amén de señor de cuatro castillos medievales) y sin -dicen- tiempo ni para prepararse los Plenos del Parlamento  paseándose por la Alameda de Hércules con los componentes del grupo cordobés Medina Azahara, que habían venido para la grabación del videoclip de una canción dedicada a Sevilla. Espadas y/o su gabinete divulgan a continuación una foto de la reunión mantenida por el líder de la oposición con la plana mayor de la patronal Gaesco y el indignado (con el alcalde, claro) Miguel Rus al frente, para analizar el impacto de las Ordenanzas Fiscales y estudiar medidas para reactivar el depauperado (ahora) sector de la construcción. Pues nada, Juan Ignacio, tú sigue así: de las sevillanas de la Expo al rock andaluz en la Alameda, y tiras de folklore porque te toca, que la Sevilla de los 90.000 parados y de los cabreados empresarios, por ti pueden seguir esperando. Ahora sólo te falta la foto con Miguel Bosé.

 

Semana sin

Mucho se ha hablado del broncazo que Miguel Rus, presidente de la CES, le echó a Zoido, al Ayuntamiento en pleno y a la Junta de Andalucía aquel día en que acudió a los desayunos del Club Antares con gatos en la barriga, pero nada de una propuesta estupenda que lanzó en medio de la filípica: declarar una Semana sin confrontación entre San Telmo y la Plaza Nueva. Al igual que Samaranch pedía a la ONU que se instaurara la tregua olímpica en el planeta para que hubiera un alto el fuego obligado en todas las guerras durante la celebración de los Juegos, Rus plantea una solicitud muy razonable: tan sólo una semana de las 52 que tiene el año en que los chicos de Griñán y los de Zoido dejen de tirarse a la cabeza la iglesia de Santa Catalina, las líneas del Metro, la Ciudad de la Justicia, la SE-40, el Equipo Quirúrgico…. ¡Qué descanso sería una semana con voto de silencio por ambas partes! A la Semana Fantástica y a los Siete Días de Oro de El Corte Inglés habría que añadir en el calendario paralelo la Semana sin Confrontación de Miguel Rus. ¿Empezamos mañana?

 

Xerrano

He tenido que frotarme varias veces los ojos para comprobar que lo que estaba leyendo obedecía a la realidad y no se trataba de un engaño de mis sentidos, pero el titular en los periódicos era éste: Gregorio Serrano invita a los empresarios sevillanos a invertir en México. No, no era que Serrano había ido a Centroamérica e invitaba a las empresas mexicanas a invertir en Sevilla, sino al revés, tal como lo han leído. Con la que está cayendo y con los 90.000 parados que tenemos en la ciudad, Serrano va, le organiza al país azteca unas jornadas específicas e insta a una fuga de inversores locales: que en vez de invertir y creen riqueza y empleo aquí con los que mitigar la crisis, crucen el Charco. ¿Se tratará acaso de una indirecta directísima a Miguel Rus tras la bronca de éste a Zoido para que haga las maletas? Más que como delegado de Economía, Empleo y etcétera del Ayuntamiento de Sevilla, Goro ha actuado como el mejor embajador de México en España. Allí deben estar poniéndole ya un piso. No diga Gregorio Serrano, sino Xerrano, con equis de México.

 

¿Quién se ha llevado mi queso?

“Las circunstancias han cambiado”. Con esta frase resumieron algunos diputados del PP el tijeretazo dado al Plan de Infraestructuras y Viviendas 2012-2024 (PITVI) presentado el pasado miércoles en el Congreso de los diputados por la ministra de Fomento, Ana Pastor. El cambio de las circunstancias aludía a que cuando se presentó el proyecto por primera vez hace siete meses, la previsión de inversión en obra pública y vivienda era de 225.000 millones de euros, que ahora, de mantenerse la versión reducida y si no hay necesidad de nuevos recortes para cuadrar las cuentas por mayores exigencias de Bruselas, se va a quedar en tan sólo 130.000 millones de euros.

Pero incluso esta cifra tiene truco, ya que únicamente  el 60% procederá de fondos públicos. El 40% restante se confía obtenerlo de una Unión Europea cada vez más restrictiva en la libranza de dinero y de una aportación privada -los famosos proyectos de colaboración público/privada- que no depende de recursos propios, sino de la financiación bancaria, en un escenario con el grifo del crédito aún cerrado.

CADA VEZ MENOS INVERSIÓN

La proyección para el periodo 2012-2024 es que las inversiones en infraestructuras supongan cada vez menor porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB), y que pasen del 1,3% en 2013 al 0,90% en años sucesivos. El problema de fondo es que como la economía española no deja de contraerse y la creación de riqueza es menor, también se estima que disminuirá consecuentemente el presupuesto destinado a carreteras, puentes, pantanos, aeropuertos, vías férreas, puertos…. hasta unos 9.000 millones de euros.
En este contexto, la prioridad absoluta de la ministra de Fomento es completar los grandes  corredores del AVE pendientes. Ana Pastor fue tajante al respecto en las Cortes: “Se acabaron los aeropuertos vacíos, los trenes sin pasajeros y las autovías sin tráfico”.

La plasmación de esta política en los Presupuestos Generales del Estado para Sevilla se ha traducido en que el 85%  de los 275 millones de euros asignados a nuestra provincia se destinan a proyectos en marcha y sólo el 7% para nuevas obras; y en que la partida principal, de unos 44 millones de euros, se reserva para el tramo Utrera-Jerez de la línea ferroviaria de alta velocidad Sevilla-Cádiz. En contraste, el dinero para la ronda de circunvalación exterior SE-40 se reduce a unos 15 millones de euros, un 67% menos que en el Presupuesto anterior.

PARÁLISIS

El hundimiento de la obra pública en Andalucía es brutal. El Colegio de Ingenieros de Caminos y representantes de las principales empresas constructoras que operan en nuestra comunidad han denunciado este fin de semana que prácticamente el 90% de las infraestructuras licitadas en Andalucía están paralizadas debido a la “sequía inversora” existente, hasta el punto de que si no se reactivan pronto se perderán los 1.500 millones de euros comprometidos por Bruselas a través de los Fondos Feder.
Si la ministra Ana Pastor hablaba de aeropuertos vacíos, trenes sin pasajeros y autovías sin tráfico como consecuencia de la desaforada política constructora de los años del ‘boom’ del ladrillo, tanto en infraestructuras como en viviendas (al menos hay 600.000 vacías todavía), los ingenieros de Caminos andaluces lamentan que la paralización del 90% de las obras por falta de inversión puede dejar “agujeros abiertos en las ciudades, vías que llevan a ninguna parte y edificaciones públicas abandonadas”. Estamos purgando, pues, los excesos de la etapa anterior, y todo indica que esta “sequía inversora” se va a prolongar en el tiempo.

En este marco se inscribe la estruendosa rueda de prensa de la pasada semana en que el presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, cogestor de una empresa constructora familiar vinculada históricamente a la obra pública y que llegó a la cúpula de la patronal procedente de Gaesco, la sectorial de la construcción, criticó agriamente tanto al Ayuntamiento y a Zoido como a la Junta de Andalucía, aunque el mayor eco de su enmienda a la totalidad la ha tenido el alcalde, el cual se quedó literalmente atónito por lo inesperado del golpe, como el boxeador cazado en frío por un crochet a la mandíbula.

VISIÓN UNIDIMENSIONAL

Al igual que Zoido no ha interiorizado aún que además de alcalde de Sevilla es presidente del PP (A) y por tanto su visión política ha de abarcar el conjunto de Andalucía y no circunscribirse sólo a la capital hIspalense, Miguel Rus todavía carece de una visión global de la economía sevillana y sigue expresándose conforme a los intereses y preocupaciones de Gaesco más que como presidente de la CES. Este carácter  unidimensional de su presidencia ya lo puso claramente de manifiesto cuando despreció públicamente al sector arrocero, al que también representa teóricamente como presidente de todos los empresarios sevillanos, en su defensa unilateral del dragado del Guadalquivir, que beneficiaría a las grandes constructoras, su sector por naturaleza.

Rus alternó ataques contra la Junta y el Ayuntamiento. Acusó al alcalde de falta de interlocución, del abortado ‘tasazo’ de las Ordenanzas Fiscales y de las contradicciones y falta de agilidad de la Gerencia de Urbanismo con Decathlon y Caixafórum, temas en los que podía estar cargado de razones pero que estaban ligados únicamente al sector de la construcción. Su irritación por la falta de grandes obras públicas, debido a los obligados recortes presupuestarios, llegó al extremo de abogar por el cierre de la línea 1 del Metro, en la que se han invertido 658 millones de euros, si no se licitan las restantes pendientes, porque él no le ve sentido a que permanezca en solitario. La tesis no puede ser más disparatada, por cuanto la línea 1 ya arroja beneficios (por más que la empresa constructora de Rus, que participaba en la misma, vendiera en tiempos su participación pensando en que sería deficitaria y por los sobresaltos en su construcción) y es usada por 15 millones de viajeros al año, por lo que algún efecto vertebrador tendrá, diga lo que diga el presidente de la CES.

Sin obviar la responsabilidad de Zoido (derivada de su autocomplacencia y su escudamiento en la confrontación con la Junta para tratar de orillar así los problemas) en la situación de ‘impasse’ de la ciudad, en su desahogo contra la Junta y especialmente contra el alcalde, Rus sangraba por la herida, tal como dejaban en evidencia expresiones en estos términos: “No es de recibo que el recorte sea siempre en obra pública en vez de en presupuestos prescindibles como empresas públicas, observatorios y fundaciones”.

UNA NUEVA REALIDAD

Aun aceptando todas esas lamentaciones, el problema de fondo que expusimos al principio y que parece no quieren ver ni la CES ni Gaesco es que los dorados años de la obra pública y de la construcción del millón de viviendas en números redondos ya no volverán. Por tanto, el sector de la construcción no va a tener ese increíble peso del 17% del PIB, como llegó a ocurrir en Andalucía, y debe adaptarse a la nueva realidad, reinventarse y buscar nuevos nichos de mercados dentro y en el exterior, llámense rehabilitación o eficiencia energética, por más que Rus brame contra las Administraciones que se le pongan a tiro. Su situación recuerda a la descrita en forma de parábola por Spencer Johnson en la famosa obra ‘¿Quién se ha llevado mi queso?’

El libro cuenta cómo la vida de dos ratones y dos liliputienses giraba alrededor de un abundante depósito de queso. Se sentían tan a gusto que no se percataron de que su alimento disminuía día tras día, hasta que se acabó. Al advertirlo, los ratones se lanzaron de inmediato a la aventura por el laberinto en busca de nuevos depósitos de queso. Los liliputienses, por su parte, creían tener derecho al queso que había desaparecido, regresaban cada día al depósito ya vacío, se lamentaban y se limitaban a esperar sentados a que lloviera nuevo queso del cielo, sin arriesgarse a penetrar en el laberinto en busca de una alternativa.

Al margen de que Zoido mereciera en mayor o menor grado el zamarreón del presidente de la CES a ver si sale de su ensimismamiento, en el mensaje contra tirios y troyanos (también la Junta se llevó su buena ración de críticas) de Miguel Rus latía en el fondo la misma airada queja de algunos de los protagonistas de la fábula de Spencer Johnson:

¿Quién se ha llevado mi obra pública?

Troya

Imaginen que a Rajoy le preguntaran por Merkel y que dejara de morderse la lengua, como Mel, y se pusiera a largar: el grado de confianza es muy bajo; el descontento con ella es total; no hay ninguna interlocución; no atiende los intereses generales de la UE y, por detrás, se dedica con excesiva facilidad a los intereses particulares de ciertos países; penaliza la economía; es tan rígida que los inversores se nos van de Europa; tiene un equipo de iluminados alemanes que manejan estupendamente el Excel y que cuadran las cuentas subiéndole los impuestos a todo el mundo, con lo cual pueden causar un daño irreparable…E imaginen que en medio de la crisis formada por estas declaraciones va Soria, el ministro de Turismo de Rajoy, y declara: “¿Las relaciones con Merkel? ¡Fantásticas!. ¿Que cómo entonces Rajoy dijo ayer lo que dijo? ¡Ah, pues lo habrá dicho por él!”. ¿Qué ocurriría si un ministro desautorizara al presidente? Pues mutatis mutandi, esto es lo que ha hecho Sánchez-Cuerda con el presidente de la CES. Houston, digo Rus, tienes un problema. O un troyano.