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Moverse por Sevilla

El nuevo alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha iniciado su mandato como es tradicional en los nuevos alcaldes de Sevilla en los últimos tiempos, anunciando un plan de tráfico que afecta al Centro de la ciudad (aunque no quiere que se llame del mismo modo que el aplicado por Monteseirín), y los comerciantes han reaccionado inicialmente como es tradicional que reaccione el comercio, alarmado y temiendo por una caída de sus ventas en caso de que se restrinja el acceso de vehículos privados al casco antiguo más extenso de Europa.

Si el Plan Centro de Monteserín suponía en esencia una limitación en la penetración de vehículos particulares al corazón de la ciudad el no-Plan Centro de Espadas, que prefiere llamarlo Plan Integral, persigue el mismo objetivo con, en principio, otros métodos que no recuerden a las cámaras de vigilancia que grababan las matrículas de los coches y actuando no sólo en el Casco Antiguo, sino también sobre el conjunto de la urbe para conseguir un cambio en el modelo de movilidad de Sevilla.

Recuérdese que el Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS), en su dictamen sobre Movilidad Sostenible aprobado el 17 de octubre de 2014 por unanimidad y con tan sólo un voto particular del PP en relación con las inversiones en la red de carriles bici pero no sobre el resto del contenido, calificó de insostenible el modelo vigente y propuso otro basado en la potenciación del transporte público, tanto en infraestructuras como en servicios de transporte; la mejora de la red viaria y el fomento de los modos más sostenibles: a pie y en bicicleta.

EL ENSAYO DE NAVIDAD

Como el modelo es insostenible y siguen sin acometerse la inmensa mayoría de las recomendaciones contenidas en el dictamen del CESS, no es extraño que Espadas, en línea con los alcaldes anteriores -unos en un sentido y otros, en otro- haya desembarcado en el Ayuntamiento anunciando de forma genérica su propio plan para arreglar el tráfico en el Centro y, por extensión, en el resto de la ciudad frente al bloque formado por los comerciantes y por el PP. Por cierto, el presidente de la asociación Alcentro, Enrique Arias, participó como asesor en el dictamen del CESS. Por su parte, el PP, a través de Gregorio Serrano, ha calificado el anuncio de Espadas de “ocurrencia” que puede poner en peligro, a su juicio, el repunte de ventas del comercio en el Casco Antiguo.

Aunque Sevilla no es Bérchules (Granada), donde se celebra la Nochevieja en verano, hay que recordar a efectos informativos en este mes de julio el Plan de Tráfico que se aplica en Navidad en la capital hispalense. El de 2014/2015, con Zoido aún de alcalde, duró desde el 19 de diciembre de 2014 hasta el 7 de enero de 2015, como es costumbre en la ciudad.

En ese periodo de tres semanas en números redondos sólo se permitió el acceso al Centro a los residentes o titulares de plazas de garaje, vehículos de servicio público u oficiales, vehículos de carga y descarga en los horarios estipulados y clientes de los hoteles, mientras que los vehículos privados sólo podían entrar hasta que se llenaran las plazas de aparcamiento en superficie de la zona azul y los aparcamientos subterráneos de uso público.

Además, por causa del ‘mapping’, de 18:45 a 22 horas se cortaba el tráfico en la confluencia de la plaza de la Alfalfa con la calle Jesús de las Tres Caídas y en la de la Pescadería con la Cuesta del Rosario. Asimismo, se aplicaban medidas especiales en los accesos y/o salidas de los aparcamientos subterráneos de los centros comerciales de Nervión y Los Arcos.

El Plan de Tráfico de Navidad podría definirse como una especie de Plan Centro circunscrito a tres semanas del año y con tales restricciones al tráfico privado que cabría imaginar, conforme a los planteamientos que suelen hacer los comerciantes, la ruina del comercio en el Casco Antiguo por falta de compradores ante las dificultades de accesibilidad y para el aparcamiento de coches particulares.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El Centro se ponía de bote en bote de gente gracias al transporte público y en los últimos años los comerciantes, abonados al ‘quejío’ por sistema, no han tenido empacho en reconocer un incremento de ventas en el periodo navideño, cuando más difícil es circular y aparcar en el Centro. En enero de 2014, Enrique Arias, presidente de la asociación de comerciantes de esta zona de la ciudad, reconoció que la facturación en los establecimientos había subido en un 7%.

SIN CAUSA-EFECTO

Por tanto, no existe una relación causa-efecto entre la restricción del tráfico en el Centro y las ventas del comercio. Antes al contrario: la peatonalización de calles como Tetúa, Velázquez y O´Donnell ha contribuido a revitalizar el corazón de la ciudad y a revalorizar los comercios establecidos en el mismo, como demuestra su inclusión en el ranking de las calles con mayor cotización comercial de España, la presión de las grandes cadenas textiles por instalarse en esta zona de la ciudad y los precios al alza que se pagan por alquileres y traspasos.

El respuesta al alcalde, el presidente de los comerciantes del Centro ha pedido la construcción de las tres líneas restantes del Metro y más plazas de aparcamiento. Son dos medidas caras de materializar en las actuales circunstancias de crisis económica, ya que su  su día se estimó que la ampliación del Metro costaría al menos 3.706 millones de euros, mientras que la construcción de aparcamientos tendría un efecto llamada sobre el tráfico privado en vez de al contrario, tal como analiza el CESS en su dictamen: “El aparcamiento es un factor de enorme importancia en la regulación del uso del coche. La experiencia indica que la expectativa positiva de aparcar en destino es el factor que más alienta el uso del automóvil. Si el aparcamiento en destino es fácil y accesible, es casi seguro que el ciudadano optará por la utilización del coche, con independencia de la disponibilidad y calidad de otros medios de transporte puestos a su disposición”.

MENOS CARAS

Hay medidas mucho más baratas y que podrían tener un efecto inmediato en la mejora de la movilidad en la ciudad. Mientras Espadas y/o su delegado de Movilidad hablan de construir un aparcamiento subterráneo en Torneo, en el borde del Casco Antiguo, el CESS aboga con buena lógica por lo que denomina Areas Verdes: aparcamientos en las entradas a la ciudad, junto a las principales vías de acceso por carretera, cuyo uso debe comportar un bajo o nulo coste para el usuario y conectados al centro urbano mediante transporte público y carriles-bici.

Otra medida preconizada en el dictamen del CESS son los autobuses de tránsito rápido, que ya funcionan en el extranjero y en Barcelona: los viajeros validan el billete antes de acceder a autobuses articulados de gran capacidad por cualquier puerta y que circulan por plataformas reservadas.

El dictamen del CESS es un catálogo de incumplimiento de medidas propugnadas en los últimos años, e incluso recogidas en el PGOU, cuya aplicación podría provocar la doble función de aliviar el tráfico privado en el Centro y de allegar clientes a los comerciantes al captar mayor flujo de viajeros en otras zonas de la ciudad y del área metropolitana: extensión del tranvía más allá de San Bernardo y del Cercanías hasta enlazar con el Metro en Blas Infante; creación de una red de intercambiadores de transporte en Plaza de Armas, la UPO, Puerta de Jerez, Puerta Osario y la Macarena, además de las ya conformadas a trancas y barrancas en el Prado y San Bernardo; mantenimiento y ampliación de la red de carriles-bici y conexión del Metro con el tranvía de Alcalá de Guadaíra y el nonato del Aljarafe.

Hay tanto por hacer en materia de movilidad que Espadas sólo tiene por delante margen de mejora con su anuncio de un Plan Integral de Tráfico que aborde no sólo el Centro sino el conjunto de Sevilla.

Zoido, sin argumentos en la Alameda

La primera gran decisión de Zoido tras asumir la Alcaldía el 11 de junio de 2011 fue la derogación del Plan Centro de restricciones al tráfico en el Casco Antiguo, que había aprobado el gobierno anterior presidido por Monteseirín. Para acallar las protestas de los partidos de la oposición y de los sectores ciudadanos contrarios a que el coche volviera a enseñorearse de las calles del Centro sin ningún control, el alcalde prometió  a finales de julio de aquel año la redacción de un nuevo Plan de Movilidad. El factor diferencial de este Plan en relación con el precedente era que debía ser fruto de un proceso participativo de todos los sevillanos, al contrario de lo que, a juicio del gobierno del PP,  había ocurrido con el anterior durante la coalición PSOE-IU en el Ayuntamiento: era consecuencia de una imposición de las fuerzas de izquierda a quienes no compartían su misma ideología.

El nuevo Consistorio gobernado por el PP pregonaba que el alcalde se había limitado a cumplir su promesa electoral de derogar el Plan Centro para, una vez retrotraídos a la situación anterior, partir de cero y tratar de lograr un consenso participativo en el diseño de las políticas de movilidad en la ciudad, de forma que nadie se sintiera excluido, como había ocurrido en la etapa de Monteseirín como alcalde.

PROMESA INCUMPLIDA

Pues bien, casi dos años después de formulada aquella promesa, tanto la oposición como colectivos ciudadanos, cansados de esperar, han empezado a demandarle a Zoido su cumplimiento,  y están dispuestos a abrir un frente de batalla contra el gobierno del PP, máxime tras la adopción de dos decisiones vinculadas entre sí: la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para la recalificación de la antigua comisaría de la Gavidia como zona comercial (actualmente, el suelo que ocupa está calificado como superficie de interés público y social o SIPS, y el edificio, protegido como un Bien de Interés Cultural) y la derogación de la prohibición de construir aparcamientos rotatorios en el Centro, con lo cual se daría cobertura legal al futurible parking subterráneo en la Alameda de Hércules. Y es que el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, incurrió en un lapsus freudiano durante el Pleno municipal y confesó que el estacionamiento en el bulevar estaba relacionado con la recalificación de la antigua comisaría de Policía.

El Grupo Municipal Socialista ha logrado que en la Junta Municipal del distrito Casco Antiguo se apruebe la comparecencia del delegado de Seguridad y Movilidad, Demetrio Cabello, para que explique de una vez por todas sus planes de tráfico para el Centro, ya que cuando se acerca el ecuador del mandato de Zoido el único plan existente es, justamente, la ausencia de plan alguno y la mera adopción de medidas puntuales cuando llegan las fechas señaladas de Semana Santa y Navidad. O sea, lo mismo que se ha hecho durante toda la vida. En puridad, las novedades aplicadas son los dos coches ponemultas en servicio, cuando antes había uno solo, y la mayor actuación de la Policía Local y de la grúa multando y retirando vehículos para cumplir el objetivo recaudatorio de los 25 millones de euros en sanciones a final de año.

La solicitud del PSOE en la Junta de Distrito no parece que preocupe en absoluto a la mayoría gobernante, por cuanto hace casi un año se aprobó prácticamente la misma exigencia y el delegado Demetrio Cabello aún no se ha dignado comparecer para rendir cuentas sobre su política de movilidad, pese a la promesa inicial de Zoido y a sus continuas apelaciones a las “luces y taquígrafos”.

PLATAFORMA CIUDADANA

Mayores dolores de cabeza puede producirle al alcalde y su equipo la movilización acordada por las 26 asociaciones y colectivos ciudadanos que se integran en la Plataforma No Parking Alameda, cuyo pistoletazo de salida será fijado por la asamblea que ha sido convocada para el próximo miércoles, a las 7 de la tarde, en el Centro Vecinal Pumarejo.

La movilización ciudadana es la respuesta de la Plataforma a la aprobación provisional por parte del Pleno municipal, en su reunión del pasado 22 de febrero, de la modificación del Plan General que permitirá la construcción de aparcamientos rotatorios en el Centro y, por lo tanto, también en la Alameda de Hércules, el objetivo indisimulado declarado por el gobierno de Zoido para que preste servicio fundamentalmente al nuevo centro comercial que pretende implantar en la Gavidia, edificio que carece de estacionamiento propio.

El Ayuntamiento resucita un proyecto que, como ha recordado en estas páginas el arquitecto José García-Tapial, ya fue incluido en el PGOU del año 1962 (2.500 plazas distribuidas en cinco plantas) y rechazado por los ciudadanos, la mayoría de los partidos políticos y el Colegio de Arquitectos en los albores de la Transición.

MEDIO SIGLO ANTES

García-Tapial, rememorando la frontal oposición de aquel entonces, ha aseverado lo siguiente: “Hoy tenemos muchos más datos que entonces para desaconsejar este tipo de propuesta. Como la segura aparición de restos arqueológicos. O el riesgo que para el caserío próximo supondría alterar el curso fluvial subterráneo que aún subsiste. O las numerosas plazas vacantes aún en el vecino aparcamiento municipal de Mendigorría. ¿Se han estudiado todos estos aspectos? ¿Cómo se compatibilizaría, por ejemplo, el acceso de vecinos, carga y descarga, transporte público y usuarios del aparcamiento rotatorio por la angosta calle Calatrava, ya hoy congestionada?”.

Igualmente, la Plataforma ciudadana considera que la construcción de un aparcamiento subterráneo y rotatorio en la Alameda plantearía problemas geotécnicos y de destrucción del arbolado y que su posterior explotación provocaría la saturación de los accesos y limitaría el amplio uso que ahora tiene este espacio.

A su juicio, existen alternativas más coherentes, simples y austeras para favorecer la accesibilidad al Centro, como el fomento del transporte público -primando los autobuses de Tussam en vez de los coches privados-, la potenciación de los itinerarios con prioridad peatonal -manteniendo los carriles-bici- y la construcción de los inconclusos aparcamientos en el borde del Casco Histórico, a pesar de que los de carácter rotatorio existentes en el Centro registran un bajo grado de ocupación.

La Plataforma estima que, desde que derogó el Plan Centro, el gobierno local actúa de forma errática, por la falta de un modelo global, y que los cambios en la política de movilidad son contrarios a las determinaciones del PGOU vigente, a las directrices estatales y europeas y a la tendencia en las ciudades de nuestro entorno.

PLAN DE ACCIÓN

Por ello, los 26 colectivos ciudadanos plantean de entrada las siguientes actuaciones:

-Solicitud a la Junta de Andalucía de que no apruebe con carácter definitivo las modificaciones del Plan General y, por el contrario, que declare la Alameda Sitio Histórico.

-Presentación de un recurso en vía judicial contra el acuerdo del Pleno del 22 de febrero de 2013.

-Campaña informativa entre los vecinos de la ciudad sobre las alternativas al aparcamiento subterráneo y rotatorio en la Alameda.

-Reclamación de la elaboración participativa del Plan de Movilidad prometido por el alcalde.

-Acción de ocupación del espacio público y defensa de su uso peatonal.

DOCUMENTO MUNICIPAL

Paradójicamente, el gobierno de Zoido ha remitido a la Junta de Andalucía un estudio de movilidad para justificar la recalificación comercial de la antigua comisaría de la Gavidia que supone el mejor alegato contra el parking en la Alameda.

Según el Ayuntamiento, la apertura de un centro comercial en la Gavidia sólo generaría 1.605 desplazamientos más a la semana, debido al gran número de establecimientos ya existentes en la zona, desde grandes almacenes (El Corte Inglés) hasta pequeños y medianos comercios.

El Consistorio subraya la existencia de varios aparcamientos públicos en el intercambiador de transportes de la estación Plaza de Armas, los carriles-bici, los itinerarios peatonales, las paradas de autobuses en la citada plaza amén de las del Duque y Magdalena, más la del tranvía en la Plaza Nueva, para llegar a la conclusión de que la mitad de los 1.605 desplazamientos se realizarían en transporte público;  el 40%,  de forma no motorizada (a pie o en bicicleta) y sólo un 10% en automóvil privado.

Ese 10% supone, por tanto, tan sólo 160 desplazamientos en coche privado semanalmente o, lo que es lo mismo, 27 por cada día de la semana de apertura del centro comercial. Y, ¿está justificado levantar la Alameda para que albergue en sus entrañas 27 coches diarios?

En su afán por minimizar el impacto sobre el tráfico de un centro comercial en la Gavidia, el Ayuntamiento se ha quedado sin argumentos para justificar el parking rotatorio en la Alameda de Hércules.

Los neutrinos de Zoido

El 23 de septiembre de 2011, los científicos del experimento Ópera presentaron en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas los resultados de sus ensayos y revolucionaron el mundo: habían descubierto los neutrinos súper lumínicos, así denominados porque viajaban a mayor velocidad que la luz (ésta, a 300.000 kilómetros por segundo).

La magnitud del descubrimiento radicaba en que destrozaba la teoría de la relatividad de Einstein, según la cual la velocidad de la luz es una constante cósmica y nada puede desplazarse más rápidamente. Aunque se tardó casi un año en desmontar la existencia de los neutrinos súper lumínicos merced a nuevos experimentos que probaron errores técnicos, la nueva teoría alimentó durante meses algunas fantasías de la Humanidad, como la posibilidad de viajar al futuro y al pasado al igual que el actor Michael J. Fox en aquel coche fantástico de las películas de Zemeckis.

Con Zoido hemos pasado de los neutrinos súper lumínicos del experimento Ópera a los sub lumínicos suyos. Zoido  construyó su programa electoral sobre dos promesas esenciales: convertirse en el alcalde del empleo y en el de las ‘luces y taquígrafos’, para diferenciarse del oscurantismo y los chanchullos de Monteseirín. Desgraciadamente, con cerca de 90.000 parados en la ciudad aún no ha podido cumplir la primera.

En cuanto a la segunda, la luz tampoco viaja con él a 300.000 kilómetros por segundo, sino infinitamente más lenta, como prueba el hecho de que para cubrir los escasos centenares de metros existentes entre el Ayuntamiento y la calle Reyes Católicos, donde se instalaron algunas de las cámaras del Plan Centro de tráfico, ha tardado quince meses.

Este ha sido el tiempo que se ha necesitado para que la comisión de investigación sobre el Plan Centro, impulsada en su día por el alcalde, presente hoy, por fin, sus conclusiones.

En síntesis, el gobierno de Zoido decidió apenas aterrizar derogar el Plan Centro. Podía haber invocado la promesa en tal sentido hecha por el alcalde durante la campaña electoral y aun mucho antes, pero en una torpeza propia de unos novatos y con ánimo de hacer sangre de un cadáver político como era ya Monteseirín, argumentó que las cámaras de videovigilancia no funcionaban, pese a que habían costado a los sevillanos 956.926 euros. “Un fraude de principio a fin”, declaró Curro Pérez, el portavoz gubernamental.

Se creó la comisión de investigación, con ánimo de exigirle responsabilidades a PSOE e IU, y segundo disparo en el pie: un técnico del Centro de Control de Tráfico municipal mostró a los concejales de la oposición grabaciones de los vehículos circulando, con lo que se derrumbó el argumento del PP de que las cámaras estaban estropeadas. Para colmo, se estaba grabando a los conductores y transeúntes sevillanos sin que éstos fueran conscientes de tal circunstancia ni se hubiera advertido públicamente.

Se entró en una espiral de denuncias y contradenuncias y apelaciones a la Agencia de Protección de Datos, y así hasta mañana lunes. Quince meses de enfriamiento de un escándalo (desde noviembre de 2011) que a buen seguro se va a quedar en agua de borrajas dada la absolutísima mayoría del PP.

La ‘luz y taquígrafos’ de Zoido, viajando a razón de casi año y medio para recorrer 200 metros desde el Ayuntamiento a la primera cámara de videovigilancia del Plan Centro (en ese mismo periodo de tiempo la luz real descifrada por Einstein habría recorrido nada menos que 11.819.520.000.000 kilómetros) ha contribuido a relativizarlo todo. ¿A quién le preocupa ya si las cámaras grababan o estaban estropeadas, o si costaron casi un millón de euros, con la que está cayendo con la crisis económica, los 6 millones de parados y la corrupción?

La comisión de investigación del Plan Centro es la mejor prueba de la particular teoría de la relatividad de Zoido en la política: cuanto más lenta sea la aplicación a un escándalo del principio de las “luces y taquígrafos”, menos erosión -o al final ninguna- causará a quienes gobiernan.

EL CANON LIPASAM

Juan José Cortés, el padre de la infortunada Mary Luz, ha cumplido un año como fichaje-estrella de Zoido en calidad de asesor municipal en materia de exclusión social. En su momento, el PSOE denunció que para abrirle hueco en el organigrama del grupo municipal popular, el PP tuvo que crear el cargo de director de Juventud, con una remuneración de 50.000 euros anuales, para que el puesto dejado libre por éste entre los asesores fuera ocupado por Cortés, al que se asignó un salario de 36.000 euros.

El padre de la niña onubense declaró en aquel entonces que el alcalde acertaba contratando a personas de pueblo como él para estar en la calle y asesorar sobre barrios marginales. Aunque aseguró que llevaba haciendo éso -la visita a las zonas excluidas- toda la vida, quienes trabajan desde siempre con los marginados en el Vacie, Polígono Sur y Tres Barrios coinciden en afirmar que no han tenido noticias suyas ni lo han visto en estos 365 días.

Cortés se defiende diciendo que Sevilla es muy grande, que él se ha centrado casi en exclusiva en Los Pajaritos y que cobra menos “que un trabajador de Lipasam”. Así pues, el sueldo medio en la empresa de la limpieza, que el Ayuntamiento cifró en 30.000 euros, ha pasado ya al lenguaje popular como canon de medida de la escala salarial.

Si Cortés gana 36.000 euros, ¿cómo sostiene que cobra menos que un empleado de Lipasam? Quizás ha tirado de calculadora a partir del dato que dieron desde el comité durante la huelga: estaban perdiendo 100 euros por cada día de paro. Multipliquen 100 por  los 365 días del año a ver cuánto sale.

El contador de coches

El técnico de Movilidad enfrentado al otro técnico de Movilidad (¿o fue al revés?) ha cantado la gallina en la Comisión de Investigación  al revelar ingenuamente (¿o no?) que las 22 cámaras instaladas en plan gran hermano por Monteseirín siguen captando todo lo que se mueve por el Centro. ¿No dijo el PP que estaban escacharradas y su destino era el desguace? Pues no estaban muertas, sino vivitas,  y grabando. Pillados en el tonto (¿o no?) renuncio por aquello de querer demostrar hasta a la Agencia de Protección de Datos que las imágenes eran borrosas, salieron por la tangente diciendo que usan las cámaras para contar coches, como otros cuentan ovejas o -el personaje de la novela de Burgos- sombras. ¿Y para éso hace falta gastar este dineral en vez de devolver el material a la fábrica, ahora que aún está en garantía? Bastaría con encargarle un baratito simulador numérico mediante algoritmos a la UPO o a la Hispalense. Al fin y al cabo, hasta Google no es más que un algoritmo matemático. El problema de fondo de este Ayuntamiento es que allí todos son de Letras.

El edil Nº 21

Los relucientes pivotes de diseño bajo las ‘setas’ de la Encarnación han sido desplazados para que el espacio así recortado a los peatones lo ganen los vehículos y, en especial, los autobuses. Lo más llamativo es que la medida se ha adoptado no porque la pidiera la Delegación de Movilidad o Tussam, sino Aprocom. Voy a tener que darle la razón a Espadas cuando se hace la clásica pregunta de la Roma antigua: “qui prodest? (¿a quién beneficia?”. Sí, porque buena parte de las decisiones del gobierno local del PP  benefician en último extremo a los comerciantes del Centro, desde la eliminación del Plan ídem de tráfico hasta la reinstauración de los autobuses a la Encarnación, el Duque y la Magdalena, pasando por el gasto de 300.000 euros en flores de Pascua para exornar las plazas y calles del Casco Antiguo. Alien era el octavo pasajero; Aprocom parece el concejal número 21 de Zoido, con más poder que los otros 20 porque gobierna desde la sombra. Si en el Betis de antaño era “lo que diga don Manué”, en la Sevilla de hogaño se hace “lo que diga don José. (Cañete)”.

Casualidades

Antonio Pardal, dueño de Larena 98, reveló que le impusieron el patrocinio del Patín Macarena para entrar en Mercasevilla. Ahora se descubre que Monteseirín adjudicó el Plan Centro a una empresa que financiaba al equipo de fútbol del Cerro del Aguila, el barrio del delegado de Movilidad, Fran Fernández. La beneficiaria alega que no hay caso porque su patrocinio – “una acción social sin ánimo de lucro”, dice- se inició seis años antes del contrato. Sí, pero seis años antes el Cerro era tan coto de Fran Fernández como seis años después, y será casualidad, pero entre todos los equipos de Sevilla el patrocinado fue el del Cerro y no otro. Y también fue  casualidad que justo en la temporada pasada, a finales de la cual se adjudicó el Plan, el patrocinio se firmó a través del Ayuntamiento “para darle oficialidad a la colaboración”. ¿Por qué, si era una acción social sin ánimo de lucro? Aunque daba la casualidad de que así la empresa  permitía a Fran trasladar la imagen de que el barrio le debía a él la financiación del equipo. ¿No habrá alguna casualidad más?

 

 

Sí pero no

El portavoz de la Oposición, Espadas, tachó la derogación del Plan Centro de “imposición” y medida “objeto de campaña electoral”. Es una “imposición” en la misma medida en que lo fue su aprobación por Monteseirín, y es “objeto de campaña electoral” ‘a posteriori’ por cuanto supone el cumplimiento del programa con el que el alcalde concurrió a las municipales.

Desmintiendo la cínica frase del socialista Tierno Galván de que las promesas electorales se hacen para no cumplirlas (de este tipo de actitudes deviene el desprestigio de la clase política), Zoido ha sido consecuente al derogar el Plan y en este sentido se diferencia de los políticos que  hacen lo contrario de lo que dijeron.

Se ha intentado que  incumpliese su programa electoral esgrimiendo un sondeo de tan sólo 440 encuestas telefónicas del Centro Andaluz de Prospectiva  en el que el 53,8% de los encuestados se mostraba a favor del Plan. Ese porcentaje son 236 sevillanos, frente a los 166.000 que apoyaron el programa de Zoido en las urnas. Quienes citan el sondeo obvian un dato revelador: en el ditrito Centro, el sufridor/beneficiario del Plan, sólo cuatro de cada diez encuestados se muestra partidario de mantenerlo. Es decir, apoyan el Plan desde fuera quienes menos se ven afectados por sus medidas.Monteseirín dio alas a los sectores contrarios a la limitación del tráfico, una tendencia irreversible en Europa, al aplicarla de forma precipitada e improvisada, marca de la casa, y sin haber creado previamente las alternativas de transporte y aparcamientos  que habrían permitido su implantación sin división social.El clamoroso fracaso en la construcción de 60 aparcamientos en el entorno del Centro es la mejor demostración de su huida hacia adelante. A ello hay que añadir que, al contrario que en la mayoría de las ciudades europeas con planes similares, no existe un Metro que penetre en el casco antiguo, sino que lo bordea. También los autobuses dejaron de acceder hasta lugares estratégicos como la Encarnación y la Magdalena.

La reordenación del tráfico se ha hecho de tal forma que para trasladarse de un punto a otro  del casco antiguo primero hay que salir a la Ronda. Los taxistas ponían como ejemplo una carrera de la calle Feria a la Alameda. Otrosí, los sentidos únicos obligan a tener que circular por la periferia para llegar desde ciertas zonas del Centro hasta la Macarena.

La pretensión de los impulsores del Plan de que los conductores y los profesionales podían realizar una gestón en tan sólo 45 minutos era irreal, hasta el punto de que fontaneros y electricistas han preferido dejar de hacer pequeñas reparaciones en el Casco Antiguo por temor a sanciones de 70 euros si sobrepasaban el tiempo de estacionamiento.

 

DEFICIENCIAS

 

Prueba de las deficiencias del Plan es que el propio Espadas había propuesto  su modificación para que se incrementara el tiempo de circulación de 45 a 60 minutos, la disminución del horario restrictivo en una hora (desde las 8 a las 21), la introducción de permisos especiales para los profesionales y bonificaciones para los familiares de los residentes en el  Centro y trabajadores y clientes de los parkings.

Además, Monteseirín ha hecho un uso torticero del Plan, como demuestra el hecho de que entre diciembre, fecha de su inicio, y marzo  impuso 7.000 multas a infractores y que a partir de primavera dejó de tramitar sanciones porque faltaban dos meses para las elecciones de mayo y no era cuestión de irritar a los votantes.

Por eso tiene razón Zoido cuando dice que ‘de facto’ Monteseirín ya había derogado el Plan, aunque como los automovilistas no lo sabían se siguieron comportando como si siguiera vigente. Pese a sus deficiencias, el Plan ha cumplido el objetivo de reducir la afluencia de vehículos, como reconoce el nuevo director de Movilidad: “Desde 2007 a 2011 se ha producido un descenso del 48% del tráfico de vehículo particulares a la zona Centro de Sevilla”. Un informe de la anterior Delegación realizado en  febrero estimaba que se había pasado de unos 200.000 vehículos diarios a 97.900. De esta cantidad, 22.000 sobrepasaban el límite de tiempo. Además, esta disminución del tráfico habría redundado  en la eliminación de 3.800 toneladas de CO2.

Es indudable, pues, que la reducción del tráfico ha mejorado la calidad de vida en el Centro (menos contaminación, menos ruido, más seguridad) y que si Zoido tenía razones (su programa electoral) para derogarlo, Espadas, Torrijos y los 23 colectivos  que han abogado por su mantenimiento previa corrección de sus errores también tenían argumentos  para defenderlo, en línea con las políticas internacionales de movilidad. Cabe preguntarse hacia dónde va el sentido de la historia, si por que los coches sigan tomando el centro de las ciudades o al contrario.

Una vez cumplida su promesa, el reto de Zoido debe consistir en crear cuanto antes las condiciones que permitan disfrutar de un Centro sin automóviles. En su apresurada derogación del Plan por la misma vía del decreto con que Monteseirín lo implantó (pese a lo cual, un error político al darle munición a la Oposición por sustraerse al debate), sorprende su anuncio de que estudiará la alternativa después del verano, cuando se suponía que la debería tener más que estudiada desde su etapa en la oposición. Las asignaturas troncales nunca deben dejarse pendientes para septiembre.

 

No por mi calle

Un dicho popular inglés dice ‘pero no en mi patio trasero’, en alusión a que los apoyos que se brindan a cualquier tema genérico se tornan de inmediato en oposición cuando obligan a la implicación personal o afectan a los intereses particulares de las supuestas personas solidarias. Los comerciantes del Centro achacan todos sus males a las peatonalizaciones, la limitación de acceso al tráfico impuesta (de mentirijillas) por Monteseirín y la falta de autobuses y de Metro. Ha llegado Zoido, ha empezado a hablarse de implantar líneas de microbuses eléctricos como alternativa al derogado Plan Centro e ‘ipso facto’ los comerciantes de O’Donnell han dicho que los buses de Tussam crucen por cualquier sitio, pero no por su calle. Osea, que han dejado a Aprocom sin argumentario por esta rebelión en plan ‘Boston Tea Party’ de la movilidad. Como ven, pese a ser O’Donnell un patriota irlandés, allí se rigen por el mismo principio de los ingleses y, además, no quieren que, con el paso de  microbuses, les consideren el patio trasero de las calles Rioja, Tetuán y Velázquez.

Fraude

Lo ha dicho Pérez, no el que estuvo veraneando en Mallorca (acaso también), sino el que, siendo sevillano, vino de Huelva en plan cantes de ida y vuelta y que es ahora la voz a ti debida de Zoido: “El Plan Centro es un fraude de principio a fin”. Ni las cámaras de vigilancia habrían cumplido el pliego técnico (en algunos casos apenas superaban el 65% de fiabilidad) ni se habría sancionado a los conductores que se paseaban por el Casco Antiguo durante ¡más de 200 minutos!, cuando el límite eran 45. Fraude es, según la tercera acepción del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, un delito. Palabras mayores. La defraudada en este caso sería la ciudad de Sevilla, que ha pagado 956.946 euros por el ‘Gran Hermano’ miope elegido por Monteseirín para vigilar a todo hijo de vecino sobre ruedas por el Centro. Ante las graves acusaciones del portavoz del gobierno municipal, a Zoido ya no le queda más opción que la de irse directamente al Juzgado de Guardia en defensa de Sevilla. Como juez que es se presupone que no se le ha olvidado el camino al Prado.

 

Sin autoridad

F._Fernandez_visita_obras_paso_B._Monreal_El último de Filipinas del (sin) alcalde, el hombre grande (que no al revés) Fran Fernández, amenaza con sancionar a Bruesa, la constructora del túnel bajo la Palmera, si no lo acaba a tiempo. ¿Y cuál es el calendario de esta obra, que es como el cuento del lobo pero en versión del delegado de (in)Movilidad? Yo, como Javier Rubio, ya he perdido la cuenta de las veces  que Fran ha anunciado que veía la luz al final del túnel. Creo recordar que la primera fecha que dio él o el Consistorio fue noviembre de ¡2009!. Pues la última (im)previsión  es de que, con suerte, a ver si se puede abrir un carril para mayo. Quien para mayo, a partir del 22-M, tiene abierto  no un carril, sino una autopista de salida entera, es el propio Fran, regalo de Susana y Viera. Me pregunto: si Sacyr no acabó las setas en 2007, según la obligaba el contrato con el (sin)alcalde, ni en 2008, ni en 2009, ni en 2010, ni en marzo de 2011, y le han puesto menos multas que a los conductores del Plan Centro, ¿con qué (sin)autoridad moral va a multar Fran a la empresa del túnel de la Palmera?