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Prueba de veladores: la privatización ‘de facto’ de la plaza de la Magdalena

Colocados 60 sillones y 15 mesas en el espacio público recién reurbanizado para veladores del nuevo hotel Magdalena Plaza

La cadena Radisson anuncia en su página web la apertura del establecimiento el 31 de mayo

La cocina «de autor», encomendada al chef vasco Eneko Atxa, mientras que el bar ‘Justa Rufina» en la cubierta lo gestionará el grupo madrileño Azotea

Sigue sin reponerse la lápida que recordaba el enterramiento de Martínez Montañés

Los transeúntes que han pasado este martes (18 de mayo de 2021) por la parcialmente reabierta plaza de la Magdalena en Sevilla se han llevado la sorpresa de ver cómo el espacio público situado delante del nuevo hotel Magdalena Plaza ha sido ocupado por unos 60 sillones en torno a una quincena de veladores. Ha sido la demostración de que, tal como vaticiné en su día (y no hacía falta ser un lince para adivinarlo), la peatonalización era una mera coartada para su privatización ‘de facto’, para su aprovechamiento por el establecimiento hotelero. El «patrocinio» de la reurbanización por la compañía propietaria del hotel no iba a ser gratis total precisamente. Si Monteseirín privatizó directamente la plaza de la Encarnación, Espadas ha acabado privatizando indirectamente la plaza de la Magdalena.

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Reapertura parcial de la plaza de la Magdalena

Las paradas de autobús han sido desplazadas a la calle Marqués de Paradas

Los peatones pueden transitar desde este fin de semana (15 de mayo de 2021) por buena parte de la plaza de la Magdalena una vez que el Ayuntamiento ha retirado las lonas que ocultaban los trabajos de reurbanización a que ha sido sometida en los últimos meses, aunque quedan tareas pendientes que ocuparán un mes más. En este espacio público no ha quedado ninguna zona acotada para motocicletas, ni paradas de autobús. Estas últimas han sido trasladadas en su práctica totalidad a la calle Marqués de Paradas, distante unos 420 metros.

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Aparecen las antiguas vías del tranvía también en la zona sur de la plaza de la Magdalena

El Ayuntamiento de Sevilla no ha integrado aún ningún resto tranviario en la reurbanización del espacio público

El granito gris extremeño de Quintana de la Serena se ha colocado ya en la mitad Norte

Se están creando hileras de losas de Tarifa desmontadas para romper la uniformidad

Los trabajos de reurbanización que ejecutan el Ayuntamiento de Sevilla y el grupo hotelero Millenium en la plaza de la Magdalena han dejado al descubierto también en la zona Sur de la misma, cercana a la fachada de El Corte Inglés y a la calle Méndez Núñez, las antigua vías del tranvía, como ya ocurrió en la zona Norte. Pese a las demandas ciudadanas de que los antiguos raíles se conserven y se integren en la nueva obra, de momento el Ayuntamiento no ha atendido estas peticiones.

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El adoquín en los dientes de Álvaro Pimentel (Ciudadanos)

El portavoz del partido naranja ve cómo el gobierno de Espadas pasa de su reivindicación del pavimento tradicional y lo sigue eliminando

Presume de su alianza y supuesta fuerza en el Ayuntamiento pero no logra siquiera que la Gerencia preserve los adoquines de Gerena

El portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Sevilla, Álvaro Pimentel, ha reclamado hace unos días al gobierno municipal que las obras de peatonalización que se están llevando a cabo en la Plaza de la Magdalena sean “respetuosas” con “la pavimentación tradicional de la ciudad” y se evite que la reurbanización completa de este espacio suponga “una transformación inapropiada de la estética tradicional de uno de los enclaves más señeros de todo el Casco Antiguo”.

En este sentido, ha recordado que “los últimos gobiernos municipales de la ciudad, tanto del PSOE como del PP, han tenido un serio problema con la definición del paisaje urbano sevillano” y, en consecuencia, “con la apuesta por una unidad estética que dotara a la ciudad, y especialmente a su conjunto histórico, de la armonía necesaria”. Por ello, “nos tememos que en esta plaza puedan volver a repetirse estos mismos errores del pasado”, ha señalado.

Pimentel ha insistido en la “importancia” de que “Sevilla disponga cuanto antes de un libro de estilo” que fije “un modelo estético para nuestro paisaje urbano”, especialmente “en lo que se refiere a las calles del Casco Antiguo y a las zonas aledañas de nuestros principales monumentos”. De hecho, ha recordado, “el Pleno ya aprobó el pasado mes de junio, gracias a una moción presentada por el grupo municipal de Ciudadanos, la redacción de esta normativa”, que, entre otras cosas, vendría a paliar el hecho de que “Sevilla sea la única gran ciudad de España que no dispone de una ordenanza o un plan regulador del paisaje”.

Álvaro Pimentel, durante su visita a las obras en la plaza de la Magdalena

El portavoz del partido naranja parece hallarse en una situación un tanto esquizofrénica, ya que por una parte trata de arrogarse todo cuanto se hace en Sevilla merced a su condición de aliado privilegiado del gobierno socialista local (de ahí que cada día lance uno o varios mensajes sobre que esto y lo otro es gracias a Ciudadanos) y, por otra, comprueba cómo Espadas le da una de cal y otra de adoquín, digo de arena.

Pimentel ha tratado de erigirse en los últimos meses en el paladín de la preservación del pavimento tradicional de la ciudad, ergo de los clásicos adoquines de Gerena. Sin embargo, es de justicia reconocer que el auténtico líder en pro de los adoquines sevillanos es desde hace años el arquitecto Javier Queraltó Dastis , calificado como el defensor del color de Sevilla (el granito de Gerena tiene poco que ver cromáticamente con el extremeño de Quintana, al que se ha abonado la Gerencia de Urbanismo para imponer una nueva y gris estética en los suelos de la ciudad).

El portavoz del partido naranja ha tomado la bandera de Queraltó pero resulta que pese a que alardea de que gracias a él el Ayuntamiento aprobó en junio dotarse de una Ordenanza o Plan de Paisaje Urbano y de que es de «facto» el socio de gobierno de Espadas, se han seguido quitando en estos cinco meses adoquines y sustituyéndolos por gris granito de Quintana en, entre otras, la calle Cuna, Mateos Gago y, ahora, la plaza de la Magdalena.

El pasado 10 de noviembre, Pimentel acudió a ver cómo había quedado la calle Cuna tras las obras municipales de reurbanización y se echó las manos a la cabeza por el resultado estético. Del nuevo pavimento dijo que ofrecía una imagen de «despersonalización impropia de una de las principales vías comerciales del Casco Antiguo».

El portavoz naranja, por la calle Cuna

Afirmó que la solería grisácea y la «falta de matices» que ha instalado el equipo de gobierno «no casa con la idiosincrasia tradicional de las calles sevillanas», lo que confirma «la falta de criterio y armonía estética de la que vienen adoleciendo desde hace años los últimos gobiernos municipales». Añadió: «una vez más, la ciudad ha perdido la oportunidad de apostar por el uso del adoquín de Gerena, recuperando así el pavimento clásico de nuestras calles, a pesar de las numerosas peticiones que han realizado comerciantes, vecinos y expertos profesionales en la materia, además del propio grupo municipal de Ciudadanos, para que (el gobierno local) reconsiderara una decisión que supone una afrenta contra la armonía estética del Casco Antiguo».

Y continuó: «el Ayuntamiento ha sido incapaz de reaccionar a tiempo y ha apostado por un pavimento que el día después de haber presentado la obra ya tiene algunas losas rotas, otras llenas de suciedad y algunas con resto de la pintura utilizada como guía por los propios operarios».

Pimentel volvió a la carga con el libro de estilo urbanístico cuya redacción se había aprobado gracias a él y con el que «se evitaría que se repitieran casos carentes de uniformidad y armonía en otras vías de la ciudad como Mateos Gago».

Álvaro Pimentel también se lamentó de la reurbanización de la calle Mateos Gago

Ahora, al referirse a la plaza de la Magdalena, pide que «no se vuelvan a repetir los mismos errores de la reurbanización de Cuna o Mateos Gago». Es decir, en cada comparecencia el portavoz de C’s añade una nueva calle o plaza a su relación de espacios en los que se destruye el pavimento tradicional.

Por todo ello cabe preguntarse de qué alardea a diario Pimentel como aliado privilegiado de Espadas si es incapaz de plantarse ante él y parar la marea de reurbanizaciones con la que la Gerencia de Urbanismo está liquidando los adoquines de Gerena de nuestras calles. ¿Qué fuerza política tiene Pimentel si cada vez que visita una calle o plaza es para lamentarse de lo que hace el gobierno de Espadas? La imagen que proyecta es que Pimentel llega hasta donde Espadas le deja, no que él le arranque o imponga lo que quiera al alcalde. ¡Si es incapaz siquiera de que le dejan una calle en su estado original a pesar de que ha convertido la conservación patrimonial en su objetivo político de cara a los sevillanos!

Y, claro, calle a calle, plaza a plaza, cuando a Pimentel le conceda por fin Espadas ese libro de estilo urbano de cuya autoría viene alardeando aquél desde junio ya quedará poco adoquín de Gerena que proteger porque lo habrán quitado la Gerencia de Urbanismo o/y Emasesa.

Reforma de la plaza de la Magdalena a la medida de una empresa privada

El Ayuntamiento de Sevilla, en colaboración con el grupo empresarial Millenium, ha anunciado para el lunes 16 de noviembre de 2020, el inicio de las obras de «peatonalización y reurbanización de la plaza de la Magdalena», que provocarán la reordenación de la circulación rodada. Según el gobierno local, esta reordenación «se enmarca dentro de los objetivos del Plan Sevilla Respira y del Plan de Movilidad Urbana Sostenible».

¿Qué Plan de Movilidad Urbana Sostenible? Una vez más, Espadas hace su doble juego en función de sus intereses políticos, ya que en el Plan de Movilidad (PMUS) vigente, que es el de Zoido, no se contempla esta actuación. Espadas aplica para su particular Plan Centro y de Triana, y para la Magdalena, un mero proyecto de PMUS, el suyo, que ni ha sido aprobado todavía por el Pleno del Ayuntamiento (carece por lo tanto de validez jurídica) ni sometido previamente a la participación de los sevillanos con su correspondiente periodo de información pública para la presentación de alegaciones pero que él ya da por hecho, sin respetar las normas de un Estado de Derecho.

Espadas, Muñoz y Cabrera, en la presentación del proyecto de remodelación de la plaza de la Magdalena

Para que el IDAE, dependiente del gobierno de su correligionario Pedro Sánchez, le conceda una millonaria subvención para la ampliación de la línea del tranvía, presenta el PMUS vigente (porque es condición «sine qua non» la existencia de un PMUS), o sea el de Zoido, ¡donde tampoco se prevé la prolongación del denominado Metrocentro! Esta es la doble política del alcalde con la movilidad, en la que usa el nonato PMUS (sin validez) o el vigente según su conveniencia en cada momento . ¿Qué habrían dicho Espadas y el PSOE si Zoido hubiera hecho lo mismo?

¡Si ya le descalificaron el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que era un mero recurso de emergencia para solicitar subvenciones para Tussam, y resulta que ahora se agarran al mismo como a un clavo ardiendo y ya no reniegan de él porque lo necesitan para justificar la solicitud de subvención para el tranvía! O sea, que lo que ayer no servía para nada, cuando Espadas estaba en la oposición, ahora resulta que es plenamente válido para presentarlo ante el IDAE.

LA DESCRIPCIÓN DE LA PLAZA

La empresa metropolitana de aguas, Emasesa, ha redactado el proyecto para la plaza de la Magdalena, en el que entre otras cosas dice lo siguiente:

-«En su centro se sitúa una fuente de mármol del siglo XVIII a la que rodea un parterre de setos muy altos que impiden su visión». Atención porque ya se está viendo venir la jugada, que nos recuerda a la de Zoido con el arboricidio de los plataneros de la calle Almirante Lobo para sustituirlos por bauhinias, de menor porte, con el argumento de que no dejaban ver la Torre del Oro desde la Puerta de Jerez. Como habría dicho el Guerra, los setos de la plaza de la Magdalena tienen la altura que deben tener y si al Ayuntamiento les parecen muy altos, ¿qué le impide recortarlos y ponerlos más bajos para satisfacer esta repentina inquietud de que no se vea la fuente, que sí se ve? ¿Por qué al Ayuntamiento resulta que ahora le preocupa la altura de los setos de la Magdalena y no la similar de los setos de la fachada delantera del Archivo de Indias, tras los que también hay otra fuente?

Plaza de la Magdalena con los setos que según el Ayuntamiento no dejan ver la fuente
La fuente del Archivo de Indias con sus setos perimetrales, como los de la plaza de la Magdalena

-«La Plaza en sí consta de una plataforma central pavimentada con una cuadrícula de losas de tarifa que encierra un pavimento de chino lavado, todo ello en pésimas condiciones de conservación». ¡Pero si esto es un «yo me acuso» en toda regla! ¿Quién si no el Ayuntamiento que dirige Espadas tiene toda la plaza de la Magdalena en pésima conservación? ¿O le vamos a echar la culpa, tras cinco años y medio de gobierno, a la «herencia» recibida de Zoido y de Monteseirín? ¿No ha tenido tiempo Espadas en cinco años y medio de arreglar la plaza?

-«Durante mucho tiempo se ha venido produciendo en la plaza un mercadillo que impedía atravesar la plaza, pero una vez eliminado éste, tampoco es utilizada de forma colectiva pues son muchas las dificultades que hay que superar para llegar a ella, sobre todo por la densidad de tráfico perimetral y aparcamiento de motos que impide un adecuado acceso». ¿Y quién si no el Ayuntamiento es el responsable en parte de esa densidad de tráfico perimetral por las paradas de autobuses que ha instalado en la misma y por el aparcamiento de motos que allí ha autorizado? ¿O vamos a echarle la culpa a la Junta de Andalucía?

La plaza de la Magdalena con motos alrededor, que permite el Ayuntamiento

-«La estancia de la plataforma central se reduce a varios bancos, alguno de ellos situados entre las dos líneas de setos». ¿Y quién es el responsable de colocar más bancos si no el Ayuntamiento para facilitar el disfrute de la plaza por los sevillanos y turistas?

-«Finalmente en el extremo norte, al otro lado de la calzada, se sitúa el ensanche de Josefa Reina Puerto (…..) La solería actual es de baldosas de hormigón color albero y en ella se pueden apreciar numerosas calicatas y algunas irregularidades». Sigamos haciendo preguntas sobre este auténtico «yo me acuso» que es la descripción realizada por Emasesa: ¿quién, si no el Ayuntamiento, es el responsable de la existencia de calicatas e irregularidades en el ensanche?

Ensanche de Josefa Reina Puerto, con los parterres en primer plano

-«En la confluencia de este espacio con la calzada, se crean verdaderos problemas de paso, ya que el poco espacio disponible de acerado está ocupado por dos parterres con elementos vegetales y por la existencia de una parada de bus que implica que en ocasiones se produzca gran acumulación de personas que impiden el paso del resto de los peatones por el acerado». ¿Quién si no el Ayuntamiento le ha autorizado a Tussam la colocación de una parada de autobús en plena confluencia para el paso y por qué nunca ha retranqueado un poco hacia el interior los parterres para ampliar la anchura de la acera?

-Leer sobre el estado del alumbrado público en la plaza, da hasta miedo, ya que según Emasesa, » la instalación tiene una antigüedad superior a los 40 años, se encuentra por tanto obsoleta, es energéticamente ineficiente y no dispone de las medidas de seguridad eléctrica que exige la reglamentación vigente ( Respecto a las tomas de
tierra, la instalación tampoco dispone de redes equipotenciales de tierra entre soportes como exige la reglamentación actual). Volvemos a lo mismo: ¿quién si no el Ayuntamiento es el responsable del estado de la plaza, se mire por donde se mire? ¡Y además lo reconoce implícitamente en el proyecto redactado por Emasesa!

EL CONVENIO CON MILLENIUM

Esta era la situación de la plaza, sin que el gobierno de Espadas, al igual que los anteriores, hiciera nada por remediarlo, hasta que le interesó a alguien que la situación cambiara y ese alguien es un privado llamado Grupo Millenium, con el que Emasesa, en nombre del Ayuntamiento, ha firmado un convenio con, entre otras, las siguientes cláusulas:

-PRIMERA: «Millenium es una sociedad especializada en el desarrollo e inversiones inmobiliarias en el ámbito de la hostelería, entre cuyos proyectos se encuentra la construcción de un nuevo establecimiento hotelero en la Plaza de la Magdalena (Distrito Casco Antiguo, Sevilla), a partir de la remodelación integral, actualmente en curso, de los inmuebles de Plaza de Magdalena, 1 y Calle Rioja, 26.

Los dos edificios de la plaza de la Magdalena que serán convertidos en hotel por la empresa Millenium


Como consecuencia del referido proyecto, Millenium se encuentra interesada en la mejora de los servicios públicos básicos y la remodelación de la actual configuración exterior de la zona de ubicación de dichos inmuebles mediante la peatonalización de la misma (incluyendo la peatonalización de la Calle José de Velilla), con la finalidad de adaptarla a condiciones más favorables para la sostenibilidad, accesibilidad y cuidado del medioambiente y para la más eficiente explotación de las instalaciones hoteleras». Atención al reconocimiento de que a la empresa Millenium le interesa que se remodele exteriormente y se peatonalice la plaza de la Magdalena «para la más eficiente explotación de las instalaciones hoteleras». ¿Y qué tendrá que ver la peatonalización de la plaza con la explotación del hotel, salvo, como de forma inconsciente parece que se está expresando, se piense en convertir de alguna manera la plaza en parte de la explotación hotelera a futuro?

SEGUNDA: Emasesa dice que coincidiendo con los trabajos de remodelación para el hotel, aprueba un proyecto de sustitución y mejora de redes de abastecimiento y saneamiento en el entorno de la plaza de la Magdalena.

TERCERA: Y la Gerencia de Urbanismo, «dada la confluencia de ambas actuaciones de inversión sobre el mismo espacio, ve la oportunidad de abordar de forma unitaria y conjunta la remodelación de la plaza….. aunando la iniciativa municipal y particular en aras de un mayor bien social».

Queda suficientemente claro, pues, que no fue el gobierno local el que pensó en remodelar, peatonalizar y mejorar las infraestructuras de la plaza de la Magdalena, sino que este proyecto se debe a Millenium, nunca mejor dicho, porque el Ayuntamiento ha procurado aprovecharse del interés de la empresa privada en que se rehabilite el espacio público a su medida sacándole la financiación de parte de las obras, en eso ahora tan de moda de presentarlo como «colaboración público-privada» y sin mediar siquiera un concurso público.

No, no se trata de un patrocinio de las obras, como, por ejemplo, esos que obtenía Zoido para el «mapping» en la plaza de San Francisco, en que la (s) empresa (s) le daba (n) el dinero y el Ayuntamiento se encargaba de todo. Veamos lo que dice esta cláusula del convenio en la que, al igual que en algunas anteriores, se presenta la actuación en aras del bien común y del interés general y no de un interés privado.

QUINTA: «Con el fin de que las obras de ejecución del Proyecto puedan desarrollarse en el menor tiempo posible, y con ello favorecer el interés general, Emasesa y Millenium han acordado que Millenium sustituya su aportación financiera por la ejecución directa de una parte del Proyecto».

La aportación financiera inicial de la empresa privada iba a ser de 360.000 euros (más Iva), pero ahora se ha incrementado hasta 422.218,47 euros (sin IVA), mientras que la de Emasesa será de 471.622,48 euros (sin IVA). Por tanto, el coste de las obras será de 893.840,95 euros y Millenium pagará una parte valorada en el 47,23%.

La superficie rayada es lo único que ejecutará Emasesa y todo lo demás (delimitado en color rojo) la empresa Millenium

Así, será obligación de Millenium requerir a su contratista en el supuesto de que la Dirección Facultativa del proyecto considere que se debe instar a cualquier tipo de actuación o reclamación al adjudicatario de las obras que le correspondan ejecutar a la empresa privada.

A esta fórmula de sustitución de un mero patrocinio por la ejecución de la remodelación de la plaza, y posterior peatonalización, al gusto y a la medida de los intereses de una empresa privada no se habían atrevido ni el Zoido alcalde ni el PP de los 20 concejales con toda su mayoría absolutísima y demuestra la ambivalencia ideológica de Espadas y su modelo «polivalente» de ciudad. Ahora bien, entraña un riesgo. ¿Qué pasaría si por cualquier circunstancia -Dios no lo quiera- sufrieran problemas irresolubles Millenium o/y su contratista y no pudieran terminar las obras que les corresponden en virtud de este convenio?

Hay que considerar esta posibilidad, siquiera como hipótesis de trabajo. Recordemos las variadas obras que se le han «caído» al gobierno de Espadas en los últimos años por esta causa, en principio meramente hipotética. Así, por ejemplo, la Gerencia de Urbanismo tuvo que licitar un nuevo contrato, por valor de 143.596 euros, para poder terminar la rehabilitación de las cubiertas de cuatro edificios comerciales del Polígono Sur que quedaron pendientes desde que tres años antes quebró la empresa contratista que las estaba ejecutando.

En virtud de la cláusula SÉPTIMA, se afirma que el convenio tiene una naturaleza privada y se rige por el Derecho privado, y que, con renuncia expresa al fuero que pudiera corresponderle, la empresa municipal someterá cualquier divergencia que pudiera surgir a los Juzgados. Esto es, pues, un reconocimiento de la subordinación de los intereses públicos municipales a los intereses de una empresa privada, en línea con lo que hizo Monteseirín con las Setas y la plaza de la Encarnación.

Aparte de aprovechar la remodelación de la plaza para pavimentar con el denostado granito gris de Quintana, con la coartada de que se vea bien la fuente central se eliminarán los setos perimetrales. Y al instalar una plataforma única y eliminar los setos perimetrales quedará libre una explanada de superficie suficiente para un posible futuro aprovechamiento económico, como podría ser la colocación de veladores o de carpas comerciales en épocas propicias del calendario.