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El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) del histórico arquitecto José Galnares Sagastizábal

Diseñó hace más de medio siglo una gran plaza delante de la Catedral para, sin tráfico por la Avenida, abrir el Casco Antiguo al río a través del Arenal

Se asomarían a la misma las Atarazanas como Museo Marítimo y una sede única para las dependencias oficiales dispersas por la ciudad

Un aparcamiento de tres plantas bajo el Paseo de Colón y con 7.000 plazas permitiría liberar de coches el Centro

Se conectaría mediante tapices rodantes con la Plaza Nueva, a la que llegaría el Metro

«El tráfico aumenta en proporciones angustiosas -sostenía ya entonces- y se hace necesario solucionarlo de alguna manera»

«El derecho del peatón al señorío del Centro ha sido arrinconado por los motores de explosión»

El Ayuntamiento de Sevilla convocó en 2003 un concurso internacional de ideas para la ordenación del transporte en el centro histórico. El primer premio fue otorgado a la propuesta denominada ‘Tapiz’, consistente en implantar cintas rodantes (como las existentes en aeropuertos y Metros) en la Avenida de la Constitución como sistema de transporte colectivo no contaminante. Quizás pocos sabían que 30 años antes el arquitecto José Galnares Sagastizábal ya había planteado el uso de tapices rodantes para conectar el Paseo de Colón con la Plaza Nueva, entre sus ideas para resolver el problema del tráfico en la ciudad, su particular PMUS, formulado hace medio siglo y con visiones y análisis que anticiparon el actual debate sobre la movilidad en Sevilla.

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Espadas invita al tranvía, la Junta se lava las manos, Europa pagará la primera ronda y los sevillanos, la factura de por vida a través de Tussam

El Gobierno andaluz le transmite al alcalde que hará las líneas de Metro pero que no se opone a que él las duplique en superficie mediante tranvías

El PMUS de Espadas preconiza construir sólo 6,9 kilómetros de Metro soterrado y convertir el resto en líneas tranviarias

Sevilla podría convertirse así en la primera ciudad en contar con una red de tranvías circulando en superficie por similar trazado al del Metro, como ya ocurre desde Puerta de Jerez a San Bernardo

Paradójicamente, el PMUS pide que se eliminen varias líneas de autobuses de Tussam cuando funcione el Metro para no duplicar servicios y optimizar recursos

El alcalde pretende que Bruselas le pague las ampliaciones del tranvía, pero los gastos de explotación tendrá que soportarlos la deficitaria Tussam

La compañía municipal de transportes ya ha necesitado este año una inyección de 88 millones, dinero que sale de los sevillanos

Sevilla se puede convertir en la primera ciudad del mundo en tener una red de tranvías que duplique o replique en superficie, por el mismo o similar trazado, una red subterránea de Metro al depender la primera del Ayuntamiento y la segunda de la Junta de Andalucía, Administración que ha decidido lavarse las manos en materia de transporte y practicar una política de «laisser faire, laisser passer» (dejar hacer, dejar pasar) en relación a Espadas y sus medidas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que califica como «soft» (blandas)».

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El Plan de Movilidad Urbana de Sevilla se queda viejo antes de nacer al ignorar el impacto del coronavirus en el transporte

Tussam, el Metro y los autobuses metropolitanos han perdido casi la mitad o más de sus viajeros

Un 24% de los sevillanos ya usa al menos una vez a la semana vehículos de movilidad personal como el patinete, fenómeno que el PMUS también ignora

Si se implantara el teletrabajo dos días a la semana se ahorrarían 54,7 millones de viajes, equivalentes a 3,2 veces los transportados por el Metro y a 15 veces los del tranvía

El nuevo Plan de Movilidad Urbana de Sevilla (PMUS) que impulsa Espadas se ha quedado viejo antes de nacer oficialmente porque pese a estar datado en noviembre de 2020 sus redactores, de forma incomprensible, no han tenido en cuenta el enorme impacto que en todos los ámbitos, y especialmente en el transporte y la movilidad, está teniendo el coronavirus, detectado ocho meses antes (marzo). Por tanto, este PMUS es el de la vieja realidad y no sirve para la nueva normalidad emanada del Covid 19. Ha quedado desfasado y debe ser aplazado y revisado al menos un año después de que se dé por concluida oficialmente la pandemia y se comprueben las transformaciones sociales que se consoliden en el tiempo.

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Espadas declaró ser «contundente» defensor de una red completa de Metro para Sevilla tras pedir a la Junta 200 millones para sustituir la línea 2 por un tranvía

Incluyó en los fondos ‘Next Generation’ de la UE la alternativa sexta del PMUS (ramal tranviario Santa Justa-Torreblanca) que cuando estalló la polémica calificó de mera exploración de modelos de transporte

El ramal sustitutivo de la línea 2 del Metro incluye unas cocheras para 20 tranvías al coste de 35 millones de euros

También ha pedido 51 millones de euros para extender el tranvía desde Santa Justa a la Campana

Los proyectos tranviarios, con tan sólo 16 kilómetros, costarían al menos 433 millones, vehículos aparte

El Ayuntamiento califica la bicicleta de medida-estrella cuando en el PMUS se prevé que su papel disminuya en 2030

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y su delegado de Gobernación, Juan Carlos Cabrera, declararon ser «contundentes» defensores de una red completa de Metro para Sevilla cuando tras la festividad de Reyes de 2021 estalló una polémica al descubrirse que la alternativa (la sexta) seleccionada en el nuevo PMUS para la futurible Red de Transporte de Alta Capacidad se basaba en diversas líneas de tranvía y en la reducción del Metro a sólo 6,9 kilómetros soterrados. Espadas calificó entonces la propuesta del PMUS de mera exploración de modelos, pero tan sólo tres semanas antes había registrado ante la Junta de Andalucía una solicitud de 200 millones de euros con cargo a los fondos europeos Next Generation para ampliar el tranvía hasta Torreblanca en detrimento de la línea 2 del Metro y conforme a la alternativa elegida en el PMUS.

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Todas las actuaciones e inversiones propuestas en el PMUS sólo conseguirían reducir en 3,4 minutos el tiempo medio de viaje actual en los autobuses de Tussam

Un desplazamiento en coche por Sevilla apenas supone un ahorro de tiempo de seis minutos en comparación con el autobús

Cabe preguntarse si no es más rentable invertir en mejorar a bajo coste la red de Tussam que hacer un gasto multimillonario en tranvía y Metro

Los redactores del PMUS tratan de primar la velocidad comercial eliminando paradas y sacrificando la función vertebradora de los barrios que hace Tussam

Los autobuses de una de cada cuatro líneas de Sevilla circulan a una velocidad superior a la media de los autobuses de España

La combinación de todas las medidas e inversiones propuestas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Sevilla (PMUS), desde construir pasos subterráneos hasta crear una red de alta capacidad compuesta por varias líneas de tranvía en superficie y 6,9 kilómetros de Metro soterrados a un coste de 1.048 millones de euros, sólo conseguiría para el año 2030 que el tiempo medio de viaje en transporte público fuera 3,4 minutos menos que en la actual red de autobuses de Tussam aun sin aplicarle a ésta ninguna mejora, como serían más carriles reservados o prioridad de paso en los semáforos.

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Plan de Movilidad de Sevilla: la trampa de calificar como disuasorios aparcamientos de rotación ignorando su efecto llamada

Se rechazan estacionamientos en el Casco Histórico por su atracción de vehículos pero se justifican en su borde

Son los negociados previamente por empresas privadas con el Ayuntamiento

Se les califica como una opción atractiva para el automovilista cuando el objetivo del PMUS es reducir el tráfico privado en un 7%

Varios se construirían en Torneo, por la que ya circulan 47.000 vehículos diarios, y su entorno

Al tiempo se reducirían en un 75% las plazas en la zona azul del Centro para los no residentes

El Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Sevilla (PMUS) que impulsa Espadas para sustituir el redactado en tiempos de Zoido incurre en otra flagrante contradicción: calificar los aparcamientos de una forma distinta según se encuentren en el interior del Casco Histórico o al borde del mismo. De esta forma justifica proyectos de estacionamientos presentados al Ayuntamiento previamente por el sector privado, con lo que no obedece a un modelo coherente de ciudad, sino a los intereses empresariales.

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Espadas se enreda él solo en su laberinto del tranvía

Tras las protestas suscitadas, trata de reducir a una mera exploración de modelo de transporte la alternativa del PMUS que elimina en un 85% los tramos subterráneos de las futuras líneas del Metro para equipararlo a un tranvía

Sin embargo, la alternativa está incluida en el documento de Propuestas a la hora de establecer una postura del Ayuntamiento frente a las soluciones que plantee la Junta tras el proceso de revisión del Metro

El revisionismo subyacente en el PMUS para destacar el coste inferior del tranvía respecto del Metro se omite en el caso del tranvía respecto del BTR

La demanda de viajeros del tranvía podría haber sido satisfecha con un BTR, y la del Metro, con un tranvía conforme a los criterios que se aplican en Francia

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y su delegado de Gobernación, Juan Carlos Cabrera, han reaccionado de forma airada a las acusaciones del portavoz del PP, Beltrán Pérez, y de colectivos ciudadanos de que el gobierno local quiere sustituir las tres líneas pendientes de Metro por tranvías en superficie, tal como se propugna en la alternativa Nº 6, la seleccionada por los redactores del nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) entre las ocho analizadas en el documento.

Espadas ha declarado que quiere ser «contundente» a la hora de defender que el Ayuntamiento de Sevilla y él como alcalde son los «máximos interesados en que haya una red de metro completa y en colaborar con la Junta para que sea posible, cuanto antes».

Juan Espadas, con la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, de la que depende el Metro de Sevilla

Ha recordado que «la va a decidir el órgano promotor de la misma, que es la Junta», la cual, en el marco de la actualización de la futura línea 3, tomará «las decisiones convenientes», mientras que la entidad a la que el Ayuntamiento encomendó la redacción del nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Sevilla, la unión temporal de empresas (UTE) VS Tema, plantea «distintos escenarios o análisis técnicos que dan pie al PP para volver a enredar diciendo que el Gobierno local no defiende la red de metro tal y como la plantea la Junta».

https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/el-tranvia-es-el-1-fijo-en-la-quiniela-del-pmus-de-espadas/

Según el alcalde, el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible es «un documento de planificación estratégica, sin perjuicio de la decisión de la Junta como órgano promotor del proyecto» sobre la red completa de metro de Sevilla. «Los tramos en subterráneo o los que tengan que ir en superficie los decidirá la Junta y el Ayuntamiento -añadió- lo que hace es cumplir su obligación de aprobar una planificación estratégica, en la que las distintas opciones técnicas se acaben convirtiendo en proyectos concretos», y «todo lo demás es mala política o de mal político».

Previamente, el gobierno local había sostenido que el PMUS  “explora un modelo sobre una de esas alternativas de tramos de Metro en subterráneo y en superficie, sin que esto suponga un ningún caso una propuesta a la Junta de Andalucía del gobierno municipal de sustituir las tres líneas de Metro por un tranvía”.

DEFENSORES «CONTUNDENTES»

Por su parte, el delegado de Gobernación, Juan Carlos Cabrera, del que depende la elaboración del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, había lamentado que una «interpretación errónea y aclarada ya por parte del gobierno local se use por parte del portavoz del PP, Beltrán Pérez, para tratar de generar una polémica donde no la hay».

«La colaboración y la lealtad institucional con la Junta de Andalucía por parte del Ayuntamiento de Sevilla es total en esta infraestructura. Sevilla tendrá las líneas 2,3 y 4 de Metro desde el consenso y el diálogo, no desde la confrontación barata que tiene como única estrategia Beltrán Pérez», aseveró Cabrera. El delegado añadió de forma tajante que «todos han entendido que el Ayuntamiento defiende la ampliación del Metro con contundencia, como una infraestructura necesaria e imprescindible».

Juan Carlos Cabrera (a la izquierda), delegado de Gobernación del Ayuntamiento de Sevilla

Tanto el alcalde como su delegado coinciden en el término al declararse ambos «contundentes» defensores de la red completa de Metro para Sevilla, al tiempo que hablan uno u otro de «interpretación errónea» (lo de siempre) del texto del PMUS y de que los redactores del mismo se han limitado a explorar modelos de tramos de Metro en superficie y en subterráneo, sin que ello suponga en ningún caso una propuesta a la Junta de Andalucía de sustitución de las tres líneas por un tranvía».

Veamos.

Si la alternativa número seis, la de sustituir total o parcialmente las tres futuras líneas de Metro proyectadas por tranvías en superficie no es una propuesta, entonces ¿por qué figura en el Documento Final Estratégico de Propuestas del Plan de Movilidad?

¿Se puede sostener que Beltrán Pérez, colectivos ciudadanos y periodistas hacen una «interpretación errónea» de lo que textualmente aparece escrito en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible y que como es textual no deja lugar a dudas, tal como se ve en el siguiente cuadro y mapa?

La alternativa número 6, seleccionada entre las ocho estudiadas en el Plan de Movilidad (Tabla y mapa)

Si, según el alcalde y su delegado, el Ayuntamiento es «contundente» en la defensa de una red completa de Metro para la ciudad, entonces ¿por qué se dedica una sexta parte del Documento Estratégico de Propuestas del PMUS a evaluar las posibilidades de intercambiabilidad del Metro y el tranvía para sustituir el primero por el segundo? ¿Se puede creer que este supuesto juego teórico lo han hecho los técnicos del PMUS por su propia cuenta y sin obedecer a directrices políticas del gobierno de Espadas?

ESTUDIO EXHAUSTIVO

Aquí se ha hecho un estudio exhaustivo que ha costado tiempo y dinero de los contribuyentes, compuesto sólo esa parte por 74 tablas (algunas, complejas, de página entera) y 19 mapas o gráficos. ¿Todo eso solamente para explorar modelos teóricos, sin otra finalidad? Y si se trata de pura teoría, de una especie de divertimento o mera exploración de posibilidades, ¿se puede justificar de esta forma el gasto del dinero de los sevillanos?

¿Qué habría dicho Espadas, que reconoce que la Junta de Andalucía es la Administración competente a la hora de decidir sobre el Metro y sus características, si el Gobierno andaluz se hubiera dedicado a hacer lo mismo que él pero para el tranvía? Si se hubiera dedicado a encargar un informe en el que se analizaran las posibilidades de no ampliar el tranvía hasta Santa Justa o a ninguna parte, o de ampliarlo hacia El Cerro del Águila y otros barrios obreros en vez de hasta una estación que ya está conectada en subterráneo con San Bernardo mediante el Cercanías de Renfe. ¿Le habría visto sentido al estudio o habría vito fantasmas y puesto el grito en el cielo por invasión de sus competencias, por más que le dijeran que era una mera exploración teórica de modelos ferroviarios?

Portada del Documento de Propuestas del PMUS, donde figuran las ocho alternativas estudiadas

Yo no sé si Espadas, en su lenguaje tecnocrático, pretende ocultar lo que en el fondo está reconociendo cuando dice, en plan «quien se excusa, se acusa», que lo que está haciendo con el PMUS es «aprobar una planificación estratégica, en la que las distintas opciones técnicas se acaben convirtiendo en proyectos concretos».

Pues se le entiende todo: preconiza que la opción técnica (y la opción seleccionada por sus técnicos es la número 6) se convierta en un proyecto concreto.

APROVECHANDO LA REVISIÓN

La clave aparece en la página 109 del Documento de Propuestas, en la que puede leerse lo siguiente: «En base a la configuración de la red de metro de Sevilla planificada y con conocimiento de que los proyectos constructivos aprobados inicialmente están en proceso de revisión, y habida cuenta de la voluntad manifestada por la Junta de Andalucía de que dicha revisión pueda contemplar que algunos de sus tramos puedan ser en superficie, se analizarán distintas alternativas de tipología de transporte público de alta capacidad para dar respuesta a las necesidades detectadas y que puedan ser ejecutadas dentro del horizonte del presente Plan, desde un punto de vista de velocidad comercial, coste de ejecución y explotación, funcionalidad, afecciones urbanísticas, etc. sin entrar en un análisis pormenorizado de los pasos y tipos de estructuras que se ejecutaran dado que los mismos dependerán de cuestiones aún no definidas por la Junta de Andalucía.

Para ello, una vez definidas las distintas alternativas se realizará un análisis multicriterio que permita evaluar las diversas alternativas planteadas y que sirva de apoyo para disponer de datos objetivos a la hora de establecer una postura ante las soluciones que la administración autonómica pueda plantear en dicho proceso de revisión.

La revisión del proyecto de la línea 3 del Metro por la Junta le sirve de excusa al Ayuntamiento para plantear su alternativa

(…..) La alternativa que obtenga la mejor valoración global será la que se desarrolle y se considere en la evaluación del Plan junto con el resto de las actuaciones propuestas en los distintos escenarios planteados, sin prejuicio de las decisiones que la administración competente pudiese adoptar al respecto».

Aprovechando que la Junta de Andalucía está revisando los proyectos del Metro pendientes y de que habría expresado su voluntad de que «algunos de sus tramos» puedan ser en superficie», los técnicos de Espadas ven el cielo abierto para hacerle el trabajo al Gobierno andaluz en la dirección deseada por el alcalde (equiparación del ‘Metro ligero en superficie’ con el ‘Metro ligero subterráneo’) y llegar al extremo de plantear la alternativa Nº 6 como solución de futuro, aquella en la que ya no son sólo «algunos tramos en superficie», sino prácticamente todos, porque de una longitud total de 45,35 kilómetros que se atribuye a las tres líneas en subterráneo, los redactores del PMUS la dejan en dicha alternativa en tan sólo 6,95 kilómetros soterradas (del 100% a un 15%), y el resto, en superficie, en solución tranviaria.

INTERCAMBIABLES

Se llega al extremo de decir lo siguiente: «atendiendo a las importantes relaciones que los trabajos de campo han puesto de manifiesto entre la zona Este de la Ciudad y Nervión, que justifican la construcción de la infraestructura de prolongación de Metrocentro, con independencia del esquema de explotación de las líneas de Metro que finalmente sea adoptado por parte de la Junta de Andalucía, dado que la maquinaria para la explotación de dicha infraestructura es la misma que la del Metro, por lo que podría ser usada de forma indistinta en caso de que se optase por este esquema de explotación, o en caso de no ser así, permitiría a los usuarios de la línea 2 procedentes de la zona Este, comunicar con la zona de Nervión a través de la ampliación de Metrocentro con trasbordo en Santa Justa».

Los primeros trenes del tranvía eran similares a los de la línea 1 del Metro

Queda claro el planteamiento: hasta tal punto es intercambiable el ‘Metro ligero en superficie (tranvía)’ con el ‘Metro ligero subterráneo’ que las máquinas para la explotación podrían ser usadas de forma indistinta en uno y en otro.

Mientras el gobierno local se defiende diciendo que se trata simplemente de explorar modelos, en la página 186 del documento se habla de propuestas (en línea con la definición del Diccionario de la Academia -«proposición o idea que se manifiesta y ofrece a alguien -en este caso la Junta- para un fin -la conversión del 85% de las líneas de Metro en superficiales o tranviarias), en los siguientes términos: «Las líneas radiales desde zonas periféricas de la ciudad, en las que se registra mayor demanda, debieran ser complementadas por sistemas de transporte de mayor capacidad, tal y como ya se contempla en las ampliaciones de metro propuestas en el presente documento».

Término que de nuevo vuelve a usarse en la página 191: «El desarrollo y puesta en servicio de los nuevos sistemas ferroviarios propuestos en el presente Plan con las nuevas líneas de la red de metro de Sevilla y la ampliación del Metrocentro, condicionarán fuertemente la oferta del conjunto del sistema de transporte urbano de Sevilla». ¿No decía el Ayuntamiento que no se trataba de propuestas? Pues en el texto se emplea el término sin lugar a dudas.

QUITAR EL CAPÍTULO DEL PMUS

Y si el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) se aprueba en estos términos, oficialmente quedará la alternativa Nº 6 como la propuesta del Ayuntamiento a la Junta para el sistema de transporte público de alta capacidad: conversión del 85% de las líneas soterradas futuras del Metro en superficiales o tranviarias.

Ya que Espadas y Cabrera lo niegan con vehemencia y dicen ser contundentes defensores de una red completa de Metro (según la definición de la Academia, un tren que circula bajo tierra), para evitar que se apruebe el PMUS con esa propuesta tranviaria y no queden dudas sobre sus reales intenciones procedería entonces a que eliminaran del Documento de Propuestas desde la página 109 hasta la 169 (toda la parte dedicada a las ocho alternativas en las que se compara/equipara el tranvía con el Metro) y volvieran a sacar a información pública el Plan de Movilidad Urbana Sostenible.

Espadas (derecha), con Juan Carlos Cabrera, delegado responsable del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS)

Ahora bien, si Espadas ha querido con ese amplio capítulo demostrar que se puede sustituir las líneas de Metro por una red de tranvías mucho más barata, entonces el revisionismo debe alcanzar a todos los sistemas de transporte posibles para la ciudad y no sólo para el Metro en relación con el tranvía, sino también del tranvía (que no puede ser siempre el 1 fijo en la quiniela, lo único inmutable e innegociable) en relación con el BTR; del BTR en relación con el autobús normal, y así sucesivamente.

Esa revisión general iría en línea con el anuncio por la Junta de Andalucía de la Formulación de la Estrategia Andaluza de Movilidad y Transporte Sostenible 2030 (Boletín Oficial de la Junta de 15 de enero de 2021), en la que se dice: «Respecto al desarrollo de infraestructuras fijas asociadas al transporte y la movilidad,
debe destacarse la necesidad de afrontar las actuaciones con criterios de rentabilidad
social, ambiental y económica, que determinen la viabilidad de las actuaciones mediante el análisis coste-beneficio y el análisis multicriterio».

Y no es cuestión de ampararse en supuestos estudios de esos que sobre el papel lo justifican todo, como el que invocó Monteseirín para ampliar el tranvía hasta San Bernardo y según el cual la demanda prácticamente se iba a duplicar y luego ha ocurrido todo lo contrario, sino en la realidad de la demanda existente, de lo que refleja la estadística actual del número de viajeros transportados por todos y cada uno de los autobuses de Tussam, por el tranvía y por el Metro, y aplicar la lógica francesa, la escala de la que hablaba el experto Gregory Carmona, a saber:

-Bus de tránsito rápido (BTR): para demandas de entre 10.000 y 50.000 viajeros diarios.

-Trolebús de alto nivel de servicio: para entre 15.000 y 60.000 viajeros diarios.

-Tranvía: para entre 30.000 y 150.000 viajeros diarios.

-Metro ligero (en superficie), con más prestaciones que el tranvía: entre 100.000 y 200.000 viajeros diarios.

-Metro (subterráneo): más de 150.000 viajeros diarios.

Comparemos ahora la escala que se sigue en Francia con la realidad de Sevilla, la estadística de viajeros del año 2019, antes del coronavirus:

-Tranvía: 3.681.710 viajeros (10.086 diarios).

-Línea 1 del Metro: 16.998.191 (media de 46.470 viajeros diarios).

Romero Robledo

Creo recordar que fue el político antequerano Romero Robledo -seis veces ministro y presidente del Congreso, entre otros cargos- el que dijo que en España todo funcionaría mucho mejor si se bajaba el nivel de categoría de los gobernantes, ya que generalmente estaban sobrevalorados: el ministro debía ser en realidad secretario de Estado; el secretario de Estado, subsecretario, y así se iba bajando en la escala y cada cargo desempeñaba sus funciones de forma más acorde con sus aptitudes.

Los números del transporte sevillano hablan por sí solos, sin necesidad de que nos los interpreten los políticos a su conveniencia. Esos números nos dicen que para su demanda real de viajeros diarios, el tranvía debería haber sido un BTR, y el Metro, un tranvía.

El PMUS trata de demostrar que las tres líneas pendientes de Metro se pueden sustituir por tranvías. Sobre la línea tranviaria, que encima se pretende ampliar a otro coste millonario, no dice nada.

Y lo que no puede pretender Espadas es que la doctrina de Romero Robledo se aplique sólo al Metro pero no a su tranvía.

*Anteriores entregas sobre el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Sevilla:

El Plan de Movilidad recomienda medianas arboladas en cuatro avenidas o rondas mientras justifica eliminar la de San Francisco Javier para la ampliación del tranvía

Se crearían en las avenidas de Andalucía y Kansas City y en las rondas Norte y del Tamarguillo

Concluía la anterior entrada sobre el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que impulsa Espadas en sustitución del redactado en tiempos de Zoido reflejando la contradicción de propuestas (que ahora el gobierno local trata de reducir a meros juegos de artificio) como sustituir las proyectadas líneas de Metro pendientes por tranvías al tiempo que construir ramales específicos del suburbano para futuribles desarrollos urbanísticos en el extrarradio, como los de Santa Bárbara y el Pítamo.

En esta línea contradictoria, siempre al servicio del tranvía y de la ampliación de su(s) líneas(s) que impregna todo el documento en consonancia con la idea de movilidad de Espadas, se incluyen las propuestas de crear medianas ajardinadas/arboladas en varias amplias avenidas o rondas para paliar el efecto del tráfico mientras se justifica la eliminación de la única mediana existente con árboles de buen porte, como es la de San Francisco Javier, para que se amplíe el tranvía, el proyecto estrella del alcalde.

Mediana arbolada de la Avenida de San Francisco Javier, cuya eliminación justifica el PMUS para ampliar el tranvía

He aquí algunas de las propuestas en ese sentido:

Avenida Kansas City: «Se propone la remodelación de esta avenida, despojándola de las características de vía interurbana que posee actualmente y transformándola en un gran cinturón verde con el que se gane espacio para la habitabilidad de los peatones, se reordenen y canalicen los accesos a las zonas residenciales y resto de edificios adyacentes, se eliminen los espacios sin uso entre calzadas, así como los arcenes, y deje de ser una simple arteria de paso hacia el exterior como ocurre en la actualidad.

Vista de la avenida de Kansas City, con la pequeña mediana con adelfas existente en la actualidad


Así, en el tramo comprendido entre la S3-30 y Santa Justa se dispondría una mediana central con arbolado de 2,50 m. tres carriles de circulación por sentido con sección reducida y se ordenarían los aparcamientos en las vías de servicio laterales.
De esta forma, todo el espacio que se ganaría en la sección con la reordenación de las zonas dedicadas al vehículo se destinaría a incrementar la anchura de las zonas peatonales que quedan junto a la línea de fachadas de los edificios».

Reurbanización de la Avenida de Andalucía: «para eliminar el carácter de autovía que presenta actualmente, y dándole ya en esta zona un aspecto de vía urbana, de modo que se genere un espacio más atractivo para el peatón y se consiga además el calmado del tráfico que entra en la ciudad, mejorando la permeabilidad entre barrios, y consiguiendo la reducción de los ruidos y emisiones generados por el tráfico.

Situación actual de la Avenida de Andalucía y, debajo, esquema de la propuesta del PMUS


Se reordenarían las vías de servicio y se incorporaría para uso peatonal espacios que actualmente quedan entre viales o zonas sin aprovechamiento, siendo esta actuación especialmente significativa en la margen derecha de la avenida, pues es la correspondiente al frente de los edificios residenciales de barrio Amate».

Reurbanización de la Ronda del Tamarguillo: «Se propone la reurbanización de esta ronda para corregir la ruptura de la continuidad urbana que existe actualmente, de forma que puedan regenerarse e integrarse en la trama residencial para uso peatonal espacios desaprovechados, e incrementándolos con otras medidas como la implantación de una mediana central ajardinada de 2,50 m,

Vista de la ronda del Tamarguillo, con los carriles de tráfico separados mediante trazos de pintura en el asfalto

reducción de anchura de carriles y reordenación de aparcamientos, incorporación de arbolado y jardinería en amplias en las zonas recuperadas, ganando así zonas de sombra y contando con una pantalla natural para la reducción del ruido provocado por el tráfico. Se facilitaría también el cruce peatonal de la ronda».

Reurbanización de la Ronda Urbana Norte: «Remodelación de esta ronda hacia un modelo de bulevar urbano y transformación de la actual apariencia de carretera con la que se genere un espacio más amable y ayude al calmado de tráfico, mejorando la permeabilidad entre barrios, creando una zona verde a lo largo de la misma y consiguiendo la reducción de los ruidos y emisiones generados por el tráfico.

Aspecto actual de la ronda urbana Norte, con bloques de hormigón como separadores de los carriles de tráfico

La propuesta incluye la adopción de una mediana central con arbolado de anchura mayor o igual a 2,50 m, eliminando las barreras rígidas tipo New Jersey, la reducción de la sección de los carriles de circulación y la eliminación de los arcenes, en los que se dispondrían aparcamientos en línea.

La ronda contaría con tres carriles en cada sentido. Se reduciría parte de la sección que actualmente se destina a vehículos, ganando así espacio para generar una gran zona con arbolado que además serviría como pantalla vegetal para reducción de ruidos en las viviendas adyacentes.

Se implantaría un sistema automático de detección de vehículos pesados para controlar su entrada y se dispondría de mayor número de pasos de peatones en la zona noroeste, que es donde mayor problemática se encuentra en la actualidad».

Así pues, eliminar el Metro allí donde ya está proyectado y llevarlo adonde no lo está; crear medianas con árboles donde no las hay y eliminarla donde ya existe.

Paradojas del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Espadas.

El tranvía es el 1 fijo en la quiniela del PMUS de Espadas

La ampliación a Santa Justa no falta, ni siquiera como mera hipótesis, en ninguna de las ocho alternativas de transporte de alta capacidad estudiadas

El autobús de tránsito rápido (BTR) es desechado pese a ser dos veces más barato que las más baratas de las opciones restantes

La alternativa seleccionada es la que convierte las tres líneas de Metro pendientes en meros tranvías en superficie

El tranvía quedaría como único medio de penetración al Casco Histórico y consolidado como el gran sucedáneo del Metro (Metrocentro)

Se plantea reducir a sólo 7 kilómetros el trazado subterráneo de las tres líneas de Metro pendientes al tiempo que construir ramales propios para Santa Bárbara y el Pítamo

La quiniela, como sabe la inmensa mayoría, es un juego de azar que consiste en adivinar los resultados de quince partidos de fútbol de equipos de Primera División: se marca en el casillero un 1 cuando se piensa que ganará el equipo que juega en su campo; una equis cuando se cree que habrá empate, y un 2 cuando la idea es que va a ganar el equipo visitante.

Metafóricamente, el nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de Sevilla impulsado por Espadas es como una quiniela compuesta por ocho partidos en la que la apuesta fija sobre seguro como ganadora es siempre la ampliación del tranvía, por lo cual habría que marcarla con un 1. A efectos de la denominada Red de Transporte de Alta Capacidad es la opción que juega con la ventaja del campo propio, de ser el equipo local, el equipo del alcalde.

Simulación de la ampliación de la línea del tranvía hasta Santa Justa

Al igual que en un artículo anterior llegamos al extremo de preguntarnos qué es un Metro debido a los eufemismos usados por los redactores del PMUS, en este caso tendríamos que preguntarnos si este Plan de Movilidad (pagado a través del Ayuntamiento por los sevillanos con sus impuestos) está dedicado a Sevilla capital , ya que invade competencias de otras administraciones y entidades y se extralimita más allá del ámbito municipal.

Y es que los redactores del PMUS también se ocupan de criticar el servicio que fuera de la capital prestan Renfe con el Cercanías y el Consorcio Metropolitano de Transportes con los autobuses del alfoz; y en 59 (el 16,57% o una de cada seis) de las 356 páginas del documento de Propuestas (desde la 110 a la 169), a diseñar ocho alternativas de lo que denominan transporte público de alta capacidad mediante combinaciones de tranvía, autobús de tránsito rápido (BTR o BRT) y Metro, pero con la denominación equiparable e intercambiable de Metro ligero en superficie y Metro ligero subterráneo, que cobrará todo su sentido como ya apuntamos en un informe previo y veremos más adelante.

Los técnicos van puntuando cada combinación conforme a criterios como los que citamos anteriormente de velocidad comercial, número de viajeros que caben en cada uno, costes operativos….Obsérvese de nuevo que el humilde autobús normal, ése que forma parte de seis líneas de Tussam que transportan más pasajeros que el tranvía, ni está ni se le espera.

OCHO ALTERNATIVAS

En esas ocho combinaciones siempre hay un 1 fijo porque aparece en todas: la ampliación de la línea del tranvía hasta Santa Justa, el proyecto estrella de Espadas. Ni siquiera como mera hipótesis los redactores del PMUS plantean al menos una en que no se ejecute o sea sustituida por otra opción o alternativa.

No sólo aparece en todas, sino también en alguna más como prolongación hasta Torretriana, y también hasta San Jerónimo y la ciudad sanitaria. El autobús de tránsito rápido (BTR) es desechado de inmediato: no pasa el corte tras la primera alternativa, como si se hubiera incluido simplemente a modo de coartada.

Por tanto, en la práctica estas ocho alternativas quedan reducidas a un mero ejercicio de acompañamiento del tranvía por parte del Metro, en calidad éste de actor secundario y aquél como protagonista principal del PMUS de Espadas.

El proyecto de ampliación del tranvía hasta Santa Justa

En una especie de juego de variaciones, combinaciones y permutaciones, se trata de evaluar el posible resultado de cómo mezclar total o parcialmente las tres líneas de Metro pendientes con lo único inmutable: la ampliación del tranvía, la condición «sine qua non» del Plan de Movilidad Urbana Sostenible.

Y en ese juego se desemboca también, como cabía esperar, en el extremo de que Sevilla se quede sin las tres líneas de Metro ya proyectadas, porque en la hipótesis de que todas discurrieran en superficie funcionarían como otros tantos tranvías.

COMPETENCIA DE LA JUNTA

Dado que la competencia de la red de Metro es de la Junta de Andalucía, cabe preguntarse por qué los redactores del PMUS han dedicado buena parte de su tiempo, pagado por los contribuyentes sevillanos, a tal ejercicio teórico de quita y pon de las líneas del suburbano en función de la ampliación de la línea del tranvía.

Si hubieran dedicado su tiempo y nuestro dinero a concentrarse en las competencias municipales y en el ámbito local del Plan de Movilidad quizás no hubieran necesitado los años que han empleado en redactarlo. Y puede que hasta Espadas lo hubiera tenido en plazo para la convocatoria de subvenciones del IDAE en vez de tener que tragarse el sapo político de recurrir al PMUS de Zoido, que tanto denostó cuando era el líder de la oposición.

Espadas (izquierda) con su antecesor, Juan Ignacio Zoido

Como en política no hay nada gratuito ni sucede al azar, podría pensarse que con esta quiniela del tranvía+Metro el equipo redactor del PMUS no sólo se alinea con el alcalde converso a la causa tranviaria, tal como vimos en el artículo ‘Repensar el Metro’

https://www.manueljesusflorencio.com/2019/07/repensar-el-metro-de-sevilla/

sino también trasladar a la opinión pública el mensaje de que se pueden hacer más ampliaciones de la línea del tranvía (ejemplo, hasta Torretriana, San Jerónimo y la ciudad sanitaria) e incluso que las tres pendientes de Metro se pueden sustituir perfectamente por otras tranviarias y a menor coste.

Esta demostración teórica tiene, sin embargo, un riesgo: que se la tome en serio la Junta de Andalucía y le ceda a Espadas la ejecución y el pago de esa red de tranvías porque, que sepamos, el Gobierno andaluz es el que tiene las competencias sobre el Metro y el que paga la mayor parte de su factura, pero el tranvía le compete al Ayuntamiento, que tendría que pagarlo con el dinero de los sevillanos, salvo sablazos a Bruselas o/y Madrid.

UNA POR UNA

En los siguientes cuadros he resumido las ocho alternativas de la Red de transporte público de alta capacidad diseñada por los técnicos del PMUS y marcado con un asterisco la sexta, que es por la que ellos apuestan:

En este mapa aparece el diseño de la alternativa Nº 6

Los redactores del PMUS estiman también el coste de ejecución de cada una de las ocho:

A pesar de que los redactores del Plan de Movilidad expresan que «una menor inversión en infraestructura indica mejor predisposición de una alternativa frente a otras», llama poderosamente la atención la marginación del autobús de tránsito rápido por plataforma reservada (BTR), justo la opción elegida últimamente por Nantes, ciudad pionera precisamente en la recuperación del tranvía,

https://www.manueljesusflorencio.com/2020/06/nantes-el-caso-contrario-a-sevilla-cambio-un-tranvia-por-un-autobus/

y también por San Sebastián

https://www.manueljesusflorencio.com/2020/06/san-sebastian-la-ciudad-que-no-quiso-metro-ni-tranvia/

La opción del BTR sería 2,12 veces más barata que la más económica (números 2 y 7) entre las restantes, pero queda desechada pese a la proclama de de los técnicos del PMUS sobre la necesidad de optimizar los recursos públicos.

Según los redactores del estudio, la conversión de la mayoría de las líneas de Metro (Ligero) Subterráneo en superficiales (tal como tranvías) supondría un coste de 1.048 millones de euros, ya que tan sólo habría 6,95 kilómetros soterrados y 41,46 en superficie. ¿Y por qué no entonces eliminar también esos 6,95 kilómetros bajo tierra (con un coste estimado de 329 millones de euros) y por 66 millones más apostar por BTR en vez de por tranvías hasta que haya suficiente demanda para éstos, como han hecho en Nantes?

CENTRO SIN METRO

Con la alternativa 6 del PMUS de Espadas, el tranvía se convertiría también en la alternativa en superficie del trazado subterráneo de la línea 2 del Metro por el Casco Antiguo, ya que dicha línea sólo discurriría soterrada extramuros. Con este planteamiento, Espadas rinde homenaje a su antecesor y correligionario Monteseirín al tratar en este escenario de convertir en definitivo el tranvía como sucedáneo del Metro para llegar hasta el Centro: el ‘Metrocentro’ (¿o era ‘Metrogato?). Y Sevilla, con el casco antiguo más extenso de Europa, sería una de las urbes sin Metro hasta el corazón de la ciudad.

Monteseirín, junto a Francisco Fernández, señalando hacia el Centro junto a su tranvía

Hasta el año 1995 funcionó en España el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (Iryda), que, por ejemplo, desecó la laguna de la Janda en la provincia de Cádiz al tiempo que proyectaba regadíos en zonas áridas aragonesas como las Bardenas y los Monegros. El ex director de la Estación Biológica de Doñana, el gallego Javier Castroviejo, muy crítico con dicho organismo por querer meterle mano a las marismas del Parque, destacaba su contradictoria misión diciendo que el Iryda se ocupaba de «desecar lo húmedo y de regar lo seco».

Me acordé de la frase de Castroviejo al ver las contradictorias ideas plasmadas en el PMUS de Espadas, que en su alternativa predilecta aboga por eliminar los proyectos de Metro ya existentes para la ciudad consolidada (especialmente la línea 2, subterránea y por el Casco Antiguo) y convertirlos en tranviarios en superficie, mientras propugna que se hagan ramales específicos de Metro para los futuribles desarrollos urbanísticos de Santa Bárbara y Villanueva del Pítamo, en los extremos Este y Sur del término municipal.

Quitar el Metro de donde está proyectado y llevarlo allí donde no lo está.

¿Será también el PMUS un homenaje al Iryda, además de a Monteseirín?

*Anteriores entregas sobre el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Sevilla:

https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/espadas-tampoco-fue-capaz-en-2020-de-aprobar-su-plan-de-movilidad-urbana-sostenible-pmus/

https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/el-plan-de-movilidad-de-espadas-desautoriza-indirectamente-la-ampliacion-del-tranvia/

https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/el-nuevo-plan-de-movilidad-pmus-se-basa-en-una-proyeccion-de-sevilla-con-720-009-habitantes-en-2030/

https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/el-nuevo-pmus-infla-entre-un-37-y-un-240-las-previsiones-de-viajeros-en-futuros-barrios-de-sevilla/

https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/el-pmus-de-espadas-esta-lleno-de-trucos-para-favorecer-el-tranvia-como-la-solucion-para-la-movilidad-en-sevilla/

El PMUS de Espadas está lleno de trucos para favorecer el tranvía como la solución para la movilidad en Sevilla

Se desprecia de entrada el autobús pese a que hay seis líneas de Tussam que transportan al año más viajeros que el ‘Metrocentro’

Se destaca la velocidad que puede alcanzar un tranvía, cuando el existente sólo llega a 8,5 kilómetros/hora, menos que la de cualquier autobús de Tussam

Se calcula el coste de kilómetro de tranvía conforme a la estimación de la futurible ampliación a Santa Justa pero se omite el real de la línea en servicio, 2,5 veces más caro

Asimismo se calcula a la baja el coste operativo del tranvía con la misma estrategia de ocultar el coste operativo entre Plaza Nueva y San Bernardo

Se equipara el Metro ligero en superficie (tranvía) con el Metro ligero subterráneo y al presentarlos como iguales pueden acabar siendo intercambiables o el primero sustituir al segundo

El nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Sevilla (PMUS) que impulsa Espadas para sustituir el vigente redactado en la época de Zoido parte, tal como vimos en anteriores artículos, de hipótesis y proyecciones de futuro con poco fundamento a la luz de la historia reciente y de inflar las previsiones de viajes de los futuribles sevillanos

https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/el-plan-de-movilidad-de-espadas-desautoriza-indirectamente-la-ampliacion-del-tranvia/

https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/el-nuevo-plan-de-movilidad-pmus-se-basa-en-una-proyeccion-de-sevilla-con-720-009-habitantes-en-2030/

https://www.manueljesusflorencio.com/2021/01/el-nuevo-pmus-infla-entre-un-37-y-un-240-las-previsiones-de-viajeros-en-futuros-barrios-de-sevilla/

con el fin de favorecer lo que denomina Red de Transporte Público de Alta Capacidad y, dentro de la misma y en todos los escenarios, el tranvía. Para ello se vale de una serie de trucos que conducen a esa solución tranviaria como la mejor opción, empezando por la ampliación de la línea hasta Santa Justa, el proyecto político estrella del alcalde, al que en última instancia debe servir el PMUS.

Los redactores del Plan empiezan descartando de entrada el autobús cuando dicen (página 98 del documento Propuestas) que «debido al elevado número de viajes generados y a la dominante participación del vehículo privado en el reparto modal, será necesario en las zonas Este y Norte de la ciudad la implementación de sistemas de transporte de alta capacidad que permitan una mayor capacidad y mejor velocidad
comercial que el autobús, conectando estas zonas con el Casco Antiguo, Nervión y San Pablo-Santa Justa con el objetivo de fomentar el cambio de modo de los ciudadanos que usan el vehículo privado hacia un modo más sostenible como es el transporte público ofreciendo para ello una red de transporte público urbano competitiva».

Este enfoque se contradice con el que a mi juicio es el acertado y que ellos mismos recogen posteriormente, en la página 190, cuando al hablar de la necesidad de reordenar los itinerarios de la red de autobuses de Tussam afirman: «El estudio de reordenación debe contener un estudio de demanda que permita el desarrollo adecuado de la oferta en base a las necesidades de demanda, y un estudio económico-financiero que permita conocer y presupuestar los recursos necesarios para su implantación».

El PMUS descarta los autobuses, pese a que hay líneas como el C2 con más demanda de viajeros que el tranvía

Efectivamente, las claves deben ser la demanda y la forma más racional y económica de satisfacerla mediante la optimización de los recursos públicos. Así pues, los redactores del PMUS tienen claros los principios básicos. El problema es que se olvidan de aplicarlos en sus recetas porque están condicionados por la necesidad política de Espadas de justificar la solución tranviaria y han de rebuscar dónde encontrar los argumentos para adaptarse a la exigencia del alcalde.

Antes de hablar en abstracto de que la mejor solución es un tranvía, un Metro, un BTR, un autobús, hay que analizar la demanda existente y la previsible a la luz de los últimos datos de aquélla y ver el coste del medio de transporte adecuado, tal como sostiene el experto francés Gregory Carmona, de cuyas tesis me hice eco en dos artículos cuya lectura recomiendo encarecidamente antes de seguir con éste. Se titulan «Repensar el Metro», «Y también el tranvía»:

https://www.manueljesusflorencio.com/2019/07/repensar-el-metro-de-sevilla/

https://www.manueljesusflorencio.com/2019/07/y-tambien-el-tranvia-de-sevilla/

A juicio de los autores del nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible, para dar respuesta a las necesidades detectadas sólo hay tres tipologías de modos de transporte en principio: el Bus de Tránsito Rápido (BRT por sus siglas en inglés), el Metro ligero en superficie (eufemismo para designar el tranvía, a su vez designado ya con otro eufemismo, el de Metrocentro) y el Metro ligero subterráneo, los cuales alcanzan las siguientes velocidades comerciales:

-BRT: 20 kilómetros/hora.

-Metro ligero en superficie: 22 kilómetros/hora.

-Metro ligero subterráneo: 30 kilómetros/hora.

EL TRANVÍA LENTO

Si se consulta la Memoria anual de Tussam correspondiente a 2019 (la última disponible y además previa a la pandemia del coronavirus, que ha distorsionado todo), en la página 10 se observa que la línea T1, correspondiente al tranvía, Metro ligero en superficie o Metrocentro (como quiera denominarse) es la de menor velocidad comercial de toda la red: tan sólo 8,58 kilómetros/hora, inferior a la de cualquier autobús tenga éste el itinerario que tenga. Y que hay una línea, la 53, cuyos autobuses alcanzan los 23 kilómetros/hora, más que la velocidad comercial del tranvía en abstracto destacada por los redactores del PMUS.

Estadísticas de las líneas de Tussam en 2019, en la que se aprecia (en amarillo) que la velocidad del tranvía (T1), 8,58 kilómetros/hora, es la más baja de todas y que hay seis de autobuses con mayor demanda de viajeros que aquél

Los redactores del Plan desprecian el simple autobús de toda la vida como solución a la movilidad y abogan por el tranvía pese a que en la experiencia de Sevilla de doce años ya de ‘Metrocentro’ ha quedado demostrado que la velocidad comercial de éste, pese a su coste muy superior, es inferior a la de cualquier vehículo de cualquier línea de Tussam. Cabe preguntarse entonces si el tranvía es acorde con la tipología predeterminada como la adecuada para responder a las necesidades de los sevillanos.

Los autores del estudio probablemente objetarán que esa baja velocidad del tranvía se debe al itinerario que realiza, especialmente por la transitada Avenida de la Constitución, que lo ralentiza. Bien, esa objeción sería la palpable demostración de lo absurdo del tranvía de Monteseirín, de tratar de sustituir una línea de Metro por una sucedánea de tranvía (de ahí su rebuscado nombre, no gratuito, sino con total intencionalidad de Metrocentro, para que de tanto repetirlo el usuario se creyera que en realidad disponía del Metro al Centro que no le había construido el Gobierno socialista de Chaves en la Junta de Andalucía). Dicho de otro modo, para esa velocidad comercial habría bastado una línea de autobuses no contaminantes, muchísimo más barata y que no condicionara el espacio público con las vías.

El tranvía, por la Avenida de la Constitución

Los redactores del Plan de Movilidad también alegarán, probablemente, que merced a la ampliación por amplias avenidas hasta Santa Justa el tranvía alcanzará esa velocidad comercial que ahora no puede lograr. Y bien, ¿para que alcance esa velocidad nos tenemos que gastar otra millonada y seguir perseverando en el error habiendo alternativas más baratas e igual de ecológicas como el BTR? ¿Y cuando haya que ampliarlo de nuevo, a otro coste multimillonario, para que penetre otra vez al Casco Antiguo hasta la Encarnación y más allá por calles más estrechas y no alcance esa velocidad de crucero, cuál será la coartada?

El primer truco, pues, consiste en calificar (siempre en abstracto, nunca con la realidad de Sevilla por delante) como medio de alta capacidad por su velocidad comercial un tranvía que no cumple tal requisito porque por las características de las calles de Sevilla no la alcanza y es la más lenta de toda la red, más lenta incluso que la de cualquier simple autobús, de antemano despreciado como «no adecuado».

LOS DOS SON METROS LIGEROS

El segundo truco es la perversión del lenguaje, que ya vimos con la denominación del tranvía como Metrocentro. Los redactores del PMUS por encargo de Espadas nunca emplean la palabra tranvía, sino la expresión Metro ligero en superficie y lo ponen en pie de igualdad o lo equiparan al Metro ligero subterráneo. Con ello tratan subliminalmente de hacernos creer que el Metro tiene dos formas: la soterrada y la superficial; que se trata de lo mismo pero con dos variantes. Como Bécquer con la poesía hay que acabar preguntándose qué es un Metro. Y recurrir al Diccionario de la Real Academia de la Lengua para encontrar la definición: «tren subterráneo».

El Metro es, de toda la vida, un tren que circula bajo tierra. Todo lo que no sea eso pero se bautice de forma similar y eufemística es, como se le ocurrió decir un día a Monteseirín (pero que no se lo aplicó a su tranvía), un ‘Metrogato’, un intento de dar gato por liebre, de aparentar que se trata de un Metro pero no soterrado, para así ahorrarse el mayor coste de su construcción. El problema es el mismo de siempre: que los ahorros de costes se procuran aplicar en Sevilla (como con el túnel de la SE-40), pero no en Madrid, Barcelona, Bilbao y otras ciudades donde no dejan de proyectarse o/y construirse líneas bajo tierra (y túneles bajo el lecho de ríos o a través de montañas).

La red de Metro de Madrid tiene unos 300 kilómetros de longitud por 18 la única línea de Sevilla

Al equiparar el tranvía, pomposamente bautizado como Metro ligero en superficie, con el Metro ligero (¿y cuál sería el pesado?) subterráneo, los redactores del PMUS ya están preparando el terreno para lo que vendrá después: uno y otro serían intercambiables porque en el fondo y en la forma son lo mismo, salvo que uno circula por arriba y otro circula por abajo, con lo cual habrá tramos o incluso trayectos enteros en que el Metro ligero en superficie pueda sustituir al Metro ligero soterrado sin mucha pérdida de velocidad comercial (según su propia escala, hay tan sólo 8 kilómetros de diferencia), con la ventaja de que el tranvía sería más barato que el Metro.

De nuevo volvemos a lo mismo: ¿por qué sólo se plantea la cuestión del coste y la optimización de los recursos públicos cuando se trata de comparar el tranvía con el Metro pero no el tranvía con el BRT o con una simple línea normal de autobús, que como demuestran las estadísticas de Tussam pueden alcanzar, y alcanzan, mayores velocidades y tener mayor demanda de viajeros que el tranvía, prestando así un servicio más eficaz y a un coste mucho más barato?

CÁLCULOS SELECTIVOS

A la hora de evaluar medios de transporte y de puntuarlos para al final comparar las posibles alternativas de combinaciones entre los mismos y seleccionar la que consideran más adecuada, los redactores del Plan se fijan en otros criterios, pero siempre de un modo selectivo cuando se trata del tranvía (Metro ligero en superficie). Así, en esa tipología exclusiva de los calificados como Medios de Alta Capacidad, comparan el número de viajeros que caben en un autobús de tránsito rápido o BTR (así llamado porque, entre otras características, circula por una plataforma reservada, como lo hace el tranvía) con el de los que caben en el denominado Metro ligero en superficie: 190 en el BTR, 260 personas en el tranvía.

Al margen de que omiten que hay en el mercado ofertas de BTR con mayor capacidad, como el eBusway (bus eléctrico) de Nantes, tal como vimos en un artículo anterior

https://www.manueljesusflorencio.com/2020/06/nantes-el-caso-contrario-a-sevilla-cambio-un-tranvia-por-un-autobus/

no se quieren percatar de otro «pequeño» detalle que aparece en la Memoria de Tussam de 2019: que hay nada menos que seis líneas no ya de BTR, sino de simples autobuses normalitos que transportan más viajeros que el tranvía, por más que en éste quepan hasta 260 personas.

Autobuses de Tussam, empresa municipal de transportes

Atención a la estadística de viajeros transportados en 2019:

-Tranvía (línea T1): 3.681.710

-Línea 13 (Plaza del Duque-Pino Montano): 3.729.439

-C1 (Circular Exterior): 3.904.367

-C2 (Circular Exterior): 3.950.895

-Línea 32 (Plaza del Duque-Polígono Sur): 3.959.268

-Línea 27 (Plaza del Duque-Sevilla Este): 4.361.384

-Línea 2 (Barqueta-Heliópolis): 7.060.568

Hay una línea, la 2, que prácticamente duplica el número de viajeros del tranvía, sin ser BRT, es decir sin disponer de una plataforma exclusiva para ella, como sí tiene aquél.

Estas seis simples líneas de autobuses de Tussam, opción despreciada de entrada por los redactores del PMUS para atender la movilidad de los sevillanos, son la mejor demostración de que la cuestión, como sostenía el experto francés Gregory Carmona, no consiste en la velocidad, el número de viajeros que quepan dentro u otros factores, sino en LA DEMANDA, en el número de usuarios, una demanda cada vez menor en el caso del tranvía.

Como políticamente parece que no se puede admitir el fracaso del socialista Monteseirín con el tranvía, su correligionario Espadas plantea ampliar la(s) línea(s) por doquier para, a no importa qué coste y eliminando de paso las baratas de autobús con las que competiría para así no dejar otra opción al usuario que subirse al ‘Metrocentro’, lograr multiplicar el número de viajeros del tranvía y así poder justificarlo «a posteriori».

A la hora de evaluar el coste por kilómetro de cada sistema de transporte, los redactores del PMUS toman como referencia en el caso del tranvía la futurible ampliación entre San Bernardo y Santa Justa, para la que hacen una estimación de 35,6 millones de euros, con lo cual el precio del kilómetro (uno de los baremos que puntúan para decantarse luego por una alternativa, dando más puntuación al coste más bajo) les sale a 17,3 millones de euros.

Toman como referencia un coste estimativo futurible, no contrastado por la realidad, y se olvidan intencionadamente de lo que costó la línea en servicio desde hace años entre la Plaza Nueva y la estación de San Bernardo. Esos 2,2 kilómetros costaron entre 96 y 99 millones de euros, con lo cual el kilómetro de tranvía ha salido por entre 43,63 millones y 45 millones de euros, casi 2,5 veces más que la cifra manejada por los autores del estudio, cuando, por otra parte, en su día se dijo que la ampliación entera hasta Santa Justa (y no sólo hasta El Corte Inglés de Nervión) costaría no 35,6 millones de euros, sino 49.012.736.

Además, ofrecen datos erróneos. Afirman que la inversión final en obra civil e instalaciones de la línea 1 del Metro fue de 584 millones de euros. Pregunté expresamente a la Junta de Andalucía al respecto y me contestaron que el coste real para ambos conceptos fue de 695 millones de euros. La factura final del Metro ha quedado así: obra civil e instalaciones, 695 millones de euros; material móvil, 42 millones; pago de indemnizaciones por sentencia judicial, 165 millones. Total: 902.229.052 euros.

Por otra parte, achacan al BRT (Busway) de Nantes un coste de 62,8 millones de euros, cuando la infraestructura sólo costó 50 millones, tal como vimos en su día.

Aunque se han equivocado con el Metro, la estrategia es clara, tal como reflejan en el texto: «Una menor inversión en infraestructura indica mejor predisposición de una alternativa frente a otras». Al estimar una menor inversión que la real para el tranvía y mayor que la real en otras actuaciones, acaban dando una puntuación mayor en su evaluación a la solución tranviaria frente a las restantes.

Veamos otro ejemplo de esta estrategia. Así puede leerse lo siguiente: «En cuanto a los costes de explotación del BTR se ha considerado los datos recogidos en el Estudio previo y análisis de alternativas y viabilidad de la línea de tránsito rápido (BTR) Sevilla Este – Centro Nervión de diciembre 2017, considerando sólo los costes relacionados con el personal y el combustible así como los vehículos-kilómetro recorridos anuales para obtener el ratio coste/veh.-km.
Para el Metro ligero en superficie se ha tomado el dato recogido en el Plan Especial de la Plataforma Reservada del Metro Ligero de Sevilla. Tramo San Bernardo – Santa Justa de 2018, considerando los costes de operación (personal y consumo energético) y vehículos-kilómetro anuales para sacar el ratio».

Tranvías cerca del apeadero de San Bernardo

Para el tranvía de nuevo toman como referencia el coste operativo estimado para la futurible ampliación de la línea hasta Santa Justa, pero no dicen nada del coste real de operación del tranvía en servicio desde hace años entre la Plaza Nueva y San Bernardo, que casi con toda seguridad es muy superior. Así pues, van utilizando las cifras que más conviene para puntuar más y mejor al tranvía que al Metro y, sobre todo, que al Bus de Tránsito Rápido (BTR o BRT por sus siglas en inglés).

De esta manera acabarán descartando la opción del BTR y como presentan el Metro ligero en superficie y el Metro ligero subterráneo como dos caras de la misma moneda, reversibles como ciertos forros de un abrigo, si uno es más barato que otro pues entonces daría igual ponerse el abrigo del derecho que del revés porque la funcionalidad sería la misma.

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