Ecologistas se pregunta por la eficacia de los tanques de tormentas tras las últimas inundaciones en Sevilla

Aboga por más infraestructuras verdes y menos inversiones costosas en cemento

Ecologistas en Acción ha emitido un comunicado tras las últimas inundaciones en Sevilla capital por efecto de la lluvia en que preconiza una ciudad más permeable y adaptada al cambio climático. Los verdes recuerdan que justo cuando se cumplía un año de la tragedia provocada por la DANA, el pasado miércoles 29 de octubre (2025) la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) activó el aviso naranja en la campiña sevillana ante la previsión de precipitaciones acumuladas de hasta 50 litros por hora y 100 litros en 12 horas. La estación meteorológica del Aeropuerto de Sevilla registró 83,2 litros por metro cuadrado, con una precipitación acumulada de 63,9 mm.

De acuerdo con el último informe de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias (2019), las inundaciones han pasado a ser la principal causa de mortalidad por fenómenos meteorológicos en España, superando a las olas de calor y los temporales marítimos. Según el consenso científico, el cambio climático está intensificando y aumentando la frecuencia de estos fenómenos extremos.

Calles anegadas en Sevilla a raíz de las lluvias del pasado martes

Durante la jornada del miércoles pasado, Andalucía Occidental —especialmente las provincias de Huelva y Sevilla— sufrió las consecuencias de lluvias torrenciales que provocaron centenares de incidencias y graves daños materiales. En Mazagón (Huelva), las precipitaciones generaron un enorme socavón, mientras que en Sevilla capital Protección Civil atendió cerca de un millar de avisos.

Impresionaba ver las calles anegadas, vehículos sumergidos, alcantarillas rebosantes hasta un metro de altura, semáforos apagados y cortes de tráfico, escenas que duraron toda la tarde. El agua arrastró además gran cantidad de residuos, poniendo de manifiesto la contaminación oculta que circula por la red de saneamiento urbana, especialmente las toallitas de fibra no degradable que nunca deben arrojarse por los desagües.

Vista interior del tanque de tormentas de la Alameda de Hércules

A pesar de las importantes inversiones públicas en colectores y tanques de tormenta —como los de la Alameda de Hércules y Kansas City—, las inundaciones volvieron a repetirse en numerosos barrios de Sevilla, incluidos Cerro del Águila, Sevilla Este y San Pablo, con pérdidas materiales.

El nuevo colector entre la avenida Emilio Lemos y la calle Birmania, con un coste de más de 11,5 millones de euros, tampoco evitó los daños por inundaciones en sótanos y garajes.

Ecologistas en Acción lejos de señalar al estado de la red de saneamiento, apunta a evaluar la eficacia de estas obras de ingeniería, que a su juicio no bastan para frenar los efectos de lluvias torrenciales cada vez más frecuentes. Destaca que mientras la administración continúa apostando por soluciones grises (colectores, depósitos y cemento impermeable cada vez que hay obras), la ciudad sigue sin adaptarse a la nueva realidad climática.

El paso subterráneo junto al apeadero ferroviario de la ciudad sanitaria Virgen del Rocío

Los verdes y especialistas en urbanismo sostienen que la solución pasa por apostar por una ciudad más permeable, que recupere su capacidad natural para absorber y canalizar el agua de lluvia en superficie.

Las denominadas “infraestructuras verdes y azules” —como parques inundables, lagunas urbanas, corredores ecológicos o cauces naturalizados— permiten reducir el riesgo de inundaciones, restaurar los ecosistemas y mejorar la calidad de vida de la población.

En barca por una calle inundada, imagen que retrotrajo a tiempos pretéritos

“Cada parterre sustituido por cemento o césped artificial aumenta la temperatura y reduce la capacidad de drenaje del suelo”, señala Ecologistas. En su lugar propone impulsar pavimentos permeables y espacios que actúen como esponjas urbanas; espacios verdes, aprovechando los antiguos cauces y los parques, donde el agua pueda extenderse para, sumado a las redes de saneamiento habituales -incapaces de conducir hasta 60 litros de agua por metro cuadrado en tan poco tiempo- permitir superar los umbrales de riesgo de inundación, tan limitados en estos momentos.

En su opinión, ejemplos como las lagunas de El Sapo, en el Este de Sevilla, demuestran el valor ecológico de mantener y restaurar humedales urbanos en zonas verdes. Estos espacios sirven como áreas de laminación de avenidas, al tiempo que recargan los acuíferos subterráneos, esenciales como reservas de agua dulce frente a futuros episodios de sequía.

Un garaje inundado

Vehículo arrastrado por el agua

El comunicado concluye recordando que el modelo urbanístico de Sevilla ha ocupado los antiguos cauces naturales —como el Tagarete, Tamarguillo y Miraflores—, transformando zonas de inundación en suelos urbanos consolidados, en prados como el de San Sebastián y Santa Justa. Ante el escenario actual de emergencia climática, Ecologistas en Acción considera imprescindible naturalizar los ríos y sus llanuras de inundación, evitando construir sobre ellas y devolviéndoles su función ecológica y permitiendo que realicen regulación hídrica.
“Los acuíferos son nuestras mejores reservas de agua dulce para el fururo. El agua no debe considerarse un residuo a eliminar cuanto antes, sino un recurso vital que gestionado de forma adecuada, permita la vida en la ciudad”, concluye la nota de prensa.

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