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Las ‘ronchas’ de Monteseirín

La Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo ha acordado el acatamiento de dos nuevas sentencias del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 5 de Sevilla, que le obliga al abono de 989.000 euros correspondientes a certificaciones y revisiones de precios e intereses de demora de contratos de obras realizadas en 2005 y 2006, durante el segundo mandato de Monteseirín como alcalde.

El ‘agujero’ para las cuentas de Urbanismo podría haber sido aún mayor si no hubiera decidido presentar un recurso contra otra sentencia condenatoria por valor de 436.000 euros y relativa a unas obras en la barriada Juan XXIII que datan de hace nueve años, por la misma época que las anteriores.

Así pues, sólo por estas tres sentencias estaban en juego 1.425.000 euros en concepto de facturas pendientes que al cabo de tres años y medio del mandato de Zoido no parece que vayan a ser todavía las últimas del ‘legado’ de Monteseirín a Sevilla y a su sucesor.

Según Urbanismo, en los tres últimos ejercicios presupuestarios ha tenido que afrontar el pago de “elevadísimas cuantías” como consecuencia de que en el gobierno anterior no se realizaron los pagos por certificaciones de obras ordinarias o finales, revisiones de precios, intereses de demora y, más sorprendente aún, intereses de intereses.

RISTRA DE FACTURAS

Las deudas derivan de los proyectos de ejecución de carriles-bici, reforma y acondicionamiento de la Alameda de Hércules, remodelación de las plazas del Pan, la Alfalfa y la Pescadería (el proyecto ‘La piel sensible’) y las relativas al Plan de Barrios. Se observa, pues, que el gobierno anterior no sólo se gastó, fundamentalmente en las ‘Setas’ de la Encarnación, el dinero de los convenios del PGOU destinado a la infraestructuras de los nuevos desarrollos urbanos -si el tema no ha estallado aún ha sido por el parón provocado por el estallido de la burbuja inmobiliaria-, sino que también dejó a deber parte de las obras de sus proyectos-estrella.

Sólo en los dos últimos años Urbanismo ha abonado 4.940.363 euros en obras impagadas (principal más intereses) y realizadas durante el anterior mandato.

Sin embargo, Monteseirín, con el desahogo que le caracterizaba, llegó hasta el extremo de declarar antes de abandonar el Ayuntamiento que él se iba sin dejar facturas en los cajones, al contrario de lo que le había ocurrido cuando accedió al poder en el año 1999, en directa alusión al gobierno de coalición PP-PA de Soledad Becerril y Alejandro Rojas Marcos.

Tanto los hechos posteriormente conocidos como la trayectoria política anterior del predecesor de Zoido no contribuyen a dar crédito a sus palabras, al menos en la parte correspondiente a su supuesto legado inmaculado a su sucesor.

ETAPA EN DIPUTACIÓN

Ya ocurrió lo mismo en la Diputación, de la que Monteseirín fue presidente hasta que dio el salto a la Plaza Nueva, impulsado por el aparato del PSOE, que ordenó a la militancia votar contra la candidatura de Borbolla y por tanto a favor del entonces titular de la corporación provincial como candidato del partido a la Alcaldía en las elecciones municipales.

Se produjo así una situación insólita durante el año que faltaba hasta los comicios, con Borbolla como político interino y amortizado y Monteseirín buscando protagonismo para darse a conocer ante los votantes de la capital con todo tipo de actos, aunque esa autopromoción apoyada fundamentalmente desde el Patronato Provincial de Turismo por su acólito Marchena supusiera una política presupuestaria de tierra quemada en la Diputación, que sufrió su sucesor al encontrar las arcas vacías.

‘VACAS GORDAS’

Monteseirín llegó al Ayuntamiento cuando la ciudad aún digería los excesos de gasto motivados por la Expo-92, pero de inmediato, con la suerte política que le ha acompañado a lo largo de su carrera, se encontró con la época dorada de la economía española (1999-2008), que no aprovechó para ponerse al día con los proveedores del Ayuntamiento.

Se recuerda que empresas constructoras reclamaron el pago por entonces aún pendiente de obras del paso inferior de la calle Arjona y desde su gobierno se les instó a que siguieran teniendo paciencia o que reclamaran por la vía judicial, pero con el recordatorio expreso de la típica tardanza de la Justicia en España y el mensaje implícito de lo que a la hora de contratar con el Ayuntamiento podía suponer mantener contra el mismo un pleito en los tribunales.

Pese a haber gozado de las ‘vacas gordas’ y de que gracias al PGOU y el ‘boom’ inmobiliario las arcas municipales ingresaron más dinero que nunca anteriormente, Monteseirín no dejó los cajones libres de facturas para Zoido, como alardeó antes de su marcha, sino todo lo contrario, ya que estuvo ocultando, camuflando o dejando de pagar deuda hasta el final.

CAJONES LLENOS

Un ejemplo paradigmático fue el de Emasesa, a cuyo frente había puesto a su hombre de confianza, Manuel Marchena. Al inicio del año en que Zoido ganó las elecciones, en la empresa de aguas sólo figuraba una deuda de 401.738 euros a proveedores. Diez días antes de la toma de posesión de Zoido como alcalde, afloró de pronto una deuda por valor de 10.110.154 euros que se había mantenido oculta hasta entonces.

Además, la corporación de empresas municipales (la Agrupación de Interés Económico) que dirigía también Marchena por encargo de Monteseirín, tenía unas deudas acumuladas por valor de otros 17 millones de euros: 13,5 millones en la red Hispalnet; 2,4 millones en la red de comunicación Secora; 1,5 millones en gastos comunes con Emasesa; 1,3 millones de los pasos subterráneos del Tamarguillo y la avenida Bueno Monreal….

No se había pagado la factura de la luz en los dos años anteriores, por lo que la deuda con Endesa ascendía a 5 millones de euros, y tampoco la parte correspondiente al Ayuntamiento por la bonificación a las tarifas del Metro, que ascendía a 17 millones de euros, más obras por arreglo de calles y demás que todavía ahora está pagando Urbanismo y con intereses.

Si a ello se le suma el pago de la certificación teóricamente final por las obras de las ‘Setas’ de la Encarnación y que ascendió a 11.619.047 euros, el coste de la ‘lápida’ dejada por Monteseirín y que ha debido afrontar el gobierno de Zoido ha superado los 40 millones de euros.

Esta cantidad duplica con creces los 18,9 millones de euros de la partida prevista para inversiones reales en el Presupuesto del Ayuntamiento para el próximo año 2015.

Los números rojos

‘Deuda’ fue, probablemente, la palabra que más salió a colación durante el último Pleno municipal de 2013, maratoniano por su duración (empezó a las 9 de la mañana y terminó casi a las 9 de la noche) y caracterizado por la confluencia de informes económicos, al tratarse del más importante del año por abordarse la aprobación de los Presupuestos de la ciudad para 2014.

Aunque fuera con tan sólo cuatro días de antelación sobre el plazo límite del 31 de diciembre, Zoido pudo alardear con razón de haber cumplido su promesa de que en su mandato las Cuentas de la ciudad se aprobarán antes del año natural para el que hayan sido formuladas, evitando los desbarajustes y prórrogas de la era Monteseirín, cuando años hubo en que no se aprobaron hasta bien entrada la primavera.

En el pleno del 27 de diciembre confluyeron el dictamen previo y obligado, aunque no vinculante, del Consejo Económico y Social (CES); los informes del interventor alertando de desequilibrios pasados y de riesgos futuros por excesivo endeudamiento, por lo que pedía hasta dos planes de saneamiento o económico-financieros; y los informes a su vez de la delegada de Hacienda, Asunción Fley, para contrarrestar a unos y otro.

La apodada ‘dama de hierro’ y dueña de la llave de la caja de caudales municipal, como había hecho caso omiso de las advertencias previas del interventor y éste insistía ‘erre que erre’ hasta el final, tuvo que improvisar en horas veinticuatro un argumentario con el que sostener el edificio contable construido por su Delegación, porque ya se sabe que el papel lo soporta todo, llámese dictamen del CES u observaciones del interventor municipal.

LA JUNTA, A COLACIÓN

Pero empecemos por el final, como en la crónica de una aprobación presupuestaria anunciada, que así la habría titulado el maestro García Márquez, dada la mayoría absolutísima de Juan Ignacio Zoido con sus veinte concejales incluido él mismo.

Si la cita iba de deudas, el alcalde nunca pierde la oportunidad de perder la oportunidad de confrontarse con la Junta de Andalucía, máxime ahora que ya puede expresarse con la libertad de saber que no va a ser el candidato del PP (A) a la Presidencia de la Junta y no tiene necesidad como antes de medir sus palabras por aquello de qué podrían pensar en Málaga, Granada y demás ciudades hermanas.

Zoido aprovechó el altavoz del Pleno para elaborar sus particulares tablas Imput/Output con el Gobierno andaluz y cifrar en 20 millones de euros la deuda ‘viva’ de la Junta de Andalucía con el Ayuntamiento, debido a supuestos impagos de tributos locales, una espinosa cuestión que San Telmo no acaba de reconocer oficialmente con el argumento de que entre Administraciones Públicas no cabe este tipo de exigencias tributarias y que las sedes autonómicas están tan exentas de pagar como recientemente los tribunales le han reconocido a la Iglesia católica frente a las tentaciones crematísticas de algunos ayuntamientos ayunos de ingresos.

Zoido, obstinado, atribuyó a los supuestos impagos de la Junta la imposibilidad de diseñar y aplicar un Plan de Empleo municipal (cambio en su discurso; antes sostenía que no tenía competencias), pese a que no condicionó a la presunta deuda autonómica ni su promesa de convertirse en el ‘alcalde del empleo’ cuando aún estaba en la oposición, ni la de formular el nonato Plan a la vuelta del verano en su primer debate sobre el estado de la ciudad como alcalde. Desde entonces han pasado un par de regresos del verano, pero el Plan de Empleo ni existe ni se le espera, mientras que la ciudad ha superado la barrera de los 90.000 parados.

ADVERTENCIAS DEL INTERVENTOR

De las supuestas deudas de la Junta con Sevilla, según Zoido, a las deudas de Sevilla con los bancos, según el interventor municipal, Braojos. Despachada con un contrainforme la petición de un primer plan de saneamiento por el interventor al estimar, como juez y parte, Asunción Fley que con su mayor presión fiscal y los ahorros en plazas vacantes no cubiertas y otras medidas (40 millones de euros) se habían compensado con creces los 13,9 millones de euros en números redondos de déficit advertidos por Braojos en la liquidación del Presupuesto de 2012, la delegada de Hacienda centró sus esfuerzos en tumbar la exigencia de un segundo plan de saneamiento por mor de la forma de contabilizar la deuda municipal.

Atención al dato dado por el interventor: el Ayuntamiento gobernado por Zoido debe ahora 494,81 millones de euros.

Al repasar el proyecto de Presupuestos para 2014, el interventor alerta de que la deuda puede superar los 580 millones de euros debido a dos circunstancias:

1) Necesidad de liquidez a corto plazo por 30 millones de euros.

2) Obligación de asumir el préstamo de 55,4 millones de euros a largo plazo que en su día pidió Emvisesa para acometer la ampliación de Fibes pese a no ser su objeto social (otra de las ocurrencias impuestas por Monteseirín para sus megalómanos proyectos, como el desviar a las ‘Setas’ de la Encarnación la ‘hucha’ del PGOU) y que debe subrogarse el Consistorio, máxime  tras la creación de una nueva sociedad (Contursa) cuyo fin expreso es la gestión del Palacio de Congresos y Exposiciones.

DESAUTORIZACIÓN

La delegada de Hacienda desautoriza al interventor y su petición de un plan de saneamiento por esta causa al entender que significaría imputar dos veces lo mismo, ya que el Ayuntamiento habría reconocido en su día el aval otorgado al préstamo solicitado para la ampliación de Fibes.

Al debate sobre qué cabe computar como deuda y qué no hay que sumar el dictamen que 24 horas antes emitió el Consejo Económico y Social (CES) sobre los Presupuestos para 2014 y que incluye un revelador cuadro evolutivo de la deuda municipal año a año en el periodo 2004-2013, acompañado de este pequeño texto: “El Ayuntamiento de Sevilla prevé aumentar su deuda en 2013 en 13 millones hasta los 495”.

Dado que el CES bebe de las cifras oficiales que le facilita el Ayuntamiento -y así lo reconoce con gratitud en su informe-, este dato coincide con la cifra de deuda que maneja el interventor y que sale a colación en el Pleno: 494,8 millones de euros.

MAS QUE ANTES

Según el Consejo, el pico de deuda del Consistorio se alcanzó en 2009, segundo año del tercer mandato de Monteseirín, con 522 millones de euros, para descender a 454 millones en 2010 y 452 millones en 2011, año con medio de gestión del anterior alcalde y medio de gestión de Zoido (desde el 11 de junio, en que toma posesión como alcalde).

¿Y qué ocurre después? Pues que según la estadística del CES, la deuda del Ayuntamiento ha vuelto a crecer bajo el mandato de Zoido y pese a los recortes y el plan de ajuste: 482 millones en 2012 y los citados 495 en 2013, con el miedo del interventor de que haya que contabilizar 580 millones en 2014.

La paradoja es que Zoido puede acabar su mandato como alcalde con más endeudamiento que con el que tomó el testigo de Monteseirín en 2011, pese a lo cual lleva dos años y medio invocando como causa del incumplimiento de la mayor parte de su programa electoral la hipoteca que según él le ha supuesto ‘la herencia recibida’.

Facturas con 660 días de retraso en la era Zoido

El equipo de gobierno municipal someterá a aprobación del último Pleno del año en curso facturas impagadas del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) y de la Delegación de Seguridad y Movilidad por valor de 890.197 euros, pero  más significativo aún que el importe a pagar es la tardanza en hacerlo, ya que hay tres facturas pendientes desde hace 660 días y que no datan por tanto del mandato del gobierno anterior.

El pasado 15 de octubre, el interventor general, José Miguel Braojos, realizó un informe sobre el seguimiento del Plan de Ajuste al que se acogió el Ayuntamiento y estimó que el periodo medio de pago a los proveedores es de 74 días y que la generalidad de las empresas y organismos autónomos de la Corporación también cumplen con las previsiones legales de pago.

Por su parte, la delegada de Hacienda, Asunción Fley, ha reconocido públicamente que el Ayuntamiento todavía tarda mucho en abonar sus deudas, pero en su opinión menos que antes, en la etapa PSOE-IU, como a su juicio prueban las escasas reclamaciones que en tal sentido se le hacen.

Sin embargo, el Pleno municipal de diciembre va a dejar en evidencia tanto al interventor como a la delegada de Hacienda, debido a las facturas pendientes de pago que elevan las delegaciones de Cultura (por el ICAS) y de Movilidad. Cultura pide el reconocimiento extrajudicial de créditos por servicios y suministros prestados por empresas y que en conjunto suponen 56.664,43 euros.

LA MOROSIDAD DEL ICAS

De las diecisiete facturas del ICAS, sólo tres corresponden al año 2013 (dos del mes de enero y uno del mes de febrero) y catorce están sin pagar desde el año 2012. De este grupo, hay tres que datan de hace 22 meses; una, de hace 21 meses, y otra, con 20 meses de antigüedad. Por tanto, ya no se trata de impagados del mandato de Monteseirín, al que seguir culpando de la ‘herencia recibida’, sino que datan todos ellos de la era Zoido, en la que se registran demoras de hasta 660 días.

En conjunto, el promedio del retraso para el pago a proveedores del ICAS se eleva a 462 días, o sea, más de un año y un trimestre y más de seis veces el plazo medio estimado por el interventor general en su informe sobre el Plan de Ajuste.

Los mayores sufridores de la demora del gobierno local a la hora de pagar han sido la empresa Externa Team, por prestar el servicio de información y recepción de visitantes en el Antiquarium, y Papeles del Norte, que suministró tóner para la impresora del ICAS el 29 de febrero de 2012 y todavía no ha podido cobrarlo. El Ayuntamiento no hace distingos a la hora de retrasarse en los pagos. La agencia de viajes de El Corte Inglés lleva esperando un año y medio a que le le pague 52,15 euros por los gastos de desplazamiento de Chantal Grande Paumier para preparar la exposición ‘Rafael Sáez Lobato’.

ENERGÍA ELÉCTRICA

El paquete de facturas pendientes más importante es el de la compañía eléctrica Endesa, a la que se adeudan cerca de 800.000 euros sólo por el suministro de energía a los semáforos de la ciudad desde agosto de 2012 hasta el mes pasado, con lo cual la factura más antigua data de hace dieciséis meses y cinco tienen un año o más de antigüedad.

En total, la deuda con Endesa es de 833.533 euros, pero el gobierno local insta a la Delegación de Hacienda a que le retenga a la eléctrica el pago de 56.970,79 euros correspondiente a los recargos por el interruptor de control de potencia, hasta que se aclare si procede su abono o no.

Recortes

Zoido cogió carrerilla en el desayuno del ‘Fórum Europa. Tribuna Andalucía’ y como llegó sin haber probado bocado aún se comió de una tacada 200 millones de deuda municipal. El alcalde dijo que cuando aterrizó  se encontró con más de 700 millones de euros en números rojos pero  que ya ha logrado reducirlos a unos 500. Menos lobos, Juan Ignacio. Si las cuentas que le hice en su día al manirroto de Monteseirín, justo antes de tu desembarco en la Plaza Nueva, son correctas, la lápida municipal (Ayuntamiento más consorcio de empresas) ascendía a unos 633 millones de euros. Como al 31 de diciembre de 2012 la deuda (sólo la del Consistorio, sin empresas ni organismos autónomos) era de 519 millones en números redondos, resulta que en el mejor de los casos se habría reducido en 114 millones, no en 200. Si fuera verdad éso de que estás recortando déficit público a un promedio de 10,5 millones de euros mensuales (y los mercados, sin saberlo), habría que convenir en que Sevilla habría ganado contigo un alcalde, pero España se estaría perdiendo un ministro de Hacienda.

La pareja

Tras mirar en los cajones y debajo de las alfombras del Ayuntamiento y de las empresas y organismos municipales durante ocho meses, Zoido ha encontrado de la era Monteseirín facturas pendientes de pago a proveedores por valor de 59.683.446 euros. La cifra en pesetas da más cabal idea de hasta dónde llegó la marea del despilfarro con el inspector médico metido a alcalde: unos 10.000 millones en números redondos. Cada año de Alfredo en la Alcaldía la deuda se engordaba en 827 kilos de media. Visto de otra manera, Monteseirín le ha dejado a cada sevillano como recuerdo de su paso por Plaza Nueva una lápida de 85 euros. Del conjunto de entes municipales, el más moroso con los proveedores ha sido la Gerencia de Urbanismo, con 17,5 millones de euros, un tercio del total de los impagados del Consistorio. Como se recordará, Monteseirín puso la Gerencia en manos de su valido, Manuel Marchena, con el argumento de que era tan buen gestor que el sueldo que cobraba le parecía poco. O sea que Marchena ha cobrado 170.740 euros por hacerle el mayor agujero al Ayuntamiento.

Cal y arena en los primeros Presupuestos de Zoido

Cuando se comparan los últimos Presupuestos de Monteseirín con los primeros de Zoido llama poderosamente la atención que, mientras en el capítulo de préstamos bancarios aparecían 9,9 millones de euros y en el de intereses financieros, 14,3 millones en las cuentas de 2011, para el nuevo año esas partidas se han disparado hasta 49,7 y 20 millones, respectivamente. Así pues, globalmente el alcalde socialista sólo tuvo necesidad de reservar 24,23 millones de euros para la banca, mientras que Zoido destina a las entidades financieras 69,73 millones, una diferencia de 45,5 millones de euros.

¿Quiere decir esto que Zoido va a incrementar el endeudamiento del Consistorio justo en las peores circunstancias económicas y cuando más difícil, y por tanto más caro, es acceder al grifo del crédito? Justamente lo contrario, y ésta es una de las claves que condicionan los Presupuestos  para 2012 por mor de, más que la herencia, la deuda recibida.

 

Porque, tal como descubrió en su día el colega Carlos Navarro, Monteseirín renegoció hasta por dos veces con los bancos la deuda municipal a fin de garantizarse un balón de oxígeno financiero en la última etapa de su mandato, pensando vanamente hasta casi el final que volvería a ser el candidato del PSOE. Por éso difirió a 2012  el pago en todo lo que pudo de deudas bancarias por valor de 272 millones de euros, aun a costa de que el Consistorio soportara luego intereses cercanos al 6%. Como, por otra parte, Monteseirín dejó los cajones llenos de facturas pendientes y tres años consecutivos (prácticamente su último mandato) de remanentes negativos de tesorería que también hereda Zoido, en este panorama “financieramente arrasado” (Gregorio Serrano ‘dixit’), la nueva Corporación ha redactado unas Cuentas con una previsión de 33 millones de euros de superávit (762 millones de ingresos frente a 728 millones de gastos) para absorber también el trienio monteseirinesco de déficits.

Y si a ello se le suma que se ha destinado una partida de 5 millones para pagar atrasos a lo proveedores –“las pymes serán las primeras en cobrar, para que no se pierdan puestos de trabajo”, declaró el alcalde-, se llega a la conclusión de que las Cuentas municipales están totalmente lastradas por el penoso legado de Monteseirín.

El superávit previsto se puede alcanzar por una doble vía: menores gastos y/o mayores ingresos. Los recortes se han aplicado fundamentalmente a la partida de Personal (un 4,16% menos) y a las transferencias a las empresas y organismos municipales (un 20% menos con la excepción política de Tussam, que recibirá 6 millones de euros más).

 

POLÍTICAS DE EMPLEO

 

Nueve de los doce millones ahorrados en sueldos corresponden a los Planes de Empleo que tradicionalmente sufragaba la Junta de Andalucía en forma de escuelas-taller y convenios para mejorar la preparación de los parados, subvenciones para cuya obtención es condición necesaria en un programa de cofinanciación que el Ayuntamiento hubiera consignado previamente las cifras en los Presupuestos.

La ausencia de partidas para estas políticas tradicionales de formación e inserción sociolaboral en una ciudad que camina hacia los 85.000 parados, y con el argumento de que no se esperan esas transferencias económicas por parte de la Junta de Andalucía, no parece coherente con la proclamación de Zoido de que su máxima prioridad es el empleo. Sobre todo porque no es verosímil que el sector privado vaya a ser la locomotora económica capaz de suplir a las Administraciones Públicas creando puestos de trabajo en Sevilla. La delegada de Hacienda, Asunción Fley, que se ha estrenado en estas lides, ha mantenido como línea argumental que, a diferencia de las Cuentas en la era de Monteseirín, los primeros Presupuestos de Zoido se caracterizan por ser realistas y no estar  ‘inflados’ con partidas como la de ‘ingresos imprevistos’.

Sin embargo, hay contradicciones en el discurso oficial, como la señalada por Juan Espadas de que se hayan incluido 30 millones de euros favorables al Ayuntamiento en la liquidación de la participación en los ingresos del Estado cuando, por la menor recaudación general debido a la crisis y a la caída de la actividad económica , en los últimos años la Corporación municipal ha tenido que devolver dinero al Gobierno.

Otra contradicción evidente es que la delegada no ha incluido ni un solo euro para el Metro, pese a que la Junta le reclama el pago de 23 millones de euros por la parte alícuota que le corresponde de los gatos de la línea 1 en 2010 y en 2011, a los que habría que sumar los del año próximo. La tesis municipal es que no se consigna partida alguna porque el Gobierno andaluz aún no se lo ha comunicado oficialmente, pese a que se celebró una reunión hace poco al respecto.

 

LA GAVIDIA COMO PRECEDENTE

 

Ello no es óbice para que, aun no habiendo sido oficialmente vendidos, el Consistorio sí haya incluido como ingresos 19,1 millones de euros por la enajenación  del edificio de la Gavidia (que deberá someterse previamente  a un complicado procedimiento administrativo, con el beneplácito de la Junta de Andalucía) y del edificio del Registro en la calle Pajaritos, y sin tener en cuenta  si esa valoración es acorde con la actual coyuntura del mercado inmobiliario, con precios hundidos tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, y si habrá ofertas por ellos.

En este sentido, Zoido ha acabado siendo tan poco realista como Monteseirín. Su predecesor también incluyó la Gavidia en los Presupuestos de 2009 y 2010. Tres años después, la antigua comisaría de Policía aún tiene colgado el cartel de ‘Se vende’.

De la crisis de la deuda a la crisis de la moneda

Por su interés para comprender qué está pasando realmente con el euro y la deuda de los países europeos reproducimos a continuación el artículo publicado por Antonio España el día 15/11/2011 en El Confidencial:
Imagínense por un momento que forman parte de una investigación sociológica que estudia un grupo de pastores que comparten un pequeño prado con pastos. En esta situación, ¿cómo creen que se comportará un pastor que actúe racionalmente en su propio interés? Lo más normal es que éste tienda a incrementar su cabaña, pues pronto descubrirá que puede capturar el beneficio en su totalidad de la mayor producción que le supone tener más cabezas de ganado, mientras que el coste en términos de menos pasto disponible se diluye proporcionalmente entre todos los pastores.
Ya se ve que si todos los pastores son sensatos, el pastizal tiene los días contados, dado que todo el grupo actuará de igual manera. Y así se produce la tragedia: se acaban los pastos, las ovejas perecen de hambre y los pastores se van al paro. Este ejemplo, que no es mío sino de Garrett Hardin, ilustra lo que se conoce como la tragedia de los comunes, o más correctamente de los bienes comunales, y es justo lo que está pasando con el euro y la crisis de deuda, que va camino de convertirse en una crisis de divisaen toda regla.
La tragedia de los bienes comunales fue descrita por Hardin en 1968 en un artículo que publicó en la revista Science y viene a ilustrar una situación en la que un grupo de individuos que comparten un recurso limitado, actuando de forma independiente y buscando racionalmente su interés individual terminan por destruir el recurso comunal pese a que eso es lo que menos les conviene a todos.
Pues bien, otro tanto ocurre con el euro, tal y como explica Philipp Bagus en su libro The Tragedy of the Euro*, publicado hace un año y que harían bien los políticos europeos en leérselo, subrayarlo y aprendérselo de memoria. Porque pese a la rapidez con que se desarrollan los acontecimientos, esta obra está hoy más que de actualidad con el caso no sólo de Grecia sino de Italia, que de momento se ha puesto por delante de nosotros en la cola de los rescates, pese a que, según anunciaba el viernes pasado el FT y ayer mismo McCoy en estas mismas páginas, en España seguimos siendo firmes candidatos al bail out.
Según la teoría que desarrolla Bagus, el euro permite que se produzca un efecto de redistribución involuntaria de la renta desde los países más serios en la gestión de sus cuentas hacia los países más díscolos y con tendencia a incurrir en mayores déficits. Esta redistribución ofrece a los políticos de estos países un poderoso incentivo a seguir gastando y retrasar sine die los impopulares ajustes y reformas que son necesarios, pues disfrutan de todos los beneficios electorales de este curso de acción.
Sin embargo, ese comportamiento fiscalmente irresponsable se traduce en déficits que han de ser financiados mediante la emisión de deuda pública. Deuda pública que esos estados no son capaces de pagar por sí mismos porque no generan caja suficiente. Y entonces debe intervenir el BCE, ya sea explícitamente mediante un rescate, ya sea sotto voce mediante compras de bonos soberanos en el mercado secundario —o incluso primario, pues con Mario Draghi uno puede esperarse cualquier cosa visto su estreno a los mandos del BCE.
Son pues los países más díscolos fiscalmente hablando, los más beneficiados por el paraguas común del sistema monetario fiduciario que es el euro, creándose en opinión de Bagus, y que yo comparto, una especie de carrera por imprimir más dinero que puede llevarnos a que la moneda única estalle en mil pedazos, tal y como estamos viendo.
Pues las intervenciones del BCE suponen en el fondo una monetización de la deuda que han contraído los países periféricos pero que pagan todos los ciudadanos que cobran sus nóminas y tienen sus ahorros en unos euros que valen cada vez menos. Entre ellos los alemanes, claro, que ven cómo merman sus ahorros para que los españoles, los italianos y los griegos mantengamos nuestro tren de vida. En esta tesitura, y por mal que nos caiga Angela Merkel, no es de extrañar que los alemanes estén un poco hasta las narices de los simpáticos vecinos del sur, cuando con el Bundesbank y el marco no les iba nada mal y el euro, sin embargo, no les está trayendo más que dolores de cabeza.
¿Cuál es entonces el camino que llevamos? Pues bien, vayámonos por un momento al origen de la crisis. Como ya he mencionado aquí en otras ocasiones, ésta se origina en la expansión del crédito no respaldado por el ahorro que causan los gobiernos y sus aliados, los bancos, reduciendo artificialmente los tipos de interés y multiplicando los préstamos merced al privilegio de la reserva fraccionaria.
Esto generó una fase de boom bien conocida que se materializó en una burbuja inmobiliaria. Cuando estalló la burbuja, en lugar dedejar que las fuerzas espontáneas del libre mercado actuaran para liquidar las malas inversiones y así poder volver a crecer de manera sana, el estado intervino cortocircuitando el proceso de ajuste y originando mayores problemas a futuro —futuro que ya está aquí.
No sólo se evitó una rápida recuperación tras un brusco pero breve ajuste que permitiera reubicar los recursos productivos allí donde eran realmente demandados, sino que además se hipotecó el futuro, al dilapidar el gobierno cualquier superávit acumulado en la fase expansiva y endeudarse hasta la ceja para salvar a los sectores de la construcción y del automóvil con sendos planes de estímulo fiscal, para luego tener que salvar al sector financiero, con especial protagonismo de las cajas de ahorros.
Resulta pues que la deuda generada —y multiplicada— en la fase de expansión previa, ha ido pasando de las familias y las empresas (crisis de la economía real) a los bancos, de los bancos (crisis financiera) a los estados, de los estados (crisis de la deuda soberana) al BCE  y del BCE (crisis de la divisa) a… ¿a dónde?
Y en esas estamos. O sea, que se masca la tragedia, sí.
Me cuesta pensar que el euro, que fue una decisión política y no económica, se deshaga para que cada país vuelva a su divisa inicial. Con respecto al euro de dos velocidades, tampoco veo claro que a alemanes y franceses les interese quedarse prácticamente solos en un euro A de primera división. Sería un equilibrio político demasiado complicado para ambos países sin el contrapeso de países del tamaño de Italia o España y no veo que les reportara grandes ventajas con respecto a la vuelta a sus divisas originarias.
Por otro lado, el euro B con toda probabilidad, con Grecia o sin Grecia, se vería devaluado casi inmediatamente. Esto supondría un alivio para estos países pero en la práctica representa un default de su deuda pública —que devolverían en una moneda devaluada—, y tendría un importante impacto sobre los países del euro A, a los que a corto plazo les serviría de poco la doble velocidad.
¿Qué debería pasar? Que se tomaran medidas de ajuste en serio, reduciendo drásticamente el gasto público, recortando donde haya que recortar y privatizando lo que se pueda, que es mucho todavía. Bajando impuestos todo lo que el déficit permitiera para no incurrir en más deuda. Reduciendo el tamaño del sector público para liberar recursos y crédito para las empresas privadas. Dejando actuar las fuerzas espontáneas del mercado para que se terminen de liquidar los errores de inversión del pasado, sin rescates y sin medidas para salvar supuestamente ninguna empresa ni sector. Y flexibilizando y liberalizando la economía para que los recursos productivos puedan reubicarse sin trabas allí donde son necesarios y hoy no están llegando.
¿Qué va a pasar? Honestamente, creo que es impredecible, pues con estos políticos nunca se sabe. Miren ustedes el resultado de la última cumbre. Aunque ya nos lo anticipaba el dicho popular: reunión de pastores, oveja…

Doctrina Aguayo

Zoido, que a su calidad de alcalde une la de diputado autonómico, aprovechó el otro día que el Guadalquivir aún pasa por Sevilla pese a que lo gestiona la Junta, para desglosar en el Parlamento andaluz la deuda del Ejecutivo de Griñán con la ciudad por impago de tributos al Ayuntamiento: un total de 8,6 millones de euros. El alcalde se indignó por que mientras los sevillanos pagan religiosamente sus tributos, el Gobierno autonómico no se hace el aludido ni aunque le manden al cobrador del frac. Y en eso salió al quite de Griñán su ahijada política y consejera de Hacienda por la gracia de aquél, Carmen Martínez Aguayo, que sentó jurisprudencia con una frase para la posteridad, similar a la de la mano invisible de Adam Smith: “Para que exista una deuda debe estar reconocida también por el que debe pagar”. Ergo si no se reconoce una deuda, ¡no existe! Genial. La doctrina Aguayo está cosechando infinidad de adeptos desde su formulación parlamentaria. No es de extrañar que el Banco de España haya revelado que la tasa de morosidad ha crecido ya hasta casi el 7%.

 

 

 

 

 

Empresas sevillanas venden en Internet deuda municipal con descuentos del 40%

Colocan facturas aún no cobradas a ayuntamientos por el

mantenimiento de servicios y organización de eventos


Particulares y fondos de inversión compran estas facturas para

Luego cobrarlas por su nominal a los consistorios


Facturas por valor de casi 700.000 euros que están en poder de empresas radicadas en Sevilla y pendientes de cobro a ayuntamientos de la provincia sevillana, Cádiz, Málaga y Huelva están siendo ofertadas en los últimos meses en plataformas especializadas de Internet con un descuento medio del 24,42% (las rebajas oscilan entre el 17% y el 40%) para aquellos inversores que disponen de  liquidez y que quieran luego cobrarlas a las corporaciones locales morosas  con jugosas ganancias.

“Facturas por servicios deportivos en la piscina municipal de Benacazón. Importe nominal, 84.452 euros. Precio al que se venden, 60.000. Descuento, 29%. Razón: necesidad de liquidez, reequilibrio de balance”. Esta es una de las ofertas de empresas sevillanas que figura en la plataforma digital especializada MercaDeuda, la cual acumula más de 200 millones de euros de deudas a proveedores tanto de administraciones públicas como de otras empresas y de particulares.

De esa cifra, un nominal de 696.021 euros corresponden en los últimos meses a empresas radicadas en la provincia de Sevilla y que han recurrido a este novedoso sistema por Internet ante su perentoria necesidad de financiación en una época en que está cerrado para ellas el grifo de la banca y en que las Administraciones Públicas, que en el conjunto nacional adeudan 50.000 millones de euros, pagan con un retraso medio de 157 días.

SERVICIOS DEPORTIVOS

Las facturas por servicios a piscinas municipales y polideportivos son las más ofertadas a través de Internet por firmas sevillanas concesionarias (casos de Benacazón, San Roque, Villamartín y otros no identificados), aunque también las hay por la organización y coordinación de un campeonato europeo de baile de salón, probablemente en Torremolinos.

La deuda más antigua data del 20 de septiembre del año 2007 y casi todas vencen el 31 de diciembre del año en curso, si bien estas sociedades no pueden esperar y prefieren obtener liquidez cuanto antes aun cobrando a quienes quieran hacerse cargo de estas facturas desde un 17% hasta un 40% menos, datos indicativos de las consecuencias que para las pymes sevillanas está significando la crisis económica.

Oscar Ortega, consejero delegado de MercaDeuda , ha detectado que los compradores de estas facturas municipales responden a varios tipos de perfiles:

1) Empresas especializadas en descuentos de pagarés.

2) Inversores particulares que disponen de liquidez en esta época de crisis y ven este mercado como algo novedoso que quieren probar por sí mismos, aunque desde la plataforma digital se les hacen las oportunas advertencias sobre la morosidad de las Administraciones Públicas.

3) Fondos nacionales e internacionales de inversión especializados en compra de deuda problemática y que están pasando de tener una cartera con activos hipotecarios a adquirir deuda comercial con proveedores.

Otra de las características observadas en MercaDeuda es que cuanto más pequeño es el ayuntamiento deudor, mayor es el descuento que ofrecen sus acreedores a quienes quieran comprar la deuda, debido a la mayor tasa de morosidad de este tipo de municipios.

Y no sólo empresas proveedoras recurren a vender por Internet sus facturas con los consistorios, sino también profesionales autónomos.

DEUDAS OFERTADAS POR EMPRESAS SEVILLANAS

He aquí algunas de las faturas a ayuntamientos que empresas radicadas en Sevilla han puesto a la venta por Internet:

NOMINAL PRECIO DESCUENTO CONCEPTO

84.452 60.000 29% Facturas por la piscina de Benacazón

250.000         180.000 28% Prestación de servicios en instalación municipal a un ayuntamiento de Cádiz

187.645 150.000           20% Facturas por la piscina de Villamartín

85.379 70.000 18% Facturas por la piscina de San Roque

55.425 46.000 17% Campeonato europeo de baile de salón

en ayuntamiento malagueño

33.120 20.000 40% Facturas piscina consistorio onubense

Sobresaltos

Zoido ha confesado en su primer cumplemes como alcalde que no gana para sobresaltos con la herencia recibida de Monteseirín. No sólo es que no le haya dejado un euro en la caja ni para los colegios de nuestros niños, sino que cada tarde se le presenta “una ristra –me encanta el lenguaje (Monte)llano del alcalde- de personas que quieren cobrar, y esas deudas no se han generado en este mes. Las sorpresas que nos estamos llevando…¡Con lo fácil que habría sido contar la verdad desde el primer momento!”. Ya que es tan fácil contar la verdad, pues díganosla con pelos y señales sobre los métodos con que el (ex), su predecesor, ha provocado el vaciamiento de las cuentas municipales. Ardemos en deseos de llevarnos, informativamente hablando, las mismas sorpresas que usted, señor Zoido, y saber cómo Monteseirín le ha dejado reducido a la condición de pagador del frac. Hable ahora o calle para siempre, en aplicación del principio americano aplicado a la política: pasados seis meses, la Administración entrante ya no tendrá como coartada echarle la culpa a la saliente.