Concentración el 20 de noviembre en la plaza del Pan

Se protestará, entre otros, contra el exceso de alojamientos turísticos y de veladores

La plataforma Sevilla Se Muere – Iniciativa ciudadana sevillana convoca a los sevillanos y a las distintas entidades que conforman el tejido asociativo de nuestra ciudad a una concentración que tendrá lugar el próximo jueves 20 de noviembre, a las 18:30, en la plaza del Pan. La plataforma hace un llamamiento a la sociedad civil, a todos los sevillanos y a asociaciones descontentos con » la Sevilla -dice- que se nos está quedando». Afirma que los problemas existentes afectan a la vida de todos los sevillanos » por culpa de unas políticas –principalmente- municipales realizadas contra el interés general y en favor de unos grupos de presión muy concretos. Queremos denunciar así -añade- el modelo de ciudad que Ayuntamiento y lobbies nos imponen. Llevamos años de abusos que sólo benefician a unos pocos y condenan y olvidan a los vecinos. Ya es hora de que sepan que lo que están haciendo con Sevilla, desde hace años, no es lo que queremos para nuestra ciudad».

Los argumentos de la plataforma son los siguientes:

«Entre los problemas para los que se exige una solución por parte de las administraciones implicadas y especialmente del Ayuntamiento está establecer una serie de medidas de control que encaucen la turistificación desbordada que está destruyendo la ciudad, agravando el problema de la vivienda, expulsando vecinos y destruyendo el comercio tradicional. Por ello es necesario establecer una moratoria inmediata de Alojamientos Turísticos y elaborar un estudio para la devolución progresiva del uso residencial. También hay que limitar la acción barificadora y veladorizadora, que hurta la ciudad a los sevillanos en beneficio de una Hostelería que no cumple mayoritariamente con las Normativas vigentes.

El fenómeno de la turistificación es una de las causas que están detrás también de la degradación del Patrimonio Histórico, material e inmaterial, y del Patrimonio Verde de Sevilla, así como del empeoramiento en la gestión de los residuos y limpieza de nuestras calles. La ciudad está más sucia que nunca.

Las actuaciones del Ayuntamiento no hacen sino empeorar día a día todos y cada uno de los mencionados problemas, moviéndose por intereses espurios contrarios al bienestar de los vecinos, de acuerdo con unos fines dictados por Grupos de Intereses que sólo ven a Sevilla como un recurso a explotar hasta el agotamiento y del que sacar la mayor rentabilidad en el menor plazo de tiempo posible. Así ha sucedido con las Ordenanzas y Normas municipales acerca de Veladores y Vivienda Turística promulgadas.

Los problemas derivados de esta desmesurada turistificación y barificación no hacen más que crecer. El Ayuntamiento de Sevilla sigue una política de hechos consumados, mientras se promueven medidas contrarias a los intereses de los sevillanos. Entre las más dañinas, la extensión a otros barrios del descontrol de los pisos turísticos (hasta 23.000 más). La multiplicación de Viviendas de Uso Turístico por nuevas zonas no frena tampoco el inmenso problema del Casco Histórico y zonas adyacentes, convertido en un invivible Parque Temático en el que la proliferación sin límite de Apartamentos Turísticos y de Hoteles son una verdadera lacra que expulsa, maltrata y obstaculiza el derecho a la vivienda y al descanso de los sevillanos.

La turistificación desmedida provoca un encarecimiento desorbitado de la vivienda –para compra o alquiler-, inasumible por la inmensa mayoría de ciudadanos. Incide también en la subida abusiva de precios en otros bienes de consumo y productos de alimentación y primera necesidad que padece la población local.

La ciudadanía clama también por la mejora de infraestructuras de comunicación, y en especial por la red de Metro, así como por el mantenimiento de otras infraestructuras beneficiosas para la ciudad como el carril bici, que debe conservarse en su integridad. No existe tampoco entre los que nos gobiernan una muy necesaria conciencia metropolitana en materia de movilidad o de planificación y ordenamiento urbano.

Sevilla continúa liderando el ranking de Barrios más pobres de España. Los cortes de luz en los mismos constituyen un problema enquistado. La limpieza en los barrios es muy deficitaria. Las infraestructuras necesarias no tienen fecha. Las obras y supuestas mejoras que se ejecutan en la ciudad se hacen sin orden ni concierto y la mayoría de las veces en agravio de las zonas menos favorecidas.

Sevilla merece una ordenación y un proyecto de ciudad sensatos, con miras de futuro, que apueste por la calidad de vida de los vecinos y por sectores económicos de nivel, con alto valor añadido, y diversificados. Convertir parte de la Cartuja o del Barrio Portuario en una zona plagada de más bares y hoteles es buena muestra de la cortedad de miras e incapacidad de los que nos gobiernan. No queremos ser la ciudad de los bares, los apartamentos turísticos y las despedidas de soltero, ni la del paro estructural, los camareros y las limpiadoras de piso. Sevilla tiene muchas más posibilidades que desde el Ayuntamiento no saben o no quieren fomentar porque chocan, bien con intereses personales o de los grupos de presión que mantienen secuestrada la ciudad.

Tenemos que acabar de una vez con la degradación del Patrimonio Histórico de nuestra ciudad. La apuesta absoluta por la eventización es otro de los graves problemas que se cierne sobre Sevilla y perjudica a los vecinos –con la proliferación de ruido–, al Patrimonio Histórico o al Arbolado y la Fauna, como ocurre con el espectáculo de Luces en el Real Alcázar, o el Festival Icónica en la muy deteriorada Plaza de España, a muy pocos años de que se celebre el Primer Centenario de la Exposición de 1929.

La proliferación de conciertos en lugares no aptos para ello no afecta sólo a zonas patrimoniales, también se proyectan y/o se realizan en lugares donde impiden el derecho al descanso de los vecindarios colindantes. La eventización está llegando incluso a los estadios de fútbol, siempre en perjuicio de los residentes. La destrucción paulatina de la Avenida de la Palmera -uno de los iconos del urbanismo y la arquitectura del 29-, como consecuencia de la especulación urbanística, a la que desde la Gerencia no se sabe o no se quiere poner freno, es algo que habría que frenar de inmediato.

Los aspectos medioambientales son otro de los grandes olvidados por el Ayuntamiento, que va y viene con proyectos urbanizadores-pelotazos en espacios tan sensibles como la Dehesa de Tablada, el Cortijo del Cuarto o las Lagunas de Sevilla Este, o incumplimientos de acuerdos como el de destinar todo el espacio del “Pulmón Verde” a parque o el destrozo de jardines como los de Manuel Ferrand en Los Remedios.

Un especial pelotazo urbanístico con terrenos públicos es el que se pretende dar en el Sector Sur, en el Barrio Portuario, cuyo proyecto ha sido ejecutado de espaldas a los vecinos de la zona y basado en el concepto de la especulación. A lo dicho viene a sumarse la nefasta gestión del Arbolado de la ciudad, que pasa por las malas prácticas de podas inadecuadas y a destiempo, talas a conveniencia, replantes sin mantenimiento ni riego -que acaba con los jóvenes ejemplares secos-.

El asunto del cuidado animal no puede ser también más lamentable, con un zoosanitario en terribles condiciones o un pésimo cuidado en la alimentación y cuestiones veterinarias de las aves de los parques. La muerte de decenas de aves, antes y después de declararse la gripe aviar hace unos meses, es una constante en los espacios verdes de la ciudad en los que estos animales habitan en medio de la suciedad y el abandono.

El cartel convocando a la concentración

Mención aparte merece la situación del espacio que en 1992 albergó la Expo. Aquí el abandono de infraestructuras y dotaciones es generalizado, lo que compromete la prosperidad del mismo Parque Empresarial y el propio Legado de la Exposición Universal. Emblemas de ese abandono son el Auditorio Rocío Jurado y los próximos Jardines del Guadalquivir y Americano, asolados desde hace meses por continuos incendios provocados, lo que favorece el proceso especulativo que se cierne sobre estos espacios, especulación que este Ayuntamiento también fomenta con el proyecto de recalificación y urbanización en el Canal de los Descubrimientos.

El empobrecimiento de la vida cultural de la ciudad es otra de las consecuencias de su mercantilización como producto turístico, en la que, frente al producto de calidad, lo que se vende es el evento multitudinario y realizado en espacios inadecuados. El Auditorio Rocío Jurado roza cada día más su destrucción absoluta y las obras en el Lope de Vega se eternizan, mientras asistimos a la prostitución de los Jardines del Alcázar o de la Plaza de España con usos que les son claramente perjudiciales año tras año. Lo castizo o lo propio se vende cada día más como cliché barato carente de identidad verdadera.

Ante esta situación generalizada de insostenibilidad que alcanza cotas disparatadas, desde el Ayuntamiento sólo se proponen medidas paliativas, cuando no meras ocurrencias, mientras se sigue de facto una Hoja de Ruta que no tiene nada que ver con el verdadero interés general de la ciudad. Como ejemplo de lo dicho hay que hacer referencia el “turipuente” que se va a construir por imperativo de un hotel y que resulta absolutamente innecesario para los sevillanos.

No podemos dejar de alertar tampoco sobre el gravísimo problema de los vertidos de la nueva mina de Aznalcóllar al Guadalquivir, que agravarían la ya muy dañada salud del río y su ecosistema y comprometerían la salud pública, además de la economía de los municipios ribereños desde Alcalá del Río, pasando por la propia ciudad de Sevilla, hasta Chipiona y el Golfo de Cádiz.

En definitiva, lo que denunciamos es que la ciudad revienta por sus costuras y sus vecinos sufren lo inimaginable en los Barrios y en el Casco Histórico. Es el momento de que los sevillanos se centren en los gravísimos problemas locales que padece la ciudad dejando a un lado cuestiones partidistas. Es hora de poner la lupa en Sevilla y en sus vecinos y de intentar recuperar lo que se lleva perdido, señalando y castigando a los supuestos servidores públicos que sólo están en la política municipal para servirse a sí mismos, a sus partidos y a los lobbies.

Nos va la ciudad y la vida en ello.

Trabajemos por revertir esta insostenible situación antes de que sea demasiado tarde.

Juntos somos más y más fuertes. Os pedimos que os suméis a esta acción de protesta que consideramos justa y necesaria».

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