Nunca pensó en árboles de sombra y perseveró con los toldos pese a las reticencias de Patrimonio y del Banco de España y el impacto estético de los bloques de hormigón que soportan sus columnas
El alcalde de Sevilla, el popular José Luis Sanz, ha reconocido en declaraciones a diversos medios de comunicación al inicio del nuevo curso político en septiembre de 2025 que no le gustan ni los pivotes ni las sombras que dan los toldos de la Avenida de la Constitución, una de las promesas-estrella de su programa electoral, y que por eso ha encomendado a la delegada de Parques y Jardines que busque otra solución.
«A mí también me gustaba la arboleda de antes (en la Avenida). Ya hemos encargado a la delegada (de Parques y Jardines, Evelia Rincón) que busque un arquitecto en paisajismo para incrementar la arboleda, pero teniendo en cuanta que es parte de la Carrera Oficial», ha declarado Sanz en una entrevista concedida a Canal Sur Radio.
En similares términos se pronunció en el programa Hoy por Hoy de Radio Sevilla, cuando dijo: «No me gustan ni los pivotes ni las sombras que dan los toldos en la Avenida de la Constitución».
El alcalde confiesa que le gustaba la Avenida antigua con los árboles y que por eso ahora ha encargado que le busquen un especialista que vea cómo incrementar los ejemplares existentes, en su mayor parte naranjos de huerta de La Algaba trasplantados allí por Monteseirín durante las obras de pseudo peatonalización de esta arteria principal de la ciudad.

La Avenida con los arces que quitó Monteseirín
Si a Sanz le gustaban los árboles y ahora asume el error de no haber sembrado más hay que preguntarse por qué nunca pensó en ellos cuando en su proyecto ‘Sevilla Eje Central’, incluido en su programa para las elecciones municipales de mayo de 2023, planteó como solución para proyectar sombra justo en la zona por la que circulan la inmensa mayoría de los viandantes -la acera de los pares, la del edificio de la Adriática, y no sobre las vías del tranvía- toldos sustentados por las farolas fernandinas.
El motivo de por que Sanz, pese a que ahora proclama su añoranza de los árboles, pensó en una solución textil y no vegetal lo explicó el portavoz de su gobierno, Juan Bueno, en respuesta a las críticas del ex-alcalde y portavoz socialista, Antonio Muñoz: Sanz había cosechado el éxito allí donde su predecesor socialista había fracasado, porque Muñoz no pudo colocar toldos y su sucesor sí, aunque a la postre las lonas sobre la vía del tranvía se percibieron inadecuadas e inútiles desde el primer momento.

El proyecto original de Sanz de toldos para la Avenida

El proyecto finalmente ejecutado
Como siempre, impera la (i)lógica política en vez de la racional y el afán de protagonismo, porque ¿quién recordaría a Sanz por plantar árboles, unos cuantos más de los que ya existen? Sin embargo, en su mentalidad en clave política, Sanz sí aspiraba a pasar a la posteridad como el alcalde que puso los toldos en la Avenida, aunque les hayan costado a los contribuyentes sevillanos casi 300.000 euros y sólo sirvan para refrescar al tranvía.
El segundo gran error de Sanz en la Avenida ha consistido en emprender una huida hacia adelante con los toldos, en plan sostenella y no enmendalla, en vez de renunciar a los mismos pese a que de antemano conocía las objeciones que la Comisión de Patrimonio había puesto a un proyecto similar presentado por el Ayuntamiento en marzo de 2022, es decir con Antonio Muñoz en la Alcaldía, de ahí la afirmación de Juan Bueno en respuesta a las críticas de aquél en el sentido de que Sanz había logrado su propósito mientras que el alcalde socialista había fracasado.
La Comisión de Patrimonio ni autorizó colgar toldos desde las farolas fernandinas ni anclarlos en la Catedral – declarada Patrimonio de la Humanidad- y exigió la realización de catas arqueológicas antes de clavar cualquier poste en el suelo.
Según han reconocido miembros del gobierno local, el cumplimiento de la exigencia de las catas arqueológicas habría encarecido y ralentizado la ejecución de un proyecto que ya estaba comprometido con la empresa instaladora, la misma a la que se le volaron los toldos que en su día colocó en el Paseo Alcalde Marqués del Contadero tras haberse equivocado en la medida de los mismos.
Por eso Sanz declaró a Canal Sur Radio que los bloques de hormigón de 3.000 kilos de peso para sostener las columnas que a su vez sustentan los toldos no ha habido más remedio que ponerlos -aunque a él no le gustan, como creo que a la mayor parte de quienes los han visto- «porque Patrimonio no dejaba abrir agujeros». Y como la seguridad es prioritaria «la única opción para que los toldos no se volaran -aseveró el alcalde- por causa del viento eran los pivotes de 3.000 kilos».
Sanz podría haber invocado los requisitos impuestos por la Comisión, que convertían en inviable su idea original de toldos sobre la acera de los pares, para justificar la renuncia al proyecto y el desistimiento -no sería la primera vez, ni la última- del contrato comprometido o firmado a tal efecto.
Sin embargo, con tal de que se colocaran los toldos dónde y cómo fuera, Sanz ha ido perseverando en el error hasta el punto de destrozar estéticamente la Avenida con los bloques de hormigón de tres toneladas de peso cada uno.

Uno de los bloques de hormigón de 3.000 kilos de peso colocados en la Avenida
Y como parece que también para Sanz el fin justifica los medios, urgido por las prisas políticas y porque iba pasando el verano y la gente no veía los toldos prometidos y reiteradamente anunciados, el gobierno local alentó su montaje sin tener previamente aseguradas las autorizaciones de los propietarios de los edificios de la Avenida para la colocación de los anclajes en sus fachadas, como se ha comprobado por la negativa de la Dirección del Banco de España y la posterior retirada del anclaje en un inmueble, en un confuso episodio que denotaría que no se había contado con la propiedad a la hora de taladrar el muro.
La polémica sobre los toldos nos retrotrae al 9 de mayo de 2023, cuando el entonces candidato a la Alcaldía por el PP, José Luis Sanz, presentó junto al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, su proyecto ‘Sevilla Eje Central’. Pretendía, según la reseña del diario La Razón, «transformar el corazón de la ciudad», desde la Plaza Nueva hasta la Puerta de Jerez, «para terminar con el desorden, el abandono y el maltrato al peatón». Una iniciativa que contemplaba actuaciones en materia de pavimento y mobiliario urbano y que preveía la existencia de toldos en la Avenida de la Constitución y en la calle Hernando Colón.
Sanz abogó por «dar más protagonismo al peatón» y en ese sentido destacó la supresión de bordillos en calles adyacentes a dicho eje central, tales como Alemanes y García de Vinuesa, así como la utilización de un pavimento homogéneo, «integrando e incorporando una pavimentación singular en espacios emblemáticos como la Plaza Nueva, la Plaza de San Francisco y la Puerta de Jerez».

El proyecto Sevilla Eje Central en el programa electoral de Sanz para las municipales
Y añadió: «Contemplamos la eliminación de una de las vías del tranvía en el tramo comprendido entre Plaza Nueva y el Archivo de Indias. Además, planteamos la sustitución de los actuales vehículos del tranvía por otros que respondan a un modelo con menor impacto visual, menor dimensión y más accesible, un modelo más acorde al espacio, que respete mejor el entorno y que permita disponer al viandante de mayor espacio».
A juicio del hoy alcalde, esta intervención propuesta no supondría modificar el trazado de la vía, que se mantendría tal cual, pero quedaría eliminado el doble sentido a partir del Archivo de Indias hasta su final de línea en la Plaza Nueva, «liberando con ello más espacio para los peatones». «Paseando por la Avenida, si no nos atropella el tranvía o un patinete, nos tropezamos con un velador. Eso tiene arreglo: la reordenación de espacios», añadió.
Y concluyó hablando sobre un sistema de entoldamiento que complementaría al arbolado en época estival y que se instalaría tras la Semana Santa mediante un soporte «que termine incorporando alumbrado público, es decir, que una vez se retiren los toldos sigan funcionando como farolas».
Han pasado casi dos años y medio desde aquella rueda de prensa y los sevillanos pueden juzgar por sí mismos en qué han quedado las promesas de colocar toldos también en la calle Hernando Colón, eliminar bordillos en calles perpendiculares a la Avenida, sustituir los actuales tranvías por otros de menor dimensión, dejar solo una vía para el tránsito de los mismos y colocar soportes-farolas para toldos.
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