Destaca que el proyecto del nuevo tramo excluye al Polígono Sur, para el que pide un ramal específico

Ecologistas en Acción subraya en sus alegaciones al trazado 2B del Estudio Informativo del tramo Sur de la línea 3 del Metro el déficit estructural que ya supone la línea 1 para la Junta de Andalucía, la cual subvenciona con casi 4 euros por cada euro gastado por los usuarios, de ahí que insista en que no se identifique Metro con progreso y pida una reelaboración del proyecto para que se compare en pie de igualdad con otras alternativas, como autobuses de tránsito rápido (BTR) y tranvía en plataforma segregada.

Tras el análisis del estudio informativo, y a la vista del impacto ambiental, social y urbano de la alternativa seleccionada, los Verdes han presentado las siguiente alegaciones ante la Junta de Andalucía:

1.–El Metro no constituye la mejor alternativa para mejorar la movilidad del sur de Sevilla:

La experiencia acumulada en casi cinco décadas demuestra que el Metro no ofrece una respuesta adecuada ni proporcional a las necesidades reales de movilidad de Sevilla y su área metropolitana. A ello se suma su fuerte déficit económico estructural. La única línea actualmente operativa requiere una subvención muy elevada por parte de la Junta de Andalucía —en torno a cuatro euros por cada euro abonado por la persona usuaria— para mantener unos precios asumibles. Diversos estudios han señalado que, por los costos de construcción y por su demanda potencial, la red de Metro sevillana no será financieramente sostenible ni siquiera a largo plazo.

La construcción de nuevas líneas presenta, además, un coste unitario inasumible para las administraciones públicas: alrededor de 1.600 millones de euros por línea, a razón de 60–80 millones de euros por kilómetro. Ninguna administración ha asumido nunca, ni previsiblemente asumirá, inversiones de esta magnitud. Ello ha generado un ciclo repetido de anuncios, paralizaciones y expectativas frustradas, que ha impedido el desarrollo de alternativas reales capaces de mejorar la movilidad en plazos razonables.

Plano de la línea 1 del Metro de Sevilla

Todo ello demuestra que el Metro, lejos de resolver los problemas de movilidad, actúa como un obstáculo que impide avanzar hacia soluciones verdaderamente eficaces. El propio PGOU vigente propone que la mayor parte del trazado de la Línea 3 se ejecute en superficie, lo que evidencia que existen modos alternativos viables y más adecuados. Es necesario abandonar la inercia conceptual que identifica “Metro” con “progreso” y analizar con rigor otras opciones como redes de autobuses de alta capacidad, tranvías segregados o sistemas de Bus de Tránsito Rápido (BTR).

El BTR, en particular, ofrece una alternativa solvente: requiere únicamente la creación de plataformas reservadas, se instala en plazos cortos y permite articular una red metropolitana completa con un coste muy inferior al del Metro.

2.-Ausencia injustificada del Polígono Sur en el trazado y necesidad de alternativas equitativas:

La construcción de la Línea 3 Sur sin conexión con el Polígono Sur generaría una nueva brecha en materia de transporte público, al priorizar áreas con mayor capacidad económica y desatender a las zonas que más se beneficiarían de un aumento de la accesibilidad a servicios, empleo y equipamientos públicos.

Vista aérea del Polígono Sur

Por ello, se plantea la necesidad de estudiar alternativas reales que incorporen este barrio al trazado. Entre ellas:
-La inclusión de un ramal de la Línea 3 que conecte directamente con el Polígono Sur, técnica y urbanísticamente viable.
-El diseño e implementación de una solución de alta capacidad integrada, como un tranvía o BTR segregado conectado a la propia Línea 3.
-El refuerzo de la intermodalidad mediante intercambiadores de superficie que integren las redes de TUSSAM, Consorcio Metropolitano y modos ciclistas.

3.-Impactos ambientales graves sobre el nuevo cauce del Guadaíra:

El Guadaíra se ha consolidado como un humedal de alto interés ambiental, con presencia abundante y diversa de avifauna, actuando como extensión funcional del Brazo del Este y como corredor ecológico vinculado al espacio natural de Doñana. Aunque este valor aparece recogido en la memoria del Estudio Informativo, el documento no incorpora medidas adecuadas para su protección.
Entendemos que tanto la fase de construcción como la de explotación de una infraestructura del calibre del Metro pueden provocar impactos muy relevantes sobre este enclave. Por ello, cualquier proyecto constructivo deberá:
-Incluir un análisis ecológico exhaustivo del humedal.
-Incorporar medidas preventivas, compensatorias y correctoras específicas para evitar la alteración del hábitat.
-Garantizar que las obras no se ejecuten durante el periodo de cría de las aves nidificantes.
-Asegurar la mínima ocupación del dominio público hidráulico y de los márgenes ribereños.

El abejaruco es una de las especies que habitan en el entorno del Guadaíra

Respecto a las alternativas de trazado, sólo resulta aceptable la opción Cruce Guadaíra Norte. Las alternativas Centro y Sur afectarían de manera grave al espacio natural del Cortijo del Cuarto, dividiéndolo y degradándolo de manera irreversible. Este impacto es inasumible desde un punto de vista ambiental.

4.-Impacto no evaluado sobre el arbolado urbano, las zonas verdes y la infraestructura verde:

El Estudio Informativo no incorpora un análisis detallado ni riguroso del impacto que la construcción de la Línea 3 Sur tendrá sobre el arbolado urbano y los espacios verdes afectados por el trazado. Este aspecto es crucial, ya que la ciudad de Sevilla presenta un déficit histórico de sombra, arbolado y permeabilidad, cuya protección y ampliación constituye un eje fundamental de las políticas climáticas y de salud pública.

La eliminación de árboles maduros, alineaciones consolidadas o masas arbóreas asociadas a parques, bulevares y zonas ajardinadas provocaría:
-Pérdida directa de sombra y aumento local de la temperatura en un contexto de crisis climática y de olas de calor cada vez más intensas.
-Aumento del efecto “isla de calor urbana”, especialmente en barriadas vulnerables.
-Reducción de la capacidad de captura de CO₂ y de otros contaminantes atmosféricos.
-Pérdida de biodiversidad urbana asociada a aves, polinizadores y fauna invertebrada.
-Degradación de la calidad del espacio público y de la habitabilidad del entorno.

Árboles cortados por las obras del tramo Norte de la línea 3 del Metro

En varios tramos del trazado —especialmente en la Avenida de la Paz, Avenida de Jerez, entorno de Los Bermejales, Bellavista y accesos a zonas verdes metropolitanas— la obra civil implicaría movimiento de tierras, ampliación de calzadas, ocupación temporal y permanente de superficie verde y, con alta probabilidad, tala o trasplante de arbolado consolidado.

Sin embargo, el estudio no aporta inventario alguno de:
-Número, especies, diámetro, altura o estado fitosanitario del arbolado afectado.
-Impacto sobre corredores verdes urbanos preexistentes.
-Medidas compensatorias reales equivalentes (1:1 no es válido; las administraciones competentes deben aplicar criterios de equivalencia ecológica efectiva).
-Alternativas de trazado menos impactantes desde el punto de vista de infraestructura verde.

Ecologistas en Acción Sevilla considera imprescindible que el Estudio Informativo sea revisado para incluir:
-Un inventario completo del arbolado afectado, con metodología transparente.
-Un estudio de alternativas que evite o minimice la tala, priorizando ajustes de trazado o soluciones constructivas en superficie menos invasivas.
-Unas medidas compensatorias robustas basadas en criterios de equivalencia ecológica real: reposición por número y por biomasa, reposición en el mismo barrio afectado, replantación con especies de gran porte adaptadas al clima de Sevilla.
-Un plan de seguimiento a medio y largo plazo que garantice la supervivencia del arbolado replantado.

La renaturalización de Sevilla es un objetivo compartido por la ciudadanía y por múltiples compromisos climáticos internacionales. Por ello, resulta inaceptable que un proyecto de esta magnitud se plantee sin una evaluación ambiental profunda del impacto sobre la infraestructura verde urbana.

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