Colores

En pleno siglo XXI, la única opción que nos da la empresa municipal de transportes, Tussam,  para distinguir entre un bonobús con transbordo y otro sin transbordo es pintarles encima  con bolígrafo o rotulador una señal diferencial que, dadas las características del plástico con que están fabricados, acaba emborronándose con el tiempo para dejarte las manos (y por extensión la ropa) manchadas de tinta. Protesté por el ‘teléfono rojo, volamos hacia Moscú’ que sólo uso para casos de emergencia  y me contestaron que era técnicamente inviable hacerlas bicolores. Pero hete aquí que ahora Juan Ignacio Zoido ha presentado junto a José María Del Nido y Miguel Guillén un bonobús verdiblanco y otro rojiblanco, destinados a los hinchas de los dos equipos futboleros de la ciudad, que así no tendrán necesidad de pintarraquearles encima una señal con el rotulador además de no utilizar el coche. Mientras el ciudadano de a pie ha de fastidiarse, está claro que para este Ayuntamiento, como para los anteriores y los que vendrán, el Sevilla y el Betis tienen un color especial.

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