‘Weekday’, la filial alemana de la multinacional ‘H&M’, considerada como la Zara sueca, se ha visto obligada a retirar del mercado la camiseta que había lanzado en homenaje a Juan Manuel Sánchez Gordillo, dadas las virulentas reacciones, a favor y en contra, que había suscitado su iniciativa en las redes sociales, donde lo mismo se instaba a boicotear a la compañía que a agilizar los pedidos por Internet antes de que el género se le agotara.
Haciendo honor a su razón social, ‘Weekday’ suele poner a la venta cada día de la semana una camiseta u otro producto textil o complemento de nuevo diseño, con el fin de ofrecer a sus clientes un motivo diario para acercarse a sus tiendas y, de paso, que sucumban a otras tentaciones además de al reclamo de la prenda barata de algodón, que en el caso de la dedicada a Gordillo se vendía a 20 euros la pieza.
Como los diseñadores andan cortitos de ideas después de haber agotado los temas universales, desde el arcoiris a las puestas de sol pasando por las mariposas y las flores como en la época hippie, han recurrido a la lectura de la prensa diaria en busca de inspiración. Esta utilidad insospechada de los periódicos quizás sea al final la razón última que evite su desaparición, so pena de que los señores Esling Persson (fundador de H&M), Amancio Ortega (de Zara), Isak Andic (de Mango) y Pepe Barroso (de Don Algodón) dejen de vender los millones de camisetas con que empezaron a hacerse riquísimos.
Y como en los papeles alemanes también apareció la noticia de los asaltos jornaleros a los supermercados, idealizada en plan romántico como hizo el francés Prosper Merimée con ‘Carmen’ y las cigarreras de la Fábrica de Tabacos, les dio por crear una colección denominada ‘Zeitgeist’ (algo así como ‘el espíritu de nuestro tiempo’), con una prenda dedicada a Sánchez Gordillo y esta tarjeta de presentación: “El Robin Hood de España. Un alcalde, Juan Sánchez Gordillo, se ha convertido en héroe de culto por organizar asaltos a supermercados y dar a los pobres la comida robada’.
Tras la desafortunada restauración del ‘Ecce Homo’ de Borja, unos avispados lanzaron camisetas con la imagen así deformada de Cristo al precio de 12,95 euros. Ahora ha ocurrido lo mismo con Sánchez Gordillo. La triste paradoja del ‘Robin Hood’ de Izquierda Unida es que sus asaltos a los supermercados sólo han servido para incrementar la cifra de negocio de una de las empresas icono del capitalismo y de la sociedad de consumo.
A ver qué dicen ahora en Sherwood. Perdón, en Marinaleda.
Robin Hood
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