Los actualmente existentes llevan dieciocho años fuera de ordenación
El gobierno local, que preside el popular José Luis Sanz, ha incluido en el orden del día del Consejo de Gerencia convocado para el miércoles 10 de julio (2024) un punto que supondría la modificación del artículo del vigente Plan General de Ordenación Urbana que prohíbe la construcción de aparcamientos rotatorios intramuros del Conjunto Histórico para evitar el denominado «efecto llamada» al tráfico privado.
El segundo punto del orden del día del Consejo de Gerencia consiste en la toma de conocimiento de la convocatoria de consultas previas realizadas mediante una resolución del pasado 7 de junio (2024) y del Avance de la que sería la modificación puntual Nº 64 del Texto Refundido del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en concreto del artículo 6.5.35 de sus Normas, referido a las condiciones de implantación de garaje-aparcamiento.
Lisa y llanamente, el gobierno local está planteando lo que en su día ya intentó, sin éxito, su predecesor en la Alcaldía y correligionario, Juan Ignacio Zoido: eliminar la prohibición de construir aparcamientos rotatorios en el Casco Antiguo. Durante su etapa como alcalde, Zoido quiso construir un aparcamiento de este tipo en el eje Alameda-Plaza de la Gavidia, cuando su idea era convertir en una superficie comercial la antigua comisaría del mismo nombre.
El punto 4º del artículo 6.5.35 del Plan General estable la siguiente disposición: «En el recinto intramuros del Conjunto Histórico se prohíbe la implantación de Aparcamientos
de Rotación. Los existentes quedan en régimen de fuera de ordenación; se respetarán las condiciones establecidas en la concesión de los actuales que se implantan en suelos públicos, debiendo tras finalizar ésta, transformarse en aparcamientos de residentes. Para los existentes de titularidad privada, se aplicará el régimen de fuera de ordenación previsto en el apartado 4 del artículo 1.1.13«.
Acceso al aparcamiento de la Plaza de la Concordia
El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) 2030, que fue aprobado durante el mandato del socialista Juan Espadas, diagnosticó que el corazón del Casco Antiguo es la zona con más demanda de aparcamiento, ya que del orden de 43.000 automovilistas tratan de acceder diariamente con su coche al mismo.
Para afrontar este problema, el PMUS recomendó crear una zona de acceso restringido a los vehículos (el denominado Plan Respira, que fue de lo primero que abolió Sanz tras su investidura como alcalde) y la construcción de aparcamientos alternativos en el borde del Casco Antiguo y para los que había ofertas por parte de empresas privadas:
-Marqués de Paradas, con 258 plazas.
-Torneo-Barqueta, con 171.
-El Prado de San Sebastián, con 249.
-San Laureano, con 400.
Más un aparcamiento rotatorio de carácter público en el Hospital Virgen Macarena, con 350 plazas.
Tras la eliminación del Plan Respira, de aprobarse esta modificación del PGOU se dejaría sin efecto alguno el Plan de Movilidad Urbana Sostenible en sus puntos fundamentales.
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Es verdaderamente significativo que mientras la Gerencia se niega a modificar el Plan General o adoptar un Plan Especial de Alojamientos Turísticos para articular la limitación de VUT – y, en su caso, además, de establecimientos de alojamientos turísticos como hoteles y apartamentos turísticos- se apresta a iniciar los trámites para modificar el Plan General para permitir aparcamientos de uso rotatorio en el centro con el argumento de que la configuración de la población que habita el centro histórico «ha cambiado radicalmente, a la vista fundamentalmente del incremento de la actividad turística en los últimos años». Vamos, que de revertir un fenómeno cuya proliferación no debió tolerarse no hay la menor intención y que la Gerencia, una vez más, se revela al servicio de grupos de presión económica y no en interés de los vecinos.