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Caída de los principales indicadores de la Feria de Abril de 2019 pero con mejores promedios que la tradicional

RESIDUOS

Lipasam recogió un 1,40% menos de basura que el año pasado

AUTOBUSES

Tussam transportó 3.400 viajeros menos cada día

METRO

El peor registro del suburbano, con un descenso del 10% de pasajeros

 

Los tres grandes indicadores que usa el Ayuntamiento para medir de forma indirecta la afluencia de personas a la Feria, la recogida de residuos y el número de viajeros transportados por Tussam y el Metro, han arrojado cifras inferiores a la edición del año pasado pero han seguido superando a las de 2016, último festejo con el formato tradicional de seis días.

Se mantiene subyacente el debate sobre qué modelo de Feria es el más conveniente para la ciudad, si el que rigió hasta hace tres años (de seis días, entre martes y domingo, con festivo o no en medio, si bien en 2016 se decretó el miércoles como fiesta local) o el implantado durante el actual mandato de Espadas (con un día más, de domingo a sábado; con un festivo en el ecuador y enlazando de hecho con la Preferia del viernes y sábado para contar con dos fines de semana y que así pueda incrementar su volumen de negocio el sector turístico).

Por eso cobran especial importancia las estadísticas: se trata de apoyarse en los números para proyectar la imagen de éxito y de que la Feria no decae aunque se la estire por delante con la Preferia, por detrás con un día más y hasta por la mitad con el incentivo añadido de un día no laborable: fiesta que unir a la fiesta.

En su balance final, tanto el alcalde como el delegado de Fiestas Mayores no han hecho alusión alguna a la notable caída de viajeros transportados por el Metro durante la semana de Feria, en la que tampoco, al igual que el año pasado, se han facilitado los datos del sábado, presumiblemente todavía peores que los del resto de días. El Metro ha transportado un promedio en los siete días con datos estadísticos disponibles de 109.187 viajeros/día, lo que ha supuesto un 9,9% menos (globalmente, 83.933 menos) que en la Feria del año pasado. No ha habido un solo día en que se superaran los registros de 2018.

Los peores han sido el del “alumbrao”, con 21.517 viajeros menos que en el día equivalente de la Feria de 2018; el viernes, ya en la recta final, con 18.699 menos, y el miércoles festivo, cuando en vez de ir más gente a la Feria en el suburbano acabaron viajando 17.940 menos que en su equivalente del año pasado.

Dado el mutismo al respecto de las autoridades locales no sabemos su interpretación de estos números. No pueden achacarse a la huelga en la empresa porque fue desconvocada el viernes de Preferia y ya el sábado del “alumbrao” funcionaron normalmente los servicios especiales habilitados para el festejo.

Apuntamos una posible causa: el creciente número de municipios del Aljarafe en los que se habilita una lanzadera o autobús exprés hasta el campo de Los Remedios o sus aledaños y el refuerzo de líneas metropolitanas con paradas en el entorno del Real. Este año, por impulso del Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Sevilla (Junta de Andalucía), han sido nueve los pueblos aljarafeños con servicio ininterrumpido de autobús exprés directo a la Feria y que podría estar fagocitando viajeros al Metro. Sería conveniente introducir y analizar la evolución de este factor en las estadísticas de la Feria para medir su impacto.

 

AUTOBÚS

 

También ha bajado en un pequeño pero apreciable 2,14% (a una media de 3.414 diarios) el número de viajeros transportados por Tussam, un descenso que el Ayuntamiento atribuye fundamentalmente a la menor ocupación de la lanzadera que unía el aparcamiento del Charco de la Pava con el Real, estacionamiento en el que se ha registrado una caída del 12% en la ocupación.

 

El número de viajeros en autobús creció diariamente en comparación con el año pasado hasta el martes de Feria (el domingo y el lunes hubo 7.000 pasajeros más en números redondos cada uno de esos días), pero, paradójicamente, a partir del miércoles festivo (-15.780 viajeros ese día), en todas las jornadas hubo registros negativos, siendo el peor día el viernes (-19.670). La deducción es que debió de haber una menor afluencia general de público en el Real a partir del ecuador del festejo.

 

RESIDUOS

 

Por su parte, Lipasam ha recogido un 1,40% menos de residuos que el año pasado, señal de que ha habido menos gente en la Feria o que se ha incrementado nuestra conciencia ambiental y cívica y hemos generado menos desechos. En la comparativa con la edición de 2018 sólo se ha retirado más basura en el día del “alumbrao”, el lunes y, especialmente, el sábado final (+80.238 kilos), día éste que se compensa con los 89.454 kilos menos retirados el domingo en comparación con su equivalente de 2018.

Si observamos sólo la estadística de este año, se aprecia que el día con más residuos recogidos fue el miércoles festivo (288.626 kilogramos) y que a partir de ahí la cifra fue descendiendo cada jornada hasta los 186.218 kilos del sábado. La estadística apunta, al igual que la de viajeros de Tussam y también la del Metro, a una menor afluencia de público en el tramo final de la Feria por acumulación de cansancio como, por otra parte, parece lógico suele ser habitual (la tendencia se observa desde 2016 en este periodo analizado).

 

CONCLUSIÓN

 

Si comparamos las cuatro últimas ediciones de la Feria se comprueba que pese al descenso registrado en la de este año todos los promedios de los indicadores principales (residuos y viajeros) de los festejos con el formato largo actual superan al de la Feria con el formato “corto” o tradicional, por lo que la adición de un día de Feria no se ha traducido en el balance general en una menor afluencia de público.

 

Si la ciudad tiene en la Feria un motor económico y el Ayuntamiento estima (de manera discutible, ya que se limita a actualizar con la mecánica aplicación del IPC un antiguo estudio de la Universidad) que con un día más se pueden generar 90 millones de euros sin que decaiga el ambiente festivo, de momento al menos esta política está dando resultado, pues sólo este año se ha registrado una caída notable en la estadística del Metro y de índole menor en la de Tussam y Lipasam.

 

La Feria larga, sin embargo, no ha podido arrebatar aún un par de récord a la Feria corta o de formato tradicional, los de mayor número de viajeros transportados por Tussam y por el Metro. Como había un día menos de fiesta también había mayores picos de concentración que en el formato actual.

Los récord de la Feria

Empresa                                           Año y día

 

Lipasam                    293.610 kilos de residuos el miércoles festivo de 2018

 

Tussam                     213.261 viajeros el jueves postfestivo de 2016

 

Metro                       150.240 viajeros el jueves postfestivo de 2016

 

Más de 1.100 carruajes de media

El Ayuntamiento suele ofertar del orden de 1.400 matrículas para coches de caballos y 2.500 para jinetes en el Real. En los años del ‘boom’ inmobiliario la Delegación de Fiestas Mayores remitió una carta a los titulares de matrículas de carruajes para explicarles que por motivos de seguridad de los viandantes y enganches y también para propiciar un mayor lucimiento del paseo de caballos se instauraba un sistema según el cual sólo podrían acceder al Real el martes, jueves y sábado si la matrícula era un número par; y el miércoles, viernes y domingo si la matrícula coincidía con un número impar.

Como resultado de esta política restrictiva, el número máximo teórico de coches de caballos simultáneamente en el Real era de 700, con lo que se facilitaba la circulación de las personas y de los propios cocheros, así como se incrementaba la seguridad general.

En plena crisis económica, durante la Feria del año 2013 se empezó a permitir de nuevo la libre circulación de carruajes y se acabó con la distinción entre matrículas pares e impares porque entonces el problema era el contrario. Se trataba así de evitar que el Real pareciera poco concurrido por la caída en el número de coches que se enganchaban.

A medida que en los seis años transcurridos desde entonces se ha ido superando la crisis económica ha vuelto a incrementarse progresivamente el número de carruajes en el recinto ferial. El año pasado se contabilizaron un total de 4.772 en los siete días de la Feria. Este año se han registrado 7.717, es decir 2.945 más paseos, con un incremento de casi el 62%.

Mientras que el año pasado el día con mayor número de enganches fue el jueves, con 818, seguido de los 806 del miércoles festivo, este año se han superado los mil enganches diariamente con excepción del jueves, cuando circularon 825. El día con mayor número fue el martes, con 1.259, víspera del festivo y día en el que apenas se podía cruzar de un lado a otro de las calles del Real por la cantidad de enganches que a duras penas podían avanzar.

Inquirido al respecto, el delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, expresó su oposición a imponer limitaciones o volver a la política de matrículas pares e impares en días alternativos. La elevada concentración de carruajes en el Real proyecta una imagen de afluencia masiva, pese a los agobios que sufren los viandantes, y esa imagen de colapso contribuye de momento a consolidar el formato de Feria larga impulsado por el gobierno municipal en funciones.

 Número de carruajes en la Feria de 2019

 

Día                                         Carruajes

 

Domingo                              1009

Lunes                                    1.118

Martes                                  1.259

Miércoles                             1.240

Jueves                                      825

Viernes                                 1.160

Sábado                                 1.106

Total                                      7.717

Media diaria                        1.102

El mitin de Beltrán

Beltrán Pérez omite que la Ordenanza de la Feria sólo permite un uso lúdico de las casetas y no parece que un acto político lo sea

El mitin se convertirá en el “peligroso precedente” que dice el gobierno de Espadas si éste no hace nada al respecto

 

En los cuarenta años en números redondos que llevamos de Democracia desde el fin de la Dictadura franquista se han convocado once elecciones municipales. Al menos las campañas de tres de ellas han coincidido con la Feria de Sevilla: las de 1983, 2011 y éstas de 2019.

Particular interés tuvieron las elecciones locales convocadas para el 8 de mayo de 1983, ya que fueron las segundas desde la recuperación de las libertades y las primeras en las que la campaña electoral coincidió con la Feria, la cual se celebró entre en 19 y el 24 de abril. En un país en el que todavía estaban implantándose los usos democráticos, el comportamiento de los líderes y de los partidos políticos podría haber marcado para el futuro la Feria si aquéllos hubieran decidido aprovecharla como escenario de sus actos y de su propaganda electorales, ya que en principio nada se había previsto ni regulado al respecto porque  casi todo estaba todavía en construcción.

Los candidatos y sus respectivos partidos acordaron de forma tácita o expresa dejar el festejo fuera de la contienda electoral para que siguiera siendo lo que había sido hasta entonces y ha seguido siendo hasta este año, un tiempo que transcurre en el campo de Los Remedios para la diversión y la alegría, una tregua en el calendario para olvidarnos siquiera durante una de las 52 semanas del año de los problemas y que impere nuestra faceta más lúdica.

 

Ello nunca ha sido óbice para que las fuerzas políticas estén presentes en el Real con sus propias casetas y ofrezcan sus recepciones, como cualquier otro titular en la suya, pero siempre han respetado la tradición instaurada en 1983 de no acoger mítines u otro tipo de actos de naturaleza puramente política, no pedir directamente el voto, no repartir propaganda electoral por las calles del recinto y no pegar carteles en cualquier parte del mismo.

 

EMPEZÓ ZOIDO

 

Esta tradición, máxime en una ciudad tan amante de la pervivencia de los usos y costumbres y del cuidado de las formas y del saber estar con elegancia, no ha sido respetada únicamente por, paradójicamente, el partido que “a priori” sería considerado como el más atento a las denominadas esencias de Sevilla, el PP.

 

En el año 2011, la candidatura de los populares, que lideraba el juez Juan Ignacio Zoido, colocó banderolas con publicidad electoral antes del inicio oficial de la campaña para las elecciones municipales de aquel año en las farolas cercanas a la portada de la Feria, con lo que incumplió tanto la ley electoral como la Ordenanza municipal. Esta establecía por aquel entonces una zona de un kilómetro alrededor del recinto ferial libre de publicidad de cualquier tipo para no “contaminar” el festejo. La Junta Electoral de Zona conminó a Zoido a que retirara de inmediato las banderolas con propaganda del PP, una actuación de la que acabó haciéndose responsable la empresa contratada a tal efecto por el partido y que achacó a un error de coordinación de su personal. Ante la desidia de la compañía y del PP tuvo que ser personal del Ayuntamiento el que procedió a retirar la propaganda política de los aledaños de la portada.

 

El segundo episodio se ha producido durante esta Feria de 2019 y no en los aledaños del Real ni achacándolo a un error de una contrata, sino de forma deliberada y consciente: el portavoz y alcaldable popular, Beltrán Pérez, inició oficialmente su campaña para las elecciones municipales del próximo día 26 antes incluso del plazo legalmente establecido en la caseta que el PP tiene en el recinto ferial.

 

OÍDOS SORDOS

 

Pérez y su equipo desoyeron los llamamientos del gobierno local a que reconsiderara una decisión que en palabras del delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, “desvirtúa la propia Feria y sus tradiciones, politiza esta fiesta y sienta un precedente peligroso para los últimos días de esta fiesta y las próximas ediciones, tanto para actos políticos como por parte de empresas privadas”.

 

La respuesta del alcaldable popular consistió en atacar al gobierno y decir que la caseta en la Feria es una traslación de la casa propia, donde por tanto se puede hacer lo que se considere oportuno; que acudiría sólo quien quisiera asistir, por lo que a su juicio se cumpliría la normativa perfectamente y no se interferiría en la Feria. “Se pasará muy bien frente al tono de amenaza y de intromisión de un gobierno municipal que quiere prohibir el acto de un partido, algo que sólo pasa en Venezuela”, añadió el alcaldable popular.

 

¿Son, como sostiene Beltrán Pérez, las casetas en la Feria espacios privados en tanto prolongación de las viviendas particulares y donde hay plena libertad para hacer lo que se quiera, incluido un mitin electoral?

 

Veamos lo que se estipula en al Ordenanza municipal de la Feria, concretamente en su artículo tercero: “La titularidad de las casetas consiste en la licencia del uso común especial y temporal del dominio público con fines lúdicos en el recinto ferial, siendo un acto reglado de la Administración Municipal por el cual, previa comprobación de las condiciones establecidas por la normativa aplicable, se autoriza al solicitante el ejercicio de su derecho de disfrute”.

 

Es obvio, pues, que la caseta del PP es fruto de una concesión pública sujeta al cumplimiento del fin para el que es otorgada: usos lúdicos o festivos, ajenos por completo a los políticos o electoralistas. No existe, por tanto, esa plena libertad para hacer lo que se quiera en su interior como sostiene Beltrán Pérez. Con la “sui generis” interpretación que a su conveniencia hace de la Ordenanza el alcaldable popular, la Feria perdería su dimensión festiva y se podría convertir en cualquier cosa, desde un sucedáneo de Fibes para la presentación, exposición y venta de, por ejemplo, automóviles, hasta en un ruedo ibérico para la lucha política.

 

INCONGRUENCIA

 

La incongruencia del alcaldable popular ha llegado al extremo de tratar de justificar su mitin con el argumento de que se trataba de un homenaje a los trabajadores municipales en el Real. En tal caso, lo “lógico” habría sido solicitar la caseta del Ayuntamiento  para celebrarlo o bien en la de Emasesa, Tussam o cualquier otra empresa o ente municipales.

¿Y qué decir de la edil popular, Evelia Rincón? Ante los reproches al PP por politizar la Feria del candidato de Ciudadanos, Álvaro Pimentel, inquirió a éste que se “plantee por qué presenta su campaña en una ubicación sin licencia de actividad, de luz, agua y vertidos al río”. Se trataba de una alusión a la terraza Puerto de Cuba, donde el alcaldable del partido naranja tenía previsto dar el pistoletazo de salida a su carrera hacia el Ayuntamiento.

 

Así pues, tenemos una concejal que también formó parte del gobierno de Zoido (2011-2015) y que denuncia ahora públicamente que un local abierto desde el año 2005 carece de diversas licencias, ante lo cual cabe preguntarse por qué ella lleva tanto tiempo haciendo la vista gorda al respecto en el seno del Ayuntamiento y sólo saca a colación las presuntas ilegalidades para utilizarlas en contra de un rival político.

 

INHIBICIÓN

 

¿Y qué ha hecho el gobierno de Espadas respecto del mitin de Beltrán Pérez en la Feria? Hasta el momento de redactar estas líneas nada, salvo las lamentaciones por boca de Cabrera de que el alcaldable popular ha desvirtuado la fiesta, roto las tradiciones, incumplido la Ordenanza municipal y sentado un “peligroso” precedente “para que el resto de las fuerzas políticas utilicen el Real para una confrontación fuera de lugar o para que se llene de actos publicitarios”.

El acto político de Pérez en la Feria deja en evidencia al gobierno de Espadas con su tesis del “peligroso precedente”, porque si no reacciona más allá de las condenas verbales  y no actúa, en tal caso le estaría dando la razón al alcaldable del PP en el sentido de que dentro de la caseta se puede hacer lo que se quiera y de que él no ha vulnerado la Ordenanza, y  estaría invitando, por omisión, a que cualquiera hiciera lo que le viniera en gana en el Real.

 

Para que no exista precedente  ni imitadores y este mitin en Feria sea el primero y el último, el gobierno de Espadas está obligado a incoar un expediente sancionador al PP o/y reformar la Ordenanza de la Feria con el fin de que no quede lugar a dudas ni a interpretaciones. Además del uso autorizado (lúdico) deben especificarse también a título de ejemplo los no autorizados (el resto, como políticos, electoralistas, publicitarios, comerciales y etcétera), para que nadie pueda ampararse en que lo que no está expresamente prohibido se sobreentiende que está permitido.