En otro país o ciudad, el gerente de Lipasam que ha sido grabado recomendando a una trabajadora que se arrimara a Beltrán y a ‘Currito’ (sic), los -según él- del botoncito de los empleos en el Ayuntamiento sin más carnés que el de identidad -Zoido ‘dixit’-, habría sido puesto en la calle ‘ipso facto’ para no dejar por mentiroso al alcalde y para que no quedara ni la más mínima sombra de duda, pero como esto es España y Sevilla, el primer edil es quien ha saltado a los medios para echarle un capote a su cienmileurista fichaje galáctico. Y lo ha justificado revelando públicamente -¿dónde la ley de protección de datos?- el nombre de enchufados del PSOE supervivientes en el Ayuntamiento. ¿Y cómo sabe el alcalde quiénes son socialistas si en virtud de la Constitución nadie está obligado a revelar sus creencias religiosas ni ideológicas? Zoido se lo ha puesto a huevo a Espadas en la deducción lógica de éste de que si lo sabe es porque previamente ha clasificado al personal municipal en función de su ideología o adscripción política. Por la boca muere el pez.
Enchufados
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