Ínsula Barataria

El gobierno local que se forme tras las elecciones municipales del próximo 24 de mayo deberá afrontar cambios organizativos en las dos grandes fiestas de la ciudad, la Semana Santa y la Feria de Abril, a raíz de lo sucedido este año con las avalanchas del pánico en la Madrugá por una parte y, por otra, después de las diligencias abiertas por la Fiscalía de Sevilla a cuenta de la denuncia formulada por el propio Ayuntamiento sobre una presunta desviación de 439.874,25 euros en el montaje de la Feria de 2014, cuya supuesta responsabilidad se achaca a Rafael Carretero, jefe de los Servicios Técnicos de la Delegación de Fiestas Mayores.

Según la información publicada por el compañero Antonio R. Vega, el Consistorio abrió en el verano de 2014 un expediente de información reservada tras las denuncias elevadas por Miguel Angel Baena, aparejador municipal, que al contar al cabo de los años con el apoyo de un delineante pudo sacar tiempo para hacer un control técnico, económico y de calidad del montaje de la Semana Santa, la Feria y el Corpus. El aparejador comparó un plano elaborado por técnicos de Fiestas Mayores y una de las dos grandes empresas adjudicatarias de montajes en la Feria con la base de datos de la Agencia Tributaria Municipal y descubrió estas presuntas irregularidades:

-Se habría autorizado el pago del montaje de 852 casetas, cuando en realidad sólo se habrían montado 792, sesenta menos. Sólo este desfase habría supuesto un sobrecoste de 41.773 euros para la Hacienda local.

-Se habrían colocado 32.000 metros lineales de tubos menos de los que figuraban en los proyectos y planos, con riesgo para la seguridad de las casetas.

-Se habrían realizado pagos por conceptos como una torreta de vigilancia que nunca se habría levantado, o por un inexistente desmontaje de la estructura de la caseta municipal.

-Habría partidas duplicadas referidas al montaje de la portada, cuadros eléctricos, casetas de los distritos municipales y otras. -Asimismo, se habrían inflado partidas referidas a la caseta del Ayuntamiento, enganche eléctrico de las casetas, barandillas, rótulos de las calles…

A la Fiscalía

Tras conocer estas denuncias que afectaban directamente a su gestión, el jefe de los Servicios Técnicos de la Delegación de Fiestas Mayores, Rafael Carretero, habría relevado de sus funciones al aparejador denunciante. Sin embargo, la maquinaria del Ayuntamiento se activó y la Hacienda municipal encargó a un arquitecto un informe sobre el caso, que habría coincidido en la detección de partidas presuntamente duplicadas, infladas y/o sin la debida justificación.

 

El Consistorio anunció en vísperas de la Feria la remisión de este informe técnico a la Fiscalía, la cual comunicó a su vez la apertura de una investigación para dilucidar si se han cometido delitos o irregularidades administrativas. Pese al expediente de información reservada que le había abierto desde el verano pasado, el Ayuntamiento siguió encomendando a Rafael Carretero el montaje de la Feria de 2015, una decisión cuando menos sorprendente, a juicio de la oposición.

En este sentido, Pilar Távora, candidata del PA a la Alcaldía, ha declarado: “No parece muy acertado ni un ejemplo de transparencia que se ponga a una persona que está bajo sospecha al frente de nuevo de la organización de un acontecimiento en el que hay que gestionar tanto dinero; parecería más prudente haberlo sustituido mientras se aclaraba el tema”.

Equivocación

Carretero, que lleva a gala haber sido el responsable del montaje de la Feria desde hace 34 años, durante el mandato de seis alcaldes de tres partidos distintos (PA, PSOE y PP), ha admitido en declaraciones a Radio Sevilla que ha podido cometer “algún tipo de irregularidad administrativa”, pero que “en ningún caso” se ha llevado “un duro”, “ni del Ayuntamiento ni de nadie”, como probaría el hecho de que su patrimonio es el mismo desde el año 1981.

Y ha añadido: “Me he equivocado y en algunos momentos no he contado con la Intervención General, por lo que el interventor está muy disgustado conmigo, pero tenía que resolver los asuntos sobre la marcha. Cualquier cosa que hay que hacer hay que presentarla, pedir presupuestos, informe del interventor, llevarlo a la Junta de Gobierno, aprobarlo… No sé hacerlo de otra forma”.

 

Según el jefe de los Servicios Técnicos de Fiestas Mayores, hay partidas que “aparecen de pronto” porque se trata de asuntos a resolver “ineludiblemente” y se “intenta compensar con otras unidades”. Las declaraciones de Carretero revelan, quizás inconscientemente por su parte, su modo de actuar al margen de los procedimientos y/o cauces establecidos, que es justamente el caldo de cultivo para que se produzcan cuando menos las irregularidades administrativas que él mismo ha llegado a admitir.

Imaginemos por un momento que todos los responsables políticos y funcionarios municipales actuaran del mismo modo, por su cuenta y al margen de los órganos de gobierno y de la Intervención, con el argumento de que es un fastidio tener que presentar proyectos, pedir presupuestos y someterlos a aprobación. El Ayuntamiento sería un desgobierno y el descontrol propiciaría que se produjeran actuaciones al margen de la legalidad.

Imprevistos

La segunda tesis de Carretero abunda en la idea de la cantidad de imprevistos que surgen sobre la marcha en el montaje de la Feria y ante los que hay que reaccionar de la forma en que él habría hecho: con flexibilidad, compensando unos gastos con otros y sin tiempo para someterse a los procedimientos ordinarios porque se colige que en tal caso no estaría a punto la Feria para la fecha fijada, con lo cual ese objetivo o bien superior justificaría una gestión heterodoxa o con manga ancha.

Sin embargo, lo único que prácticamente cambia de un año para otro en la Feria es la portada, porque todo lo demás suele repetirse, con una arquitectura de lo más simple (tubo, madera y lona), con las casetas y las atracciones de la calle del Infierno en los mismos emplazamientos y hasta siendo las mismas las dos grandes empresas adjudicatarias de la mayoría de los montajes, cuyos operarios podrían hacerlos casi con los ojos cerrados. Por no cambiar, hasta se ha tardado casi cuarenta años en renovar parte de la red eléctrica.

 

No es la primera vez que Carretero, que ha gobernado el recinto de la Feria como si fuera su particular y cervantina Ínsula Barataria -hasta el punto de haber restado protagonismo a los delegados de Fiestas Mayores-, ha tenido problemas con el gobierno municipal. Recuérdese que hace diez años el Ayuntamiento presidido por Monteseirín y con Gonzalo Crespo de delegado del ramo, le abrió otro expediente de información reservada, le impuso una sanción de apercibimiento, le retiró la responsabilidad de la portada e inició los concursos públicos de diseño de la misma después de que Carretero colocase o consintiera la colocación de un escudo del Betis en la portada dedicada al centenario del Sevilla F. C.

Si el jefe técnico de Fiestas Mayores ha obrado de forma personalista y al margen del procedimiento en la Feria ha sido en buena parte porque hasta ahora se le habían dejado las manos libres en el campo de Los Remedios, hasta el punto de que ni siquiera el Servicio de Parques y Jardines se atrevía a tocar los árboles del Real conforme a la tradición de que aquello era “territorio de Carretero”. Tras la denuncia de este año a la Fiscalía, pase lo que pase con la misma, se hace obligado articular un sistema reglado de organización y supervisión para que la Feria de Abril sea no territorio unipersonal de nadie, sino territorio del Ayuntamiento.

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