Hoy, 22 de junio de 2015, se cumple un mes desde que en vísperas de las elecciones municipales del pasado 24 de mayo el consejero delegado de Emasesa, Jesús Maza, y el arzobispo, monseñor Asenjo, firmaron junto con el entonces alcalde en funciones, Juan Ignacio Zoido, un controvertido contrato de patrocinio por el que la empresa metropolitana de aguas se comprometió a patrocinar la restauración integral de la iglesia de Santa Catalina con 423.500 euros (IVA incluido).
Como contrapartida, la Archidiócesis de Sevilla se obligaba a realizar en favor de Emasesa una campaña publicitaria equivalente en términos económicos al importe del patrocinio recibido.
Según el convenio, Emasesa adquirió el compromiso de entregar la mitad del dinero (211.750 euros, IVA incluido) a los 15 días de la firma del mismo, plazo que se cumplió el pasado 6 de junio, una semana antes de la toma de posesión de Espadas como nuevo alcalde. Los 211.750 euros restantes los debe abonar la empresa metropolitana cuando la Archidiócesis haya acreditado la ejecución de la campaña publicitaria por valor equivalente en favor de Emasesa.
Entre las acciones publicitarias se incluyeron, según las fuentes consultadas, acciones como una cartelería especial en la iglesia de Santa Catalina donde quedaría expresamente de manifiesto ante los sevillanos que la restauración está patrocinada por Emasesa; la inserción en la publicación semanal de la Archidiócesis de la actividad desarrollada por la empresa y de los servicios que presta en la ciudad y en su área metropolitana, y el nombre y el logotipo de la misma en cualquier actividad que realice la Archidiócesis.
Sin embargo, la Archidiócesis todavía no ha cumplido al 100% los términos del acuerdo, como, por ejemplo, demuestra el hecho de que la publicación Iglesia en Sevilla correspondiente a la semana del 21 al 27 de junio no incluye ni anuncio ni logotipo ni referencia alguna a las actividades de Emasesa.
Ello no ha sido óbice para que el pasado jueves, con motivo de la presentación de la encíclica en defensa de la Naturaleza del Papa Francisco, el arzobispo declarara lo siguiente: “Espero que se cumplan los compromisos adquiridos cuando con el anterior alcalde firmamos, con cierta solemnidad, un protocolo en el que nos obligábamos a terminar las obras compartiendo el presupuesto. Espero que el Ayuntamiento se comprometa en la conservación de este edificio”.
Monseñor Asenjo hizo un llamamiento a las instituciones para que ayuden a mantener el patrimonio, ya que de no ser de esa manera “nos vamos a tener que acostumbrar -dijo- a ver iglesias en ruinas”.
El convenio con Emasesa ha sido muy polémico, por entenderse que escapa al objeto social de la empresa el patrocinio de restauraciones arquitectónicas y por su elevada cuantía en tiempos de crisis y de vigilancia de quienes no pueden pagar el recibo del agua. El comité de empresa lo ha criticado duramente y ha acusado a la dirección de usar ese dinero tras haber recortado el sueldo a los trabajadores con el argumento del ahorro de costes, mientras que la asociación vecinal del casco antiguo La Revuelta lo puso directamente en conocimiento de la Fiscalía.
Espadas, por su parte, ha declarado que analizará el convenio, al que ha calificado de “extraño”, para ver si está ajustado a Derecho y si es necesario acometer alguna modificación “para hacer bien las cosas”. El nuevo alcalde quiere reunirse esta misma semana con monseñor Asenjo para abordar el polémico asunto.