La fundida -por Espadas- delegada de Hacienda de Monteseirín, Nieves Hernández, alardeaba en el Pleno de que el Banco de España iba a homologar la reducción de la deuda en 70 millones de euros: de 524 a 454. Así que el PP tuvo que solicitar la intervención, valga la redundancia, del interventor, para que éste dijera la verdad. Ya saben, el interventor es ese funcionario a cuyos “caprichos”, según declaró el exdirector general de los EREs en la Junta, los sociatas no pueden verse sometidos a la hora de usar la pasta. Y el interventor silenciado hasta ahora ha dejado en evidencia a Nieves al revelar que Monteseirín va a legar una ‘lápida’ de 633 millones de euros. La deuda oculta del (sin) alcalde se halla camuflada en el consorcio de empresas municipales controlado a través de Marchena. Pero las trampas no acaban ahí, ya que tampoco se han contabilizado los 70 millones de un anticipo a devolver a Hacienda. El suma y sigue asciende a 700 millones. Aun así, Monteseirín todavía mantiene la desfachatez de decir que él va a dejar la caja mejor que como se la encontró.
Números rojos
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