El alcaldable socialista iría a la Cámara Alta
en lugar del exconsejero García Garrido
El plan crea tensiones en Cádiz y Chaves exige que se compense
a Garrido con la Delegación del Gobierno
Es la segunda vez que el puesto de López Garzón está en peligro
por el candidato a la Alcaldía
El PSOE de Sevilla ha llegado a un principio de acuerdo con la Ejecutiva Regional para dar visibilidad institucional a Juan Espadas, candidato a la Alcaldía de la capital, con su nombramiento como senador por designación autonómica en lugar de otro exconsejero de la Junta, el gaditano Luis García Garrido.
El plan, sin embargo, no es del agrado del vicepresidente del Gobierno y extitular de la Junta, Manuel Chaves,. por afectar a Cádiz, la provincia por la que tradicionalmente ha sido diputado y donde hay una larvada guerra entre distintas corrientes socialistas. Chaves quiere que se compense a García Garrido con otro cargo, preferentemente la Delegación del Gobierno en Andalucía.
El reciente episodio de la inauguración del curso escolar, donde el candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, tuvo que colarse en la comitiva oficial sin rango alguno que le diese cobertura al tratarse sólo de un señor particular que, según la versión oficial de la Delegación de Educación fue invitado únicamente en esa condición mientras se vetaba el acceso de políticos del PP (Arenas, Zoido) con rango institucional, ha colmado el vaso de la paciencia del PSOE sevillano.
La Ejecutiva Provincial socialista quiere que Juan Espadas, que no será nombrado oficialmente candidato a la Alcaldía de la capital hasta el próximo mes de octubre, tenga un cargo oficial que le evite problemas como el citado a la hora de justificar su presencia en cualquier tipo de acto y le dé visibilidad pública hasta el momento de su designación.
Fuentes socialistas han confirmado que la Ejecutiva Provincial y la Regional han llegado a un principio de acuerdo para que Juan Espadas sea nombrado senador en Madrid en representación del Parlamento de Andalucía. Como se recordará, anteriormente se proyectó su nombramiento como delegado del Gobierno en sustitución de Juan José López Garzón, aunque las reticencias internas y la polémica externa suscitadas por dicha maniobra acabaron por tumbar la iniciativa, de la que López Garzón se enteró por los periódicos.
En este nuevo plan, el senador inicialmente señalado para dejar su puesto a Espadas es otro exconsejero, el de Obras Públicas, Luis García Garrido. Este a su vez sustituyó en el Senado en la primavera de 2009 a Mar Moreno, que causó baja en la Cámara Alta para incorporarse al Gobierno de José Antonio Griñán como consejera de Educación y portavoz.
IMPACTO EN CÁDIZ
El pacto entre el PSOE de Sevilla, bastión de Griñán en el congreso extraordinario que le elevó a la Secretaría General del partido en Andalucía tras su designación como sucesor de Chaves, y el PSOE regional no ha sido del agrado del vicepresidente del Gobierno y líder socialista andaluz durante los últimos veinte años, Manuel Chaves.
Chaves entiende que ese movimiento de piezas altera el delicado tablero del partido en la provincia por la que tradicionalmente ha sido diputado, Cádiz, donde se asienta una de las facciones más descontentas con Griñán por su pérdida de poder tras el congreso extraordinario. De hecho, el secretario general de los socialistas gaditanos y presidente de la Diputación Provincial, Francisco González Cabaña, dio el plante a Griñán y no se integró en la Ejecutiva del PSOE(A).
Si al descontento del ‘clan de Alcalá’, al que pertenece el hombre de confianza de Chaves en Andalucía, Luis Pizarro, relegado en la Junta a consejero de Justicia y eliminado del núcleo duro del partido donde fue todopoderoso secretario de Organización, se le unen las tensiones generadas por el afán de Madrid de que se potencie al máximo la figura de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, se comprende el miedo de Chaves, hombre siempre de equilibrios, de que Luis García Garrido pueda ser relegado a un papel menor.
Y es que en Madrid se ve a Luis García Garrido, por su bonhomía y su autoridad moral unánimente reconocida por todos sus compañeros gaditanos, como un hombre clave para el futuro en caso de que fuera necesario pacificar la situación en la provincia, un hombre de integración y eliminador de tensiones. Además, es también clave en la agrupación de Sanlúcar de Barrameda, municipio del que fue concejal durante años y por el que llegó a la Diputación Provincial.
Chaves entiende que no se puede devaluar políticamente la figura de Luis García Garrido en las actuales circunstancias y que para llevar a cabo el plan del PSOE de Sevilla de darle rango y visibilidad a Juan Espadas habría que compensar a García Garrido con otro cargo como la Delegación del Gobierno en Andalucía, cuyo titular es Juan José López Garzón.
Curiosamente, es la segunda vez que se piensa en el relevo de López Garzón como delegado del Gobierno por el afán de darle proyección pública a Juan Espadas con un cargo institucional. López Garzón lleva ya más de seis años en el puesto y su nombre también ha sonado en diversas ocasiones para la presidencia de Cartuja-93 en caso de que hiciera falta hacerle un hueco institucional.