Las Cuentas de la Feria de Sevilla de 2017

La Feria de 2017 no ha podido batir los récord cosechados por el jueves de la Feria anterior

En ese día se superó el número de viajeros en Tussam y Metro y el de basura de Lipasam

El gobierno yerra en 83 millones al estimar en 900 el impacto económico del festejo

Para 3 millones de visitas, hasta el jueves tendría que haber ido el doble de los habitantes de Sevilla pero no en bus ni Metro

El gobierno local ha tratado de proyectar una imagen de la Feria de 2017, la más larga de la historia,  como la de los récord para así justificar su decisión sobre el nuevo calendario (avalado, no se olvide, por los sevillanos en referéndum) ante la controversia suscitada entre partidarios y detractores de este formato.

Así, el Ayuntamiento machacó en los primeros días (dos festivos consecutivos) con la idea de que se estaba registrando un 40% más de afluencia al recinto, y se basó para ello en los tres grandes indicadores que suele manejar: los viajeros transportados por Tussam y Metro y los kilos de basura recogidos por Lipasam.

Otras dos macrocifras lanzadas por el Consistorio han sido los 900 millones de euros que según el alcalde habría generado este año la fiesta y los tres millones de visitantes que ¡ya el jueves de Feria! estimó el delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera.

Hemos tirado de hemeroteca y de las notas de prensa emitidas durante la Feria de 2016 para elaborar cuadros comparativos entre la del año pasado y la actual, que responden a dos modelos distintos: la Feria clásica de seis días con la variante de un festivo en medio (el miércoles de 2016 fue declarado fiesta local por el Ayuntamiento), y el nuevo modelo, con un día más y empezando y terminando en fin de semana y con inicio doblemente festivo (el domingo más el lunes Primero de mayo, con la coda deliberadamente buscada para captar turismo del 2 de mayo, fiesta en Madrid).

 

PROBLEMAS ESTADÍSTICOS

 

Hay que hacer una aclaración importante. España, y Sevilla no podía ser menos, es un interesado (para la clase política) desastre estadístico. Los datos, si es que se divulgan siquiera, raramente coinciden. Varían en función de quién los ofrece y/o de cuándo se ofrecen. De pronto, en mitad de una serie estadística, se produce un vacío. En un tema se mide una cosa y en el equiparable, otra. En algunos casos se contabiliza la Preferia y en otros no.

Por ejemplo, sobre los pasajeros del Metro en un día de Feria de 2016 se han dado tres cifras diferentes entre la propia empresa y el Ayuntamiento. Técnicamente este año no había Preferia y el festejo acabó el sábado, pero Metro sigue contabilizando la Preferia y el domingo en su dispositivo ferial y por tanto estadístico.

En la Feria de 2016 se dio el dato de que el viernes Tussam transportó 148.455 viajeros, pero un año más tarde el Ayuntamiento da la cifra de 207.940. Item más: al hacer el balance de la Feria del año pasado, Espadas dijo que Tussam había transportado un total de 935.437 personas. Si se analizan las cifras dadas entonces y ahora por el Ayuntamiento, la suma sería 1.024.553. ¿Cuál es la que vale?

Aunque reflejamos, con la observación consiguiente, los datos facilitados “a posteriori” tendemos a dar validez a la cifra homologable que día tras día ha ido dando en rueda de prensa el delegado de Fiestas Mayores y, como mucho, hasta el jueves. Es significativo observar cómo el viernes pasado, por ejemplo, en la rueda de prensa municipal ya no se dio el dato de pasajeros de Tussam y del Metro el día anterior, ni de los kilos de basura recogidos por Lipasam, sino que se habló preferentemente de las botellas incautadas y de las actividades policiales, para luego ofrecer grandes magnitudes acumuladas, con lo que se interrumpió la serie estadística y se impidió el seguimiento diario y el previsible declive final. Algo similar ocurrió el año pasado: en la recta final de la Feria se produjo un “apagón” estadístico municipal y no se divulgó ningún dato parcial más hasta que Espadas ofreció un balance global sin fiabilidad cuando se ponía en relación con el día a día.

 

DÍA NO SUPERADO

 

Hechas estas observaciones, el lector puede, a partir de los cuadros, hacer sus propias comparaciones (laborables con laborables y festivos con festivos, por ejemplo) y reflexiones a partir de los datos. Llama poderosamente la atención que aunque “a priori” una Feria como la de 2017, con un día más y un fin de semana largo de tres jornadas consecutivas (contabilizando, como hace el Ayuntamiento, el día del “alumbrao”) y con 7.910 parados menos en Sevilla que hace un año y una mejor situación económica, esta Feria debe arrojar cifras globales superiores a la del año pasado, los récord parciales se registran en la Feria de 2016.

Concretamente, en el jueves del año pasado, posterior al miércoles festivo, se batió el récord, no superado en 2017, de viajeros transportados por Tussam y Metro y de basura recogida por Lipasam. Estas cifras denotarían que hubo más público en la Feria aquel día que en cualquiera otro de la Feria de 2017, posiblemente porque la gente recuperó fuerzas en el festivo previo (miércoles) y muchos sevillanos se despidieron de la Feria el jueves yendo a apurarla a lo largo de todo el día.

Apuntemos para el debate ferial dos ideas: la Feria clásica, con un festivo en medio, podría ser el formato de referencia, y en función de la fiesta del Primero de mayo podría ser conveniente estirar la Feria un día más, pero no necesariamente siempre.

 

IMPACTO ECONÓMICO

 

Espadas declaró alegremente ¡ya el martes! que la Feria tendría un impacto de 900 millones de euros para la economía de la ciudad, tomando como referencia un estudio de la Universidad Hispalense sobre la de 2009, en que estimó un impacto de 675,5 millones de euros (en concreto 675.516.437 euros). Aquel informe se presentó el 19 de abril de 2010, siendo delegada de Fiestas Mayores Rosamar Prieto, y desde entonces ha sido “actualizado” por el gobierno de turno aplicándole la evolución del IPC.

Es lo mismo que ha hecho Espadas y que antes hacía Zoido, y por lo que a éste le criticaba el equipo de aquél. Según la actual Corporación, de la aplicación del IPC resulta un impacto económico de 820 millones de euros. Habría que sumarle 90 millones por un día más de Feria, distribuidos de la siguiente forma: 5,6 millones de impacto directo (funcionamiento ordinario); 25,4 millones de impacto indirecto (suma del gasto medio realizado por el visitante) y 62,5 millones de impacto inducido (otros gastos). En total, pues, saldrían 910 millones de euros.

Esta estimación está inflada de entrada en 83 millones de euros, porque el IPC acumulado entre 2010 y 2016 es del 9,2%, por lo cual de su aplicación al estudio universitario resultarían 737,64 millones de euros y no 820 millones como dice el Ayuntamiento, para con las adiciones posteriores elevar la cifra a los 900 millones. Curiosamente, en el estudio de la Hispalense el impacto promedio de cada día de Feria es de 112,58 millones, mientras que Espadas sólo le ha otorgado 90 millones al día de alargue, con lo cual al final hasta va a pecar por exceso de prudencia.

El famoso estudio es de metodología y conclusiones discutibles. Según el mismo, cada sevillano gastó en la Feria del primer año de la crisis un promedio de 131,5  euros. ¿Fueron a la Feria los años siguientes el mismo número y gastaron lo mismo más el IPC si, por ejemplo, en abril de 2013 y 2014 había más de 89.000 sevillanos en el paro frente a los 65.000 de 2009? Incluso este año todavía ha habido 10.000 sevillanos parados más que en 2009, pero aquí se ha seguido extrapolando cifras de impacto económico como si los datos fueran constantes, cuando la realidad ha cambiado de año en año.

 

EL NUMERO DE VISITAS

 

Y va Cabrera, el delegado de Fiestas, y dice que hasta el jueves visitaron la Feria 3 millones de personas, cifra que en su balance final el gobierno eleva a entre 3,6 y 4 millones. Incluyendo el día del “alumbrao”, que no es técnicamente Feria, hasta el jueves usaron el Metro y Tussam 1.703.123 viajeros (de ellos, 192.790 se desplazaron el día del “alumbrao”).

Dado que Sevilla tiene 690.566 habitantes, ello significaría que para completar los 3 millones estimados por Cabrera hasta el jueves, habrían tenido que acudir a la Feria a pie, en coche (el Ayuntamiento dispuso 7.370 plazas de aparcamiento de rotación y 2076 de abono semanal) o en otros medios un total de 1.296.877 personas, es decir el equivalente a casi dos veces la población de Sevilla, desde Pino Montano a Bellavista y desde Los Remedios al Aeropuerto Viejo. ¿Tiene lógica?

Una de las virtudes que se atribuye a Sevilla es el sentido de la medida. Apelemos a esa virtud para reflexionar entre todos antes de hablar de millones y millones, porque contrariamente al dicho habitual el papel no siempre lo soporta todo.

 

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