Sevilla ha perdido el 63% de sus cigüeñas en los últimos 14 años

La población de esta ave se está desplazando cada vez más al Norte de España

La Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) ha querido hacer honor al refrán de «por San Blas, las cigüeñas verás» y ha presentado el 3 de febrero de 2021 el III Censo Nacional de Cigüeña Invernante, el cual fue realizado en octubre pasado. El dato para Sevilla y su provincia es desalentador: entre el II Censo, que data de 2004, y el III ha perdido el 63% de la población de estas emblemáticas aves, tan vinculadas al ser humano y elemento viviente de muchos de nuestros campanarios y chimeneas.

Durante el mes de octubre de 2020, SEO/BirdLife llevó a cabo el III Censo Nacional de cigüeña blanca invernante. El objetivo principal era determinar su población en este periodo a escala estatal y conocer su evolución. Se revisaron más de un millar de puntos, desde zonas de alimentación a zonas de descanso nocturno o dormideros, así como zonas de cría o nidos que ocupan en estas fechas y usan para descansar.

El trabajo de campo se realizó  en el mes de octubre porque son fechas identificadas en las que el flujo migratorio es mínimo y las aves contabilizadas corresponden a las que se quedarían en nuestro territorio.

Durante la prospección se contó con la participación de alrededor de 2.000 personas, con la participación de socios de SEO/BirdLife, colaboradores, grupos locales y otras organizaciones, que dedicaron su esfuerzo a revisar todas las zonas propicias para la localización de cigüeñas.

Nido de cigüeñas en una chimenea de las Atarazanas

“Se trata de un nuevo trabajo de ciencia ciudadana para obtener información  y poder seguir trabajando en la conservación de las aves, en este caso de una especie que ha sido y sigue siendo símbolo de nuestros pueblos”, asegura Blas Molina, técnico de SEO/BirdLife. Además se contó con la colaboración de la Federación Española de Municipios y Provincias, que promovió la participación en este censo estatal a través de todos los municipios, y el apoyo de Red Eléctrica Española.

El III Censo Nacional de Cigüeña Invernante de SEO/BirdLife refleja  que hay entre 36.217 y 37.556 ejemplares en toda España en esta época. La cifra es menor de la esperada según la organización, pues el crecimiento con respecto al censo de 2004 supone sólo algo más de 5.000 ejemplares. Este dato podría indicarnos que la población no estaba creciendo como creció en las décadas anteriores y que de nuevo la actividad humana esté influyendo en esa dinámica; pueden estar permaneciendo también centenares o miles de ejemplares que crían en el centro y norte de Europa en algunos países más septentrionales al nuestro.

POR COMUNIDADES

Los resultados preliminares del censo ya  muestran datos con tendencia negativa en Extremadura y en Andalucía, con cifras inferiores al censo anterior de 2004. Llama la atención los descensos en la población de Sevilla (-63%) y en la población extremeña, con un descenso en  Cáceres del (-82%) y en Badajoz (-51%).  La población parece empezar a extenderse más por el norte de España, con crecimiento en Cataluña (muy ligada a la alimentación en basureros), en Navarra, Castilla y León y Aragón, con pequeñas zonas de invernada en País Vasco o Galicia, lo que corrobora que cada vez más ejemplares se quedan cada temporada a pasar el invierno en latitudes más norteñas (antes casi todas pasaban el invierno en Andalucía y Extremadura).

Madrid sigue siendo un núcleo importante de invernada, ya que son más de 5.000 las cigüeñas que hacen acopio de alimento en los principales vertederos de la comunidad, aunque parece muy mermada la población de Alcalá de Henares por el cierre de su basurero local.

“Es posible que el cierre de basureros y otros de gestión de residuos así como cambios en los cultivos puedan estar influyendo en la tendencia de la población invernante de la cigüeña blanca y su distribución en esa época en nuestro país. La reducción de basura con acceso por parte de las aves y el reciclaje de materia orgánica son dos de esos cambios de gestión de residuos. Por otra parte, algunas zonas de alimentación, como áreas de regadíos extremeñas, han sido transformadas en cultivos superintensivos de especies leñosas como olivo y almendro y han desaparecido arrozales, y en otros casos han sido ocupados y sustituidos por parques y plantas fotovoltaicas”, concluye Molina.

El último censo para conocer cuántas parejas nidifican en España data de 2004 y, dado que la población ha mostrado signos de crecimiento, se hace necesario un nuevo esfuerzo para seguir tomando el pulso a la evolución del estado de nuestra biodiversidad.

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