El agua se conducirá mediante 37 kilómetros de tuberías hasta la presa de Odeleite (Castro Marim) para abastecer al Algarve
El Gobierno de Portugal sólo estaba pendiente de alcanzar un acuerdo con el de España en el marco del Convenio de Albufeira, del que el pasado 30 de noviembre (2023) se cumplió el XXV aniversario, para ordenar la ejecución del proyecto de captación de 30 hm3 anuales de agua del río Guadiana a la altura de Pomarao (término de Mértola, cerca de la confluencia con el onubense río Chanza) con el fin de incrementar el abastecimiento a la región del Algarve. De hecho, la Agencia de Medio Ambiente lusa anunció el 26 de agosto la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto pese a la oposición de diversos ayuntamientos alentejanos y las objeciones de científicos y ecologistas. La estación de bombeo de Pomarao será equivalente a la española de Bocachanza, también en el Guadiana, aunque con un objetivo de captación de agua inferior en un 50% a la de este lado de la frontera (75 hm3 con la ampliación).
Según la Declaración de Impacto Ambiental, el proyecto se justifica por el objetivo de aumentar la resiliencia y la capacidad hidráulica del sistema de abastecimiento de agua multimunicipal en el Algarve por la situación de sequía prolongada que viene sufriendo esta región meridional. Una situación que tiende a agravarse por el efecto del cambio climático, con impactos muy significativos en la economía y el bienestar de poblaciones y el aumento de la presión sobre las masas de agua, agotando su estado químico y ecológico.
Es importante señalar que los principales usos de agua del sistema Odeleite-Beliche (datos de 2020) son los siguientes: suministro público de 7 municipios, con una población residente de 250.000 habitantes y una población flotante estimada en 800.000 habitantes (volumen captado para este fin: 35,932 hm3); regadío de las 35.000 hectáreas del Aprovechamiento Hidráulico Odeleite-Beliche, (volumen cubierto 22,982 hm3) y riego de campos de golf (volumen captado 2,684 hm3).
La situación de escasez de agua está reconocida en la Resolución del Consejo de Ministros de Portugal N° 26-A/2024, de 20 febrero, lo que desencadenó la implementación de un conjunto de medidas de contingencia, como prohibición del uso del agua para algunos usos y actualización de planes de emergencia en zonas de riegos colectivos para situaciones de sequía.
Con respecto a la viabilidad hidrológica del proyecto, la Agencia de Medio Ambiente afirma que hay disponibilidad de agua, por lo que es viable. Realizó unas simulaciones en escenarios de cambio climático con la aplicación de una reducción del 14,6% a una serie de caudales. Según sus conclusiones, en realidad estas simulaciones agravan de manera más significativa la variación que pueda ocurrir, diferencia que se corresponde con las condiciones máximas de explotación de la presa Alqueva (volumen 620 hm3 + 50 hm3 como margen de abstracción) en todos los años que fueron simulados.

Situación del embalse de Odeleite (punto rojo) respecto de Mértola (arriba a la izquierda)
Así, en las simulaciones realizadas y con respecto a la medidas de gestión del sistema Alqueva-Pedrogão para cumplir con el régimen de caudal ecológico, se utilizaron series de datos de la estación hidrométrica de Pulo do Lobo, a las que se restaron los volúmenes liberados en Pedrogão (contraembalse de la presa de Alqueva, usado para bombear agua en horas valle con el fin de producir energía de origen hidroeléctrico) . Contabilizando sólo el volumen restante no se pone en peligro la formulación utilizada para garantizar el Régimen de Caudales Ecológico (RCE).

Mediante una red de tuberías de 37 kilómetros se llevará el agua desde la estación de bombeo de Pomarao hasta el embalse de Odeleite (línea amarilla, a la izquierda) cruzando los términos municipales de Mértola, Alcoutim y Castro Marim
En las condiciones actuales, la Agencia lusa de Medio Ambiente estima que el volumen medio anual a extraer del Guadiana sería de 15,5 hm3/año, no siendo necesario, en
años más húmedos, superar los 21 hm3/año.

La estación de bombeo de Pomarao estará muy cerca de la española de Bocachanza
Según el escenario resultante del cambio climático, un volumen anual máximo no superior a 30 hm3 correspondería a una situación intermedia entre las condiciones
condiciones hidrológicas actuales y dicho escenario.

El bombeo se detendrá en meses excepcionalmente secos, tal como se define en el Protocolo de Revisión del Convenio de Albufeira, o cuando en total desde el inicio del año hidrológico se hayan acumulado un total anual de 30 hm3, limitado por el NPA (Nivel Pleno de Almacenamiento) en el embalse de Odeleite (Castro Marim).
LA SALINIDAD
En cuanto a la garantía de la calidad del agua en el sitio de captación en relación con el parámetro de la salinidad, la Agencia de Medio Ambiente portuguesa estima que existe una variación significativa en el frente de salinidad en el estuario del río Guadiana dependiendo del caudal existente.
En situaciones de sequía prolongada, la cuña salina se desplaza aproximadamente 15 kilómetros río arriba (todavía hay salinidad residual ligeramente por encima de los 40 kilómetros de la desembocadura, cerca de pero sin llegar a la zona de captación en Pomarao) en comparación con situaciones de caudal normal del río (en las que la salinidad apenas supera los 30 kilómetros desde la desembocadura).
La conclusión es que la naturaleza del agua dulce que fluye allí no será alterada en el sitio de captación del agua mediante la estación de bombeo de Pomarao, según los datos existentes, corroborados por el modelo de simulación matemática.
Aun así, la captación de agua recomendada garantiza que sólo podrá realizarse cuando las condiciones de salinidad sean las adecuadas.
RECHAZO
Durante el proceso de consultas previas y/o de información pública, la Comunidad Intermunicipal del Bajo Alentejo (CIMBAL), que agrupa a 13 de los 14 municipios del distrito de Beja, con la excepción de Odemira aprobó una declaración contra la extracción de agua y exigió que el proyecto atienda también a la población local.
Para CIMBAL, el municipio de Mértola es «uno de los territorios más susceptibles a la desertificación» y lucha «contra la escasez de agua y un elevado estrés hídrico, agravado por períodos más prolongados de sequía».
El Ayuntamiento de Mértola en particular se ha opuesto tajantemente al proyecto, aunque mostrando su solidaridad con el Algarve, debido al déficit hídrico que ha sufre y su elevado índice de desertización y por el impacto negativo que la estación de bombeo tendrá sobre proyectos turísticos asociados al paisaje y a la ecología del Guadiana, como la Estación Náutica y la navegabilidad hasta Mértola. Asiismo, afirma que no se ha medido el impacto en la hidrodinámica del cauce y en la salinidad del agua.
La empresa gestora de la presa de Alqueva alegó que el bombeo en Pomarao podría afectar a la disponibilidad del agua que tiene concedida para la producción hidroeléctrica, regadío y abastecimiento urbano e industrial. En su opinión, el bombeo de 30 hm3 anuales sólo sería posible cuando los aportes naturales de agua en el tramo Pedrogao-Pomarao (distantes unos 80 kilómetros) fueran superiores al régimen de caudal ecológico que se pretende garantizar.
Un grupo de científicos del Centro de Ciencias do Mar e do Ambiente destaca que en la documentación del proyecto no se menciona la presencia en el río Guadiana, detectada inmediatamente aguas abajo de Pomarao en el año 2023, del invasivo mejillón de agua salobre (Mytilopsis leucophaeata), por lo que existe el riesgo de que sus larvas puedan ser transportadas por el sistema de suministro de agua de Pomarão-Odeleite.

El invasivo mejillón de aguas salobres, ya presente en el río Guadiana
El Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, elaborado por el Ministerio de Agricultura que dirige Luis Planas, refleja que este mejillón está presente en la dársena del río Guadalquivir (Sevilla), presuntamente introducido por el trasiego de barcos procedentes del Atlántico subtropical. «No se tiene constancia de su paso a otras áreas -puede leerse en el Catálogo-, pero es importante su seguimiento y prevención por los efectos sobre el ecosistema acuático y la instalaciones hidrológicas».
Asociaciones ecologistas como Zero y la Plataforma Agua Sostenible (PAS) ya han criticado el proyecto del Gobierno de Lisboa. Francisco Ferreira, presidente de Zero, considera que Portugal está siguiendo una estrategia equivocada para afrontar la sequía.
«Zero se mostró crítico con el proyecto -ha declarado- por algunas deficiencias que, en nuestra opinión, siguen existiendo. La primera es que hay que trabajar no sólo en el suministro de agua, sino, sobre todo, en la gestión de la demanda, en la eficiencia. Y estructuralmente. Esta es una respuesta que el Algarve todavía no tiene. Teníamos planes de emergencia para hacer frente a la sequía, pero realmente nos falta algo más, desde una perspectiva de largo plazo, para diferentes actividades, desde la agricultura hasta el consumo humano.
También es crucial -añadió- la negociación con España. Estos dos temas, junto con la garantías de un caudal ecológico, para nosotros son fundamentales, y no están garantizadas esas condiciones”.
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