Acaba provocando la saturación de nodos de la red eléctrica
El pasado 14 de abril (2025), Ecologistas en Acción divulgó un informe titulado ‘Instalación de energías renovables en el sistema eléctrico peninsular’, premonitorio sobre las consecuencias del exceso de instalación de plantas fotovoltaicas. La falta de planificación en el despliegue de energías renovables acabaría provocando la saturación de algunos nodos de la red eléctrica. Se colige que sería un factor de riesgo que podría haber coadyuvado al menos al apagón general acaecido el pasado lunes, 28 de abril.
Los precios cada vez más altos de la energía fósil, unidos al descenso de los precios de las renovables (especialmente la solar fotovoltaica) y algunas medidas tomadas para descarbonizar la economía en línea con los objetivos climáticos están haciendo que a nivel mundial el desarrollo de renovables se impulse cada vez más.
España no es un caso aislado y, al mismo tiempo que se están generando efectos beneficiosos (con las energías renovables superando el 50% de la generación eléctrica), la forma en la que se está dando este despliegue está generando efectos perjudiciales, según este informe de Ecologistas en Acción: «El despliegue de forma no planificada por parte de grandes empresas, en forma de instalaciones cada vez más grandes y en lo que viene a llamarse “la España vaciada”, ha originado un fuerte rechazo social a múltiples proyectos», aseveran los verdes.
Desde Ecologistas en Acción defienden la necesidad de alcanzar la neutralidad climática en 2040 en los países del norte global. Estos países, que han sido los principales causantes de la emergencia climática, y tienen al mismo tiempo los mayores recursos para resolverla, deben asumir a juicio de los verdes la responsabilidad de minimizar esta crisis lo antes posible. En línea con este objetivo, la organización considera que el sistema eléctrico español debería abastecerse completamente de fuentes renovables en 2030.
Sin embargo, también estima que la falta de planificación en el despliegue de las energías renovables se materializa, entre otras cosas, en el sobredimensionamiento de proyectos, fundamentalmente fotovoltaicos, que han solicitado, y en muchas ocasiones obtenido, permisos de acceso a las redes. Proyectos que representan una potencia instalada muy superior a la prevista en el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima), en concreto un 27% más en eólica y entre un 56% y un 85% más de potencia fotovoltaica, en función de que se tengan en cuenta los proyectos con permiso de acceso concedido o los que lo tienen solicitado. Otro síntoma de esta falta de planificación es la instalación de grandes centrales de generación, alejadas del consumo y muchas veces en regiones cada vez más saturadas de proyectos de este tipo (eólica y fotovoltaica, fundamentalmente).
Lo que se suma a una creciente preocupación de los impactos que supondría convertir el país en un gran exportador de energía. Así, pasar de un saldo netamente importador en 2020 a un saldo exportador de casi 50 TWh de energía eléctrica, o las ingentes cantidades de hidrógeno para exportación anunciadas para 2030, conllevan para Ecologistas un incremento sustancial en la ocupación del territorio, el incremento de impactos ambientales y sociales, además de costes de infraestructuras asumidos por toda la población.
PERJUICIOS
Algunos de los efectos perjudiciales de esta falta de planificación, coordinación y control son posibles impactos ecológicos (debidos fundamentalmente a los efectos sinérgicos de los proyectos próximos), así como efectos sociales, sobre el paisaje y sobre la economía de algunas poblaciones, debido a la saturación de proyectos en algunos municipios. A estos se les suman los efectos sobre el sistema eléctrico como son la saturación de algunos nudos, el desplome de precios en las horas de mayor generación, o la necesidad cada vez más habitual de parar o limitar la generación de energía renovable, debido a que la generación se sitúa por encima del consumo.

Evolución de la potencia renovable en el sistema eléctrico peninsular

Objetivo PNIEC y POT acceso
En los últimos años la transformación del sistema eléctrico ha sido notable, se ha pasado de una producción en grandes centrales térmicas de carbón, gas y nuclear a un sistema eléctrico donde la penetración de renovables supera la mitad de la producción. Estamos, subraya Ecologistas, en un momento transitorio, en el que se debería alcanzar antes del fin de la década un sistema 100% renovable.
Esa transformación supone para la organización retos adicionales desde el punto de vista de diseño del sistema eléctrico. Entre ellos, que la disponibilidad del recurso eólico o fotovoltaico depende de que haya sol o viento, haciendo que dimensionar estas potencias sea más importante que nunca para garantizar el suministro y evitar un sobredimensionamiento de las potencias instaladas que genere un exceso de recortes en la generación, los conocidos como vertidos o curtailments, según su denominación en inglés. Por ello, en este estudio se trata de estimar cuál sería la potencia máxima que se podría instalar de una forma razonable, en el sistema eléctrico peninsular, con el objetivo de lograr un sistema 100% renovable.
PLANTAS FOTOVOLTAICAS
El estudio se ha centrado fundamentalmente en la energía fotovoltaica, por ser la que mayores volúmenes de permisos de acceso tiene en solicitud en comparación con los objetivos del PNIEC, y también por ser la que presenta un perfil horario predecible y más proclive a que su sobredimensionamiento genere recortes de potencia. A lo largo de este estudio se muestra cómo superado un cierto límite, el incremento de la potencia instalada genera un incremento mayor de la energía no suministrada que de la energía generada, por lo que este punto representaría un límite a la instalación. Este límite depende de múltiples factores como las curvas de demanda, la capacidad de almacenamiento y de exportación, o de la potencia instalada de las distintas fuentes energéticas.
Se ha simulado el comportamiento del sistema eléctrico en función de distintos parámetros: demanda en barras de central, potencia instalada de eólica, fotovoltaica, termosolar, almacenamiento y capacidad de exportación hacia Francia. Para ello, se han utilizado datos de demanda y generación horaria de los años 2016 a 2018, y se ha simulado el balance del sistema eléctrico hora a hora. Se ha obtenido como resultado la generación máxima de energía que cabría esperarse de estas tecnologías, la cantidad de ella que se consumiría de forma instantánea, la que se almacenaría, la que se exportaría y la cantidad de energía que no sería suministrada por órdenes de parada o limitación de potencia del Operador del Sistema.

Energía fotovoltaica en días de baja demanda de primavera
Se han analizado distintos escenarios, dando como resultado unas potencias máximas instalables desde los 51,3 GW en el escenario A (demanda, capacidad de almacenamiento y exportación similares a los actuales) hasta los 94,1 GW en el escenario C (con un incremento de la demanda, capacidad de almacenamiento y exportación en línea con el PNIEC).
El escenario B es similar al A, con un incremento de la capacidad de almacenamiento en línea con el PNIEC (18,9 GW). El escenario D, por su parte, es similar al B, con una reducción de la demanda en barras de central del 2%. Este escenario sería compatible con el mantenimiento de la demanda final eléctrica, pero con un 20% de la generación en los puntos de consumo o muy próxima.
CONCLUSIONES
Las conclusiones del estudio son claras:
- La instalación de grandes potencias fotovoltaicas da lugar a excedentes de energía que el sistema no es capaz de integrar, debido a que la generación se limita a determinadas horas al día, siendo necesario el desarrollo de almacenamiento de larga duración y gran capacidad.
- El exceso de instalación fotovoltaica da lugar a la necesidad de limitar la generación en determinados momentos, no solo de dicha tecnología, sino también de termosolar y eólica.
- Existe un exceso de proyectos sobre la potencia objetivo del PNIEC y sobre la potencia que sería razonable instalar, lo que llevaría a un alto nivel de vertidos junto con una ocupación del territorio y de impactos sociales y ambientales muy superior al necesario. Máxime si se potencia el autoconsumo, que reduciría por un lado la demanda en barras de central, al eliminar las pérdidas en las redes, y la potencia a instalar en suelo.
- La potencia razonable a instalar depende en gran medida de la capacidad de almacenamiento y de la evolución de la demanda, pero en los escenarios analizados, se considera suficiente una potencia fotovoltaica de entre 70 GW y 75 GW, que proporcionaría en torno a un 35% de cobertura.
- Es imprescindible poner en marcha sistemas de almacenamiento con una capacidad similar a la planteada en el PNIEC, de entre 18 GW y 20 GW, para ser capaces de integrar al máximo la generación renovable intermitente.
- Los objetivos de generación 100% renovable son más fáciles de alcanzar en un escenario de contención de la demanda y de generación distribuida (escenario D). Los escenarios B y D alcanzan una cobertura de las fuentes estudiadas del 88% y 90% respectivamente, lo que se considera adecuado con un modelo 100% renovable y sostenible, debiendo ser cubierta la demanda restante por otras fuentes, idealmente gestionables. Teniendo en cuenta que la hidráulica cubre entre el 7,5% y el 15% de la demanda y que depende en gran medida de la pluviometría, y que otras renovables térmicas o residuos renovables cubren actualmente alrededor del 2% de la demanda, un sistema 100% renovable debería planificarse para que las fuentes estudiadas sean capaces de cubrir alrededor del 90% de la demanda. Reducir la cobertura de las tecnologías solares y eólica haría necesaria la instalación de otras fuentes gestionables.
Hay que tener en cuenta que, debido a las limitaciones del estudio (en concreto la posible saturación de determinados nudos de la red de transporte), los números ofrecidos son una estimación máxima, y tanto la potencia razonable a instalar como la cobertura de estas tecnologías puede ser menor que la reflejada en los datos. También es importante destacar que el resultado incluye la instalación de autoconsumo y de generación en suelo, y que se ha tenido también en cuenta el efecto del almacenamiento de la energía excedentaria.

Potencia fotovoltaica instalada, % cobertura y % energía no suministrada, en el punto de equilibrio, en función de los diferentes escenarios estudiados
LIMITACIONES DEL ESTUDIO
¿Puede este estudio aportar todas las respuestas?, se pregunta Ecologistas en Acción. Y afirma: «Este estudio es una estimación que nos ayuda a comprender las limitaciones que tiene la instalación de tecnologías no gestionables, en concreto el incremento de la energía no suministrada, en función de distintos escenarios, con un objetivo de alcanzar un sistema eléctrico 100% renovable. Sus conclusiones arrojan importantes preguntas, como las posibilidades reales de almacenamiento, sobre las que las respuestas pueden condicionar de una o de otra manera los resultados finales».
El informe se limita a abordar cuestiones sobre la capacidad de suministro de la demanda y las potencias necesarias, dejando de lado algunos debates que han sido profusamente abordados en documentos previos. El más relevante es el reflejado en informe “Hacia un escenario energético justo y sostenible en 2050”, en el que ya se establecía la necesidad de decrecer en al menos dos tercios el consumo de energía final (incluyendo los consumos no eléctricos) y cómo la electrificación puede jugar un papel importante en la sustitución de consumos manteniendo la demanda eléctrica niveles similares a los actuales.

Portada del informe
Del mismo modo, el documento no entra en la ubicación y los condicionantes de las instalaciones renovables. En ese sentido se han realizado numerosos trabajos en los últimos años, como la presentación de alegaciones y recursos judiciales a diversos proyectos de renovables, la publicación de un manifiesto, el traslado de demandas a las administraciones públicas y campañas de comunicación. Las conclusiones del actual informe permiten fundamentar un argumento más para seguir exigiendo un sistema eléctrico descentralizado y en manos de la ciudadanía.
Las dificultades para superar el 90% de cobertura solar y eólica sin incrementar de forma significativa los vertidos presentan un desafío político y técnico. Desde Ecologistas en Acción sostienen que España debe alcanzar la neutralidad climática en 2040, lo que exige una fuerte reducción de los consumos, la electrificación de gran parte del consumo energético, y alcanzar una generación eléctrica 100% renovable en 2030.
En el estudio se han presentado varias estrategias posibles que deben combinarse de forma inteligente (aumento de generación, cercanía al consumo, almacenamiento, interconexiones, equilibrio entre fuentes…), siempre teniendo en cuenta sus impactos ambientales y económicos. Al mismo tiempo, no se han explorado en profundidad otras estrategias que podrían ayudar a reducir los vertidos y aumentar la cobertura renovable, como por ejemplo la gestión activa de la demanda eléctrica para concentrarla en los momentos de alta generación fotovoltaica. Según los verdes, la estrategia de descarbonización debe ser, al mismo tiempo, audaz, inteligente, justa y bien planificada.
- Descarga del informe, en el siguiente enlace: https://www.ecologistasenaccion.org/wp-content/uploads/2025/04/informe-renovables-sistema-eletrico-peninsular.pdf
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