Los concejales de Sevilla ¿deben viajar siempre en coche oficial?

El gobierno local sostiene que así pueden desempeñar sus funciones de manera adecuada y efectiva

El gobierno local de Sevilla, que preside el popular José Luis Sanz, ha decidido sacar a concurso el alquiler («renting», en el argot del sector de la automoción) de diecisiete vehículos para uso de los 31 concejales del Consistorio en los próximos cuatro años, ya que al parecer el contrato vigente para quince vehículos expiraría en el mes de noviembre de este 2025. El coste de la operación sería de más/menos 600.000 euros.

El coche oficial es uno de los símbolos, quizás el principal, del ejercicio del poder por parte de los políticos, de ahí que cualquier noticia al respecto suscite polémica. Es un tema en el que es difícil trazar una raya fronteriza entre lo políticamente correcto y lo demagógico, pero también da pie a abrir un proceso de reflexión sobre una práctica que se ha normalizado con el paso del tiempo hasta parecer como un derecho adquirido de la condición de concejal, diputado, senador, consejero, ministro….

Destaca en la explicación del gobierno local sobre la licitación en curso del contrato para el alquiler de 17 coches la siguiente frase: «(….) se brinda cobertura a todos los concejales que lo requieran, con el fin de que puedan desempeñar sus funciones representativas de manera adecuada y efectiva».

Podríamos hacernos la siguiente pregunta: ¿no pueden acaso desempeñar sus funciones de manera igualmente adecuada y efectiva usando si no siempre al menos en parte el transporte público como un gran número de los contribuyentes sevillanos?

Si con frecuencia se apela a los ciudadanos desde las Administraciones a que dejen el coche privado -por todo lo que supone de contaminación, ruido, atascos, ocupación del espacio, entre otros- y usen en su lugar el transporte público, ¿cómo los concejales no son los primeros en dar ejemplo? ¿con qué autoridad moral pueden hacer recomendaciones de ese tipo si no se bajan del coche oficial que -justamente por eso- les pagamos el resto de ciudadanos?



Si nuestros concejales no usan regularmente, o al menos de vez en cuando, los autobuses de Tussam, ¿cómo van a conocer los tiempos reales de espera en las paradas, si éstas tienen o no marquesinas protectoras de las inclemencias meteorológicas, las opiniones de los usuarios sobre el funcionamiento de las líneas, las condiciones en que trabajan los conductores de los vehículos y el estado de suciedad o limpieza de estos últimos?

Y lo mismo cabe decir respecto del tranvía, el Metro y los taxis. Si nuestros concejales usaran taxis con frecuencia en vez del coche oficial que les pone el Ayuntamiento y dialogaran con los taxistas, que recorren Sevilla a diario y hablan a su vez con centenares de personas al cabo del mes, obtendrían un diagnóstico de primera mano sobre los problemas que más preocupan a los sevillanos y su opinión sobre la gestión del equipo de gobierno municipal y de la oposición. Así, hasta sus partidos políticos podrían ahorrarse las encuestas preelectorales.

Los coches oficiales del Ayuntamiento no se conducen solos. Esos diecisiete automóviles requieren de otros tantos conductores, que por estar al servicio exclusivo de los concejales reciben el calificativo de conductores capitulares. Según el Anexo de Personal del Presupuesto General de la Corporación Municipal para el ejercicio de 2024 su masa salarial era de 982.388,66 euros.

El trabajo de estos conductores capitulares se rige todavía, si no estoy equivocado, por el acuerdo de la Junta de Gobierno del 30 de noviembre de 2006 (mandato de Monteseirín como alcalde) que previamente pactó la entonces delegada municipal de Recursos Humanos, Nieves Hernández, y que se habría ido actualizando (en las cifras económicas) año tras año.

Según ese acuerdo, dada la naturaleza de su trabajo los conductores capitulares han de estar localizables y disponibles al margen de su jornada laboral normal, una localizacion y disponibilidad al menos hasta las 21 horas.

Deben trabajar al menos un fin de semana mensual, que no se les paga, sino que se les compensa con otros días de descanso.

Además del horario ordinario podrán realizar hasta un máximo de 550 horas en el cómputo anual. Estas horas extraordinarias empezaron pagándose a 18 euros/hora. La cantidad se ha ido actualizando anualmente en el porcentaje que marquen los Presupuestos Generales del Estado.

Este, digamos peculiar por no emplear otro calificativo, régimen laboral se traduce en la práctica en que haya conductores obligados a esperar sin moverse del coche a que el concejal a cuyo servicio ha sido asignado abandone el acto al que haya acudido y vuelva a subirse al coche oficial, aunque sea a equis horas de la noche. Del uso al abuso.

¿Cuándo estaría justificado el uso de un coche oficial por parte de un concejal? ¿Para ir de su casa al Ayuntamiento? Que coja el autobús, el tranvía, el Metro o un taxi, como cualquier sevillano mortal que acude a su puesto de trabajo. ¿Para volver del Ayuntamiento a su casa? Ídem. ¿Para ir a un acto o realizar una visita aislada? Ídem de ídem. Ahora bien, si el edil encadenara un acto relacionado con sus funciones como capitular (no de su partido político, y todos nos entendemos) tras otro y que por ello literalmente no le diera tiempo a llegar de un sitio a otro, estaría justificado que utilizara un vehículo del Parque Móvil Municipal. Si no fuera así, que utilice el transporte público, cuyas bondades pregonan las Administraciones, pero no empezando por ellas mismas.

En virtud de la transparencia, que también tanto predican los políticos cuando están en la oposición y de la que se olvidan cuando están en el Poder, debería conocerse la agenda diaria de actos oficiales de cada concejal y hasta los kilómetros de viajes en coche oficial que realiza ( al mes, al trimestre, al semestre, al año…), ya que sería la única forma de controlar el uso que hacen y para qué de esos vehículos de «renting» que les pagamos entre todos los contribuyentes.

Recordatorio para el alcalde y los ediles: La Semana Europea de la Movilidad se celebra cada año del 16 al 22 de septiembre. Dentro de esa semana, el 22 de septiembre se dedica al Día Mundial Sin Coches, en que se promueve el uso de transporte sostenible.

Y se supone que en el Día Mundial Sin Coches también se incluyen los coches oficiales.

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