La técnica de cimentación del Metropol Parasol
supuso un sobrecoste del 73%
El exceso de longitud de los pilotes no ha dejado además
sitio para la estación del Metro en la Encarnación
El Ayuntamiento de Sevilla tendría ya en su poder un informe preparado por el catedrático de Ingeniería del Terreno de la Escuela de Arquitectura de Sevilla, Antonio Jaramillo, que pone de manifiesto que en la cimentación de las ‘setas’ de la Encarnación se usó una técnica de pilotaje que supuso un sobrecoste del 73% en comparación con un método más habitual perfectamente utilizable en Sevilla y sin merma ni de la seguridad ni de la rapidez de ejecución de la obra. Del estudio del catedrático se podría colegir que con el método alternativo de cimentación y un pilotaje a la mitad de profundidad del realizado habría sido quizás factible la construcción de la estación del Metro en la plaza de la Encarnación.
El profesor Jaramillo accedió a certificaciones e informaciones de la consultora del Metropol Parasol de la Encarnación, la firma Ove Arup, cuando participaba como experto con otro catedrático de la Universidad Hispalense en un proceso judicial y le llamó poderosamente la atención en la documentación técnica que la solución de pilotes utilizada en la cimentación de las ‘setas’ resultaba aproximadamente 1,5 millones de euros más cara de lo necesario: la certificación de la obra se acercaba a un coste de 2 millones de euros y a juicio del profesor sevillano se podría haber realizado por medio millón.
“No es normal –dice el informe que obraría ya en poder del Ayuntamiento- un coste cuatro veces superior al necesario sin que aumente ni la seguridad del edificio ni la rapidez de la ejecución”.
Los pilotes usados en el Metropol Parasol son de un metro de diámetro y han sido ejecutados con bentonita: cuando se realizaba la excavación se rellenaba el hueco con lodo bentonítico para que no se cayesen las paredes. La longitud media de los pilotes es superior a los 45 metros y se introdujeron en las margas atravesando la capa de zahorra.
Como se recordará, la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía ha afirmado que si ha proyectado la futura estación central del Metro en el casco antiguo en la plaza del Duque en vez de en la Encarnación es porque en este caso habría que demoler los parasoles, habida cuenta de que su cimentación no ha dejado sitio para excavar una parada de Metro.
En el informe preparado para el Ayuntamiento, el profesor Jaramillo ha calculado una cimentación con pilotes diferentes, más convencional, de 65 centímetros de diámetro, que se habrían apoyado en la capa de zahorra, donde justamente descansa el 90% del pilotaje de Sevilla.
Los pilotes utilizados para su estudio son los de barrena, que no necesitan lodos bentoníticos ni sistemas de entubación. La longitud necesaria en este caso hubiera sido de 20 metros aproximadamente, es decir, 25 menos de la utilizada por el Parasol. El planteamiento de partida del catedrático de la Escuela de Arquitectura era que ambas cimentaciones debían tener el mismo coeficiente de seguridad y la misma capacidad de carga.
Su conclusión es que la seguridad en ambas soluciones (la realizada y la estudiada) es la misma. De hecho, la solución estudiada por Antonio Jaramillo es mejor, ya que las deformaciones por asientos, aunque pequeñas en ambas, son menores con los pilotes de 65 centímetros en las zahorras que con los pilotes de 1 metro en las margas. Por tanto se podría haber ahorrado incluso más del 73% en el coste de la cimentación de las ‘setas’, ya que falta en la documentación la partida de los lodos bentoníticos y hay otros factores técnicos que favorecen la solución alternativa.
El catedrático plantea que “si esto es con el pilotaje certificado en el año 2005, ¿cuánto ahorro podría haberse hecho si alguien hubiese chequeado la solución técnica, aportada por Arup, tal y como se realiza en todos los proyectos siguiendo la Ley de Edificación con la figura de las Entidades de Control Técnico?