Archivo de la etiqueta: Las Cruces

Las Cruces quiere recargar el acuífero desde la EDAR San Jerónimo

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha confirmado oficialmente la petición cursada por la compañía minera Cobre las Cruces de modificar la concesión de agua de la depuradora de San Jerónimo que tiene actualmente para los procesos de su planta hidrometalúrgica y darle un nuevo uso, consistente en la recarga artificial del acuífero Niebla-Posadas.

Se da la circunstancia de que este acuífero forma parte del plan alternativo de suministro para Sevilla en caso de sequía, por lo que Ecologistas en Acción teme que en el futuro los sevillanos podrían acabar bebiendo de sus propios vertidos.

La compañía minera Cobre las Cruces, que tiene abierta una causa por la extracción presuntamente ilegal de 530.000 m3 de agua del acuífero Niebla-Posadas sobre el que se asienta y la rodea, presentó el pasado 27 de agosto a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía un proyecto denominado ‘Justificación de solución técnica de compensación directa de aguas mediante recarga artificial procedentes del tratamiento de aguas”.

La filial de la multinacional canadiense Inmet Minning habría  solicitado al Gobierno andaluz que le permita tomar una cantidad indeterminada de m3 de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de San Jerónimo para reinyectarlos en el acuífero y proceder así a su recarga artificial para compensar las pérdidas que estaría sufriendo como consecuencia de la actividad minera.

Durante la tramitación del proyecto, Cobre las Cruces solicitó una concesión de aguas del acuífero para su utilización en la por entonces futura explotación minera, pero la Administración sólo le otorgó 180.000 m3 anuales (20.000 para uso doméstico y 160.000 para utilización en el complejo industrial) del acuífero y 2.600.000 m3 para su utilización en la planta industrial hidrometalúrgica que suministraría Emasesa desde la planta depuradora de aguas residuales de San Jerónimo a través de una tubería de unos 15 kilómetros. El uso de este agua de los vertidos de Sevilla depurada se limitaba a un periodo de meses concreto (otoño, invierno y primavera) y finalizaba hacia el mes de abril, con el fin de no restar caudales al río Guadalquivir durante el estío.

Ecologistas en Acción ha venido denunciando que la mina ha acabado por detraer hasta 1.200.000 m3 de agua del acuífero Niebla-Posadas y apenas ha utilizado la contratada a la EDAR de San Jerónimo, tanto porque ha de pagarla y a buen precio a Emasesa como porque ha habido  abundancia de lluvias desde que empezó la actividad en la explotación, lluvias copiosas que han forzado incluso la paralización durante varios meses al inundarse el fondo del yacimiento.

A raíz de la paralización del proyecto en su fase inicial durante un año por las denuncias de las organizaciones conservacionistas sobre el incumplimiento de las condiciones impuestas para el sistema de drenaje y reinyección, Cobre las Cruces subrayó que necesitaba más concesiones de agua, pues no creía tener bastante con los 160.000 m3 otorgados por la Junta.

Los ecologistas sostuvieron entonces que debía pedir una nueva concesión, pero Medio Ambiente inició de oficio el 16 de julio de 2009 la modificación de la concesión previamente otorgada, sin que hasta ahora se tenga noticia de que haya adoptado algún acuerdo en firme.

Según el plan presentado por la filial de la multinacional canadiense, se trataría ahora de utilizar agua depurada de San Jerónimo -la compañía no ha confirmado que se trate de un millón de m3, como ha llegado a apuntarse- para, tras someterla a un segundo proceso de tratamiento, reinyectarla en el acuífero.

La Consejería de Medio Ambiente, que sostiene que el acuífero Niebla-Posadas ya sólo se usa para regadío agrícola, está a la espera de los informes de otros organismos para decidir sobre esta solicitud. De momento, el Instituto Geológico y Minero de España (Igme) ya ha dado su conformidad y ahora es la Consejería de Salud la que está estudiando si la utilización de este agua podría entrañar algún riesgo sanitario.

Ecologistas en Acción se opone rotundamente a la pretensión de la compañía minera y matiza que el acuífero se destine únicamente a regadío. Los verdes recuerdan que históricamente varios municipios se abastecían de estas aguas subterráneas y acusan a Cobre las Cruces de propiciar el fin de este uso tradicional, ya que tras el episodio de la contaminación por arsénico de las aguas (año 2008), presuntamente debido a la explotación minera, Gerena prefirió otras fuentes de suministro con mayores garantías.

Aun así, Ecologistas recuerda que este acuífero está incluido en el Plan Hidrológico del Guadalquivir y que Emasesa mantiene sobre el mismo una reserva de 12 Hm3 de agua para extraerla en caso de sequía extrema y poder abastecer así a Sevilla y a los municipios bajo su área de influencia. Es más, la empresa municipal de aguas hispalense tiene entre sus planes ante una posible emergencia el de extraer agua de uno de los bordes más septentrionales del acuífero y conducirla mediante tuberías hasta el pantano de Melonares.

Los verdes afirman que este plan de Cobre las Cruces confirma sus peores temores de que acabarían utilizando el agua del acuífero para las actividades mineras en vez del agua de la depuradora de San Jerónimo y rellenando con este agua procedente de los residuos de los sevillanos el acuífero Niebla-Posadas, con lo que en caso de sequía y de activarse el plan alternativo de Emasesa, podría darse la circunstancia de que los habitantes de Sevilla y su área metropolitana acabaran bebiendo sus propios vertidos.

Según Ecologistas en Acción, no existen garantías de que no se pueda contaminar con el agua depurada un acuífero natural de buena calidad que se ha usado tradicionalmente para abastecer a municipios del área de Gerena.

Por su parte, Cobre las Cruces afirma que ese agua sólo se utilizaría en caso de necesidad si la Administración no le reconoce la compra de derechos de agua con que a su juicio compensa las posibles pérdidas del acuífero, como una opción más pero no de forma obligatoria y que la cantidad a utilizar sería variable en función de las circunstancias.

Tres días para inspeccionar un vertido en Las Cruces

La Agencia del Agua tardó tres días en

Inspeccionar un vertido de Las Cruces

La juez une a la causa por el arsénico la extracción ilegal de agua y el fiscal pide el expediente del Garnacha

La Agencia Andaluza del Agua, radicada en Sevilla, tardó tres días en acudir a inspeccionar un vertido contaminante al arroyo Garnacha  de la cercana mina de Cobre Las Cruces, según reconoce en un informe elevado al Juzgado de Instrucción Nº 19. La juez titular  ha decidido, contra el criterio de la compañía minera, incorporar a las diligencias abiertas  por la presunta contaminación con arsénico del acuífero el expediente incoado luego por la extracción ilegal de más de 500.000 m3 de agua.

Tres días para acudir desde Sevilla a los cercanos términos de Gerena, Salteras y Guillena para inspeccionar un vertido contaminante de Las Cruces al arroyo Garnacha, tributario en última instancia del Guadalquivir. Ese es el plazo que tardaron los técnicos de la Agencia Andaluza del Agua tras recibir el pasado 22 de octubre una comunicación de la compañía minera sobre un derrame, acaecido el día anterior, de aguas del rechazo del tratamiento de la ósmosis inversa al cauce.

Al parecer, y según el informe aportado por la Agencia al Juzgado, el vertido de más de 80 m3 se produjo debido a la rotura, a través de una de las juntas, de la tubería que va desde la balsa de agua de rechazo hasta la planta hidrometalúrgica. Fue la consecuencia de una sobrepresión producida por el cierre accidental de la llave de alimentación al tanque de entrada a la neutralización.

Los técnicos aparecieron por la explotación minera el día 25, cuatro después del vertido, para inspeccionar la zona donde se produjo la rotura y el cauce del Garnacha, y procedieron a la toma de muestras para su análisis. De los resultados del laboratorio se concluía que el vertido presentaba una conductividad elevada debido a la presencia de sales disueltas, características del rechazo del tratamiento de ósmosis inversa, y también  de sólidos en suspensión, arsénico, cadmio, cobalto, níquel, aluminio, molibdeno, plomo, manganeso, hierro, zinc, cobre, bario, estroncio y titanio.

De estos metales, las normas de emisión establecidas reglamentariamente sólo fijan límites para el cadmio y, según la Agencia, no se superó dicho valor. Sí se detectó al cabo de cuatro días un aumento de los sólidos en suspensión aguas abajo, pero al no existir embalses ni tomas de agua autorizadas en el cauce, este organismo de la Junta de Andalucía cree que no hubo perjuicios graves a la salud, y tampoco tuvo noticia de mortandad de peces.

La Fiscalía ha requerido este informe en que se basa el expediente sancionador incoado a Cobre las Cruces y que podría acabar incorporado a las diligencias abiertas  por la presunta contaminación con arsénico del acuífero Niebla-Posadas.

Recientemente, la titular del Juzgado Nº 19 de Sevilla ha atendido la petición de Ecologistas en Acción de incorporar a la causa el segundo expediente sancionador contra la compañía minera y pese a la oposición de los abogados de aquélla. Este expediente fue abierto por la presunta extracción ilegal de más de 530.000 m3 de agua del acuífero, con lo que se incumplía la autorización de modificación del sistema de drenaje y reinyección.

Para los verdes, este expediente tiene directa relación con los presuntos delitos de daños y contra el medio ambiente, objeto de las primitivas diligencias, y en su argumentación ante la juez insistieron en que hay un problema de extracciones ilegales  de un acuífero sobreexplotado que produciría el sistema de drenaje de la mina, lo que a su juicio compromete las reservas hidráulicas de Sevilla ante futuras sequías. También pidieron que el Juzgado decretara medidas cautelares para evitar que se sigan produciendo daños al dominio público hidráulico.

El fiscal comparte esta petición y dice que procede conforme a las competencias de la Agencia del Agua y porque son independientes al procedimiento penal. Por su parte, la Agencia considera suficientes las acciones preventivas adoptadas por Cobre las Cruces para evitar nuevos vertidos al Garnacha, por lo que no cree necesaria la adopción de medidas cautelares.

Deslizamientos en Las Cruces

Las paredes del depósito de estériles de las Cruces

se deslizaron 500 metros durante su construcción

Los ecologistas temen que se vuelva a repetir y la compañía

niega riesgos como los de Hungría y Aznalcóllar al no ser una balsa

Los verdes sospechan que no se compactan los residuos y CLC replica que ya ha completado la primera celda

El vertido tóxico de Hungría ha vuelto a resucitar el fantasma de la fractura de la presa de residuos de Boliden en Aznalcóllar y a reavivar la polémica entre los ecologistas y Cobre las Cruces, la compañía propietaria de la mina sita en Gerena, a cuenta de los potenciales riesgos de la explotación minera.

Ecologistas en Acción ha revelado que los muros de margas del depósito de residuos de las Cruces ya se deslizaron durante su construcción, por lo que este hecho podría volver a repetirse. La empresa, por su parte, considera que se trató de un problema habitual que suele producirse en las fases iniciales de la minería, acusa de alarmistas a los verdes y da “garantías absolutas” de que no hay riesgos porque, al contrario que en Aznalcóllar y Hungría, en Gerena no hay ninguna balsa de almacenamiento con líquido.

Entre las 3 y las 7 de la madrugada del 9 de julio de 2008 se produjo un deslizamiento en la escombrera norte del complejo hidrometalúrgico de Las Cruces, concretamente en la zona central del área conocida como Esparragal, que afectó al área de vertido libre y a la berma-barrera Este del área de vertido de estériles de planta, según verificó posteriormente un informe de la consultora Geocontrol que han revelado Ecologistas en Acción con motivo de la reciente catástrofe ecológica en Hungría, similar a la de Boliden en Aznalcóllar.

El deslizamiento tuvo una longitud aproximada de 500 metros, una anchura de 50 y una profundidad máxima valorada en 10 metros, con un volumen estimado de 250.000 m3 de material. El deslizamiento lateral se calculó de entre 5 y 10 metros.

La causa de la fractura de las paredes del depósito de estériles de la mina parece que estuvo asociada, según el informe técnico, a una excesiva altura de tierras, sumada a la existencia de poro en el vertido (entre cero y 6,5 metros) y habría provocado en el nivel natural de cimentación un mecanismo de rotura progresiva. Hubo que retirar tierras de la cabecera de la escombrera hasta la cota +73 en El Esparragal y hasta la cota +70 en la zona de cresta de la fractura, lo que supuso un movimiento de 2,3 millones de metros cúbicos de material.

Ecologistas en Acción ha revelado estos datos que, a su juicio, demuestran que el depósito de residuos de las Cruces sufre el riesgo de nuevos deslizamientos en el futuro por las características gerológicas de las margas y han subrayado que también el muro de la presa de Aznalcóllar estaba compuesto de marga compactada, la cual acabó por quebrarse al combinarse su capacidad deslizante con la humedad de la balsa de Boliden por el agua que acumulaba.

HECHO PUNTUAL

Cobre las Cruces reconoce la incidencia acaecida hace dos años, pero matiza que ocurrió en la escombrera en construcción, sin contenido almacenado alguno. “Este tema –afirma un portavoz de la compañía- se considera habitual en las instalaciones mineras: que las margas de un proyecto en construcción se muevan previamente durante las obras. No se puede alarmar –añade- sobre hechos habituales en cualquier operación minera y que en cualquier otra parte se entiende perfectamente. El desplazamiento se produjo en la berma de la instalación y no en los estériles depositados en ella”.

La compañía minera afirma que una vez que se terminó de construir el depósito de estériles, antes de arrojar residuo alguno expertos y consultores geotécnicos internacionales revisaron todo y verificaron la seguridad de las instalaciones. Por tanto, a juicio de Cobre las Cruces las garantías “son absolutas” y sólo desde el alarmismo más infundado se puede hacer una comparación con las catástrofes ecológicas de Aznalcóllar y Hungría, ya que el hecho diferencial de la mina de Gerena respecto de aquéllas es que no hay balsa que contenga líquido y, por lo tanto, ni hay agua ni barro que puedan romper nada ni transportar los residuos por algún cauce: los estériles son secos, no húmedos. La compañía insiste en que la única balsa existente en el complejo minero es una de agua depurada procedente de una EDAR de Sevilla (depuradora de San Jerónimo).

Según el portavoz de CLC, los residuos de las Cruces, conforme al proyecto aprobado por la Administración, se están encapsulando a medida que se van depositando y ya se ha finalizado la primera celda de la escombrera, cuyo grado de humedad es del 10% al 14% tras el sistema de filtración utilizado.

LIXIVIACIÓN INTERNA

Ecologistas en Acción aporta fotos aéreas realizadas el pasado 22 de septiembre y que a su juicio demuestran que ni los residuos son tan secos como sostiene la compañía ni se cubren con tongadas de margas compactadas, obligación que habría contraído ante la Administración y contemplada en el estudio de impacto ambiental.

Según las imágenes tomadas por los verdes, la lixiviación de los residuos es tal por el grado de humedad que contienen que se acumula el líquido en grandes encharcamientos dentro del depósito de estériles y se han llegado a construir balsas interiores para recoger los lixiviados.

“Los camiones que transportan los residuos basculan por una parte del depósito y éstos se van luego deslizando hacia la mitad del mismo, prueba evidente de que se mueven porque no son completamente secos, y tienen fluidez debido a los ácidos del proceso hidrometalúrgico, ya que en caso contrario se acumularían en el sitio de la descarga sin cambiar de emplazamiento”, afirma por su parte un portavoz de Ecologistas en Acción.

Las imágenes también demostrarían en opinión de los verdes que no se están compactando los estériles con margas, pues en tal caso el fondo del depósito tendría el mismo color grisáceo que el terreno que lo circunda y no es así: reflejan el aspecto multicolor del material tratado en la planta metalúrgica.