Los operarios corrigen ‘in situ’ las desviaciones en
las conexiones entre las setas de la Encarnación
A trece días de la inauguración oficial el nuevo mercado aún no tiene luz
Las prisas por inaugurar el Metropol Parasol en la fecha del 31 de diciembre y el nuevo mercado el 29 de noviembre, los plazos dados como definitivos por Monteseirín, están provocando ciertos desajustes en el ensamblaje de las setas diseñadas por Jürgen Meyer, que han de ser corregidos por los operarios a pie de obra, mientras que los placeros siguen esperando los enganches a la red de suministro eléctrico y que se corrijan las deficiencias observadas en los puestos.
La premura por cumplir los últimos plazos marcados por Alfredo Sánchez Monteseirín en el complejo del Metropol Parasol está obligando a que sean los propios operarios que trabajan en el proyecto de la Encarnación quienes corrijan los problemas de desviación observados a la hora de interconectar algunas setas entre sí antes que proceder a desmontajes que retrasarían en exceso su culminación.
Aunque oficialmente impera el mutismo más absoluto, en la pasarela de unión entre las setas número cinco y seis, así como en las setas dos y tres, habría habido significativas desviaciones que impedían un ensamblaje perfecto. Estas desviaciones, que al principio podrían haber carecido de importancia al tratarse de sólo unos centímetros, resultaron luego mucho más significativas en el tramo final de la conexión, por lo que habrían sido rectificadas ‘in situ’ mediante un laborioso proceso de soldaduras a fin de lograr en engarce de todas las piezas.
Mientras se corrigen estos problemas en las alturas, debajo del Metropol Parasol la delegación de Urbanismo del Ayuntamiento ha enviado a una persona de confianza a registrar las peticiones de los placeros para intentar atenderlas antes de que el nuevo mercado, que ha de sustituir las instalaciones provisionales que datan de 1973, abra sus puertas, “esté como esté” (Monteseirín ‘dixit’) el próximo día 29 de noviembre, lunes.
Los comerciantes ven cada día más difícil que las instalaciones se inauguren en la fecha deseada por el alcalde, entre otras razones porque a menos de dos semanas aún no se ha solventado el problema de la altura de los puestos. Los mostradores, sobre todo los de los fruteros, se levantan en tres niveles hasta 1,70 metros, con lo cual los comerciantes apenas si pueden verse con los clientes, máxime si colocan en la parte superior del puesto la fruta y la verdura.
Además, hasta el momento, pese a la notificación de cobro de más de 200 euros por el enganche a la red eléctrica, aún carecen de suministro de luz en los puestos y se teme que la demora se prolongue si se pretende que el mercado vaya dotado con los nuevos contadores electrónicos.
La directiva de la cooperativa de comerciantes se va a reunir mañana mismo para hacer un recuento de las carencias y problemas detectados y exigir al Ayuntamiento una solución inmediata, pues en caso contrario ve bastante problemático realizar el traslado en fechas anteriores para poder abrir el día 29 y que el Ayuntamiento programe un acto oficial previo el domingo 28.
Los comerciantes están empezando a comprobar la política restrictiva que sufrirán en el nuevo mercado, donde tendrán que pedir permiso hasta para taladrar una pared para colocar un espiche y un gancho. La concesionaria sólo les permite veinticinco caracteres, incluidos espacios, a la hora de colocar un rótulo para anunciar su mercancía en los puestos.