El turismo patrimonial salva a Tussam a través del Alcázar

La empresa municipal de transportes recibirá 17 millones de euros de la hucha del monumento

Urbanismo se beneficiará con 3,3 millones y Emvisesa obtendrá un millón para «inversión no rentable»

El Ayuntamiento de Sevilla ya puede disponer de 21.337.500,73 euros de la hucha del Alcázar tras la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia del acuerdo de modificación presupuestaria mediante crédito extraordinario financiado con remanente de tesorería para gastos generales, que fue adoptado por el Pleno en la sesión celebrada el día 24 de noviembre de 2020 con el fin de paliar el impacto económico causado por la pandemia del coronavirus.

La empresa municipal Tussam, una de las más afectadas por el Covid debido al hundimiento de la demanda durante y después del confinamiento de marzo,

https://www.manueljesusflorencio.com/2020/11/tussam-perdio-en-el-septiembre-del-coronavirus-3-millones-de-viajeros/

es la principal beneficiaria de este dinero extraordinario detraído de la hucha del Real Alcázar, ya que recibirá 17 millones de euros (el 80% del total), a razón de 12 millones para compensar las pérdidas acumuladas a lo largo de 2020 y 5 millones para financiar inversiones.

El segundo beneficiario en cuantía de fondos es la Gerencia de Urbanismo, que recibirá 3.337.500,73 euros para el pago de gastos de la denominada “Cuenta 413”, relativa a “Acreedores por operaciones pendientes de aplicar a presupuesto”.

Según el Ministerio de Hacienda, esta cuenta recoge las obligaciones derivadas de gastos realizados o bienes y servicios recibidos, para los que no se ha producido su aplicación a presupuesto siendo procedente la misma. Se trataría de obligaciones respecto de las que, no habiéndose dictado aún el correspondiente acto formal de reconocimiento y liquidación, se derivan de bienes y servicios efectivamente recibidos.

Por último, un millón de euros se dedicará a ampliar el capital de la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvisesa) con el fin de financiar “inversión no rentable”, expresión que cabría interpretar como viviendas sociales.

EFECTO DEL TURISMO

Por lo tanto, puede decirse con propiedad que el, por algunos sectores, denostado turismo de masas que viene a Sevilla atraído por monumentos como el Alcázar -declarado Patrimonio de la Humanidad- ha generado los recursos que, ahorrados por el Patronato del palacio real en uso más antiguo de Europa, permiten ahora salvar de una crítica situación a Tussam, financiar la construcción de viviendas para sevillanos en lista de espera y pagar facturas pendientes de la Gerencia de Urbanismo.

Colas de turistas ante la puerta del León del Alcázar antes de la pandemia del coronavirus

Quienes sólo veían molestias en la presencia masiva de turistas especialmente en el Centro deberían valorar ahora la fuente de recursos extraordinaria que han supuesto a través del Alcázar para paliar las consecuencias del Covid y el impacto negativo que su ausencia, un millón menos de visitantes entre julio y octubre,

https://www.manueljesusflorencio.com/2020/11/sevilla-perdio-200-000-turistas-en-el-octubre-del-coronavirus/

ha tenido en los negocios del Casco Histórico, parte de los cuales han acabado echando la persiana, y en la economía general de la ciudad.

IMPORTANCIA DEL PATRIMONIO

La segunda lección a extraer de esta aportación extraordinaria del Alcázar a las Cuentas públicas es la demostración de que el patrimonio histórico-artístico -y por tanto su conservación- no supone un lastre para la ciudad, sino un activo económico esencial, ya que sin su riqueza patrimonial Sevilla no habría recibido el elevado número de turistas de los últimos años ni el Alcázar podría haber acumulado esa reserva de dinero, ahora usada como un balón de oxígeno.

España fue uno de los países participantes de la Declaración de Davos de 2018 sobre la ‘Baukultur’

La conservación del patrimonio se confirma así no como un gasto, sino como una inversión, en línea con la Declaración de Davos de 2018, en la que se acuñó el concepto de ‘Baukultur’, centrado en la importancia del entorno urbano construido.

Según sus redactores, la cultura permite e impulsa lo económico y la sostenibilidad social y ambiental; da forma a nuestras identidades y define nuestros legados; por lo tanto, debe situarse en el centro de la política de desarrollo y enfatizarse su contribución a la búsqueda de bien común. Para los padres de la Declaración, hay que tener en cuenta el patrimonio histórico no sólo para explicar y comprender nuestro pasado, sino también como palanca económica para el futuro:

http://www.cscae.com/images/stories/Noticias/Cultural/Davos-Declaration_ES.pdf

La hucha del Alcázar ha sido en parte consecuencia de las medidas adoptadas en 2009 por el Gobierno de la nación de prohibir el uso de los superávit con el fin de reducir el gasto público ante las exigencias de la Unión Europea por nuestro elevado déficit.

EL PALACIO TAMBIÉN SUFRE

En estos once años se estima -ya que nunca se ha revelado oficialmente la cantidad- que tendría acumulados unos 30 millones de euros, por lo que con la retirada de estos 21,3 millones podrían haber quedado unos 9 millones en números redondos.

Ahora bien, el Alcázar también ha sufrido el impacto del coronavirus en forma de caída de las visitas de turistas foráneos, los únicos que pagan ya que los sevillanos están exentos, y de mayores gastos por el incremento del número de vigilantes.

Hay que tener en cuenta que abrir el Alcázar puede tener un coste de unos 10.000 euros diarios o 300.000 euros mensuales, por lo que con la merma de ingresos desde el estallido de la pandemia y más gastos (vigilancia e higienización, entre otros), es bastante probable que haya habido que recurrir también al remanente de la hucha, cuya cuantía se habría reducido también por esta causa y no sólo por la detracción municipal.

Reapertura del Real Alcázar tras el confinamiento general

Esta caída de los ingresos sería una de las razones que habrían motivado el acuerdo de subida en 2 euros del precio de la entrada general para el año próximo: pasará de costar 11,50 a 13,50 euros, un alza de un 17,39% frente a una previsión de inflación de tan sólo un 0,6%. Asimismo, se subirá el precio de la visita al Cuarto Real Alto en un euro, que pasará de 4,50 a 5,50 euros (incremento del 22,22%). De esta manera, el precio de la visita completa al monumento ascenderá a 19 euros.

Además, se ha reducido la cantidad de dinero incluida en el acuerdo de finales de 2018 por el que el Alcázar viene financiando con 3 millones de euros anuales al Ayuntamiento: un millón a través del ICAS para la conservación de las Casas Consistoriales y de los museos Bellver y de la Inquisición, y dos millones a través de la Gerencia de Urbanismo para la de otros bienes culturales de la ciudad. Según el acuerdo adoptado por el Patronato en su reunión del 28 de diciembre, la aportación se reducirá para el año 2020 a 800.000 euros y se revisará en 2021 en función de la evolución del ejercicio. El Patronato también acordó el nombramiento de  Román Fernández Baca Casares como nuevo alcaide del Alcázar tras el fallecimiento de Manuel del Valle.

Román Fernández Baca, nuevo alcaide del Real Alcázar

Román Fernández Baca ha sido hasta el pasado mes de septiembre director General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte y ha sido durante 28 años director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, centro en cuya  fundación participó  en 1990 y que se ha consolidado en este tiempo como una agencia de referencia nacional e internacional.  

Previamente fue jefe del Servicio de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Consejerías. Nacido en Málaga, es Doctor Arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, ha sido profesor de Historia de la Arquitectura Contemporánea en la Escuela técnica Superior de Arquitectura de Sevilla y consultor del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco. Ha sido además, entre otras funciones,  miembro del Consejo nacional de Docodomo Ibéico y coordinador europeo de Ciencia y Tecnología para el programa de cooperación científica en patrimonio en el espacio ALCUE (UE, América Latina y Caribe).

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha anunciado que la plaza que deja libre como patrono será ocupada por María Llanos, presidenta de Patrimonio Nacional. Esto permitirá reforzar los convenios y programas de colaboración entre el Alcázar y Patrimonio del Estado.

RENUNCIA A PROYECTOS

La prohibición de uso del superávit primero y el trasvase de fondos a las empresas municipales después, más la necesidad de afrontar las consecuencias de la pandemia en su recaudación, han sido causas confluyentes de que el Patronato del Alcázar no haya podido financiar otros proyectos pendientes, de mayor y menor calado, de modo que paradójicamente los recursos generados por el patrimonio no han podido revertir en ese mismo patrimonio y han acabado desde salvando a Tussam a financiando la construcción de viviendas sociales.

Uno de los grandes proyectos pendientes de ejecución es la habilitación de la cripta del Patio de Banderas, si no para las visitas turísticas masivas, sí al menos para la de investigadores y de grupos organizados, lo que podría añadir un nuevo atractivo al monumento palaciego y a la ciudad.

El objetivo debatido en su día era unir bajo la superficie del Patio de Banderas la cripta excavadas por Bendala (de unos 60 m2 y donde podría haber sido enterrado San Isidoro) en 1974 y la excavada posteriormente por Tabales, por lo que se podría completar un área de unos 600 a 700 m2 a unos cinco metros de profundidad que se correspondería en la superficie con la del Patio de Banderas.

Excavación de la cripta bajo el Patio de Banderas, donde estaría el origen de Sevilla

El presupuesto inicial de la actuación (del orden de 1,5 millones de euros) consistía en construir los muros, techo y escaleras de acceso y habría permitido conocer el origen de la propia ciudad de Sevilla a juicio de los arqueólogos, ya que aquí, en una zona elevada sobre las aguas que en la antigüedad cubrían lo que fue la desembocadura del Guadalquivir y el lago Ligustino, se habrían establecido los primeros pobladores.

Cierre provisional de la cripta del Patio de Banderas mediante planchas de porexpán

Como en su momento se paralizaron los fondos, frente a la idea inicial de rellenar de nuevo la cripta (habría hecho falta cargar de tierra unos 300 camiones), se optó por taparla con planchas de porexpán y, entre las mismas, una tongada de hormigón de cinco centímetros a la espera de tiempos mejores, aún por venir.

El gobierno de Espadas justificó en su día la necesidad de realizar aportaciones extraordinarias a Tussam tras no haberse aprobado un fondo nacional de apoyo al transporte público urbano por el rechazo en el Congreso de los diputados.

Si ese fondo llegara a aprobarse y se transfirieran fondos a Tussam queda en el aire si el Ayuntamiento devolvería o no el dinero ahora detraído de la hucha del Alcázar, para su uso en el patrimonio histórico de la ciudad.

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