Espadas, con un ojo en Juanma Moreno antes de dimitir como alcalde de Sevilla

Anuncia su continuidad por «unos meses más», pendiente de unas posibles elecciones anticipadas en Andalucía

Al mantenerse en el cargo evita entregar la Alcaldía a Sonia Gaya, a la que correspondería por ley y a la que ha nombrado presidenta del Pleno

El alcalde a tiempo parcial de Sevilla, Juan Espadas, anunció tras una visita al Centro de Educación Infantil y Primaria ‘Arias Montano’ por el inicio del curso escolar 2021-2022 que va a continuar en el cargo todavía «unos meses más». Hizo el anuncio después de decidir una remodelación del gobierno municipal, de forma similar al de su primer mandato y para liberarse de responsabilidades con el fin de dedicar más tiempo aún a sus tareas orgánicas en el PSOE(A) y como candidato a la Presidencia de la Junta. De hecho, ese mismo día por la tarde se fue a Málaga con motivo del incendio en Sierra Bermeja y a pesar de carecer de cualquier cargo autonómico que justificara el viaje, prueba de que piensa ya más en clave de candidato a San Telmo que como alcalde hispalense.

El aún regidor sevillano estaría pendiente de la posible convocatoria de unas elecciones anticipadas por el presidente de la Junta de Andalucía antes de dimitir al frente del Consistorio, ya que mientras tanto evita su sucesión directa en la Alcaldía por su delegada de Hacienda, Sonia Gaya, a la que por ley le corresponde al haber sido la segunda en la lista electoral socialista o, en su defecto, una cadena de dimisiones para forzar la elección como alcalde de cualquier otro concejal, ya fuera Antonio Muñoz o Juan Carlos Cabrera, tal como vimos en su día en este artículo: https://www.manueljesusflorencio.com/2021/07/la-susanista-sonia-gaya-tiene-la-llave-de-la-alcaldia-de-sevilla/ .

La permanencia en la Alcaldía sirve también a los propósitos del Espadas secretario general del PSOE(A) y candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, ya que invocando su condición de alcalde de Sevilla se pronuncia en clave regional sobre temas como si fuera el presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), cual viene haciendo en los últimos tiempos al exigir al gobierno autónomo de Juanma Moreno Bonilla que la Junta pague a los Ayuntamientos andaluces los gastos extraordinarios de al menos la desinfección de los colegios por causa del coronavirus.

El calendario acompaña al propósito de Espadas de mantenerse en la Alcaldía varios meses más, ya que prácticamente sólo le quedan dos meses y medio para desembocar en el periodo prenavideño, que arrancará el viernes 3 de diciembre con el súper puente festivo del Día de la Constitución (lunes 6) y el Día de la Inmaculada (miércoles 8).

Ya para entonces lo más probable sea que el alcalde haya dado orden de que se encienda el alumbrado navideño, y en ese ambiente festivo, que se prolongará hasta después de Reyes (a partir del lunes 14 de enero de 2022), no habrá presión ni debate en la opinión pública sobre su relevo en la Casa Grande.

Hasta el cambio de estrategia de Ciudadanos, que ha actuado como su muleta en el Ayuntamiento, le conviene, aunque parezca lo contrario. El partido naranja ha iniciado el desmarque del alcalde y del PSOE en Sevilla al anunciar que le retira su cheque prácticamente en blanco para volverle a aprobar los Presupuestos municipales, como hizo en el pasado.

Y es que la añadida y nueva condición de Espadas de líder regional del PSOE(A) y de candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía, donde Ciudadanos gobierna en alianza con el PP, ha cambiado por completo el escenario político.

Al aspirar al poder en la Junta, Espadas se convierte en una amenaza para la permanencia de Ciudadanos en el gobierno andaluz, para su esperanza de revalidar la coalición con el PP. Por eso el desmarque ha empezado en esta fase de preparación de los Presupuestos de Sevilla para 2022.

Juan Marín, en la presentación del Plan de Turismo Sostenible

El vicepresidente de la Junta y líder regional de los naranjas, Juan Marín, declaró hace unos días en Málaga tras la presentación del Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía que su partido no puede negociar sobre las Cuentas con Espadas porque como éste ha admitido que acabará dimitiendo como alcalde, Ciudadanos no tiene garantías de que quien le suceda respete luego los compromisos que pudiera alcanzar con el aún regidor de Sevilla.

Así pues, de entrada Espadas, que gobierna en minoría, no puede ya contar como seguros con los cuatro votos de Ciudadanos, partido que podría votar en contra del proyecto de Presupuestos, al igual que las otras dos formaciones que, una dentro y otra desde fuera, sustentan el gobierno de la Junta de Andalucía: PP y Vox. Los tres juntos sumarían en el Pleno municipal 14 votos frente a los 13 del PSOE, el cual se vería abocado a echarse en brazos, como durante el primer mandato de Espadas, de un ahora dividido grupo de Podemos (bajo la denominación Adelante Sevilla), donde uno de sus cuatro miembros ya va por libre.

La situación empieza a parecerse a la del año 2017, cuando el gobierno de Espadas no sacó adelante los Presupuestos hasta el 14 de marzo y gracias, por primera vez en la historia municipal, al voto de calidad del propio alcalde, que sirvió para deshacer el empate que se había producido.

Espadas, en la imagen junto a Muñoz, decidió con su voto de calidad los Presupuestos en 2017

El giro de Ciudadanos le da a Espadas la coartada para diferir al máximo la aprobación de los Presupuestos e invocar ese obstruccionismo como razón suficiente para mantenerse en la Alcaldía e intentar así que la formación naranja cambie de opinión. Cuanto más tiempo siga Espadas de alcalde, más mantendrá su cargo como escaparate público mediático, más tiempo ganará para consolidarse como nuevo líder regional del PSOE y candidato a la Presidencia de la Junta y más diferirá la lucha interna por sucederle.

En resumen, a Espadas le interesa mantener el ‘statu quo’ municipal cuanto más mejor, y también que Juanma Moreno no anticipe las elecciones autonómicas, ya que él todavía no es lo suficientemente conocido en el resto de Andalucía, más allá de Sevilla, y necesita tiempo para que se incremente su popularidad y, por tanto, sus posibilidades de ser presidente de la Junta.

LA SITUACIÓN DE JUANMA MORENO

Todo lo contrario le ocurre a Juanma Moreno, al que todas las encuestas dan como claro favorito si se celebraran ahora elecciones autonómicas; incluso estaría al borde de la mayoría absoluta. Por más que declare una y otra vez su propósito de agotar la legislatura para concentrarse en la recuperación de Andalucía tras pasar, aparentemente, lo peor de la pandemia, ni él ni su partido (PP) ignoran que ahora el viento político sopla muy a su favor y que cuanto más tiempo se tarde en celebrar unas elecciones, más riesgo hay de que la situación se pueda torcer y de que Espadas se consolide al frente del PSOE y como alternativa para gobernar desde San Telmo, como durante casi cuarenta años anteriormente.

Juanma Moreno se halla en una coyuntura similar a la de Espadas con los Presupuestos. Ya no puede confiar en el apoyo de Vox para aprobarlos porque los verdes de la ultraderecha, a los que también son favorables los sondeos, aspiran a dar el «sorpasso» definitivo a los naranjas de Ciudadanos y son partidarios de acudir a las urnas cuanto antes y de que no se agote la legislatura. Por ello no están dispuestos a aprobar las Cuentas de Juanma Moreno y ya le han dado avisos en el Parlamento alineándose con la izquierda en alguna que otra votación para que aquél vaya tomando buena nota.

Juanma Moreno (derecha), con su consejero de Hacienda, Juan Bravo, responsable de los Presupuestos

El presidente de la Junta podría optar, de no conseguir apoyos para sus Presupuestos, a seguir gobernando un año más con las Cuentas prorrogadas o, con el pretexto de que entre unos y otros le impiden aprobarlas, romper su promesa de agotar el mandato y convocar elecciones anticipadas, como en 1996 (legislatura de la denominada «pinza») hizo Chaves al hallarse en minoría frente a PP e IU, y, en dos ocasiones (2015 y 2018), Susana Díaz.

Ahora bien, la ley prohíbe que en Andalucía se celebren elecciones en julio y en agosto y, por otra parte, estipula que deben mediar 54 días entre su convocatoria y su celebración. Otros aspectos a tener en cuenta son la Semana Santa (el Domingo de Ramos será el 10 de abril) y que enero es un mes inhábil en el Parlamento andaluz.

En la hipótesis de unas elecciones anticipadas, la fecha que «a priori» parece con más probabilidades sería el domingo 27 de marzo de 2022, ya que el presidente de la Junta podría firmar el decreto de convocatoria 54 días antes, el 1 de febrero a lo más tardar.

Y entonces ya Espadas tendría el motivo ineludible para verse obligado a dimitir como alcalde, pero aún teniendo margen para antes de irse tratar de dejar aprobados los Presupuestos para su sucesor/a y haber puesto la primera piedra de «su» tranvía.

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