La susanista Sonia Gaya tiene la llave de la Alcaldía de Sevilla

Si dimite Espadas, la ley le da el derecho a sucederle al convertirse automáticamente en nueva cabeza de lista electoral, salvo su renuncia expresa

Su figura va a poner a prueba la declarada voluntad de integración de todas las corrientes por Espadas y el proclamado feminismo del PSOE

Desde la elección del todavía alcalde (a tiempo parcial) de Sevilla, Juan Espadas, como candidato del PSOE a la Junta de Andalucía, y aún más tras su posterior elección como secretario general del partido en la región, se vienen haciendo quinielas en los mentideros políticos sobre su posible sucesor en la Alcaldía sin tener en cuenta que sólo hay una persona que tiene reconocido por ley ese derecho a la sucesión. Y por ironías del destino no es, o no era hasta ahora, sanchista como Espadas, sino partidaria de su máxima rival, Susana Díaz. Se trata de la delegada municipal de Hacienda, Sonia Gaya.

El pasado 23 de julio (2021), tras su elección como secretario general del PSOE(A), el también todavía alcalde de Sevilla, Juan Espadas, anunció que «la transición en el Ayuntamiento» de la capital hispalense «se llevará a cabo de manera ordenada y en los próximos meses». Parece, por tanto, que pese a las cada vez más reiteradas demandas de la oposición municipal, Espadas piensa mantenerse como alcalde todavía unos meses más, aprovechando para ello el paréntesis estival y por las razones que vimos en un artículo anterior https://www.manueljesusflorencio.com/2021/07/espadas-vuelve-a-demostrar-que-no-es-un-alcalde-de-sevilla-24-horas/.

Espadas podría dimitir como alcalde y retener el acta de concejal, pero políticamente no tendría mucho sentido que renunciara a lo máximo para quedarse como concejal raso e incurrir en lo mismo que ahora se le reprocha: no dedicarse a tiempo completo a una de las funciones para las que ha sido elegido y que parece su nueva prioridad, el PSOE y su candidatura a la Presidencia de la Junta de Andalucía.

Espadas dimitiría como alcalde para concentrarse en la Secretaría General del PSOE(A) y su candidatura a la Junta de Andalucía

Si Espadas dimite como alcalde y como concejal, la primera cuestión que se plantea es quién debe sustituirle como edil en el Ayuntamiento. Dado que el PSOE obtuvo trece concejales en las elecciones municipales de 2019, se correría un puesto en la lista y, salvo renuncia de la interesada, le correspondería el acta de concejal a quien ocupó el puesto número 14, o sea Amelia Hernández Garrido.

El segundo problema que se plantearía sería la sucesión de Espadas como alcalde, una cuestión para la que hay que remitirse a la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, de Régimen Electoral General, artículo 196 y siguientes.

La clave es el artículo 198, el cual estipula que «salvo en el supuesto regulado en el artículo anterior (referido a cuando el alcalde es destituido mediante una moción de censura), la vacante en la Alcaldía se resuelve conforme a lo previsto en el artículo 196, considerándose a estos efectos que encabeza la lista en que figuraba el Alcalde el siguiente de la misma, a no ser que renuncie a la candidatura».

Y el artículo 196 especifica, entre otros puntos, lo siguiente:

a) Pueden ser candidatos todos los Concejales que encabecen sus correspondientes listas.

b) Si alguno de ellos obtiene la mayoría absoluta de los votos de los Concejales es proclamado electo.

c) Si ninguno de ellos obtiene dicha mayoría es proclamado Alcalde el Concejal que encabece la lista que haya obtenido mayor número de votos populares en el correspondiente Municipio. En caso de empate se resolverá por sorteo.

Veamos ahora cuál fue la lista del PSOE a las elecciones municipales de 2019 que encabezó Juan Espadas, al menos en los primeros lugares:

  1. Juan Espadas Cejas
  2. María Sonia Gaya Sánchez
  3. Antonio Muñoz Martínez
  4. Adela Castaño Diéguez
  5. Juan Manuel Flores Cordero
  6. Clara Isabel Macías Morilla
  7. Juan Carlos Cabrera Valera
  8. María Encarnación Aguilar Silva
Sonia Gaya sería por ley la nueva alcaldable del PSOE si dimitiera Espadas, salvo renuncia

Conforme a la ley, la persona que iba en el puesto número 2, Sonia Gaya, se convertiría automáticamente en la nueva cabeza de lista en sustitución de Espadas y por tanto tendría el derecho a participar en el acto de elección de nuevo alcalde, «a no ser que renuncie a la candidatura», tal como estipula el artículo 198, que vimos anteriormente.

Así pues, legalmente Sonia Gaya tiene la llave de la Alcaldía de Sevilla, porque si no renuncia al derecho que le reconoce la ley, es la única dentro del grupo municipal del PSOE que goza de la condición de elegible como alcaldesa. Gaya no es una cualquiera, ni una recién llegada a la política, ni se supone que fue número dos en la lista en plan, con perdón por la expresión, «florero» por ser mujer.

Fue responsable de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza dentro de la Unión General de Trabajadores de Andalucía, el otrora sindicato hermano del PSOE; diputada autonómica y consejera de Educación de la Junta de Andalucía. Actualmente es secretaria de Organización del PSOE de Sevilla y delegada de Hacienda y Administración Pública del Ayuntamiento. Tiene biografía política y perfil para ser alcaldesa de Sevilla, la primera socialista como tal y la segunda mujer tras la popular Soledad Becerril.

Sonia Gaya, en su toma de posesión como consejera de Educación de la Junta de Andalucía

Pero tiene un «pequeño» problema: en las primarias del partido que enfrentaron a Susana Díaz con Juan Espadas se decantó, por lealtad personal al haber formado parte de su equipo de gobierno en la Junta de Andalucía, por la primera en lugar de por el segundo.

Dicho de otro modo, Sonia es susanista, no sanchista. O al menos no lo era. Y, sin pretenderlo, Sonia Gaya se va a convertir en la prueba del nueve de esas proclamas de integración, contar con todos los talentos y eso tan manido de que «aquí no sobra nadie» formuladas por Juan Espadas tras su elección como aspirante a San Telmo y secretario general de los socialistas andaluces.

Si así fuera, y porque además la ley le otorga ese derecho, Sonia Gaya tendría que ser la alcaldesa de Sevilla en sustitución de Juan Espadas, pero más que probablemente será forzada a renunciar a ese derecho como nueva cabeza de lista por no ser de la cuerda de Espadas, y verán cómo nadie rechista en el supuestamente muy feminista PSOE, el de todos y todas.

Amparo Rubiales, portadora de la bandera del feminismo dentro del PSOE

Ardo en deseos de ver si el lobby feminista del PSOE, encabezado por la incombustible Amparo Rubiales, se moviliza desde ya por que se le reconozca a Sonia Gaya el derecho que por ley le corresponde y sea la sucesora de Espadas en vez de cualquier otro integrante de la lista que no sea mujer.

Porque si a Sonia Gaya se la obliga a renunciar, se demostrará que fue como número dos en la lista, y por tanto como teórica sucesora de Espadas al formar «ticket» con él, no por sus cualidades, sino por su mera condición de mujer y por tanto que a la hora de la verdad la mujer sigue siendo en el PSOE un mero florero, un mero adorno, una mera coartada, un reclamo electoralista, ¿no, Amparo Rubiales?

Antonio Muñoz, delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura del Ayuntamiento hispalense

En las quinielas machistas y sanchistas del PSOE sevillano y andaluz sólo se barajan como candidatos a sustituir a Espadas como alcalde al delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz, y al de Gobernación, Juan Carlos Cabrera.

Legalmente, como hemos visto al analizar lo dispuesto en la Ley Orgánica 5/1985, para que Antonio Muñoz adquiera la condición de elegible como alcalde tendría primero que renunciar a su derecho Sonia Gaya, que le precedía como número dos en la lista (Muñoz iba el tercero).

Y para que sea alcaldable Juan Carlos Cabrera se vería un numerito, ya que tendrían que ir renunciando a su derecho de prelación Sonia Gaya, Antonio Muñoz, Adela Castaño, Juan Manuel Flores y Clara Isabel Macías, es decir nada menos que cinco concejales socialistas, ya que Cabrera (por cierto, aún pendiente de la investigación judicial del incidente en el bar El Principico) iba el séptimo en la lista electoral socialista.

Juan Carlos Cabrera, delegado de Gobernación del Ayuntamiento de Sevilla

Dicho de otro modo, la designación de Cabrera supondría desairar a los cinco concejales que fueron delante en la lista, se supone que por más méritos que él y no por tener más afinidad con Espadas, que en tal caso parecería el criterio de valoración por el partido.

Pero ¿y si se está vendiendo la piel del oso antes de cazarlo?

Se olvida que el PSOE no tiene la mayoría absoluta en el Ayuntamiento, sino que es la minoría mayoritaria. Recordemos cómo está la distribución de ediles: PSOE, 13; PP, 8; Ciudadanos, 4; Adelante Sevilla, 4; Vox, 2. Y recordemos también que Ciudadanos gobierna en la Junta de Andalucía en coalición con el PP, no con el PSOE. ¿Qué ocurriría si Ciudadanos y Vox votaran a favor del candidato del PP, que ya supuestamente no sería Beltrán Pérez (el cual debería renunciar a su derecho, al igual que Sonia Gaya), y Adelante Sevilla se abstuviera?

Cosas más raras se han visto en política, como, por ejemplo, que Juanma Moreno sea el presidente de la Junta de Andalucía con uno de los peores resultados electorales del PP.

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