La Junta de Andalucía inscribirá en el Catálogo General del Patrimonio Histórico 51 obras de la pintora sevillana Carmen Laffón

Las series ‘La Viña’, ‘Espuertas cargadas con uvas’ y ‘Parra en otoño’

La Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha incoado el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz 51 obras de la pintora sevillana Carmen Laffón, fallecida en el año 2021 y considerada la mayor referente del denominado «realismo atmosférico».

Carmen Laffón de la Escosura nació en Sevilla en 1934 y murió en la misma ciudad en 2021, aunque residió en Sanlúcar de Barrameda, en su casa de La Jara, frente a Doñana, largas temporadas. Esos paisajes inspiraron buena parte de su obra. Galardonada con el Premio Nacional de Bellas Artes en 1982, académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1989, constituye el máximo referente artístico del llamado realismo atmosférico.

Su obra se caracteriza por la sutileza de las calidades y dominio de una paleta basada en la riqueza de matices. A lo largo de su extensa trayectoria artística ha frecuentado temas diversos, desde la intimidad de sus personales y naturalezas muertas hasta los estudios paisajísticos de la Viña, la Sal y Doñana, donde la frontera entre la figuración y la abstracción queda sabiamente equilibrada.

Dotada con una especial sensibilidad para captar momentos cromáticos o lumínicos, tanto en interiores como en la lectura del paisaje, su pintura le ha llevado a desarrollar series equiparables al planteamiento insistente de Claude Monet sobre la Catedral de Rouen, en su caso el Coto de Doñana, donde el espectro circadiano de la luz marca diferentes momentos lumínicos que la artista sevillana interpretará con una matriz compositiva reincidente, cielo, tierra y línea de horizonte. Pueden detectarse en estas obras ecos de la pintura expresionista americana de Mark Rothko, participando ambos de la sonoridad silenciosa en las composiciones, así como un planteamiento minimalista y parco de elementos, que les hace partícipes de enfoques pictóricos cercanos.

Carmen Laffón

La relevancia y significación de Carmen Laffón en el arte contemporáneo es incuestionable. El prestigioso crítico y especialista en arte contemporáneo Kevin Power, afirmó sobre la evolución en la obra de Carmen Laffón que suponía “la tendencia a la abstracción desde una atmósfera de intimidad”.

Reconocida internacionalmente, se encuentra representada, entre otros lugares, en el British Museum de Londres; MoMa, de Nueva York, y en las más prestigiosas colecciones particulares, como la de la galerista Helga de Alvear, la Fundación Juan March y el Banco de España.

El Museo Nacional Reina Sofía celebró, en 1992, una exposición antológica de la autora reuniendo más de un centenar de obras. La muestra no sólo ejemplificó su madurez artística, también se pudo apreciar su proximidad a la abstracción desde 1970 con la integración compositiva de bandas horizontales en la lectura del paisaje. Acerca del conjunto de su obra, la web oficial del Museo Reina Sofía contiene los siguientes comentarios:

«Sus temas tienen un componente emocional ligado a su experiencia: los paisajes de Sanlúcar de Barrameda, los jardines sevillanos, los niños, objetos de su taller o de su espacio doméstico. En la última década traslada lo esencial de su lenguaje a la escultura. Silos es el lugar elegido para iniciar un proyecto largamente acariciado: una serie de esculturas y dibujos que recogen el mundo que gira alrededor de la pequeña viña que rodea su estudio en Sanlúcar y que cultiva como si fuese un jardín.

Las salinas de Sanlúcar de Barrameda, obra de la pintora sevillana

Premio Nacional de Artes Plásticas en 1982 y Académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1989, Laffón es pintora y escultora figurativa. Su paleta abarca una gama de colores sensuales y luminosos con los que es capaz de atrapar el mundo en un instante e interiorizarlo. Su obra, realizada principalmente con las técnicas del carboncillo, el pastel y el óleo, abarca el retrato, la naturaleza muerta, los objetos cotidianos y, de manera muy especial, el paisaje. Desde mediados de los años noventa Laffón explora con brillantez el mundo de la escultura…»

Desde el punto de vista historiográfico, Carmen Laffón de la Escosura ha sido una artista galardonada con el Premio Nacional de Bellas Artes, premiada por instituciones de prestigio y que ha cultivado una fuerte conexión con la identidad cultural andaluza a través de su obra. Su currículo expositivo y la presencia de sus obras en museos nacionales e internacionales, así como en las mejores colecciones privadas españolas, son el mejor exponente del aprecio de su obra por parte de instituciones y ciudadanía. Su figura es referente imprescindible del denominado realismo atmosférico de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI en España, con obras que reflejan la identidad del paisaje andaluz, como en la serie «Vista de la viña» y los cielos de «Parra en otoño», o la riqueza etnográfica que destilan las tradiciones locales como en el caso de «Espuertas cargadas de uvas» o «Espuertas con uvas» y «Espuertas vacías II».

Particular visión de la Torre del Oro y la Giralda por la pintora sevillana

Desde el punto de vista artístico, el interés patrimonial de los tres conjuntos se basa en tres rasgos de singularidad que las hacen destacar sobre otras piezas de su prolífica producción: a) Conjunto artístico indivisible: cada una de las tres son obras indivisibles, que fueron concebidas expresamente por su autora como tres corpus conformados por varias piezas vinculadas entre sí; b) Tratamiento unitario: las últimas voluntades de la artista expresaron por escrito su deseo de que se respetase su voluntad para que estas obras tuviesen un tratamiento unitario en cualquier acto de futura disposición; c) Carácter museístico: las proporciones físicas y las características del espacio necesario para su instalación convierten a las tres obras en piezas idóneas para ser declaradas integrantes del Patrimonio Histórico.

III.I. Denominación: «La viña»: conjunto compuesto por cuatro dibujos denominados «Vista de la viña I», «Vista de la viña II», «Vista dela viña III» y «Vista de la viña IV». Cronología 2006-2007. Técnica: carbón y témpera sobre madera. Medidas: 212 x 150 cm.

Estas cuatro imponentes obras, realizadas al carbón y témpera sobre madera, están concebidas como conjunto, un políptico unido virtualmente por la franja o eje central horizontal. Dicha franja conforma el valor más oscuro en las cuatro composiciones y, a modo de línea de horizonte, crea un ritmo compositivo que unifica la totalidad del conjunto. El empleo magistral del carboncillo, tan característico en la autora, hace que nos sumerja en una atmósfera sugerente, en el que cada elemento está representado acorde a su propia naturaleza, pero supeditados a la armonía de conjunto. Podemos decir que Carmen Laffón orquesta, con sabia habilidad, la disposición de los diferentes elementos ecompositivos (las viñas, los eucaliptos, la arquitectura efímera creada con una empalizada, la alberca…), y esa ubicación hace que la mirada del espectador recorra, con admirable disciplina,los itinerarios rítmicos que marca la autora.

Cepas, escultura de Carmen Laffón

La temática nos lleva a su entorno más cotidiano, ya que los encuadres están tomados del pequeño huerto que rodea su estudio en La Jara, separado a escasos metros de la casa que diseñara para ella el arquitecto José Ramón Sierra, justo al borde del mar en la desembocadura del Guadalquivir. Este entorno natural forma parte de su intimidad narrativa, y encuentra la belleza de lo sencillo y el valor de su entorno, allí donde confluyen el río Guadalquivir con el océano Atlántico y las arenas de Malandar en el Coto, donde la autora encuentra un motivo recurrente para sus composiciones, la línea de tierra en la que descansa el cielo de Doñana.

III.II. Conjunto artístico. Formado por 26 unidades de escultura denominadas «Espuertas cargadas con uvas»; además de las pinturas a carbón denominadas «Espuertas con uvas» y «Espuertas vacías II».

1. Denominación: «Espuertas cargadas con uvas», 26 unidades. Cronología:2006-10.Técnica: fundición. Material: bronce y óleo. Dimensiones: cada unidad mide 45x50x40 cm, aproximadamente (dimensiones variables).

2. Denominación: «Espuertas con uvas». Cronología:2007. Técnica: carbón sobre papel. Dimensiones: 166 x 119 cm.

3. Denominación: «Espuertas vacías II». Cronología:2007. Técnica:carbón sobre papel. Dimensiones: 120 x 176 cm.

La autora ha pasado buena parte de su vida en Sanlúcar de Barrameda, ciudad que gira en torno al mundo de la viña y donde asiste a todos los rituales que rodean su cultivo, desde la poda a la vendimia. Su obra está muy influenciada por esta zona vinícola y sus tierras albarizas, la variedad de cepas, la vendimia, las bodegas, con su peculiar arquitectura de arcadas, sombras y jardines; las tabernas, vendimiadores, bodegueros y el mar. Pero Laffón huye del culturalismo vacuo y los costumbrismos decrépitos, para afrontar el tema con una originalidad indiscutible.

Cuadro ‘Espuertas vacías’

Entre las obras de la exposición «La viña» en la Abadía de Silos, destacan estos dibujos a carbón de vistas de la viña, junto a las espuertas (cestas con dos asas, antes de esparto, palma o caña, y ahora de goma, que se utilizan para trasladar los racimos cortados), varias esculturas de bronce y un altorrelieve. Los carbones de las espuertas y junto a ellos unas espuertas en bronce, algunas repletas de racimos y otras vacías, que son instaladas con un particular ritmo en el suelo, conformando un conjunto muy sugerente.

III.III. Denominación: «Parra en otoño. Estudio de cielos para el techo de San Telmo». Conjunto artístico compuesto por 19 piezas diseñadas para el techo del Palacio de San Telmo de Sevilla. Cronología 2009-2011). Técnica: témpera sobre madera. Medidas: 314 x 1464 cm.

Compuesto por el conjunto de estudios de cielos realizados para el techo de entrada del Palacio de San Telmo, suponen una novedosa visión en la trayectoria pictórica de Carmen Laffón. Concebidos como un conjunto fragmentado de estudios basados de los celajes del sur de Andalucía, a los que la pintora estaba acostumbrada a observar.

Una de las 19 piezas de ‘Parra en otoño’

Estas obras revelan la persistencia de la autora en la búsqueda de su objetivo. El enfoque compositivo y conceptual enlaza con las propuestas de fragmentación de David Hockney, en las que la multiplicidad de perspectivas sobre un mismo elemento crea una imagen global del mismo, principio igualmente cercano al cubismo analítico. Formalmente, la aplicación de estas pinturas alcanza una gestualidad magistral por su seguridad y destreza, sin renunciar al especial sentido del matiz, tan personal en la pintora sevillana.

Podríamos concluir sobre esta obra como un cenit en la trayectoria de Carmen Laffón, en el que consigue planteamientos comunes al expresionismo abstracto americano, y quizás, su obra más alejada de la figuración.

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