El Colegio de Arquitectos acusa a Ayesa y Fhecor de guiarse por meros criterios económicos para el puente de la SE-40

En sus alegaciones tacha de tendencioso el Análisis Multicriterio realizado «para priorizar la opción más barata y no la mejor»

Destaca que no se menciona el impacto visual del puente, motivo por el que en su día se prefirió un túnel

El Colegio de Arquitectos de Sevilla (COAS), cuya decana es Cristina Murillo, ha presentado una batería de alegaciones al ‘Anteproyecto y Estudio de Impacto Ambiental Autovía SE-40. Tramo Dos Hermanas-Coria del Río’, elaborado por las consultoras Ayesa y Fhecor por encargo del Ministerio de Transportes y en el que ya sin ambages se apuesta de forma taxativa por un puente como la opción para salvar el río Guadalquivir. La entidad representativa de los arquitectos sevillanos reprocha a Ayesa y Fhecor su afán meramente economicista para que prevalezca la opción puente sobre el túnel y su mínima valoración del paisaje del Bajo Guadalquivir a la hora de considerar su impacto visual.

El COAS destaca que las soluciones alternativas que se plantean en la exposición pública del Anteproyecto descartan de entrada la alternativa de la solución túnel, «a pesar de que los propios técnicos del Ministerio en su visita a Sevilla -afirma- han dejado bien claro que el túnel es una solución factible y técnicamente ejecutable pero optan por la solución en puente aduciendo que es más rápida y, sobre todo, más barata».

También subraya el agravio comparativo que supone el hecho de la mayor asignación de recursos económicos a Cataluña y el País Vasco, lo cual evidencia a su juicio «la falta de voluntad política para llevar a cabo el cierre de la SE-40», de la que se cumplen 22 años desde su aprobación.

Cristina Murillo, decana del Colegio de Arquitectos de Sevilla

El COAS señala que debido a la enorme tardanza en ejecutar el anillo de la SE-40 han quedado desfasados los proyectos de los tramos de La Rinconada en la A-4; el del tramo del acceso Norte de este último municipio con La Algaba y el tramo de conexión de La Algaba con Salteras, «lo cual -expresa- origina que estos proyectos se tengan que redactar de nuevo y realizar todas las tramitaciones de Declaración de Impacto Ambiental, informaciones públicas, licitaciones y adjudicaciones consiguientes, con el tiempo que ello requiere».

El Colegio que agrupa a los arquitectos sevillanos ha presentado alegaciones tanto a la Incidencia Territorial y Paisajística del puente como al Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental, si bien por razones de espacio en esta entrada nos referiremos únicamente a las primeras.

ÁMBITO DE ESTUDIO

Como se recordará, el ámbito del estudio para el proyecto del puente tiene forma de elipse, de 10 kilómetros de longitud en su eje mayor y de 5,8 kilómetros en su eje menor y una superficie dentro de la misma de 4.756 hectáreas.

Para el Colegio de Arquitectos de Sevilla este ámbito de estudio es totalmente insuficiente y hasta anecdótico para una infraestructura que debe salvar más de 70 metros de gálibo, mide 5.069 metros y tiene un impacto visual y medioambiental muy superior, a tenor del territorio en el que se ubica y de la fragilidad ambiental del mismo.

Según el COAS, no existe documentación alguna que demuestre que el estudio de impacto ambiental haya llegado más allá del trazado del tablero y zonas limítrofes incluyendo el Copero, por lo que sería muy inferior al ámbito definido inicialmente; es decir se habría circunscrito a las áreas expropiadas necesariamente por ley para la ejecución de la infraestructura.

El Ámbito de Estudio para el cruce del Guadalquivir por la SE-40

Para la entidad dirigida por Cristina Murillo no se entiende que el ámbito sea tan reducido y limitado cuando dicha infraestructura, habida cuenta de su envergadura, va dentro del área delimitada por lo contenido en la Red Natura 2000 ZEC “ Bajo Guadalquivir”, Decreto 113/2015 de 17 de marzo «y tiene -asevera- afecciones medioambientales muy perjudiciales, de difícil corrección por el alto valor ecológico y paisajístico del territorio en el que se inserta».

A juicio del COAS, los medios para la integración de la Infraestructura en el entorno, como incorporar un carril bici ( sin contemplar su viabilidad, con pendientes del 5% y una altura de más de 70 metros); no buscar una solución para los actuales vaciaderos ante el impacto de la infraestructura; desarrollar un área natural en el entorno inmediato del corredor sin atender a un ámbito real de afección e instalar un observatorio de aves en dicho entorno inmediato son medidas totalmente contrarias a una resolución de medidas correctoras reales del impacto medioambiental y visual de una infraestructura de estas dimensiones en un territorio de una fragilidad manifiesta.

La línea indica la altura del tablero del puente en comparación con la Giralda

La entidad colegial insiste en su línea argumental en que el Anteproyecto redactado por Ayesa, la consultora del sevillano José Luis Manzanares, y Fhecor no valora adecuadamente la relevancia de la singularidad territorial y paisajística del espacio fluvial del Guadalquivir y favorece «siempre, a priori y de forma reiterada y multiplicada, las soluciones más económicas».

Especial relevancia tiene esta cuestión en el Análisis Multicriterio efectuado porque sirve para la selección tanto del trazado como de la tipología estructural. En este análisis, los aspectos relativos al paisaje tienen asignado un coeficiente mucho menor que el coeficiente de los aspectos económicos y a mucha distancia del resto, lo que penaliza soluciones mejores desde el punto de vista de impacto en el paisaje pero que son más costosas.

Así, por ejemplo, no se hace mención al impacto visual que generaría una solución en puente, «olvido que viene a ser una constante en la toma de decisiones de todo el anteproyecto -subraya el COAS- cuando esta incidencia paisajística fue considerada de tal importancia que fue la base para adoptar la solución en túnel del cruce del rio, hoy desechada».

EL ANÁLISIS MULTICRITERIO

Según el Colegio de Arquitectos, el Análisis Multicriterio realizado por Ayesa y Fhecor es «tendencioso y no es objetivo en la asignación de unos valores de ponderación, que priorizan la opción más barata y no la mejor».

El Análisis Multicriterio se realiza para obtener una valoración de las diferentes alternativas en función del grado de cumplimiento de cuatro objetivos: funcional, ambiental, territorial y económico.

Cada objetivo se analiza en función de distintos aspectos que luego se priman o se penalizan según unos coeficientes cuyos valores no se explican y que definen el sesgo de la selección: «Es decir, ya que no se justifican los valores de los coeficientes de ponderación -asevera el COAS en sus alegaciones- parecería que se ha decidido construir la obra viable más barata y no la mejor atendiendo todos los requerimientos, y que con esta premisa se han ajustado estos valores».

Una vez más, la inclusión del paisaje en el apartado de objetivo ambiental como uno más entre 11 indicadores reduce notablemente su valoración en la evaluación de las alternativas.

Por el contrario, la consideración en el indicador de Funcionalidad estructural del factor de “facilidad constructiva” introduce un parámetro que a juicio del COAS es económico, pues ya se valora en los presupuestos la mayor o menor complejidad de la ejecución de la obra. Éste es un factor económico añadido y valorado de forma muy elevada, con un 0,25 sobre 1 del total de la valoración del indicador de funcionalidad estructural.

Pero a su vez, en la ponderación conjunta de los cuatro indicadores del objetivo funcional, se vuelve a valorar la funcionalidad estructural con un 0,45 sobre 1, mientras que, por ejemplo, la seguridad vial tiene un 0,10 sobre 1.

En las alegaciones del COAS se destaca, pues, que un aspecto fundamentalmente económico como es la facilidad constructiva obtiene en el objetivo funcional una ponderación de 0,20X0,45= 0,09, lo que supone que casi el 10% de la ponderación en el objetivo funcional es realmente un factor económico.

Por otra parte, en el impacto sobre el paisaje, para Ayesa y Fhecor es irrelevante que las pilas del puente estén o no estén dentro o fuera del rio, pues tienen la misma valoración de impacto.

El modelo de puente recomendado tiene las pilas dentro del cauce del Guadalquivir

Resulta evidente que el menor impacto ambiental se produce en la solución sin pilas en el cauce, aunque al COAS no deja de sorprenderle que en el Anteproyecto la valoración del recurso paisaje sea la misma tanto para las pilas en el cauce como fuera del mismo: «Nos parece indicativo -afirma la entidad colegial- de insuficiencia y falta de detalle de los estudios de paisaje».

Otro significativo detalle puesto de manifiesto en las alegaciones: del Objetivo Territorial del estudio, el 50% de los indicadores son económicos y no territoriales.

Las alegaciones del Colegio de Arquitectos a a la Incidencia Territorial y Paisajística del puente

En resumen, para el COAS el Análisis Multicriterio es «tendencioso», ya que «el menor coste de obra está sobrevalorado sobre otros valores relevantes e ineludibles, por lo que en sucesivas fases del proyecto se deben evaluar convenientemente las alternativas, justificándose con transparencia los coeficientes y criterios utilizados, cumpliendo así la normativa preceptiva».

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