La regeneración de la playa de Matalascañas no estará lista para la temporada de verano

El Gobierno licita los trabajos por casi 5 millones de euros

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, cuya titular es la vicepresidenta del Gobierno Sara Aagesen, ha licitado el contrato para la aportación de arena y mejora de los dispositivos de retención de la misma en una de las playas más frecuentadas por los sevillanos, la de Matalascañas, en el término municipal de Almonte (Huelva). El presupuesto base es de 4.958.564,56 euros (con el Impuesto sobre el Valor Añadido incluido la cifra se eleva a 5.999.863,12 euros).

La playa de Matalascañas viene sufriendo desde hace tiempo una importante regresión, quedando emergida en pleamar con una superficie muy reducida y en algunos tramos inexistente. En la Estrategia para la Protección de la Costa de Huelva, se ha clasificado la playa de Matalascañas como tramo de costa prioritario. Se ha diseñado la
remodelación de nueve de los actuales espigones y la aportación de 700.000 m3 de arena procedentes de un yacimiento submarino. Esta solución se ha sometido a Información Pública y cuenta con Declaración de Impacto Ambiental.

Además, este contrato se enmarca en la inversión I5 del componente C4 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que define la estrategia española en el período 2021-2025 para canalizar los fondos destinados por Europa a reparar los daños provocados por la crisis del COVID-19. Contribuye al cumplimiento del hito/objetivo nº # 81b «Restauración de áreas y ecosistemas degradados en al menos 145 km de litoral» del Anexo a la Decisión de Ejecución del Consejo relativa a la aprobación de la evaluación del plan de recuperación y resiliencia de
España.

El «tapón» de Matalascañas, símbolo de la playa almonteña

Concretamente, de acuerdo con la Memoria justificativa de la elegibilidad del gasto conforme al mecanismo de recuperación y resiliencia, esta actuación se integra en la medida/submedida «Adaptación de la costa al cambio climático y aplicación de las estrategias marinas y de los planes de ordenación del espacio marítimo» cuyo identificador es C5.I4. El plazo para el cumplimiento de este hito/objetivo finaliza el 31 de diciembre de 2025.

De los plazos del concurso público convocado para la adjudicación del contrato se infiere claramente que la regeneración de la playa no estará concluida antes del inicio de la temporada de verano de este año 2025. El plazo límite para la presentación de ofertas por parte de las empresas interesadas expirará el 25 de febrero y la apertura de la oferta técnica se ha fijado para el 6 de marzo. Según las bases del concurso, los trabajos de regeneración tendrán un plazo de ejecución de cuatro meses. Por tanto, en el hipotético caso de que se adjudicara y firmara el contrato el mismo día de la apertura de las ofertas técnicas y se empezara a trabajar en esa misma fecha los cuatro meses se cumplirían en 6 de julio, ya en las vacaciones de verano.

PREOCUPACIÓN EN ALMONTE

El Ayuntamiento de Almonte ha valorado en un comunicado el proyecto que ahora saca a licitación el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre las obras para la regeneración de la playa de Matalascañas. El alcalde, Francisco Bella, ha mostrado su preocupación, ya que “el proceso es amplio y no va a estar listo para este verano”, ha afirmado.

Estas obras se vienen solicitando por parte del consistorio al Gobierno desde 2018 y es ahora cuando definitivamente entran en fase de licitación. Una actuación compleja que desde Almonte señalan como “insuficiente”, frente a la grave erosión que sufre la playa y que afecta ya, incluso, a infraestructuras de la urbanización costera.

La aportación será de 700 mil metros cúbicos de arena. Sin embargo, Matalascañas pierde más de 300.000 metros cúbicos cada año, según un estudio de impacto ambiental. Lo que supone “aliviar la situación a corto plazo”, apuntan desde la administración local; pero es un volumen que se perderá en apenas tres años.

El estudio de 2018 contemplaba una alternativa más ambiciosa que planteaba la aportación de al menos 2 millones de metros cúbicos de arena. Apostando por una regeneración más amplia y por soluciones estructurales más sólidas, que frenen la erosión. Sin embargo, lo que se ha aprobado es un remedio temporal, “sin garantías de estabilidad a medio y largo plazo”, apuntan.

Además de una mayor aportación de arena, el Ayuntamiento almonteño reclama la instalación de espigones que permitan contener el impacto de las mareas y reducir la regresión del litoral. Proponiendo que el material de aportación provenga de zonas como el Dique Juan Carlos I, considerado un punto adecuado para la extracción de arena.

Desde el consistorio han insistido en que “no podemos seguir con intervenciones parciales que solo aplazan el problema. El Gobierno central debe asumir su responsabilidad y dotar a Matalascañas, la playa de Doñana, de las infraestructuras necesarias para garantizar y dar respuesta a sus necesidades como destino turístico”.

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