La asociación conservacionista Adepa ha presentado un recurso de alzada ante el Ayuntamiento y otro ante la Consejería de Cultura en los que impugna la resolución de la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo con fecha 10 de diciembre de 2015, en virtud de la cual se otorgó licencia de obras de acondicionamiento y restauración de las Reales Atarazanas de Sevilla, conforme al proyecto redactado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra para un centro cultural promovido por la Caixa.

La asociación conservacionista afirma que las Atarazanas están englobadas en el Plan Especial de Protección del sector 13 “Arenal” de Sevilla con un nivel de protección “A” junto a, entre otros, la muralla islámica, y que ambos bienes están afectados por el proyecto de Vázquez Consuegra donde “se habla -expone- de una plaza abierta al público sin definición de los usos, y de una cafetería con una terraza de una superficie de en torno a los 1.000 m2. A juicio de Adepa, ello implica, junto a una indefinición de los usos de algunas zonas, uno, relevante, por las medidas de hostelería, “claramente prohibido por el artículo 18 del Plan Especial de Protección” (que estipula protección integral sin cambio de uso de parte o la totalidad del edificio).
Asimismo, para Adepa el proyecto incumple el artículo 20 del Plan, que especifica que deberá conservarse el edificio íntegro en todos sus aspectos arquitectónicos originales, cuando el proyecto de Consuegra “no preserva en absoluto las características arquitectónicas del edificio, al no respetarse la escala, las dimensiones ni la totalidad de sus elementos arquitectónicos (pilastras, cubiertas, etc…).

La asociación subraya también que en el proyecto se reforman y se reconstruyen dos cuerpos edificados sobre las naves 2 y 4 de los primitivos arsenales mudéjares, modificando sus cubiertas, cerramientos y distribución interior. A ello hay que añadir la incorporación de varias escaleras mecánicas así como la construcción de un nuevo forjado de 984,87 m2 para ubicar una cafetería y una terraza. Según Adepa, todas estas obras no pueden ser consideradas, en ningún caso, como tendentes a la buena conservación del patrimonio edificado, sino que suponen obras de ampliación sobre las cubiertas actuales y construcción de nuevas entreplantas, con un aumento de la superficie construida original y, por tanto, de volumetría, que prohibirían los artículos 20 y 21 de la ley de Protección del Patrimonio.
LA COTA ORIGINAL
Adepa alega que incluso se colmata algún patio y se modifican alineaciones al abrirse nuevas puertas al conjunto y convertir en plaza pública el espacio anterior privado de las Atarazanas, con la cual se niega la finalidad de las obras, que, conforme al artículo 20 del Plan Especial del Arenal, debería ser la recuperación del estado original del edificio, o sea, su cota original, situada a -5 metros.

Destaca también la asociación que la propuesta del arquitecto de adherir micropilotes de hormigón a los pilares originales y volver a cementar (sic) la excavación anterior es contraria al sentido de la norma de recuperar el estado original del inmueble e ignora las investigaciones previas realizadas en el mismo.
Adepa asegura que las Atarazanas son también un patrimonio arqueológico subyacente y como tal se rige por una serie de normas, por lo que las intervenciones que se pretendan realizar en las mismas están obligadas a salvaguardar el patrimonio arqueológico existente garantizando su protección, documentación y conservación. Sin embargo, a su juicio la intervención proyectada sobre los pilares a fin de sostener el aumento de peso que supone la ampliación de espacios en la cubierta no salvaguarda el patrimonio arqueológico ni garantiza su protección, ya que al aplicarse hormigón a las pilastras mudéjares originales se destruye sin documentación previa el espacio en torno a los mismos, lo que suscita dudas sobre su reversibilidad.
EL PGOU
Asimismo, sostiene que el edificio es suelo “cautelado” con un grado de protección máximo pero que el proyecto de Vázquez Consuegra no plantea ninguna excavación en extensión cuando debería ser de obligado cumplimiento. También alega que aun partiendo de un concepto erróneo de aplicación del PGOU, vulneraría éste, ya que no preserva las características arquitectónicas del edificio al no respetar la escala, las dimensiones, ni la totalidad de sus elementos, y porque las obras exceden ampliamente las definidas como de conservación y mantenimiento, consolidación, acondicionamiento o restauración al no estar orientadas a la recuperación del estado original del edificio.

Según Adepa, al construirse y reformarse dos cuerpos sobre las naves 2 y 4, las obras podrían considerarse como de “reforma general” o incluso como “obras de sustitución”, con lo que se excedería de lo permitido. A ello habría que añadir las escaleras mecánicas y la cafetería, que supondrían un aumento de la superficie construida original, o sea, una obra “de nueva edificación” que contravendría el artículo 10 de las Normas Urbanísticas del PGOU, el cual sólo permite trabajos tendentes a la buena conservación del patrimonio edificado.

En resumen, a juicio de esta entidad Vázquez Consuegra concibe por completo un nuevo edificio alejado de sus orígenes, usos y estética, y además altera su acceso original al abrir un nuevo frente a la calle Dos de Mayo a base de transformar sus actuales ventanas.
TREINTA INTELECTUALES APOYAN EL RECURSO
Adepa acompaña sus recursos con un escrito de apoyo de su Consejo Asesor, compuesto por una treintena de personas independientes de los campos de la cultura, la universidad y la sociedad en general y que dicen haber visto con preocupación el desarrollo, «poco transparente y nada participativo», del proyecto de intervención sobre las Atarazanas, el edificio industrial más antiguo que subsiste en Sevilla.

Forman parte de este Consejo Asesor, entre otros, el catedrático de Antropología de la Universidad Hispalense y presidente de la Asociación Andaluza de Antropología, Isidoro Moreno; el premio nacional de Narrativa Aquilino Duque; el catedrático de Filología Árabe y presidente de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, Rafael Valencia; el arquitecto exconservador de la Catedral, Alfonso Jiménez; el catedrático emérito de Ingeniería del Terreno y presidente de la Real Academia Sevillana de Ciencias, José Luis de Justo Alpañés; Enriqueta Vila, doctora en Historia y académica de Real Academia de Historia de Madrid; Jesús Vozmediano, abogado y miembro del C.E. del Club de Roma, y el premio nacional de Conservación y Restauración José María Cabeza.






Montaño, al igual que otros responsables de Cultura, pensaba en las que parecían inminentes obras de rehabilitación del Museo Arqueológico, unos trabajos que, al igual que los previstos en el Museo de Bellas Artes, se prometen dotar económicamente en los siguientes Presupuestos Generales pero que, como el Godot de la obra teatral de Samuel Beckett, nunca se financian porque nunca hay partidas presupuestarias o son ínfimas.










Casi cuatro meses sin cabeza visible en el mundo de la élite cultural y musical, donde las programaciones de los teatros y las agendas de los artistas se cierran incluso con años de antelación, han supuesto un vacío que ha provocado la pérdida de oportunidades de contratación de figuras culturales y ha degradado la imagen del Teatro y de la Orquesta, por la polémica en que se han visto envueltos.





La culminación de la tetralogía de Wagner, que casi ha coincidido con el inicio del programa de visitas guiadas (Tras el telón) al Maestranza y en cuya elaboración también han participado consultores y empresas locales especializados en la gestión cultural y en montajes audiovisuales, ha sido la mejor demostración de que gracias a la mayoría de edad alcanzada por el teatro y la orquesta ha surgido y se ha consolidado en sus entornos una industria cultural de calidad, capaz no sólo de alcanzar casi la autosuficiencia en montajes complicados, sino también de exportar su ‘Know how’ desde Sevilla y, por tanto, de generar riqueza a partir de la cultura, en línea con lo preconizado por, entre otros, Benito Navarrete.
específico de la ROSS el del Gobierno autónomo es, desgraciadamente, cada vez menor desde el estallido de la crisis (temporada 2008/2009), en que progresivamente ha pasado de 3,48 millones de euros a 3,39; 3,05; 2,61; 2,34 y 2,18 millones. La aportación del Ayuntamiento también menguó desde 2008, pero aun cuando no ha alcanzado el nivel anterior al menos se ha estabilizado en el mandato actual: 3,46 millones; 2,77; 2,77 y 3,05 millones en cada uno de los tres últimos años.
Una gran verdad pero que no ha servido para que las instituciones les hayan dado a los representantes del público que acude a los conciertos de la ROSS (casi el 90% de ocupación media en toda su historia) voto en el comité de selección, máxime en una etapa en que no deja de hablarse de fomentar la participación ciudadana en los asuntos públicos para superar la desafección hacia la política y la clase política.
La Asociación Sevillana de Amigos de la Ópera se fundó en 1990 por entusiastas de la lírica en la ciudad que ha inspirado un centenar largo de títulos operísticos. En estos años han colaborado con el teatro en la organización del ciclo de conferencias-concierto en la víspera del estreno de cada ópera. Creó el concurso de nuevas voces ‘Ciudad de Sevilla’. Otras actividades: edición del boletín semestral ‘Fígaro’. Ciclo de conferencias de divulgación sobre la historia de la ópera en el Labradores y sobre ‘mi ópera favorita’ con el Colegio de Médicos. Colaboración con las publicaciones del teatro. Envío de información a los asociados. Adquisición de entradas y organización de desplazamientos a eventos operísticos fuera de Sevilla.
tiempo para cambiar esta situación. Entre los Amigos de la Ópera, de la ROSS y de Wagner hay personas con un grado de conocimiento musical y escénico muy superior al de los políticos que circunstancialmente ocupan los puestos decisorios, personas que no sólo asisten regularmente a los conciertos de la ROSS y las actividades del Maestranza, sino que también han cultivado su afición musical en grandes templos internacionales de la música y que han visto y escuchado interpretar a Wagner en Bayreuth.



‘Otelo’, en que la ROSS tuvo que ser sustituida por un pianista y sufrió un enorme desprestigio entre los melómanos sevillanos, que son a la postres quienes la financian por una triple vía: sus impuestos, la taquilla y los patrocinios en la medida de sus posibilidades y también a través de sus empresas, pese a que sufren la crisis económica en mucha mayor medida que los músicos porque muchos de ellos no tienen sus mismas posibilidades de ingresos complementarios con los que paliar los recortes (conciertos en Gibraltar, clases particulares… muy lícitos, por otra parte).


sería que el gobierno local centrara sus esfuerzos no en convertir las Atarazanas en un permanente ‘casus belli’ político con el Gobierno autónomo, sino en conseguir esos patrocinios a los que ha apuntado para la rehabilitación de otros monumentos como, sin ir más lejos, la antigua Fábrica de Artillería, de propiedad municipal.

Serrano ha tachado la petición de la Junta de Andalucía de “obsesión por hacerse una foto y por abrir un museo sin las garantías adecuadas”, obviando que la foto ya se la hizo el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, el 16 de enero durante su visita al Centro de Cerámica de Triana y que quien entonces prometió su apertura en febrero y por tanto sin esas “garantías adecuadas” a las que alude el delegado de Empleo, ya que no ha estado listo para el pasado mes tampoco, fue su compañera en el gobierno municipal, María del Mar Sánchez Estrella.
Ayuntamiento de Sevilla alardea por tanto de mantener o de dotar de personal las instalaciones municipales en contraste con las de la Junta de Andalucía justo en el peor momento posible para sostener sus tesis, ya que en los últimos días se han producido varias circunstancias que lo dejan sin argumentario al respecto:
a cuenca del Guadalquivir instalado en el muelle de Nueva York y el anuncio de un nuevo retraso en la inauguración del Centro Cerámico Triana.
exhibe en los cuartos altos del Alcázar pero que ahora se siente tan dolido por el trato recibido de la actual corporación que anunció la práctica ruptura de relaciones con el Consistorio y su ausencia en la inauguración del museo trianero.
Monteseirín. Mientras que la cuarta estancia ha quedado sin un uso mejor y Zoido tampoco ha cumplido su promesa de abrirla cuando llegara a la Alcaldía, se trató de contentar al mecenas con otra promesa: que parte de los fondos que allí supuestamente no cabían se mostrarían en el futuro museo de la cerámica de Triana.
mecenas, pese a los desencuentros de antaño, y podría ser la persona clave para lograr la presencia de un coleccionista que se disputarían otras ciudades de España en la inauguración del museo trianero y que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz tenga con él algún gesto de reconocimiento y especial gratitud. Susana no sólo haría honor a sus orígenes y vecindad en Triana, donde se alza el museo, sino también saldría al quite para paliar la falta de tacto del Ayuntamiento.