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La pirámide de la «nueva realidad»

El coronavirus debe obligar a revisar qué es básico para Sevilla y qué no

El casi olvidado Zoosanitario Municipal ha sido vital para desinfectar la ciudad

Se cree que la pandemia del coronavirus va a suponer un antes y un después en las sociedades humanas porque va a obligarlas a revisar gran parte de los supuestos en que se ha basado su organización y su economía y por el temor, como auguran expertos epidemiólogos, a que no será la última, sino que es probable que a partir de ahora estaremos de forma permanente bajo la espada de Damocles de nuevos virus que infecten y/o maten a millones de personas (la mal denominada gripe “española” habría causado al menos 50 millones de muertos en todo el mundo hace un siglo). Por de pronto, el coronavirus ha dejado más de 27.000 muertos en España y un impacto económico estimado inicialmente en 300.000 millones de euros.

Sanitarios protegiéndose del coronavirus con bolsas de basura por falta de equipos

Con motivo de esta crisis, que ha sorprendido a nuestro país sin apenas equipamientos básicos para el sector sanitario (mascarillas, guantes, equipos de protección individual…), creo que es más oportuno que nunca volver a referirme a la jerarquía de las necesidades humanas que acuñó el sociólogo Abraham Maslow, jerarquía  más conocida como la pirámide de Maslow.

CINCO CATEGORÍAS

En esa jerarquía o escala, las necesidades del ser humano definidas por el sociólogo van ascendiendo desde la base hasta el vértice de la pirámide imaginaria. Obviamente, lo primero de todo es la satisfacción de las necesidades básicas: comer, beber, vestirse, calzarse…. Cuando el ser humano satisface en ese primer escalón sus necesidades fundamentalmente biológicas se pasa al segundo nivel en la jerarquía: la seguridad en todos los órdenes de la vida, la personal, la familiar y la social.

En la tercera categoría de la jerarquía aparecen las necesidades que Maslow califica como las sociales, cuya función consiste en trascender la individualidad y no quedar condenado a la soledad, una categoría puesta más de manifiesto que nunca durante el confinamiento por el coronavirus: nos ha privado de la interacción social más allá de hablarnos a distancia desde los balcones (quienes los tengan, ya que el urbanismo depredador y especulativo ha acabado en demasiados inmuebles con este elemento arquitectónico por considerarlo superfluo en su política de ahorro de costes y multiplicación de beneficios). Para no condenarse a la soledad el ser humano procura formar una familia e integrarse en el conjunto de la sociedad a través de colectivos diversos (miembro de un club, de una caseta, de una cofradía…). 

En el cuarto nivel de la pirámide el ser humano busca el reconocimiento social a su actividad y en el último, ya en el vértice, el sociólogo Maslow sitúa la necesidad de trascendencia espiritual una vez que se han satisfecho en los niveles inferiores las necesidades de tipo personal y social.

TRASLACIÓN

Vuelvo aquí y ahora a plantear que la clase política debería hacer el ejercicio de trasladar la pirámide individual de Maslow al ámbito comunitario -ya sea un municipio como Sevilla, una región como Andalucía o un país como España- para colocar en cada nivel de la pirámide colectiva las necesidades del conjunto de la población y a partir del principio de que hasta que no estén satisfechas las necesidades del nivel precedente, empezando por las básicas, no se pueden destinar recursos a los niveles siguientes o destinarlos en muchísima menor proporción.

Un político, un partido, un gobernante…deben ser juzgados y valorados en función de si sus decisiones y el empleo de los recursos colectivos están orientados de forma prioritaria a satisfacer las necesidades básicas de la sociedad  en que se halla o, por el contrario, se destinan al vértice de la pirámide, como si ya estuvieran resueltos todos los problemas y sólo quedaran pendientes aspectos a mayor gloria de los mismos. Un ejemplo de libro lo tenemos en Sevilla, ciudad con siete de sus barrios entre los diez más pobres de España y con 100.000 habitantes en riesgo de exclusión social pero donde Monteseirín se permitió el dispendio de gastar al menos 120 millones de euros en sus faraónicas Setas de la Encarnación, sin funcionalidad alguna.

Monteseirín, orgulloso de haberse gastado más de 120 millones en las Setas de la Encarnación

La crisis del coronavirus debe servir al menos para que la sociedad sevillana se plantee cuál debe ser la jerarquía de necesidades de la ciudad, el orden de prioridades, su particular pirámide de Maslow, partiendo del principio de que los recursos del Ayuntamiento deben destinarse de forma prioritaria a resolver los problemas  insertos en la base de aquélla como condición “sine qua non” antes de poder pasar al siguiente nivel.

ACTIVIDADES ESENCIALES

Tras la declaración del estado de alarma con motivo de la pandemia, que obligó al confinamiento de la inmensa mayoría de los 47 millones de españoles, el Gobierno de la nación aprobó un Real Decreto (el 463/2020, de 14 de marzo) por el que una serie de actividades y servicios fueron declarados esenciales, para que el país pudiera seguir mínimamente funcionando. Esos servicios y actividades esenciales constituirían la base de la pirámide colectiva, a imitación de la individual de Maslow, la primera categoría en el orden jerárquico.

Y bien, ¿qué ha sido esencial para Sevilla durante esta pandemia y volvería a serlo en caso de otras similares en el futuro? ¿Habría sido disponer de más carriles en el puente del Centenario a un coste superior a los 100 millones de euros? ¿Para qué, si sólo han podido circular camiones de suministro de vez en cuando? ¿Habría sido tener un redundante tranvía ampliado hasta la estación de Santa Justa a un coste de 48 millones de euros? ¿Para qué, si el existente circulaba prácticamente vacío, sin demanda que atender?

El tranvía ha circulado prácticamente vacío durante la pandemia del coronavirus

¿Haberle comprado a la Junta de Andalucía un tercio de la sede de la Consejería de Gobernación en la Plaza Nueva por 6 millones de euros y alquilado los dos tercios restantes para concentrar allí los funcionarios municipales? ¿Para qué, si la mayoría han estado confinados y teletrabajando desde sus casas sin necesidad de acudir a  un despacho fuera?

Uno de los servicios que se han demostrado esenciales para Sevilla durante la pandemia ha sido el cuasi olvidado Zoosanitario Municipal, cuya labor ha sido calificada por el propio Ayuntamiento como “vital para frenar la propagación del virus, dada la importancia de la desinfección que, en unión con Lipasam y la Unidad Militar de Emergencias (UME), ha acometido en vías públicas, colegios, mercados y edificios municipales”.

Trabajadores del Zoosanitario de Sevilla, en labores de desinfección del coronavirus

En la primera semana del estado de alarma, el equipo del Zoosanitario desinfectó más de medio centenar de inmuebles públicos, todos los parques de bomberos, las comisarías de la Policía Local, las plazas de abasto, las sedes de los distritos, las unidades de trabajo social y 40 vehículos de los bomberos, la Policía y otros servicios, los entornos de los hospitales, las residencias de ancianos y las calles peatonales. Además, repartió 1.125 mascarillas y 27.700 guantes de protección entre los empleados del Ayuntamiento, a fin de que pudieran trabajar en condiciones de seguridad.

ABANDONADO

Ha quedado claro que el Zoosanitario es esencial y debería formar parte de la base de la pirámide colectiva de Sevilla en que se insertan las actividades que constituyen la primera de las jerarquías. Sin embargo, el Zoosanitario ha estado abandonado a su suerte desde hace demasiado tiempo. En 2017, el PP denunció que por su falta de medios y personal tenía más de cien avisos sobre enjambres de abejas sin atender; sólo había operativos dos de los cinco equipos de desratización y desinsectación prometidos por el gobierno local, carecía de teléfonos móviles para que los operarios pudieran coordinarse entre ellos y el camión plataforma para realizar tratamientos a más de tres metros de altura llevaba más de un año averiado.

Manifestación en protesta por la situación del Zoosanitario de Sevilla

En septiembre de 2018, varios centenares de personas se manifestaron desde la Puerta de Jerez hasta la Plaza Nueva para protestar por la “crítica situación del Zoosanitario”, que achacaban a su falta de medios y de personal. Y el pasado 30 de enero, los ediles Susana Serrano y Daniel González Rojas, del grupo Adelante Sevilla, denunciaron las vacantes de personal sin cubrir y la precariedad de sus instalaciones, que a su juicio incumplen la Ley de Protección Animal de Andalucía,la cual  se aprobó en 2011.

Esta es la situación de un Servicio que ha sido y está siendo esencial durante la pandemia del coronavirus  pese a hallarse bajo mínimos. Y al igual que el Zoosanitario podríamos citar  otras áreas sin cuya actividad Sevilla no habría podido funcionar durante las semanas de mayor confinamiento por causa del virus. Cuando se instaure la “nueva normalidad” de que habla el presidente del Gobierno, ¿resolverá Espadas las carencias del Zoosanitario y de otros servicios auténticamente  fundamentales o, por el contrario,  seguirá creyendo  que es más importante  gastarse 48 millones de euros en ampliar de forma redundante el tranvía? ¿Dónde colocará sus prioridades el alcalde, en la base de la pirámide colectiva de Sevilla, la ciudad con los barrios más pobres de España y cien mil sevillanos en riesgo de exclusión social,  o bien en el vértice, por pensar, como Monteseirín con las Setas, que debe hacer algo que se asocie para siempre con su figura y con sus mandatos?

Sevilla tiene diez veces más contagiados con síntomas de coronavirus que identificados

Hay 45.000 infectados según el estudio serológico pero sólo 2.895 positivos oficiales

El estudio de seroprevalencia realizado por el Instituto Carlos III y el Centro Nacional de Epidemiología pone de manifiesto que en la provincia de Sevilla el número de personas contagiadas por el coronavirus supera en diez veces el de los reconocidos oficialmente por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía-.

La provincia sevillana tiene 1.949.860 habitantes. Si, según el estudio serológico, sólo el 2,3% de los sevillanos han sufrido la pandemia del coronavirus, el resultado global es de 44.846 infectados.

Sin embargo, a fecha 13 de mayo de 2020, el número oficial de casos positivos reconocidos por las autoridades sanitarias andaluzas para la provincia de Sevilla es de 2.895. Por tanto, el 6,39% de los infectados sevillanos han sido identificados como tales y hay un 93,61% que no lo ha sido y permanecen ignorados y no tratados médicamente. Si se toma como referencia el número de positivos oficiales y se compara con la proyección del estudio serológico, la cifra real de infectados sería 15,5 veces mayor (aquí se contabilizarían todos, incluyendo los asintomáticos).

Ahora bien, suponiendo, siempre según el estudio serológico, que el 26% hayan sido asintomáticos, la cifra resultante todavía  sería de 30.291 personas (el 74% de 44.846 menos los 2.895 identificados) de casos sintomáticos a los que no se les ha hecho test ni han sido atendidos. Tomando esta referencia (contabilización de únicamente los sintomáticos), se trata de una cifra casi 10,5 veces  superior a la declarada oficialmente.

Jesús Aguirre, consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía

Hay, pues, una inmensa mayoría de afectados que han quedado sin identificación ni atención médica y cuyos contactos tampoco han sido rastreados. 

Este ejercicio matemático podría hacerse en las restantes provincias andaluzas comparando el porcentaje de su población total que ha estado contagiada por coronavirus según el estudio serológico del Instituto Carlos III y el Centro Nacional de Microbiología con el número oficial de positivos dado para cada una de las mismas por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.

Por otra parte, el estudio serológico refleja que un 3,2% de la población andaluza ha generado anticuerpos contra el coronavirus y está ya  inmunizada.  El dato va en línea de lo estimado por el modelo epidemiológico desarrollado por Joan Corominas, ex director de la Agencia Andaluza del Agua, y publicado por Viva el pasado fin de semana.  Corominas avanzó que se habría inmunizado entre un 3% y un 4% de la población de Andalucía (de 253.000 a 338.000 andaluces, en números redondos), por lo cual entre un 96% y un 97% de andaluces ( unos 8,2 millones) aún son susceptibles de sufrir la enfermedad. 

Esta situación se debe a que nuestra comunidad autónoma ha sido una de las que menos casos de contagios ha tenido. En opinión de Corominas dicha situación se puede mantener si los andaluces siguen extremando las precauciones, se protegen y respetan la denominada distancia social: “cuanto más nos mezclemos -afirma-, mayor riesgo de infección; cuanto más nos aislemos, aislamiento que ha sido la base del confinamiento, menor riesgo de infección”. La clave, a su juicio, es ser cuidadosos en las relaciones sociales y velar especialmente por los mayores.

Por lo que se refiere al conjunto de España, el 5% de habitantes que, según el estudio serológico, habría pasado la enfermedad equivale a 2.350.000 personas de una población total en números redondos de 47 millones.

San Juan de Aznalfarache y El Pedroso son los municipios sevillanos con mayor impacto del coronavirus

Su tasa de defunciones casi triplica a la de los siguientes y es once veces mayor que la media provincial

Arahal, Paradas, Lebrija y El Viso figuran también entre los más afectados

La pandemia se nota especialmente en cuatro manchas de municipios limítrofes

La A-92 cruza cuatro de los términos municipales con incidencia destacada del Covid-19

Los 17 pueblos sin ningún contagio sólo tienen el 2% de los habitantes de Sevilla

A fecha 1 de mayo de 2020, en la provincia de Sevilla se habían registrado 2.662 casos de contagio por coronavirus y 255 muertes, según las estadísticas oficiales difundidas por la Junta de Andalucía. Ahora bien, la incidencia de la pandemia en números absolutos no es lo más significativo. Sevilla capital, que tiene el 35% de la población de toda la provincia, tendrá en condiciones normales, por su volumen demográfico, más casos de contagios y de muertes que cualquier otro municipio. La clave que hay que analizar, conforme a los criterios sanitarios, es la tasa de contagios y de muertes por cada cien mil habitantes, ya que es la que mejor refleja en qué sitios está teniendo mayor incidencia la enfermedad.

Conforme a este criterio universalmente aceptado y con los datos recopilados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía a fecha 1 de mayo de 2020 hemos realizado la clasificación de los 106 municipios de Sevilla de mayor a menor por número de contagios y de muertes a causa del coronavirus por cada 100.000 habitantes. El criterio de la tasa revela que San Juan de Aznalfarache es el municipio que más ha sufrido el impacto de la epidemia, tanto en la proporción de contagios (723,76 por cada cien mil habitantes) como en la de muertes (154,09), pese a que en números absolutos sus 155 contagiados están por debajo de los 1.300 de Sevilla capital y los 179 de Dos Hermanas. Asimismo, en números absolutos sus 33 muertos también están por debajo de los 116 de Sevilla capital.

San Juan de Aznalfarache, municipio sevillano con mayor tasa de muertes y contagios por coronavirus

De forma más clara todavía se aprecia el impacto de la pandemia en El Pedroso. En este municipio de la comarca de Sierra Morena (nueva denominación de la Sierra Norte) se han registrado tres muertes, pero para una población de tan sólo 2.018 habitantes ese número de víctimas mortales suponen 148 por cada cien mil, tasa que lo lleva al segundo puesto de los 106 municipios de la provincia. A título comparativo, los 255 muertos en Sevilla capital suponen 13 por cada cien mil habitantes, por lo que el impacto del coronavirus en una gran urbe de 688.592 habitantes se diluye mucho más en comparación con San Juan de Aznalfarache y El Pedroso. Este municipio de Sierra Morena es, además, el tercero en tasa de contagios por cien mil habitantes, con 346.

El Pedroso, segundo municipio con mayor tasa de defunciones por la pandemia

La tasa de defunciones en San Juan y El Pedroso casi triplica a la de los siguientes municipios en la clasificación de mayor a menor: Arahal (61 por cada cien mil habitantes) y Paradas (casi 58). Luego aparecen, ya con menor impacto que los anteriores, Lebrija (47), El Viso del Alcor (36), Estepa (31), Marchena (casi 31), Alcolea del Río (casi 30), Peñaflor (27), Cazalla de la Sierra (21), La Puebla de Cazalla (18), Sevilla capital (casi 17), Almensilla (16), Aznalcóllar (16), Herrera (15) y Montellano (14 por cada 100.000 habitantes).

Muertos por cada cien mil habitantes en los municipios de la provincia de Sevilla

La mayoría de estos municipios aparecen también encabezando la lista de aquellos con mayor número de contagios por cada cien mil habitantes, aunque hay excepciones. Así, La Roda (301), Tomares (161), Mairena del Aljarafe (147), Gelves (147), Dos Hermanas (133) y Aznalcázar (130) están entre los 17 con, proporcionalmente, mayor tasa de contagios, pero no entre aquellos en los que se ha registrado mayor tasa de muertes por cada cien mil habitantes.

Contagios por cada cien mil habitantes en los municipios de la provincia de Sevilla

CUATRO MANCHAS

La tasa de defunciones por cada cien mil habitantes revela la existencia de, por llamarlas así, cuatro manchas de municipios limítrofes o muy cercanos entre sí que están proporcionalmente más afectados por la pandemia del coronavirus que el resto, a saber y por agrupación geográfica:

1ª.-El Visor del Alcor, Marchena, Paradas, Arahal y La Puebla de Cazalla.

2ª.-Estepa y Herrera

3ª.-Sevilla capital, San Juan de Aznalfarache, Tomares, Gelves y Almensilla.

Itinerario de la A-92

Como dato que puede ser significativo, la autovía A-92 discurre por algunos de los términos municipales con mayor tasa de defunciones por Covid, como Sevilla capital, Arahal, La Puebla de Cazalla y Estepa.

4ª.-El Pedroso y Cazalla de la Sierra.

MINORÍAS

Por otra parte, cuando la Junta de Andalucía divulgó por primera vez hace casi una semana la estadística del coronavirus por municipios se destacó entre los medios de comunicación que había una veintena sin ningún contagiado. Esa cifra suponía prácticamente el 19% del total de los 106 pueblos de la provincia de Sevilla.

A fecha 1 de mayo, los municipios libres de la pandemia se han reducido a diecisiete (Aguadulce, Algámitas, Almadén, Badolatosa, La Campana, Castilleja del Campo, El Coronil, El Garrobo, Guadalcanal, La Lantejuela, El Madroño, Los Molares, El Palmar de Troya, Pruna, La Puebla de los Infantes, El Real de la Jara y san Nicolás del Puerto), pero en conjunto sólo tienen 39.381 habitantes, que equivalen al 2,02% del total de la provincia.  Dicho de otro modo, el 98% de los sevillanos (un total de 1.903.541) viven en municipios (89) en los que se han registrado contagios por el coronavirus.

Si se observa la estadística de defunciones, hay 62 municipios sin ninguna víctima mortal. Suponen el 44% del total, pero por el conjunto de sus habitantes (383.885) no llegan ni al 20% de la población de Sevilla. Por tanto, el 80% de los sevillanos residen en municipios (44) donde se han producido muertes por la pandemia.

En conjunto y tomando como referencia la estadística del 1 de mayo de 2020, en la provincia de Sevilla se han producido 2.662 contagios y 255 muertes, con una tasa provincial de 136,52 contagiados por cada cien mil habitantes y de 13,08 muertos por el mismo concepto.

MUERTES POR CORONAVIRUS EN SEVILLA A 1 DE MAYO DE 2020

CONTAGIOS POR CORONAVIRUS EN SEVILLA A 1 DE MAYO DE 2020