El título no se refiere a la British Broadcasting Corporation, la Radiotelevisión británica, sino al calificativo de Torrijos a Zoido por el segundo aniversario de la apabullante victoria electoral que, con 20 ediles, le llevó a la Alcaldía: “un alcalde de bodas, bautizos y comuniones”. Espadas ha abundado en la misma idea al decir que Zoido no tiene agenda de gobierno, sino agenda social, por estar en todas las fiestas con tal de salir más en las fotos que en su época Gregorio Conejo, apodado el inevitable. Ignoro si Zoido es consciente de la imagen pública que está proyectando aunque sea por un afán de agradar a todo el mundo y no parecer descortés, pero lo cierto es que ha devenido en personaje fijo de la Sevilla del canapé y hasta ha llegado a cortar la cinta inaugural de un bar. ¿Se imaginan eso mismo en el alcalde de Barcelona, por ejemplo? En el ecuador de su mandato, Zoido debe reflexionar sobre si no está dando pie a que Torrijos le diga eso de “alcalde BBC” y a que la gente piense que es más fácil verlo en cualquier sarao antes que en el Ayuntamiento.