Archivo de la etiqueta: Juan García Camacho

La VPO

Emvisesa adjudicó en 2005 una VPO al hoy delegado del distrito Norte, Juan García Camacho, el cual ha reconocido que la usa de forma tan esporádica (para indignación de Espadas y Torrijos y de los miles de sevillanos en lista de espera de una vivienda pública) que hay vecinos que nunca lo han visto por allí en todos estos años. Tampoco lo localizaron la Jefatura de Tráfico, el Ayuntamiento de La Algaba y, oh paradoja, el Ayuntamiento de Sevilla y su Agencia Tributaria ni aun cuando era ya concejal, por lo que recurrieron once veces al Boletín Oficial de la Provincia para enviarle notificaciones sobre multas, embargos y demás. Pese a tal cúmulo de evidencias, al gobierno de las luces y los taquígrafos y que alardeaba de que no toleraría corruptelas como en la era Monteseirín no se le ocurre otra explicación que ésta: “Es habitual no poder localizarlo en su casa por su elevado ritmo de trabajo”. Si este concejal es, según la versión oficial, tan estajanovista o un ‘workaholic’, entonces lo que necesita no es una VPO, sino que le pongan una litera en el Ayuntamiento.

 

Zoido incumple el Código Ético de Emvisesa en el caso del concejal de la VPO

El Código Ético y la actuación del presidente de la empresa, Juan Ignacio Zoido, están siendo sometidos a prueba en el caso del delegado del distrito Norte, Juan García Camacho, que solicitó una VPO en Pino Montano en 2005 cuando ya era -y sigue siendo- copropietario en pleno dominio de otra vivienda desde 1994, y que ha reconocido públicamente que utiliza la VPO de forma esporádica, amén de haber compartido al menos su uso -niega, como le acusan algunos vecinos, que la haya alquilado- con una señora mayor a la que ha calificado comoi una antigua cuidadora, cuando la normativa de las VPO impone que sea la vivienda habitual y no esporádica y que su uso no sea cedido en ninguna circunstancia.

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, es también presidente de la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvisesa) y como tal está obligado a cumplir el Código Ético de la compañía, que fue aprobado el pasado 23 de mayo a propuesta del director-gerente, Miguel Contreras. La norma impone a directivos y empleados la obligación de integridad y transparencia y de denunciar cualquier tipo de irregularidad como la que, presuntamente, habría cometido el delegado del Distrito Norte. Juan García Camacho ha confesado que utiliza “de forma esporádica” la VPO que le fue concedida por Emvisesa en 2005. Sin embargo, pese a las solicitudes de PSOE e IU al alcalde y presidente de la compañía para que abra una investigación sobre este caso, Zoido sigue guardando un absoluto mutismo pasadas  semanas desde el estallido de la controversia.

El 23 de mayo, el director-gerente de Emvisesa, Miguel Contreras Manrique, presentó ante la Comisión Ejecutiva de la sociedad, que lo aprobó al final de su reunión, un Código Ético interno “dirigido a todos los directivos y empleados de la empresa, con independencia de la modalidad contractual que determine su relación laboral o posición jerárquica que ocupe en el organigrama de la compañía” (artículo III), por lo que también debe someterse al mismo el propio presidente de la empresa, que no es otro que Juan Ignacio Zoido.

El artículo citado especifica que “cuando surjan discrepancias entre las normas, leyes y regulaciones locales y el presente Código, los empleados aplicarán preferentemente aquella norma que sea más estricta”.

En su intervención ante la Comisión Ejecutiva, el gerente de Emvisesa justificó la necesidad del Código Ético porque “debido a la situación económica actual -expresó- nos vemos obligados a convivir en un ambiente de negocio difícil e impredecible, en el que la ética y las prácticas de negocio justas y honradas deben estar más que nunca presentes en cualquier actividad empresarial”.

Contreras abogó por que Emvisesa proyecte una imagen de una empresa “transparente y de referencia en su sector”, y añadió:”Según la forma en que nos tratamos, interactuamos con nuestros clientes y demostramos nuestro respeto por las leyes y las reglamentaciones, forjamos el prestigio de Emvisesa como una empresa que se preocupa por cuidar con los más altos estándares de integridad”.

El Código Ético impone al personal de Emvisesa el deber de preservar la imagen y reputación de la compañía en todas sus actividades profesionales, incluyendo intervenciones públicas. Asimismo, exige que eviten toda forma de conducta engañosa, fraudulenta o maliciosa que lleve a la obtención de ventajas inapropiadas sobre clientes y proveedores.

 

 

El edil de la VPO no consignó la nuda propiedad de su primer piso

El delegado del distrito Norte, Juan García Camacho, ha tenido la oportunidad de plasmar en su Declaración de Bienes ante el Ayuntamiento la concordancia de su situación personal y la patrimonial como mero nudo propietario de su primera vivienda, pero ha ratificado justoi lo contrario, con lo cual tiene una situación jurídica poco defendible en relación con la VPO de Pino Montano.

La polémica existente sobre la VPO adjudicada en 2005 por Emvisesa al hoy delegado del distrito Norte, Juan García Camacho, se basa en dos aspectos distintos, habiendo adquirido más relevancia hasta ahora el segundo. En este sentido, ha quedado acreditado por el propio testimonio del edil que él ha utilizado “de forma esporádica” la vivienda pública y que incluso ha acogido en ella, aunque negando que haya sido en forma de alquiler, a una señora mayor a la que identifica como su cuidadora de muchos años. La normativa obliga al uso no esporádico, sino de forma habitual, de una VPO, y a no cederla de ninguna manera.

Ese uso esporádico del piso por parte del edil es incluso puesto en duda entre algunos de sus vecinos, que nunca lo han visto por allí. Además de estos dos factores, existen las once notificaciones dirigidas a Juan García Camacho en el BOP de Sevilla desde 2008 a la fecha por parte de cuatro organismos oficiales distintos, los cuales nunca lo encontraron en su VPO de Pino Montano.

El primer aspecto de la polémica ha quedado en un segundo plano, pero no es menos importante: García Camacho solicitó la VPO pese a que ya era propietario, junto con su esposa, de otra vivienda, en Parque Flores. El edil atribuye esta circunstancia a que para entonces se había roto la convivencia familiar y tras dejar el disfrute del piso a su ex-mujer e hijos no tenía ningún sitio donde vivir.

Jurídicamente, pues, García Camacho se habría convertido en lo que se denomina ‘nudo propietario’, esto es, dueño de una vivienda de la que no podía disfrutar al no tener ya su posesión por haberla cedido a su exmujer. Sería el mismo caso que el del propietario que alquila un piso: tiene la nuda propiedad, pero el derecho a disfrutarlo lo tiene el inquilino.

Sin embargo, el delegado del distrito Norte no refleja tal circunstancia, de atenernos a sus propias declaraciones, en la Declaración de Bienes realizada ante el Ayuntamiento, a pesar de que el Consistorio le ofrece esa opción a la hora de rellenar el formulario correspondiente. García Camacho cumplimenta la Declaración y especifica en la clase del bien que su primer piso es un inmueble urbano y no rústico. Y en cuanto al tipo de derecho que tiene sobre el mismo, se le brindan cinco posibilidades: pleno dominio, nuda propiedad, multipropiedad, derecho de uso y disfrute y concesión administrativa.

El concejal, pudiendo especificar la nuda propiedad para mantener la concordancia con el relato que ha venido ofreciendo, no lo hace, sino que especifica que mantiene el pleno dominio (al 50%, como ocurre en todos los matrimonios en régimen de gananciales) de un piso desde el 24 de febrero de 1994 hasta hoy. Y aún más: el valor catastral de esa primera vivienda (40.849,78 euros) supera al de la VPO (36.001,41 euros) que le fue adjudicada por Emvisesa en, también un mes de febrero, Pino Montano en 2005.

Jurídicamente, pues, García Camacho era y sigue siendo propietario de una vivienda cuando solicitó la VPO y como tal propietario se beneficiaría económicamente en caso de su hipotética venta.